Resultó ser, realmente y sin ninguna exageración, un político excepcional con varias facetas admirables. Ideólogo social cristiano consistente. Maestro de maestros, forjador de juventudes de generación tras generación tanto en Arequipa como en Lima. Parlamentario de fuste y orador de polendas con una lógica implacable en sus argumentos pocas veces vista, lo que lo convirtió en uno de los mejores polemistas- por no decir el mejor- del siglo XX en el Perú.
Hasta ahora hay voces discordantes que no le reconocen nada y sólo le enrostran sus errores entre ellos, evidentemente, el apoyo a una de las tantas dictaduras que asolaron a nuestro país: la de Velasco, de cuyas acciones garrafales hasta ahora el Perú no emerge ni puede despegar.
Sin embargo, muchos de sus seguidores consideran coherente esa adhesión porque la transformación de la sociedad fue una de sus creencias profundas y las reformas estructurales no las pudieron hacer los gobiernos civiles, si el régimen militar entre l968 y 1975.
Héctor Cornejo Chávez, nacido en Arequipa el l5 de noviembre de 1918, por esas contradicciones que lo acompañaron a lo largo de su vida, tomó tempranamente la decisión de abandonar definitivamente la vida política nacional cuando mucho tenía que aportar, aunque ya había cumplido 60 años, pero estaba entero para seguir en la brega intelectual y política.
Maestro y político. Aquí condecorado.
CATEDRATICO
Su último cargo público fue el de parlamentario de la Asamblea Constituyente que presidió Haya de la Torre en 1978. De la Universidad Católica de donde fue Catedrático de Familia en la Facultad de Derecho, también se retiró hace una punta de años. No obstante, en los corrillos universitarios todavía se le recuerda y se dice que nadie lo ha podido superar, por la profundidad y contundencia de sus conocimientos en ese campo tan especializado.
Era difícil comprender a este hombre de gran inteligencia y profunda sensibilidad por las causas sociales. De una acrisolada honestidad y honradez plena, demostrada muchas veces en los actos de su vida.
Profundamente católico. No se cansaba de comulgar constantemente y llevar siempre un misal forrado de cuero negro con cierre del mismo color que leía embebido en las mañanas tras despertar, en sus ratos libres o en otros momentos de oración.
Su genio fuerte y drástico lo hacían implacable, combativo, vertical en sus decisiones. Era enemigo de las componendas. Además, parecía que por sus cualidades polémicas, resultaba casi imposible dialogar con él.
Lo cierto es que en su vida cotidiana era completamente distinto. Un hombre muy simpático que impactaba con su sabiduría e inclusive con sus bromas. Resultaba ameno y demostraba siempre una cultura amplísima, un amor enternecido por el Perú. Otra de sus contradicciones que poco se conocieron y que muchos la atribuyen a su escondida timidez.
La voz aflautada, el gesto serio, casi nunca sonreía en público. Lucía un bigote negro regularmente poblado. Siempre usaba lentes de carey con lunas a medida en su cara adusta, de gato rabioso, según sus enemigos.
Difícil para vestirse inclusive, aunque siempre lo hacía sobriamente. Pero algunas veces se ponía las corbatas “michi” pequeñas y en formas de lazo, de moda en épocas anteriores. Por ese respeto y temor que infundía, nadie se atrevía a recomendarle que no lo haga porque era receptor por ello de chacotas a espaldas de él, sobre todo del lado femenino.
Allá por los años 60 con la corbata michi.
Este personaje de evidente figura intelectual, sí que se agigantaba en la plaza pública, en las asambleas partidarias, en el aula universitaria dictando clases, en los forums y conferencias. En los artículos de opinión que escribía en los periódicos. Y sobre todo, en el hemiciclo parlamentario.
LOS AHORROS DEL GENERAL
Para muestras, basta un ejemplo. Una sesión del Congreso en la Cámara de Diputados donde, representando a Arequipa, en plena convivencia de Prado y en la oposición fustiga duramente a la dictadura de Odría. La mayoría pradista trataba por todos los medios de aplicar la política del “borrón y cuenta nueva” para salvar al general de la alegría-así llamaban al ex presidente por su afición al trago, las mujeres y la juerga-de la cárcel que le correspondía.
Odría realmente saqueó al país y, para distraer al pueblo, su gobierno construyó innumerables obras públicas entre colegios, locales ministeriales, incluido el edificio más grande de Lima de aquel entonces que era el Ministerio de Educación con 20 pisos, carreteras, irrigaciones, hospitales, hoteles y otros proyectos, además de la conversión de Tacna y Tarma-esta última ciudad natal del tirano-como urbes modernas, aprovechando el auge económico de la guerra de Corea.
El diputado llamó a los latrocinios, con sorna y originalidad, “los ahorros del general”. Con datos demostrativos y sugerentes, investigaciones y argumentos, comprobó que Odría compró su primera casa tras siete meses de asumir el mando. Luego vino la recatafila de inmuebles en San Bartolo y Chaclacayo; en Lurigancho y Ate; en Pueblo Libre y Monterrico; en fin, en gran parte de Lima incluidos los de los jirones San Pablo y Vargas Machuca. En esta última calle, transversal de las avenidas Arequipa y Petit Thouars, estaba ubicada la residencia donde el dictador con su familia vivió largo tiempo.
El inmueble de Monterrico, regalado por sus amigos personales siete meses antes de entregar el poder, fue nada más y nada menos que una impresionante casona de campo de dos plantas con 48 habitaciones y dependencias, incluida una piscina y gigantescos jardines circundantes. Actualmente este bien es un lujoso centro de esparcimiento de la Fuerza Aérea del Perú. (FAP).
Las investigaciones realizadas presumían que había depósitos en bancos del exterior a nombre de Odría, por el valor de 10 millones de dólares. Aprendiz por el monto de Montesinos y Fujimori, si. Pero igual de corruptos y mafiosos, el uno como los otros quienes se birlaron entre 1990 y el 2000, alrededor de 900 millones de dólares.
Cornejo fundamentó claramente que como sueldo el Presidente percibió la suma de 2,500 soles mensuales desde noviembre de 1948 hasta julio de 1950 y desde entonces hasta que terminó su mandato en julio de 1956, 3,580 soles mensuales.
