Lo llamaron el príncipe de las letras castellanas y fue el máximo representante del Modernismo literario en la lengua española, con una contundente influencia en la poesía del siglo XX a todo nivel inclusive, para muchos, de perfección y con una fuerza permanente que sobrepasa fronteras por siempre.
Félix Rubén García Sarmiento, más conocido como Rubén Darío y nacido en Metapa, Nicaragua, el 26 de abril de 1866, tuvo una infancia muy dura y llena de sufrimiento Precisamente lo contrario a todo lo valioso que creó y cantó como poeta de una versatilidad armoniosa y rítmica, de entera coordinación y de hermosura incomparable.
En efecto, él vivió alejado de sus progenitores y criado por sus tíos abuelos. El padre, Manuel García, alcohólico y aficionado a las prostitutas. La madre, Rosa Sarmiento, una víctima que abandonó el hogar conyugal para después reconciliarse con el marido, hasta que no pudo más y tomó otros rumbos con el apoyo de sus familiares Finalmente, ella adquirió un compromiso con otro hombre enteramente conflictivo, viviendo a salto de mata y pobreza persistente en Honduras.
Ruben Darío genial modernista
El hijo a quien poco vió asistió a varias escuelas en la ciudad de León y luego se educó con los sacerdotes jesuitas, entre los años 1879 y 1880. Lector precoz porque aprendió a leer a los tres años y también prematuramente comenzó a escribir sus primeros versos. Se conserva un soneto de el que data de 1879 y publicó también, a los l3 años, una serie de poemas en los periódicos de su país de origen. De esa época son sus primeras creaciones: “La fe”, “Una lagrima” y “El desengaño”. La hazaña era muy comentada y así se ganó la fama de “poeta niño”
En estas creaciones, sus influencias predominantes eran los poetas españoles Zorrilla, Campoamor, Núñez de Arce y Ventura de la Vega. Más adelante se interesó mucho por la obra de Víctor Hugo, quien tendría una influencia determinante en su labor creativa.
NO VIAJA
Dario criticó duramente a la religión católica con una influencia liberal determinante. Lo demostró en su ensayo El Jesuita de 1881, obra en la que ataca al pensamiento de esta congregación religiosa, de preponderancia y huella durante muchas épocas de la historia.
Incluso se cuenta una anécdota cuando tan sólo tenia l5 años Por aquellos tiempos, el muchacho se presentó ante el Presidente Joaquín Zavala para que lo ayude y lo mande a estudiar a Europa, tras presentarle un poema en contra de su patria y la propia religión.
El Presidente, según se relata, le dijo: “hijo mío si así escribes contra la religión de tus padres y de tu patria, ¿qué será si te vas a Europa a aprender cosas peores?” El joven perdió, evidentemente, la oportunidad de ir al viejo continente.
Darío se quedó en Managua y empezó a ejercer el periodismo, colaborando con los diarios El Ferrocarril y el Porvenir. Por entonces se enamoró de una muchacha de 11 años, Rosario Emelina Murillo, con la que inclusive proyectó casarse.
Fue el lider de muchos movimientos literarios en Chile, España, Argentina y Nicaragua. El movimiento modernista por excelencia resultó una recopilación de tres movimientos en Europa: el simbolismo, el romanticismo y el parnasianismo. Estas ideas expresaban, casi siempre, pasión, armonía, arte visual y ritmo musical.
El poeta nicaragüense fue un genio de este movimiento. Su estilo era enteramente exótico y sus poemas llenos de sentimientos. Lo imitaron desde un principio y el ocupó siempre el primer lugar.
OBRAS
Su talento fue reconocido de inmediato y por eso empezó a escribir más y mejor. Luego viajó a España donde su poesía se convirtió por completo en romántica y amorosa. En 1888 publicó la primera recopilación de sus creaciones que se llaman “Epístolas y poemas” y después vino “Azul” que es recordada por su simbolismo y sus imágenes exóticas.
Otras obras famosas son: “Prosas profanas y otros poemas” (1892), “Los raros” (1896) y “Cantos de vida y esperanza” (1905). Probablemente el poema más famoso de Dario es “Canción de Otoño en Primavera. Sus sentimientos fueron expresados en toda su literatura excepcional.
