Lo denominaron con precisión el poeta del siglo XX en cualquier idioma sin que pueda tener ninguna comparación por sus creaciones magistrales y descripciones mágicas cargadas de amor, impregnadas de humanidad y versadas a la perfección para la satisfacción de cualquier persona, con un mínimo de sensibilidad en el alma.
Tales características inigualables pertenecen a Neftalí Reyes Basoalto, Pablo Neruda para todos, el gran poeta chileno que marcó un hito trascendental en la literatura al convertirse en autor de versos que forman parte de su variada y singular obra poética
Ahí destacan con creces: “Crepusculario”, “Tentativa del hombre infinito”, “El hondero entusiasta”, “Residencia en la tierra”, “España en el corazón”, “Canto general”, y “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”.
Lo mismo pasa con “Los versos del capitán”, “Las uvas y el viento”, “Odas elementales”, “Nuevas odas elementales”, “Tercer libro de las odas”, “Estravagario”, “Navegaciones y Regresos”, “Canción de gesta”, entre muchísimas otras.
Pablo Neruda.
Los momentos de su fructífera vida incluyen facetas de escritor en todo el sentido de la palabra. Con narración y otros géneros, cuyos nombres quedaron sellados en el recuerdo como fue con la novela “El habitante y la esperanza” y la obra teatral que podía adaptarse como opera, “Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta”.
También fue diplomático y político con ideología propia como militante del Partido Comunista de Chile. Premio Nóbel de Literatura, el mismo galardón del Lenín de la Paz, doctor honoris causa de la Universidad de Oxford. Intelectual de primera.
Muy pequeño vivió en Temuco cuando en la estación del ferrocarril de ese pueblo chileno trabajaba su padre. Cerca de la costa y el mar en medio de una naturaleza casi deshabitada. Con ruido de trenes pero también grandes silencios. Temas que quizá le sirvieron, posteriormente, como inspiración para sus grandes obras.
INSPIRACIONES
Nació en Parral, al sur de Santiago de Chile, el 12 de julio de 1904. Su origen fue muy modesto. El padre José del Carmen Reyes Morales, campesino y luego obrero. La madre, Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela que murió de tuberculosis cuando el hijo apenas tenía un mes de nacido.
Sus primeros poemas fueron publicados a partir de 1918, a los 18 años, en revistas de Santiago y las estudiantiles de su ciudad natal y en el mismo Temuco, donde su progenitor se casó en segundas nupcias con Trinidad Candia Marverde, a quien Neruda llamaba cariñosamente “mamadre”.
En “Confieso que he vivido”, el poeta narra con su característica manera las impresiones de su infancia. Allí dice que la naturaleza le provocaba “una especie de embriaguez”. Lo mismo que los pájaros y sus cantos, los insectos y los propios juegos juveniles.
“Yo tenía escasa capacidad, ninguna fuerza y poca astucia. Peleaba con mis amigos lanzándonos bellotas verdes con su caperuza rugosa y gris. Por supuesto que yo llevaba la peor parte cuando me caían los bellotazos en la cabeza. Pero era feliz por mi inocencia”.
Según esa misma publicación, Neruda conoció el mar a los 15 años “Cuando estuve por por primera vez en el océano quedé sobrecogido. Ahí entre dos grandes cerros, el Huilque y el Maule, se desarrollaba la furia de las olas como un estruendo de corazón colosal en palpitación del universo”. Palabras poéticas, muy poéticas.
Era, pues, un adolescente débil, ensimismado, solitario en continua sorpresa con la naturaleza y contraseñas para lo que iba escribir posteriormente. De Temuco, el poeta se trasladó a Santiago para seguir estudios en el Instituto Pedagógico.
Por esta época nace “Crepusculario” con influencias modernistas. Un mundo de sensaciones adolescentes que quiere dar cierta experiencia del propio vivir y la necesidad de aproximación solidaria a los propios hombres. Neruda ya se había vinculado con los círculos juveniles anarquistas en la Universidad de Chile.
En “El hondero entusiasta” que escribe en 1923 y se publica diez años después, describe la media noche y el cielo que lo deslumbra con una amplitud pululante de estrellas. “Sentí un golpe celeste. Como poseído corrí a mi mesa y apenas tuve tiempo de escribir, como si recibiese un dictado. Era mi primer nocturno, el primero en El hondero entusiasta”, relata el poeta con emoción.