Hablando en la Cámara de Diputados
FRASES CELEBRES
Redondeó su denuncia en la Cámara de Diputados, sustentando: “aún suponiendo que Odría haya estado dotado de un extraordinario espíritu de ahorro a tal punto de haber gastado un solo centavo de todos los sueldos percibidos en el curso de los 7 años no pudo economizar la suma de 310,200 soles y adquirió 10 veces más, o sea 3 millones de soles, solo en propiedades inscritas en Lima, dejando de pagar impuestos y creando donaciones de sus amigos íntimos”
No solo eso, él y sus camaradas Zenón Noriega (por si acaso, ningún parentesco con el autor), Ricardo Rivera Schreiber y el Almirante Roque Saldías, entre otros, compraron varios carros finísimos de marca Cadillac y Oldsmobile exentos del pago de impuestos. Eran los más caros del mercado norteamericano.
Una frase muy comentada en esa oportunidad: “soy católico ferviente, señor Presidente, y creo por eso a pie juntillas en el milagro de la multiplicación de los peces y de los panes; pero como ciudadano peruano me resisto a creer en este milagro de la multiplicación de los soles que hasta el presente parecía ser atributo exclusivo del Banco Central de Reserva”. Era el Cornejo punzante.
Nada les pasó a los responsables de los latrocinios del régimen del ochenio. La política de la componenda emprendida por el gobierno de Prado triunfó sin ambages. Muchos analistas políticos de la época dijeron que al diputado por Arequipa se le pasó la mano y que se ensañó contra Odría. La apreciación absolutamente injusta porque con la mafia hay que ser implacable, como lo fue el dirigente democristiano con estos precursores de los rufianes Montesinos y Fujimori.
Sobre la corrupción, calza exactamente lo que dijo el parlamentario hace más de 40 años en una plaza pública ante una multitud abigarrada de fervor por su impecable pieza oratoria: “en el Perú al honrado se le llama tonto, sagacidad a la cundería y hombre de acción al dictador. Sufrimos una crisis por la que al gobernante todo le está permitido y el gobernado lo soporta todo. Una crisis, en fin, de falta de escrúpulos en los de arriba y de sobra de conformidad en los de abajo” Conceptos enteramente vigentes, no obstante los años transcurridos.
Allá por los años 30 un entusiasta estudiante llegó por primera vez a las aulas de la Universidad de San Agustín, luego de aprobar con bríos el examen de admisión. Antes había cursado sus estudios en el Colegio San Francisco de la blanca ciudad. Había sido un excelente alumno con notas sobresalientes y formaba parte de una familia modesta pero muy decente, cuyo padre, Héctor Cornejo Gilt, trabajaba en las Empresas Eléctricas, con 12 hijos a cuestas. Héctor hijo era, cronológicamente por edades, el segundo de la numerosa prole. La madre una digna y distinguida dama llamada: Laura Chávez Quesada de Cornejo.
SECRETARIO
Muy joven aún alternó sus estudios de Letras y Derecho con el trabajo. Laboró como profesor en varios colegios arequipeños y en el Club de Arequipa, la cuna social de la aristocracia arequipeña donde se desempeñó como Bibliotecario. Este último puesto le encantó por su innata inclinación a los libros. Estaba, pues, en su salsa.
Hasta que llegó la primavera democrática del año 1945, ya graduado como abogado y ejerciendo en su bufete profesional, cuando José Luis Bustamante y Rivero sale elegido Presidente Constitucional de la República. Arribó a Lima para desempeñar el cargo de Secretario del Jefe de Estado, dejando de vivir en Arequipa momentáneamente.
Con Bustamante lo unía una estrecha relación de discípulo a alumno. Inclusive, en los 50 y 60, el abogado ocupó el despacho profesional de Bustamante en el jirón Moquegua del centro de Lima. Años duros, de intensa inestabilidad, le tocó vivir al joven arequipeño al lado de su profesor con quien despachaba diariamente en Palacio de Gobierno. El esfuerzo democrático duró tan solo tres años.
En un artículo publicado en el Diario “El Comercio”, el 5 de Octubre de 1958, recuerda esa época con agudeza: “en 1945 renació como otrora la esperanza; y como otrora, aunque por vías diferentes la deslealtad, la prepotencia de quienes debieron ser aliados (se refiere al APRA); los intereses creados de círculos oligárquicos; y por todo eso, la tentativa heroica se frustró.
Luego añade recordando los que le pasó al Perú, tras la caída de Bustamante: “Al país en penitencia se le impuso entonces ocho años de pena privativa de la libertad, mientras al otro lado de la reja señoreaban en la hacienda la farsa electoral, la sumisión al Ejecutivo de los otros poderes del Estado, el saqueo del erario y el destrozo de la Constitución”. Crítica al régimen del General Odría, sustentado por los ricos.
Los Cornejo Chávez reunidos en un encuentro familiar.
Finalizado el gobierno democrático y tras acompañar fielmente a su maestro hasta cuando salió al destierro, el eficiente Secretario de la Presidencia de la República volvió a su ciudad natal para reanudar sus actividades como abogado y Catedrático de Economía Política, Sociología y Derecho Civil de la Universidad de San Agustín, guardando cierta repulsión por lo ocurrido, a raíz del entronamiento de otra dictadura.
La situación, bajo los estragos de la tiranía, era dura. El pueblo de Arequipa, cuna de las libertades en el Perú, se levantó en 1950 luego de una huelga estudiantil y el abuso de las autoridades militares. El caudillo Francisco Mostajo, quien fue su profesor en la Universidad, dirigió la lucha contra la opresión. Allí Cornejo tuvo papel protagónico al igual que Javier de Belaunde Arturo Villegas, brillante intelectual; y Carlos Bellido. Los dos últimos ofrendaron sus vidas, entre otros peruanos que salieron en defensa de la democracia. El pueblo colmó las calles para protestar contra el atropello.
Lo mismo ocurrió cinco años después en las jornadas del 21 de diciembre de 1955 que dio lugar, tras ardua lucha, a la caída del siniestro y abusivo Ministro de Gobierno (hoy Interior) Alejandro Esparza Zañartu y se abrió el camino de la democracia. Poco tiempo después se convocó a elecciones que las ganó el candidato conservador Manuel Prado Ugarteche, apoyado por el APRA e instauró la Convivencia de 1956 a 1962.
TODOS PROTESTAN
Cornejo en un discurso pronunciado en el Teatro Segura durante la primera asamblea que dio nacimiento al Partido Demócrata Cristiano recuerda estas jornadas y dice: “No hubo propósitos subalternos. Allí todos protestaban sin distinción de clases sociales, el cuello y la corbata junto al overol. En el Teatro Municipal se iba rendir culto a la libertad. Hubo provocaciones desde días antes. Conocidos matones enviados por la dictadura, rompieron los cartelones de propaganda, cortaron la luz y los micros. La ciudadanía colmo las calles y se dirigió al Teatro. Allí se protestó”
El líder con mucha, emoción, subrayaba: “Quedó demostrado que Arequipa tiene fuego suficiente en los corazones y fuerza suficiente en los puños para hacer respetar su derecho atropellado. Nunca como entonces se cantó con unción el Himno Nacional”.
