viernes, 18 de octubre de 2013

LOLO RETRATADO DE CUERPO ENTERO

Hay preciso  tacto periodístico desarrollado e impecablemente explotado. Aún más, profundo conocimiento de causa especializada en el deporte con amplia y variada información que tiene el mérito de haber retratado, de cuerpo entero, a un ídolo del futbol de todos los tiempos y de la talla primigenia de Teodoro “Lolo” Fernández Meyzán.  El libro de Justo Linares y Roberto Salinas que hace poco acaba  de aparecer, en impecable edición de 170 páginas, es todo un suceso editorial de tal tipo que merece darse a conocer y destacarse por entera obligación imprescindible de comunicación impecable.
En ese sentido, la dupla Linares-Salinas volvió a dar en el clavo con esta publicación cuyo título exacto es “El Siglo de Lolo”. Como hace más de un año cuando publicaron “Ultima Hora La Revolución del Periodismo en el Perú”, el diario que precisamente los formó y donde vivieron sus mejores vivencias reporteriles.
El libro es una realidad  formando parte del  recuerdo de que el 20 de Mayo del 2013 se cumplió, por un lado, el  primer  centenario del nacimiento del cañonero y,  por otro el 30 de agosto último, el sexagésimo aniversario de su retiro de las canchas deportivas.
“En Grecia antigua se denomina siglo de Pericles a la época de mayor esplendor de la cuna de civilización. La vida de Lolo, que trasciende los siglos, es la de mayor esplendor del futbol peruano”, dicen los autores en el volumen que ha salido con infinidad de fotografías incluso inéditas, full color y fino papel couché. En buena cuenta, impecable.


Teodoro "Lolo" Fernández al final de su vida.

VARIEDAD
En la investigación que salió a luz hay de todo como característica de variedad y de profundidad. Lo que permite notar que se ha realizado un sesudo estudio, consultando a profundidad archivos y bibliotecas. Llegando donde las personas claves y precisas con habilidad reporteril, quienes dieron efectivos aportes. De por sí, lo conseguido ya es un mérito que debe subrayarse. Sobre todo si se quiere ser justos y consecuentes con lo que uno asimila en la lectura.
Encontramos, cuando leemos las páginas de la publicación, a Lolo con toda su familia en la hacienda Hualcará de Cañete, cuyo propietario muchos años fue Mariano Ramos Dammert. Lo que eran sus padres, sus hermanos. Casi todos futbolistas. El recuerdo a su profesora Lastenia, quien le enseñó las primeras letras.
Asimismo los partidos de futbol en el patio del colegio con una pelota de futbol de esas antiguas de cuero, pichina y pasador. Los autores consignan las famosas frases del jugador para explicar el poderío de sus certeros disparos: “Nunca faltaron los frejoles ni el camote en mis comidas. De niño  aprendí a patear fuerte debido a que por temor a las represalias de mi padre, jugaba descalzo para no dañar mis zapatos”. 
LLEGA A LA U
De acuerdo a lo consignado por los periodistas, la pierna derecha del futbolista se le encorvó dificultando en algo su desplazamiento. Eso fue producto de los fouls sufridos por el crack de parte de sus adversarios. Para ellos, única forma como podían  marcarlo.
Su hermano Arturo Fernández, “El Manco”, lo lleva al  club de sus amores Universitario de Deportes y esa es la única camiseta que defendería permanentemente a lo largo de su vida deportiva, conjuntamente con la casaquilla nacional de la Selección Peruana de Futbol. Nada más, pero tampoco nada menos.
Antes lo había hecho, en Cañete, por el Club Huracán Hualcará. Allí debutó en 1925, jugando frente al Alianza San Vicente, marcando el primer gol de lo que más tarde sería una  gloriosa carrera futbolística.
Su ingreso a la reserva de   Universitario ocurrió en Marzo de 1930 como puntero derecho. Resultó el goleador del torneo, aunque al principio no se desempeñó bien. Ni con soltura. Incluso pensó en retirarse del futbol para dedicarse al básquet.
La gente comenzó a verlo con respeto cuando una tarde, jugando contra Alianza Lima, marcó un golazo venciendo a “Mondongo” Castro. Fue un taponazo impresionante. Esa conquista le valió ser promovido al primer equipo.
Cuentan los autores que Lolo afirmaba que la famosa garra de la U no era otra cosa que la excelente preparación física que permitía revertir los partidos  con más “quaker” que los demás equipos.