El escritor vivió en El Salvador donde fue presentado por el poeta Joaquín Méndez al Presidente de la República Joaquín Zaldivar, quien lo acogió bajo su protección. El poeta adaptó el verso alejandrino francés a la métrica castellana. Este uso se convirtióen un rasgo definitivo no solo de su obra, sino de toda la poesía modernista.
Un monumento en su recuerdo.
En este país, en la conmemoración del centenario de Bolívar, los festejos se iniciaron con el recital de un poema suyo. A fines de 1883 retornó a sus país, donde encontró trabajo en la Biblioteca Nacional y reanudó sus amoríos con Rosario Murillo.
Un año después comenzó a tener problemas e incluso fue condenado por vagancia a la pena de ocho días de obra pública. Pero logro eludir el castigo. Eso no le impedía seguir escribiendo nuevas formas poéticas. Hasta proyectó un libro que salió publicado muchos años después, con el título de “Primeras notas”.
A ROOSEVELT.
Uno de sus memorables poemas destaca el carácter hispánico frente a la amenaza que para él representa Estados Unidos como “Saturación del optimista” y A Roosevelt. Este último dirigido al Presidente de ese país dice sarcásticamente:
Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre
indígena
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español
Sin embargo, en 1906, cambió de tono. Lo que fue muy criticado por sus contemporáneos y ofreció una visión de apoyo a la nación norteamericana, cuando canta:
Bien vengas mágica águila de alas enormes y fuertes
a extender sobre el sur tu gran sombra continental
a traer en tus garras anillados de rojos brillantes,
una palma de gloria del color de la inmensa esperanza
y en tu pico la oliva de una vasta y fecunda paz.
Aburrido en su país natal decidió viajar a Chile pero antes probó suerte con el teatro y llegó a estrenar una obra titulada “Cada oveja” que tuvo cierto éxito pero que hoy se ha perdido.
En su periplo chileno, Dario escribió una novela sentimental titulada Emelina. La presenta a un concurso literario pero no ganó, Entonces, trabajó en el diario La Epoca, pero vivió en condiciones precarias y tuvo que soportar humillaciones por parte de la aristocracia que lo despreciaba por su escaso refinamiento y por el color de su piel.
Poema de puño y letra.
Publicó un libro de poemas Abrujos que apareció en 1887. En Valparaíso apareció Azul, el libro clave de la revolución literaria modernista. Era una recopilación de una serie de poemas y de textos en prosa. La critica internacional lo consideró como “un prosista y un poeta de talento”. El intelectual se convertía en famoso.
PERIODISTA
Fue corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires y a su paso por Lima conoció al escritor Ricardo Palma, el autor de “Tradiciones peruanas”. Luego viajó a su país donde fue recibido triunfalmente. No obstante, se trasladó a El Salvador al ser nombrado director del diario La Unión. Aquí contrajo matrimonio con Rafaela Contreras.
En Guatemala publicó la segunda edición de su exitoso libro de poemas “Azul” sustancialmente ampliado. Pasó a Costa Rica donde le fue mal. No podía mantener a su familia. Busco mayor suerte en Guatemala y Nicaragua. En este último país, lo nombraron miembro de la delegación a España con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América. Su esposa falleció en El Salvador en 1893.
Dario siguió viajando pero antes renovó sus amoríos con Rosario Murillo, con quien contrajo matrimonio. Estuvo en Panamá, Argentina, Nueva York y Paris. En el segundo país fue bien recibido por los medios intelectuales. Colaboró con varios periódicos. Se desempeñaba como Cónsul honorífico de Colombia. En Buenos Aires llevó una vida de desenfreno y sus excesos con el alcohol, le causaron problemas de salud.
En 1895 falleció su madre, Rosa Sarmiento, y a pesar de que apenas la había conocido, su muerte le afectó considerablemente. Publicó dos libros cruciales: Los raros, una colección de artículos sobre los escritores y Prosas Profanas y otros poemas, que lo consagró como insigne modernista.