Por aquella época en Arequipa, se pensó en la formación de un partido político que sirviese como refuerzo a la democracia frente a los totalitarismos Un paso concreto fue que el grupo de profesionales ligados a la Universidad , asumió la conducción editorial y política del diario “El Pueblo”, por entonces el principal periódico de Arequipa con Roberto “Boby” Ramírez del Villar a la cabeza, quien debutó como Director de ese medio de comunicación, de propiedad de don Juan Pardo, hijo y nieto de presidentes: José Pardo y Barreda y Manuel Pardo y Lavalle, respectivamente. Bisnieto de otro peruano ilustre, el poeta e intelectual Felipe Pardo y Aliaga.
En la plenitud de la juventud.
En la casa de Ramírez del Villar, en su estudio, en la propia universidad, en otros puntos se reunían estos jóvenes que querían cambiar el Perú. Fue este impecable abogado-posteriormente diputado hasta incluso 1992 en que presidió su cámara- el que convence a sus antiguos compañeros de la Universidad, a formar un partido político para instaurar y defender la democracia.
Se sabía que en Europa, después de la guerra había surgido una agrupación que se inspiraba en las encíclicas papales y podría ser la fuerza que pararía, el peligro latente en el mundo, el comunismo. Se hablaba del milagro alemán y de las grandes innovaciones políticas en Italia.
Entre los animadores, además de Ramírez del Villar, figuraban: Cornejo Chávez, Juan Chávez Molina, Jaime Rey de Castro, Mario Zolezzi Moller, Mario Polar Ugarteche, Javier de Belaunde Ruiz de Somocurcio y Julio Ernesto Portugal. Muchos de ellos fueron los editorialistas en “El Pueblo”, los que luchaban con la pluma contra el gobierno militar.
Hasta que se publicó una invocación a la ciudadanía el 25 de abril de 1955, uno de cuyos puntos medulares fue la propuesta de fundación de un movimiento destinado “a servir de base a la organización de un partido político de inspiración y contenido democrático cristiano.”
El esfuerzo culminó en enero de 1956 cuando oficialmente aparece la Democracia Cristiana luego de unirse al grupo homogéneo que trabajó en Lima integrado por: Luis Bedoya Reyes, Honorio Delgado, Javier Correa Elías, Carlos Gandolfo Corbacho, Enrique García Sayán, Ismael Bielich y Ernesto Alayza Grundy, entre otros.
DIPUTADO
En junio de 1956, el pueblo de Arequipa eligió a Cornejo por abrumadora mayoría su representante en la Cámara de Diputados, donde hasta l962 ejerció un indiscutido liderazgo a la oposición democrática del régimen pradista.
Siendo parlamentario, es elegido Secretario General del Partido Demócrata Cristiano en 1958. Al año siguiente es reelegido. En esta condición participó en importantes certámenes realizados en diversos países de Europa y América. Por esta época es que el abogado arequipeño comienza a perfilarse como el principal dirigente de su partido en el Perú. El que mejor encarnaba los principios e ideales del social cristianismo.
Existió una férrea unión con la juventud que lo apoyó, representada por muchachos que después destacaron en diferentes ámbitos. Como: Manuel Moreyra Loredo, abogado experto en temas económicos que llegó a ser Presidente del Banco Central de Reserva; Alfonso Cobián y Macchiavello, autor del prólogo del libro de Cornejo “Nuevos Principios para un Nuevo Perú” y muerto a temprana edad estudiando en Bélgica.
Luis Rodríguez Mariátegui, Ministro de Justicia del primer gobierno de Belaunde; el novelista y literato Mario Vargas Llosa, posteriormente candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de 1990; el historiador César Pacheco Vélez; Valentín Paniagua Corazao, Ministro de Justicia joven durante el Gobierno de la Alianza AP DC que años después se convierte por decisión del Congreso en Presidente de la República, salvándonos de los embates de la dictadura corrupta de Fujimori.
Posteriormente ingresó Javier Silva Ruete, destacado economista ministro de estado en diferentes oportunidades; Oscar Espinosa Bedoya, insigne tecnócrata de actuación impecable hoy en el sector empresarial privado, entre muchas otros peruanos. Cuadros dirigentes, si que tenía la Democracia Cristiana. Pero siempre le faltaron masas, apoyo popular. Por eso, los adversarios llamaron a este partido “los 4 gatos”
La Democracia Cristiana de esos tiempos luchaba ideológicamente por la concepción espiritualista de la persona humana e incluía como requisito básico la transformación de las estructuras políticas económicas y sociales. Quería una revolución en libertad, tesis que se reforzó en Chile con el demócrata cristiano Frei Montalva, quien llegó al poder en 1964. Cornejo impulsó la sociedad comunitaria, años después. Luego vino el apoyo a Velasco. Ni demócrata, ni cristiana fue tal actitud.
Antes había pasado mucha agua bajo el puente. El Gobierno de Prado andaba mal, contando con el apoyo del APRA, a quien antidemocráticamente, no se le permitió elegir candidatos ni a la presidencia ni al parlamento en las elecciones de 1956.
Ocurrió un hecho innegable, de acuerdo al análisis político de la época, los apristas se pasaron de una expectante posición progresista hacia una ubicación para muchos de derecha, apoyando a un presidente conservador que- es cierto- les dio la libertad.
En una de sus últimas entrevistas periodísticas
El gobierno de Prado proseguía de tumbo en tumbo. Por no dar seguridad económica ni justicia social, representando intereses de unas cuantas familias y dejando de lado al pueblo. Ya no se sabía que hacer.
BELTRAN
Caían gabinetes, uno tras otro El fracaso era una realidad. En esas circunstancias llaman como salvador a Pedro Beltrán Espantoso para desempeñarse como Premier y Ministro de Hacienda (hoy Economía), quien de enemigo implacable del régimen pasó a ser aliado con sus ideas liberales que volvieron a estar de moda en el manejo de la economía, a partir de los 90 e inclusive en el gobierno de Toledo y el actual de García.
Este hecho político sirvió como punto de partida para que Cornejo se radicalice más, entrando en discrepancia con muchos de los camaradas de su partido Había muchos de ellos que querían apoyar a Beltrán.
Entre ellos se decía, aunque el lo negaba y nunca lo aceptó, el principal de sus rivales: Luis Bedoya Reyes también inteligente, vivo y criollo, pero con una posición para muchos conservadora. Algunos fundadores del Partido y otros dirigentes, tampoco estaban de acuerdo con el diputado arequipeño.