Mural en su honor en el estadio que lleva su nombre

EL DESCUBRIDOR
 Relatan que el descubridor del eminente jugador fue el entrenador uruguayo Julio Borelli. Lo hizo debutar en Lima en el estadio del Circolo Sportivo Italiano contra Lawn Tennis. Insistió con él y lo puso en un partido contra Magallanes de Chile. El cañonero hizo el único gol del partido con el que ganaron.
 Señalan con precisión que, el 4 de Julio de 1932, Universitario se enfrentó al Circolo . La U dominó plenamente las acciones y venció por 8-0, con seis anotaciones del cañonero. Desde entonces, el cañetano se adueñó de la casaquilla  número 9. La de centro delantero. En 1932 y 1933 fue el goleador del campeonato.
 También recuerdan que formó parte del Combinado del Pacífico, equipo que tenía como base a la U y que empezó una gira por el norte del continente para luego pasar a Europa, jugando un total de 39 partidos.


Vistiendo la camiseta de sus amores: la de la U.

GOLEADOR
Los refuerzos del cuadro fueron: Alejandro “Manguera” Villanueva y Juan Valdivieso de Alianza Lima. Antonio Maquilón del Circolo y Alfonso Saldarriaga de Atlético Chalaco. Asimismo cuatro jugadores del Colo Colo de Santiago de Chile: Juan Montero, Antonio Luco, Guillermo Subirabe y Eduardo Schenenberger.
Más adelante recuerdan que de la U, además de Lolo, estuvieron en a la gira: Arturo Fernández, Juan Criado, César del Río, Alberto Denegri, Placido Galindo, Eduardo Astengo, Vicente Arce, Mario Pacheco, Alfredo Alegre, Julio Landa, Carlos Tovar y Luis Souza Ferreyra.
Asimismo que de los 39 partidos, el Combinado del Pacificó  gano 13. Otros 13 empataron  y los perdidos sumaron el mismo número. Pero lo más trascendental e importante es que el goleador indiscutible fue Lolo con 49 anotaciones. Jugaron en Panamá, Curazao, Irlanda, Belfast, Escocia, Inglaterra Holanda, Checoslovaquia, Alemania, Francia y muchos otros países. Efectivo roce internacional.
 Subrayan que en los famosos y accidentados Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, Perú goleó 7 a 3 a Finlandia con cinco golazos de Lolo y 4-2 a Austria con otro tanto del cañonero. Fernández brilló en los campeonatos de futbol nacionales hasta la década de los 50. En 1945 y 1946 se clasificó como goleador indiscutible En más de cinco oportunidades, con el ariete, la U consiguió el campeonato.
 En otros capítulos anotan que destacó también en los campeonatos sudamericanos. La friolera de doce años estuvo en la Selección Nacional de Futbol.  Su debut con la casaquilla nacional ocurrió en 1935. En dicho lapso convirtió 24 goles, el segundo mejor anotador en la historia del futbol peruano después de Teófilo Cubillas con 26 tantos.
Lolo Fernández (Foto: archivo de La República)
Lolo al centro con otros ídolos del fútbol.

CHILE
Cuentan que entre el 17 de Diciembre de 1935 y el 28 de Diciembre de dicho año, Alianza Lima reforzado con cinco jugadores de la U, entre ellos el cañonero, efectuó una gira triunfal a Chile en cuya capital jugó siete partidos, de los cuales ganó seis y empató el restante. La derrota no se conoció.
El segundo mejor score de las olimpiadas de Berlín. El goleador de los bolivarianos de Bogotá donde participaron Ecuador, Bolivia, Panamá, Perú, Venezuela y Colombia, en 1938. Anotador de goles principal de la Copa América al año siguiente.
Linares y Salinas aseguran con precisión que nunca quiso aceptar ofertas de otro club. La dirigencia del Colo Colo de Chile le colocó un cheque en blanco, pero lo rechazó. También olvidó la oferta de San Lorenzo y Racing de Buenos Aires, Peñarol de Montevideo e incluso de un equipo de París, Francia.
DESPEDIDA
En el libro se recuerda que el 20 de Julio de 1952, la directiva de Universitario presidida por Carlos Cilloniz, inauguró el flamante estadio con el nombre de Lolo Fernández. El recinto lucía las tribunas de madera del  viejo Estadio Nacional de José Díaz, en remodelación desde un año antes. Cuando se inauguró el Estadio Nacional de Lima le entregaron los laureles deportivos. Lo mismo que al nadador Daniel Carpio y al campeón olímpico de tiro, Edwin Vásquez.
Y que la despedida del futbol de Lolo ocurrió, el 30 de Agosto de 1953 durante un partido contra su eterno rival, Alianza Lima. Formó la delantera al centro con Osorio, Juan Castro, Alberto Terry y Dante Rovay. Los grones tenían un gran equipo, destacando el arquero Heraclio Paredes, el back centro Guillermo Delgado y el volante Cornelio “Chocolatín” Heredia. La  U ganó por 4 goles a dos, tres de ellos del artillero. Magnifico adiós de consagración definitiva, total. Hasta el final marcando anotaciones. No podía con su genio.
La salud comenzó a fallarle y fue operado siete veces del fémur y la cadera, falla anatómica que le impedía caminar. Lo operaron incluso en un Hospital de Miami en Estados Unidos con fondos recaudados en un partido de futbol, dinero que se le entregó y utilizó para su recuperación.
Al poco tiempo otros males acecharon al deportista como fuertes dolores de cabeza y presión alta. Lo volvieron a internar en una clínica. Desafortunadamente, ya tenía demencia senil. Era un cuadro clínico de cuidado. Hasta que murió el 17 de Setiembre de 1996.
A propósito de la salida de la publicación, Salinas cuenta que desde 1965 en que llegó al diario “Ultima Hora” y se encontró con Justo Linares hubo química, no solo en lo amical, sino también en lo profesional.
 A pesar que Linares se desempeñaba como redactor político y, entonces, su mayor fuente de información estaba en el Congreso de la República. Pero como también le gustaba el deporte y  conocido por los otros redactores deportivos, muy frecuente resultó su relación con esa sección.