Según opinión de sus críticos, en 1924, Neruda publicó los famosos 20 poemas de amor y una canción desesperada sin poder salir de la influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal y de intención vanguardista. Lo que se puedo notar claramente en “El habitante y su esperanza”, “Anillos” y “Tentativa del hombre infinito”. Los tres libros fueron publicados en 1926,
Comenzó su fructífera carrera diplomática al año siguiente como Cónsul en Rangún Birmania. Luego pasó a Sri Lanka, Java, Singapur, Buenos Aires Barcelona y Madrid. Fue la época en que se relacionó con intelectuales de la talla de Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y otros componentes de la generación del 27.
Fundo la revista “Caballo verde para la poesía”. Desde su primer manifiesto tomó partido por una “poesía sin pureza y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social”.
Placa que lo recuerda siempre.
ESPAÑA
En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil española y escribió “España en el corazón”. Progresivamente, sus poemas experimentaron una transición hacia formas herméticas y un raro mar sombrío al percibir el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana.
En 1939 fue el Cónsul para la inmigración española en París. En la capital francesa impulsó el proyecto Winnipeg, barco que trajo a 2 mil inmigrantes, la mayoría de ellos republicanos, a Chile.
De regreso a su país, Neruda ingresó al Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia que culminó con la exaltación de los mitos americanos en su “Canto General”.
Fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo desde su escaño de Senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.
De allí pasó a México y viajó por la Unión Soviética, China y los países de Europa Oriental. Tras este recorrido, escribió poemas laudatorios y propagandísticos a favor del comunismo.
A finales de 1943, el poeta visitó el Perú y viajó al Cusco rumbo a Machu Picchu acompañado de un famoso político e intelectual peruano Esteban Pavletich, quien en sus años mozos habia sido secretario de Sandino en la Nicaragua revolucionaria, militante aprista y luego viró hacia posiciones marxistas.
ALLENDE
Ellos subieron a la ciudad de piedra y recorrieron las ruinas, teniendo al fondo el impresionante valle del río Urubamba. Lo que Neruda llamó el extrañamiento de si mismo donde sus propias manos hubieran elevado en el pasado algunas de aquellas piedras, reconociéndose entre los antiguos habitantes de la ciudad y sintiéndose a partir de aquí chileno, peruano, americano.
Este memorable viaje sirvió de entera inspiración para los doce cantos de Alturas de Machu Picchu, ejemplo primordial de la poesía nerudiana convertida en un canto universal. (El poema es publicado para su lectura en la presente edición)
El “Canto General” aparece en 1950 durante el exilio del poeta en México. Aquí vemos retenida la angustia como condición del ser, el amor como salvación y la historia como totalidad a transformarse.
En el exilio también salieron “Las uvas y el viento”, un reencuentro personal y político en Europa. Luego vinieron “Los versos del Capitán" como regreso a la poesía amorosa en que la inspiradora es Matilde Urrutia, su compañera hasta la muerte. Aunque el poeta nunca permaneció tranquilo en el amor.
En las diferentes odas del vate se canta a las personas, los oficios, objetos, vegetaciones, animales, alimentos, flores, pájaros y árboles. Amplia y variada descripción con versos cortos, sencillos y naturales.
Neruda renunció a la candidatura presidencial cargo al que fue designado por el Partido Comunista y se plegó a la del socialista Salvador Allende, quien logró la primera magistratura. Lo nombró Embajador de Chile en Francia. Era 1970.
Escribiendo un autógrafo para regalar uno de sus libros.
CANCER
Dos años más tarde, enfermo y con el cáncer descubierto retorno al país. Eso no le impidió participar en la campaña electoral al Parlamento publicando “Incitación al Nixonicidio y alabanza a la revolución chilena”.
El golpe del 11 de setiembre acabó de un porrazo con la democracia en Chile y con las esperanzas de Neruda. El poeta murió 12 días después, el 23 de setiembre, en un hospital de Santiago. Sus casas fueron saqueadas por la rapiña militar. Incendiadas las bibliotecas y recuerdos queridos. Que tal Pinochet. Que tal dictadura.