Beltrán de aristócratas familias era el representante de los intereses agrarios como signo de liberalismo contrario a los intereses mayoritarios del país, según la posición de los democristianos que seguían a Cornejo. Le recordaban que traicionó muchas veces sus posiciones. Como lo había hecho en la época de Bustamante, llamando deliberadamente al golpe de estado y alentando al militarismo. También apoyando a Odría y luego peleándose a muerte con el dictador que, inclusive, lo mandó preso hasta la isla del Frontón.
Con su esposa, Henry Pease, Rafael Cubas y Alfredo García Llosa
PRINCIPAL APOYO
Cornejo estuvo firme en el hemiciclo parlamentario de la Cámara de Diputados. Son famosas sus frases del discurso de rechazo cuando afirmó: “la derecha se decide por primera vez a jugar su propia carta. Antes la delegaba por interpósita persona. Los liberales creen que se cuidará el orden de una sociedad donde todos viven bien, trabajan con alegría entre cánticos y salmos, entregándose a sanos esparcimientos del espíritu y bendiciendo la hora en que nacieron Adan Smith, Rosseau…y don Pedro Beltrán” Era el Cornejo sarcástico.
Es allí donde se habló, por primera vez dentro de la organización, de las alas del partido. La de Bedoya con los fundadores de la agrupación entre otros militantes y la de Cornejo con dirigentes como Alfredo García Llosa, Enrique Torres Llosa, Rafael Cubas Vinatea, Federico Hurtado Ugarte, Jorge Bolaños Ramírez y Guillermo Roose Campos.
Pero quien más apoyó fue la juventud conformada, por jóvenes en edad universitaria entre los que ya destacaban: Enrique Bernales Ballesteros, después fogoso parlamentario; Francisco Guerra García, que pasó a trabajar al lado de la Revolución de Velasco con la tesis del no partido, Senador de la República; Henry Pease García, candidato presidencial posteriormente y Presidente del Congreso en el Gobierno de Toledo.
Asimismo Federico Velarde, uno de los impulsores del Sinamos, organismo estatal que trataba de movilizar masas a favor del Gobierno de Velasco; Alfredo Filomeno, hijo sobrino y nieto de insignes maestros, honesto a carta cabal y un analista de primera línea que debutó en política muy joven y después se convirtió con convicción en fundador del Partido Socialista Revolucionario; Jaime Montoya Ugarte, inteligente economista que ocupó altos cargos en la organización partidaria; José María Salcedo, Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica que también pasó al PSR, convirtiéndose en un aguerrido, hábil periodista; y muchos otros más.
MANOS LIMPIAS
Bedoya, internamente en la agrupación, no podía con la capacidad apabullante de Cornejo. Así se llega al proceso electoral de 1962 donde el grupo conservador a regañadientes, aceptó la candidatura presidencial de Cornejo porque las bases del partido democráticamente lo decidieron.
Lo acompañaron en la plancha Mario Alzamora Valdez, brillante jurista aunque con poco carisma en la primera vicepresidencia; y Rafael Cubas Vinatea, integro, honesto y capaz ingeniero agrónomo que había trabajado y hecho de buenas maneras fortuna en Huánuco que la disminuyó notablemente por la política, en la segunda vicepresidencia de la republica.
El candidato presidencial recorrió el país irradiando el pensamiento social cristiano de oposición rotunda al pradismo y con una posición específica en el espectro político: ni capitalismo, ni comunismo, una tercera posición para un mundo mejor. Su lema: manos limpias Manifestaciones populares en Tumbes, Piura, Chiclayo Trujillo, Ica, Arequipa Tacna, Huancayo, Pasco, Huánuco Huancavelica, Huancavelica y otros puntos del país. La gente lo escuchaba, había cierta expectativa.
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El renombrado abogado en su escritorio
El mensaje en aquel entonces era la concepción espiritualista de la persona humana e incluía como requisito básico la transformación de las estructuras políticas y económicas del Perú.
Los otros candidatos fueron: Haya de la Torre por el APRA. Belaunde, representando a Acción Popular. Manuel A. Odría, abanderado de la derecha. Alberto Ruiz Eldredge por el Social Progresismo de izquierda. El General (r) César Pando Egúzquiza, por el Frente de Liberación Nacional y Luciano Castillo, por el Partido Socialista del Perú.
El fracaso fue rotundo. Cornejo consiguió a duras penas 48,795 votos. Solo dos representaciones parlamentarias la de Roger Cáceres por Puno y otro ciudadano. Ningún candidato alcanzó el tercio electoral. Primero quedó Haya de la Torre con 557,047 votos. Segundo Belaunde quien acumuló 554,180 votos y tercero Odría, cuya votación llegó a los 480,798 votos. Por la pata de los caballos, los otros postulantes: Cornejo, Pando, con 33,141, Castillo con 16,078 y Ruiz Eldredge con 9,722 votos.
IBAN A ELEGIR A ODRIA
De acuerdo a lo que mandaba la Constitución vigente de 1931, el Congreso de la República elegiría al Presidente entre los que ocupasen los tres primeros lugares: Haya, Belaunde y Odría. Populistas y apristas no se pusieron de acuerdo. Los enemigos irreconciliables del ayer, Haya de la Torre y Odría, si lo hicieron. Fue entonces que ocurrió el inconcebible veto de las Fuerzas Armadas contra Haya de la Torre.
Ante tal situación, los apristas y los de la Unión Nacional Odriísta que consiguieron mayoría iban a elegir a Odría Presidente en el Parlamento. Pero ocurrió el golpe de estado cuyo mandato duro un año con cuatro presidentes por la fuerza: generales Ricardo Pérez Godoy (Ejército), Nicolás Lindley López (Ejército) almirante Juan Francisco Torres Matos (Marina) y general Pedro Vargas Prada (Aviación). Antes del año, Lindley sacó del poder a Pérez Godoy.
La efervescencia electoral prosiguió después de la caída de Prado hasta junio de 1963 mes de las elecciones. El proceso se realizó impecablemente con un nuevo estatuto y por primera vez con el sistema de cifra repartidora, además de la lista única.
El pacto de Acción Popular con la Democracia Cristiana se formalizó el 13 de enero de l963. El 28 de julio del mismo año, Fernando Belaunde Terry ingresó a Palacio de Gobierno en olor a multitud. También entraron entre otros conspicuos dirigentes, los ministros democristianos encargados de Justicia y Agricultura. Cornejo encabezó las listas parlamentarias al Senado y así volvió al recinto de la Plaza Bolívar, para cumplir otra vez un destacado papel.