Lolo Fernández cumple 100 años y los hinchas de Universitario festejan
La estatua como homenaje al ídolo.

DIDI
Con Roberto se intensifica la vinculación a raíz del nombramiento del brasileño Waldyr Pereyra Didí, como entrenador de la selección de fútbol en 1968, para las eliminatorias del año siguiente en el  Mundial México 70. Justo cubre con singular dedicación las actividades de este seleccionado, especialmente cuando sus acciones eran fuera de Lima.
En la década del 70, específicamente en 1973, dos hechos motivan que el dúo intensifique su vinculación laboral. Salinas es llamado para ser Director de la revista “Hincha” y condiciona su aceptación a tener como Jefe de Redacción a Justo Linares.


Con Pele.

HISTORIA DE LA TV
 Y ese mismo año el cronista deportivo pasa de canal 5 a la competencia, o sea América TV Canal 4, donde con Luis Angel Pinasco dirige el nuevo programa deportivo “Exclusivas Deportivas”. Aquí Linares se encarga de los guiones o libretos del programa, así como efectiviza la convocatoria a invitados especiales.
Salinas llega a tener vinculación  con doña Dominguita, madre de  Linares, quien le brinda su hogar para celebrar su cumpleaños, con los amigos que desease y cocinando lo que él quisiera. Y cada cumpleaños de Roberto, los amigos saben que lo celebra, hasta ahora, en la casa de Justo en Surquillo.
Hasta que llega la época del reposo, en que, reconocidos como acuciosos investigadores bibliotecarios, son convocados para escribir la historia de la televisión en el Perú, en homenaje a los 50 años de América TV, el 15 de diciembre de 2008. El libro fue un éxito total y marcó el inicio de ambos por la materialización de más publicaciones.
En enero de 2012 cumplen un sueño de muchos años, pues ambos reconocen que en”Última Hora” vivieron sus mejores momentos periodísticos. Entonces sacaron a la luz el libro “Ultima Hora, la Revolución del Periodismo en el Perú”,  que mereció las mejores críticas de los entendidos.
Y el 30 de agosto último, presentaron su más reciente producción, “El Siglo de Lolo”, en acto llevado a cabo en el Salón VIP del nuevo Estadio Nacional, donde precisamente el ídolo del fútbol peruano marcó su inolvidable retiro hace exactamente 60 años.
Fue el legendario Humberto Martínez Morosini, el maestro de ceremonias, teniendo en la Mesa de Honor a Linares, Salinas, el Ing. Francisco Boza, presidente del Instituto Peruano del Deporte, quien presidió la ceremonia, el Dr. Fidel Ramírez Prado, Rector de la Universidad Alas Peruanas, en cuya imprenta se trabajó el libro, y Jorge Arriola, de RRPP de Backus, reconocido lolista.
Los autores en actitud desprendida y de solidaridad profesional han insertado, en las páginas de su libro, varios artículos y entrevistas sobre el personaje central que pertenecen a la pluma de consagrados periodistas como Ricardo Miranda Tarrillo, hoy viviendo en Canadá, Raúl Dreyfus y Littman Gallo “Gallito”. La publicación definitivamente, vale la pena leerla. (EdeN)



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