Continuó ejerciendo el periodismo desde España y envió artículos a La Nación de Buenos Aires, a cerca del estado en que se encontraba la madre patria por su derrota frente a Estados Unidos y la pérdida de sus posiciones coloniales en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. Estas crónicas terminaron recopilándose en un libro, titulado “España Contemporánea, crónicas y estratos literarios.
AMORIOS
Estando casado con Rosario Murillo, el escritor conoció en España a Francisca Sánchez del Pozo, campesina analfabeta que se convirtió en la compañera de sus últimos años. Con ella tuvo tres hijos: dos de ellos se murieron en la niñez y el tercero en la madurez. Uno de los vástagos fue apodado por su padre “Phocas, el campesino”.
Fue nombrado Cónsul de Nicaragua en Francia y durante esos años viajó mucho por Europa y publicó un libro muy importante de su obra poética, “Cantos de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas”, editados por Juan Ramón Jiménez.
Las desavenencias con Rosario Murillo fueron intensas Ella le exigía compensaciones económicas para el divorcio y el poeta las consideraba desproporcionadas. Estuvo un buen tiempo entre Nicaragua donde lo aclamaban por su prestigio y Paris dedicado al periodismo. Por entonces, el alcoholismo, le causaba crisis psicológicas, caracterizadas por momentos de exaltación mística y por una fijación obsesiva con la idea de la muerte.
Parte de otro bello poema sobre la juventud
En 1910 viajó a México para conmemorar el centenario de la independencia del país azteca. Sin embargo, el gobierno nicaragüense cambio y el dictador Porfirio Díaz se negó a recibir al escritor, actitud en la que no fue opaca la diplomacia norteamericana. Sin embargo, el pueblo mexicano si lo recibió triunfantemente.
El poeta en La Habana, bajo los efectos del alcohol, intentó suicidarse tal vez a causa del desplante del que había sido objeto. En 1910 regresó a Paris donde fue otra vez Corresponsal del diario La Nación y desempeñó un trabajó en el Ministerio de Instrucción Pública
.INFLUENCIAS
Dos años después, siguió ejerciendo el periodismo, dirigiendo las revistas Mundial y Elegancias. Fue por esta época que apareció su autobiografía en la revista Caras y Caretas de Argentina con el título La Vida de Rubén Dario escrita por el mismo.
Su última obra poética de importancia fue Canto a la Argentina y otros poemas. Su salud ya estaba muy deteriorada: sufría de alucinaciones y seguía obsesionado por la idea de desaparecer. Lo que efectivamente ocurrió el 6 de febrero de 1916, en su natal Nicaragua. Las honras fúnebres duraron varios días.
Para la formación poética de Dario influyó la poesía francesa. Sobre todo los románticos y Víctor Hugo. También los parnasianos Theopille Gautier, Catulle Méndez y José María de Heredia. Los simbolistas ejercieron plenamente presencia con Paul Verlaine a la cabeza.
Para Dario, el modernismo no es otra cosa que el verso y la prosa castellanos pasados por el fino tamiz del buen verso y la buena prosa francesa. Hay en su obra una presencia de un poco de lo erótico y los temas esotéricos.
Le da importancia a la música y el ritmo en el verso. Su obra fue una auténtica revolución de la métrica castellana, siempre siendo la poesía una gama de posibilidades rítmicas. Uno de sus símbolos más característicos el cisne. También el centauro, el color azul y el pavo real.
El erotismo es su cosmovisión básicamente sensorial cuya finalidad es el placer. Su poesía crece del personaje literario, de la amada ideal. No hay una de ellas, sino muchas de ellas. Por eso es que precisamente escribe: “plural ha sido la celeste historia de mi corazón.
Leamos uno de sus poemas de este tipo:
LA GITANILLA
Maravillosamente danzaba. Los diamantes
negros de sus pupilas vertían su destello;
era bello su rostro, era un rostro tan bello
como el de las gitanas de don Miguel Cervantes.
Ornábase con rojos claveles detonantes
la redondez obscura del casco del cabello,
y la cabeza firme sobre el bronce del cuello
tenía la pátina de las horas errantes.