La Democracia Cristiana aceptó la alianza con Acción Popular basada en el ofrecimiento del propio Belaunde de incorporar al plan de gobierno las seis reformas fundamentales: la agraria, la de la empresa, del sistema tributario, de educación, la de la estructura del estado y la del crédito, de las cuales fervientemente Cornejo era el impulsor. Muchas de ellas nunca se hicieron. Por la oposición de los apristas y odriístas, quienes tenían mayoría en las cámaras legislativas.
Eso dejó a Cornejo frustrado. Las reformas las maduraba desde años atrás. Ya en su discurso a los líderes de América Latina en el Teatro Lido hacia 1959 en un congreso internacional ante una desbordante muchedumbre, con la presencia de Eduardo Frei Montalva y de Rafael Caldera, después presidentes de Chile y Venezuela, respectivamente, dijo tajantemente: “la reacción se enfurece llamándonos comunistas y los comunistas reaccionarios. Pero lo cierto es que orientamos la actividad social hacia las metas del bien común y aceptamos de hecho el conflicto de clases: ¡exigimos justicia social”!
La alianza AP-DC duró hasta 1967. Y dentro de ella hubo de todo hasta susurros y requiebres, gritos y puntapiés, según cuenta en su libro “Los Partidos y los Políticos en el Perú”, el analista Alvaro Rojas. Explica además que “los 48 mil votos de la elección de 1962 siempre estuvieron en el fiel de la balanza: los populistas lo recordaban para que los democristianos no olvidarán que era un partido insignificante. A su vez, la Democracia Cristiana lo mencionaba para que los populistas recordaran que esos 48 mil votos le dieron la posibilidad de llegar al poder”.
En la Cámara de Senadores junto a Jorge Vásquez
En el fondo, los belaundistas nunca olvidaron las cáusticas frases pronunciadas por Cornejo cuando atacaba en el proceso electoral de 1962 a Belaunde diciéndole que “para gobernar el Perú no se necesita solo conocerlo, porque sino lo único que se conseguía es ser un buen chofer de taxi o de ómnibus interprovincial. Así, evidentemente, ridiculizaba al líder populista que se jactaba de conocer al Perú palmo a palmo. Incluso uno de los slogans de su campaña era: “barrio por barrio, pueblo por pueblo, villorrio por villorrio”. Zuácate, le dieron su merecido al Arquitecto. Era el Cornejo displicente.
Como siempre en el Senado cumplió un brillante papel. Como legislador, como fiscalizador y como orador. Siguió siendo el gigante de la polémica parlamentaria. Era tajante y comunicaba claramente. Cuando hablaba de la necesidad del cambio de estructuras siempre señalaba: “hay que pensar más en las necesidades que en los bienes o si se quiere, en los bienes en función de las necesidades. Los bienes han sido creados para servir al hombre”
Luego añadía: "para nosotros el hombre, todos los hombres que forman nuestro pueblo son la meta, no el accidente. Se trata de que el pueblo viva mejor, aunque el inversionista gane menos”. Era el Cornejo ideólogo.
A mediados de octubre de 1967 en una sesión del Senado, el representante pide la palabra para rendir homenaje al guerrillero argentino Ernesto “Che Guevara” abatido por las fuerzas del orden, luego de alzarse en armas en los montes de Bolivia. Se trataba de un reconocimiento al hombre que moría por sus ideales y ponía de por medio su vida. Eso es lo que destacaba el senador. Pero, evidentemente, discrepaba de la ideología y los métodos del que fue uno de los protagonistas de la Revolución Cubana.
Condecorándolo en el Congreso de la República.
RESPUESTA PRECISA
Tal posición como era de esperarse enardeció a la derecha senatorial. Sobre todo a uno de sus principales representantes el hacendado y conspicuo dirigente odriísta Julio de la Piedra. Hombre hábil, parco con pocos bríos para hablar, el parlamentario lambayecano protestó por las palabras del líder democristiano diciendo”como perdemos el tiempo refiriéndonos a aventureros. No se realmente si aquí ha hablado el doctor Cornejo Che o el Che Cornejo”.
Inmediatamente, el senador por Lima pidió una interrupción que le fue concedida para replicar sin remilgos y en forma rapidísima: “Si don Julio, no se equivoca, yo puedo ser Cornejo Che o el Che Cornejo. Pero usted, exclusivamente, don Julio de la P… Carcajada general en el hemiciclo entre los parlamentarios. Fuertes, prolongados aplausos de las barras abarrotadas en los pisos del Parlamento. Era el Cornejo sarcástico.
Cuando ocurrían los enfrentamiento verbales con de la Piedra, el dirigente planteaba algunas premisas diciendo: “don Julio el té está muy cargado y cuando se encendían los ánimos volvía a retrucar: “Senador de la Piedra no está en la Plaza de Armas de Pomalca, está en el Parlamento Nacional”.
Lo primero porque se decía que de la Piedra tomaba whisky en tasas de té en pleno hemiciclo, sin que nadie se diese cuenta y había veces que se le pasaba la mano, mientras que los efectos del alcohol comenzaban a sentirse. Lo segundo en una alusión al latifundio del mismo nombre que era propiedad del líder conservador y su familia. Eso irritaba al contrincante, lo dejaba sin fuerzas para seguir polemizando.
Al interior de la Democracia Cristiana lo que se había arrastrado incipientemente desde 1959 con algunos atisbos en las asambleas partidarias, en la campaña electoral de 1962 y con más claridad durante el pacto con Belaunde, finalizó el l9 de diciembre de 1966 cuando se aparta el ala menos radical de la Democracia Cristiana, dando origen al Partido Popular Cristiano.
Conformaron el nuevo partido Luis Bedoya Reyes, Mario Polar, Ernesto Alayza Grundy, Julio Ernesto Portugal, Roberto Ramírez del Villar, Luis Giusti La Rosa, Jaime Rey de Castro, Antonino Espinosa Laña, María Rosario Aráoz, Emilio Castañón Pasquel, Augusto Dammert León, Carlos Zuzunaga Flores, entre otros.
Lo que se quedó en la Democracia Cristiana no estaba firmemente soldado, aunque desaparecieron las alas. La irrupción de Velasco hizo romper algunos diques. Primero Cornejo se opuso rotundamente al golpe y hasta salió a la televisión con una rotunda frase: “zapatero a tus zapatos”, refiriéndose a la condición profesional de Velasco y diciéndole que "vuelva a las cuarteles, porque los gobiernos los elige el pueblo y no los militares, que ni siquiera tienen derecho al voto".