La vida amorosa del poeta fue intensa y variada. En 1930 se casó con María Antonieta Haggenar Vogelzanz (Maruca) con quien tuvo una hija Malva Marina Trinidad, quien murió a los 8 años víctima de una terrible enfermedad: hidrocefalia.
Se separó de la primera mujer y contrajo matrimonio con Delia del Carril “la hormiguita”, una mujer muy atractiva que era pintora. Rubia, alta, esbelta, culta, vivaz y fina, según descripción de Luis Alberto Sánchez en el libro “Visto y vivido en Chile”. El líder aprista era uno de los grandes amigos peruanos del poeta, con posiciones políticas distintas. Muchas veces ambos se lanzaban pullas de calibre.
Cuenta LAS en esa publicación que-dicho sea de paso- salió a luz a pedido de Neruda: “Delia fue mi huésped, a principios de 1930 en el Country Club limeño. Su apellido paterno del Carril la vinculaba con Ricardo Guiraldes, el autor de don Segundo Sombra, esposo de Adelina, la hermana de la pintora".
Fue Del Carril quien inició a Neruda, según esta versión, en el comunismo. "En ella habia mucho de snobismo, pero más, mucho más de incontrolable generosidad, compañerismo y dulce capacidad. Le decían “la hormiguita” por hacendosa y eficaz", subraya Sánchez. Sin embargo, el poeta la abandonó y se fue a los brazos de Matilde Urrutia.
Según el intelectual peruano, Neruda cuando hablaba en público no podía improvisar. Primero tenía que escribir y lo hacia a lápiz. “El poeta Luis Rosales me lo confirmó en Madrid al año de la muerte de Pablo. El lápiz era su instrumento infatigable al igual que el borrador de jebe”.
Dos grandes hombres: Allende y Neruda
VINO
Otra anécdota de LAS sobre el poeta. “Una noche salimos a comer juntos allá por 1938, "la hormiguita", mi mujer Rosa, Manuel Seoane, su esposa Elsa Arbutti y otros amigos. Andábamos bastante cargados de vino.
Luego añade: “yo armé un zipizape en la Plaza de Armas de Santiago a consecuencia del cual Rosa perdió un flamante reloj de brillantes, fruto de largos ahorros y penosas mensualidades. Pablo me decía: “yo siempre que tengo sed, dejó todo, hasta el dinero en casa y siempre acaban confundiéndome con un marinero extraviado entre gente rara, pero resulta que hasta me socorren en vez de quitarme".
Sánchez termina socarronamente contando lo vivido juntos: “no tenía porque dudar de su palabra, ni tampoco para creerle a pie juntillas. Pero que Pablo no llevaba dinero consigo, si que era cierto”
Terminemos este homenaje a Neruda con algo más de Sánchez dedicándolo una frase de su carta dirigida a Neruda, la misma que incluye en “Visto y vivido en Chile”: “Ahora que te alumbra ese inmarcesible y frío sol de la muerte a tu gloria congelada y a tu poesía en perpetua angustia, te ofrendo estos recuerdos como tambores destemplados que ojala resuenen siempre. Como el poema de nuestro Vallejo de ese Vallejo tan tuyo como mío, a quien tanto quisimos y admiramos. Ustedes, poeta y hombre, son como dos caminos blancos, curvos por ellos va mi corazón a pie” (Edgardo de Noriega)
Neruda es definitivamente,magnifico. Una vida entregada a la expresión de la poesa mágica, amorosa,tremendamente armonioso. Un hombre con tanto sentimiento que merece el reconocimiento Vale la pena publicar este tipo de notas porque enaltecen el alma. Hernán Grados
ResponderEliminarDefinitivamente que hay alma de poetas. Neruda fue uno de ellos. No todos los hombres se impresionan con el sonido de los pajaros y la grandeza del mar... (Pedro Fajardo)
ResponderEliminarEs admirable como Neruda se inspiró tanto por amor a su tierra como lo cita acá, que vivió en la costa,en medio de la naturaleza casi desabitada...me viene al recuerdo ese fragmento de su Poema 18: "A veces amanezco y hasta mi alma está húmeda. Sueño y resuena el mar lejano. Este es un puerto ¡y aquí te amo! Y Como yo te amo, los pinos en el viento quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre!...
ResponderEliminarMalena Cosío