Las guitarras decían en sus cuerdas sonoras
las vagas aventuras y las errantes horas,
volaban los fandangos, daba el clavel fragancia;
La gitana embriagada de lujuria y cariño,
sintió como caía dentro de su corpiño
el bello luis de oro del artista de Francia
(1899) (Edgardo de Noriega)
Creo que se hace una buena labor publicando estos artículos de tipo cultural. Leí hace un buen tiempo, lo de Garcia Lorca y me senti bien. Lo mismo hice con Asturias. No me acuerdo si se colgaron otros articulos de intelectuales. Pero en honor a la verdad lo del poeta español me emocionó. Mataron al poeta.Que barbaros. Algo de eso me acuerdo. Ruben Dario es completamente distinto. Pero,una celebridad. El poema que publican original. Aunque a mi me gusta más romanticismo. Flora Ramirez, estudiante de Literatura en San Marcos
ResponderEliminarSiempre los grandes hombres tienen contradicciones. En este caso, Rubén Darío con sus posiciones con Estados Unidos. Lo mismo pasó,a lo largo de la historia, con otros poetas. Dicen y se contradicen. Con otras grandes figuras. Creo que Vallejo si que conservó una posición. Chocano, modernista como el nicaraguense, fue amante de dictadores y hasta se convirtió en homicida. Una necesidad que escriban sobre él en forma enteramente objetiva.Asi se cumple una labor positiva.
ResponderEliminarHay una constante: estos grandes hombres siempre sufren presiones económicas. Lo he leído siempre.Incluso cuando sigo este blog y leo semnblanzas de este tipo. Una pena que la vida trate así a la inteligencia. La que precisamente abre nuevos caminos. Juan Estrada.Piura.
ResponderEliminarEl final del poema que se publica en el artículo de Ruben Darío realmente es maravilloso y excepcional. Sobre todo por su originalidad. Eso, defintiivamente, me emociona. Flor de María Carrin. P.D. Quisiera que presenten la vida de Javier Heraud en forma extensa y totalmente verdadera, sin egaños. Tampoco con mitos. Me interesa mucho saber de este poeta. Por si acaso, estoy pasándome de una epoca a otra. Una cosa es Ruben Dario con el modernismo. Y otra Heraud, con la poesia social. Eso lo tengo claro. Pero quiero leerlo.
ResponderEliminarHay información en los diarios de la época en que Rubén Dario tuvo el acercamiento con el tradicionalista Ricardo Palma. Pero no he encontrado nada de una relación entre Dario y Chocano. El modernismo salió de Nicaragua, es decir América Latina al alma castellana. Eso es un mérito innegable. En cuanto a mi objeción con respecto a Chocano, ustedes deben escribir sobre eso. Sería interesante.
ResponderEliminarMe pregunto si los poetas e intelectuales son buenos diplomáticos. Muchos de ellos lo han sido. Pero también hay vidas desordenadas con una bohemia desenfrenada que no llevan a nada. Son las consecuencias de vidas fuera de lo común, con una inteligencia excepcional. Esta crónica de Rubén Dario me ha impresionado por lo concreta y precisa que llega a dar en la yema del gusto de la literatura, en el sentido de definir lo que efectivamente es el modernismo. Sigan por esta misma senda, por favor
ResponderEliminarSolo unas cuantas palabras: Rubén Dario que grande eres y que vigencia tienes. Herminia Guarderas
ResponderEliminarLa Literatura hay que difundirla siempre. Por eso hay que tenerla siempre como lo hacen ustedes. Ojalá que este blog llegue a los colegios e incluso a las universidades. César Nolte.
ResponderEliminarPubliquen, por favor, más poemas de Ruben Dario.
ResponderEliminarComo un poeta tan ilustrado pudo estar con una campesina analfabeta. En la contradicción, entonces, está el amor. Que contradictoria es la vida. Petra Mariscal.
ResponderEliminarBueno, el comentario de que ¿còmo pudo un poeta tan ilustrado estar con una campesina analfabeta?, pues ya se que va de contradicciòn la cosa, pero ¿quièn dice que era analfabeta?. quizàs no supiese escribir ni leer, pero vivir. pues nos habrìa dado clases. en todo caso para mi Rubèn es de los grandes entre los grandes
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