COQUETEO
Dudó a los pocos días con la nacionalización del petróleo. Luego vino la Reforma Agraria. Se planteaba la Reforma Industrial. Si, las mismas reformas por las que había luchado anteriormente. Velasco coqueteó con él, le pidió colaboración y el abogado aceptó ser miembro del Consejo Nacional de Justicia, el organismo que exclusivamente sirvió para poner a los jueces al servicio de la dictadura.
No sólo eso sino que fue el artífice intelectual del famoso Estatuto de la Libertad de Prensa promulgado el 30 de diciembre de 1969, que ponía cortapisas al ejercicio del periodismo. Fue el comienzo del fin de Cornejo en la actividad política.
El corolario de la última medida resultó la expropiación de los diarios de circulación nacional cuyos ribetes doctrinarios se le atribuyen a Cornejo y en teoría acertados: una prensa libre para las mayorías sin ningún tipo de intereses económicos ni mordazas, pero que en la práctica convirtió al Perú en un país completamente desinformado.
Uno de sus libros políticos.
Se gestó una prensa monocorde que no podia informar ni menos opinar con libertad. No obstante los esfuerzos de algunos intelectuales como Hugo Neira, Francisco Guerra García. Guillermo Thorndike, Julio Ortega, Raúl Vargas, Alfredo Barnechea, Mirko Lauer y muchos otros más. Lo digo con conocimiento de causa porque me tocó trabajar en la Redacción de Correo, medio de comunicación que fue asignado a las organizaciones profesionales.
Cornejo ingresó a “El Comercio” con la ayuda de los tanques y la bota militar para desempañarse como Director. Se desconoció la propiedad privada y se fracasó en el ejercicio del periodismo. Los dueños, la familia Miró Quesada, lo habían apoyado cuando era parlamentario.
Incluso Luis Miró Quesada de la Guerra, el director del diario y patriarca del periodismo nacional, lo incluía en tareas políticas mayores. Cuentan que propiciaba en muchos círculos de influencia, una plancha presidencial durante las elecciones de 1969 con él, Ruiz Eldredge y Edgardo Seoane, el primer vicepresidente de Belaúnde y hermano del N° 2 del APRA, el cachorro Manuel Seoane.
Lector empedernido y orador excepcional
Pero ¿qué fueron de las reformas implantadas por los militares? La Agraria por la que tanto se luchó desde tiempos imperecederos por la explotación, la desigualdad y la injusticia en la tenencia de la tierra con el predominio de los latifundios y la pésima distribución de la riqueza, más tarde fue el fracaso de los fracasos. La de la empresa mandó al despeñadero a la industria nacional. La Judicial sigue hasta ahora mediocre y corrompida. Las otras mejor, ni nombrarlas. Todo resultó mal.
Al interior del partido, las cosas tampoco iban por buen camino. La juventud que lo apoyó rotundamente se dirigía por otros rumbos y se radicalizó más, precisamente por donde no quiso Cornejo. Apareció la Teoría de la Liberación del Padre Gutiérrez que propició la constitución de una sociedad distinta, en solidaridad con los oprimidos. A nivel latinoamericano, los jóvenes demócratas cristianos de Chile, Bolivia, y Uruguay propiciaron frentes amplios, incluidos los marxistas. La juventud del Perú se solidarizó con ello.
SE VA LA JUVENTUD
Tal fue la discrepancia que más o menos unos 200 militantes que manifestaron una posición real de izquierda renunciaron al Partido Demócrata Cristiano, abogando por la constitución y unidad de ese sector. En consecuencia, los jóvenes y Cornejo apoyaron al gobierno de Velasco, pero con posiciones distintas.
Específicamente, el 6 de Junio de 1971, los dirigentes se fueron de las filas democristianas, exigiendo una “organización popular y revolucionaria definida ideológicamente en lo que llamaban “el socialismo comunitario”
Pidieron a fondo la radicalización hacia la izquierda y acusaban a la dirección de la organización y su más connotado líder (Cornejo Chávez) de un “macartismo sin precedentes”. Como cambiaban los tiempos. Había a las claras, todo un proceso ideológico que a Cornejo, por su posición enteramente cristiana, se le escapaba de las manos.
Los renunciantes aseguraron que el Comité Ejecutivo Nacional, presidido por el Ing. Rafael Cubas Vinatea, actuó mal por lo que la XI Asamblea Nacional desaprobó su gestión. “Se pisotearon estatutos y acuerdos expulsando, sin defensa alguna, a la dirección nacional de la juventud y del Comando Laboral. Actuaban a la espalda de las bases sin siquiera llamar a la Asamblea Nacional”. El partido se desintegraba.
La lista de renunciantes estaba conformada por:: María Luisa de Benza, Rafael Roncagliolo, Alfredo Filomeno, Enrique Bernales, Jaime Montoya, Henry Pease, José María Salcedo, Manuel Bernales, Ernesto Alayza Mujica, Fernando Bossio, Eduardo Gomez de la Torre, Remigio Pérez, Carlos Valencia, Gonzalo Bracamonte y Beatriz Patiño.
Eran los cornejistas del ayer que se iban a posiciones definidas de izquierda Muchos eran los mismos dirigentes juveniles que cuando, cuatro años antes en octubre de 1967 murió el guerrillero Ernesto Che Guevara, expresaron en un comunicado “el pesar y la solidaridad” por su desaparición. El sentimiento de los dirigentes se extendía a otros lideres marxistas fallecidos en la lucha armada como el poeta Javier Heraud, el guerrillero de origen aprista Luis de la Puente y Uceda y el cura colombiano alzado en armas que entregó la vida, Camilo Torres.
Sin embargo, en aquellos tiempos, las definiciones no eran muy claras que digamos. Por eso en el comunicado se da a conocer “la convicción de la juventud arrastrada a este tipo de aventuras cuando el sistema político como conjunto tenga como primera meta el desarrollo integral del Perú”. Guardaban las formas y no había decisiones tajantes. El proceso ideológico todavía no rendía sus frutos definitivos.
Por eso quizá sea que Cornejo Chávez interviene en el Senado, rindiendo homenaje al Che pero haciendo la salvedad de que no compartía su ideología y sus métodos. Una forma de congraciarse con los jóvenes, frenándolos al mismo tiempo. Pero el proceso de cambio ideológico pudo más en años posteriores. Nadie evitó que los dirigentes se fueran a otras canteras políticas radicalizadas.
A los 60 años.
CONSTITUYENTE
Las del socialismo. Mientras que el otrora jefe no salía de la llamada sociedad comunitaria, sistema que desde la interpretación que hacía a diferencia de la Juventud, recusaba explícitamente al comunismo. Los disidentes iban hacia la meta socialista.
Lo cierto es que cayó Velasco y Cornejo, inmediatamente, renunció a la dirección del diario “El Comercio”. Se solidarizó, por completo, con el cabecilla del septenato.
A las elecciones para la Asamblea Constituyente en 1978 se presentó la Democracia Cristiana esgrimiendo una serie de de planteamientos orientados a reformar la carta fundamental, luego de que el ex parlamentario defendió en la televisión el periodo comprendido entre 1968 y 1975 al cual calificó de 7 años de revolución sin crisis, oponiéndose a la segunda fase de Morales Bermúdez a la que denominó de crisis sin revolución.
Cuando polemizo con Bedoya. Barrenechea fue el moderador.
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Cornejo, elegido, intervino con brillantez en los debates constitucionales, siendo miembro de la Comisión Principal y otras de importancia, analizando y proponiendo temas en los Capítulos de los Deberes y Derechos Fundamentales de la Persona, De la Familia, Seguridad Social, Salud y Bienestar, Función Pública, Poder Judicial, Consejo Nacional de la Magistratura y Garantías Constitucionales.
A tal punto que Haya de la Torre, astuto líder y conocedor de políticos, quedó admirado del desenvolvimiento del constituyente. Cuentan que el fundador del APRA incriminó a los parlamentarios de su partido porque no le habían presentado a un hombre de innegable talento. Incluso se atribuye a Haya un lamento: “si eso hubiese ocurrido, otra habría sido la Historia del Perú contemporáneo”
La Democracia Cristiana desapareció después de acomodarse durante el gobierno de Alan García en el gabinete ministerial, además de conseguir varios puestos públicos. Se notaba a las claras-por el nivel, la calidad y la categoría- que ya no estaba en actividad su líder indiscutible. A quien le ofrecieron el oro y el moro por volver a las lides políticas, pero él persistió en su retiro. Perdió el Perú, pese a los errores evidentes. (Edgardo de Noriega)
Soy un ciudadano común y corriente que tenía como afición ir al Congreso a escuchar en el hemiciclo las sesiones. Lo hacía algunas veces en diputados y otra en senadores. Cuando, efectivamente valia la pena y alli si habian verdaderas lumbreras. No la mediocridad de ahora. Escuché muchas veces al doctor Cornejo Chávez. Realmente excepcional. No se le puede negar su valía. Cornelio Calixto.
ResponderEliminarCornejo se acabó cuando apoyó a la dictadura militar. Pero no se puede dejar de reconocer que habilidades las tuvo. Lo encontraba siempre tomando un café en el café Cordano frente a la residencia de Palacio de Gobierno. Era muy pero muy serio. Malo es eso para los políticos. También lo veia seguido por el jirón Moquegua en el centro de Lima. Siempre muy serio.
ResponderEliminarHéctor Cornejo Chávez fue el único que pudo ganarle una polémica a Luis Bedoya Reyes hace ya algunos años. No se olviden que el tucán salió desplumado. No podia con él politico arequipeño. Se le acababa el chiste y la criollada. La sonrisa lo mismo Se le perfilaba mas la nariz que temblaba a la vista y paciencia de todos los televidentes No se olviden señores porque esto es cierto. Así es la historia.
ResponderEliminarMuy antipático era este señor.
ResponderEliminarEl mejor polemista y un parlamentario que se la jugaba por entero con sus ideales. Esa era la fama de Cornejo Chavez. No sólo fama, sino realidad. Como empleado del Congreso, lo recordamos con todo cariño porque realmente era integro.
ResponderEliminarLo lamentable de Hector Cornejo Chavez es que un hombre en el ocaso de una ejemplar y destacada vida no supo mantener su estatura moral y principios democraticos. Cedio a la tentacion del vulgar poder.
ResponderEliminarHector Cornejo Chávez creia en la justicia social. Por hacer eso tuvo que variar. Pero creo que el principio permanece incólume. Vale
ResponderEliminarMuy interesante algunos datos que se dan en esta nota. La primera la creencia de don Luis Miró Queaada en la vigencia de Cornejo cuando actuó en política. La segunda la actitud de Haya de la Torre. No como anécdotas, sino como realidades. Tener a este hombre en el Congreso Nacional fue un logro, estando o no de acuerdo con él. Pensar que la Historia del Perui hubiera cambiado si algo se hubiese hecho, un anhelo posiivo, aunque nunca se cumplió. Me ha gustado lo escrito porque hay virtudes y defectos. Pero mucho mejores los primeros y nada comparabables con este Congreso tan mediocre y de otorongo que no cime otorongo. Cornejo comia bien,como cualquier ciudadano del Perú... Estoy con ustedes. Pedro Márquez.
ResponderEliminarLoe la multiplicacion de los panes y los peces, me gustó. Lo del analisis del liberalismo, también. Los artículos cuando dan a conocer la traicion son evidentes. La situación de los gobiernos dictadoriales vigente. Que buen orador era este hombre. Tenemos elegir a gentes iguales o mejores para que el Perú se salve.
ResponderEliminarEl doctor Héctor Cornejo Chávez le daba brillo y realce al Parlamentario Nacional. Recuerdo que en el Senado se sentaba al lado de otro insigne político: Mario Polar Ugarteche. Un hecho que todos creían y nunca ocurrió. Cornejo jamas polemizó con Luis Alberto Sánchez. Ambos eran pesos pesados.
ResponderEliminarLo del pasado brillante, realmente. Lo de hoy la mediocridad más grande. Estos actuales otorongos del Congreso nunca aprenderán. Que tal contradicción
ResponderEliminarCornejo Chávez tiene en su contra haber apoyado la dictadura de Velasco. Con lo del Connsejo Nacional de Juticia se quemó al elegirse jueces venales. Lo de la libertad de prensa y la expropiacion de los diarios, una aberracion. Felizmente que ustedes lo han señalado. Aunque su corazoncito está con el. Juan Fernández
ResponderEliminarNuestro corazoncito, está con todos los que leen este blog. Ahora bien y no podemos negarlo: Cornejo fue una figura indiscutible de la politica nacional. Personalmente para el que escribe estas lineas, fue una de los pensadores y politicos que mas admiré Por eso duele mucho cuando los grandes hombres como HCCH se equivocan. Aportes valiosos sí se registraron (El Director)
ResponderEliminarTu semblanza de Héctor Cornejo Chávez es un acto de justicia con el inolvidable lider social cristiano y un capítulo de la historia
ResponderEliminarrepublicana contemporánea, que con este trabajo, has comenzado a escribirla, felicitaciones.
Victor Alvarado
Nunca he leído algo tan objetivo como lo de este blog referente a Cornejo Chávez, que se puede resumir a lo siguiente: el hombre valía pero tenía sus defectos que le costó,inclusive, su provenir político. Los resumenes de sus discursos son brillantes. Realmente convincentes. Juan Pastor
ResponderEliminarComo este cornejo tenia la flema de haber combatido la tirania de odria, si fue cargabolas de velasco, otro que se enriquecio con el dinero nacional, con la complicidad de cornejo chavez. y lo has comentado, entro a sangre y fuego a robar el comercio, apunalando a su apoyo que eran los miro quesada. Puede haber sido un gran orador y gran profesor, pero hitler tambien lo fue, con el verbo llevo al mundo a la peor matanza que se recuerde. Mejor no lo alaben tanto y dejenlo que descanse en paz.
ResponderEliminarDiscrepamos completamente de este comentario que es,por donde se le vea, maligno, con acusaciones que no tienen ningún sustento histórico. Un hecho comprobado es que Cornejo aceptó la dirección del diario "El Comercio" y eso para muchos estuvo mal porque se desconocía la propiedad privada y la libertad de expresión. Pero de allí a decir que robó si que es aventurado. Pasarle la bola a Velasco también es otra falsedad. Ni el uno ni el otro fueron ladrones. Por supuesto que no defendemos al dictador del Perú entre 1968 y 1975. Creemos que se convirtió en un dictador de la peor especie, cuyo gobierno resultó uno de los peores de la Historia del Perú. Pero que él saqueó el país, de ninguna manera. Saqueó la libertad y abuso tremendamente a diestra y siniestra. Esa si que es la verdad. Por su parte, Cornejo sí que fue un magnifico orador, uno de los mejores del siglo XX por no decir el mejor. Eso es una realidad que precisamente se comprueba en la nota de semblanza. Compararlo con Hitler una temeridad. Reafirmamos que el lider de la Democracia Cristiana era un politico excepcional aunque cometió garrafales errores. En lo unico que coincidimos con este irresponsable que se esconde en el anonimato es que Cornejo descanse en paz. Asi sea. (El Director)
ResponderEliminarQue Cornejo le gano la polemica a Bedoya es muy sesgada la opnión.
ResponderEliminarEl Tucán de lejos le ganó l apolemica demostró que el Gobierno Militar era el causante de una crisis economica que duró por años y que los cambios estructurales poitico y sociales vivimos hasta hoy día como la reforma agraria y el atropello a la libertad de prensa.
Que Cornejo a falta de argumentos ganó en insultos es cierto.Le dijo a Bedoya que era admirador de Pinochet por que este afirmó que Chile llevaba la conducción correcta enel plano economico y luego le dijo que donde habia escondido el pico en la dictadura de Velasco por su aparente silencio en los medios de comunicación por las acciones de gobierno cosa que no era cierta porque los diarios habian sido tomados por el Gobierno revolucionario. El timepo le dio la razon al Tucán.
Por otro lado Cornejo quedó tan picon que buscaba cualquier motivo para polemizar con Bedoya así en la cosntituyente aprovecho una interrupción para supuestamente rebatir una tesis de Bedoya y cuando este iba a retrucar Haya d ela Torre suspendió la sesión.
Pero no señores el Tucan tampoco fue santo de mi devoción pero en la polemica con argukmentos solidos le dio duro al Gato aunque este gano en insultos.
Ahora que el señor era orador y tenia su dotes de polemista es innegable pero de alli a decir que le gano al Tucan no es cierto y el tiempo le dio la razon al Tucan
Somos enteramente respetuosos de las opiniones de los lectores. Por eso mismo, publicamos enteramente lo que piensa este seguidor. Sostiene una superioridad de Bedoya Reyes frente a Cornejo Chávez, en cuanto a oratoria se refiere. Tal situación planteada es, a todas luces, no reconocer la realidad política del pasado. Nosotros nos reafirmamos en lo dicho: el líder demócrata cristiano nacido en Arequipa era excepcional en el arte de hablar y convencer. Pero para gustos y colores no han escrito los autores. No nos queda otra que aceptar esta opinión. Pero, por supuesto, no la compartimos. En lo que si podemos coincidir es que el famoso "Tucán" si que es un político que merece respetos, aunque siempre ejerció una posición conservadora. Pero necesaria para el desenvolvimiento democrático del país.La derecha tiene derecho a tener a sus representantes. De eso, no hay ninguna duda (Edgardo de Noriega)
ResponderEliminarDoy fè de lo dicho, en materia de hechos pùblicos. Cornejo Chàvez, fue un lider polìtico de indiscutibles pergaminos. No sè, eso sì, si dichas cualidades se extendìan en el terreno de ser "organizador de partido", pues ideòlogo lo era!.
ResponderEliminarSin embargo esta mi participaciòn es para opinar por Jaime Montoya Ugarte, a quien tengo el gusto, honor y regocijo de contar entre mis amigos.
Hombre sabio y por tal prudente. Hoy se desempeña como brazo derecho de Don Luis Peirano Falconì, Ministro de Cultura de Ollanta Umala.
He dicho!
Hector Cornejo Chavez, gano decididamente la polemica con Luis Bedoya Reyes: "Dr. Bedoya no tenga usted perspectivas de perico sino de Aguila" Indudablemente que su incursion en el Gobierno de Velazco, no fue lo exitoso que El se propusiera, pero....analicese e indagase cual era el estado de la prensa en el Pais, y especialmente del Diario Decano antes de Velazco, Donde quedo el gamonalismo, expresion de explotacion inhumana a los indigenas. La frustacion de H.C.Ch. de que sus planteamientos de un nuevo Peru, no se hicieran realidad durante el Gobierno de AP-DC.
ResponderEliminarLa desazon y "La Esperanza" de una Revolucion, que podrian cambiar el curso de los acontecimientos peruanos, propicio su intervencion y finalmente una frustracion definitiva tambien. Para Mi, fue el Mejor y mas honesto Politico Peruano, que realmente amaba a Dios y a su Patria.
H.C.Ch:. rá,rá, rá. Tres veces ra. Vivirá por siempre y para siempre.. Eleuterio Gutiérrez
ResponderEliminarFui alumno de Cornejo Chávez en la PUCP en1962;era brillante, meoria prodigiosa, pero no admitía preguntas, habíaque perseguirlo ppor la vereda en la calle para hacerle una.Lo que le faltaba era "intligencia emocional" Explicó acerca de la dote en el Derecho peruano como que no existía en lapráctica aunque sí en el Código,Y en el examen a principal pregunta fue sobre la dote,Yo respondí bien, porque desconfiado, estudié ell tema,¡con Cornejo nunca se sabe!!
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