¿URGE EL VOTO ELECTRONICO?

La demora inconcebible de parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales ha puesto en el tapete la discusión de optar por el voto electrónico. Sin embargo, esta decisión propia del modernismo y el adelanto tecnológico que requiere el país, no es tan fácil de llevarla adelante de  inmediato. Por donde se le mire, la tarea es árdua y requiere planes específicos y concretos, además de soluciones teniendo en cuenta, sobre todo, la realidad en que vivimos.

Dentro de este contexto la  Jefa de la Onpe, Magdalena Chu, ha pedido al Congreso reglamentar con urgencia el proyecto para dar paso a la transformación. Ojalá que la decisión tenga el soporte técnico correspondiente.
 De inmediato y como respuesta, el Presidente García ha advertido que antes de implementar tal sistema, tiene que generalizarse la seguridad y los mecanismos de control “pues ha habido casos en que se manipularon los resuitados de los comicios”.

Cierto es que el voto electrónico fue usado con éxito en Brasil y en pocas horas se tuvo el resultado de 130 millones de electores que determinó una segunda vuelta. Lo mismo se ha hecho en Estados Unidos, India y Venezuela.

El sistema prácticamente elimina el voto viciado, gran parte del trabajo de los personeros y las numerosas actas. Precisamente, lo que en nuestro país ha causado una significativa carga que crea realmente confusión y pérdidas de tiempo innecesarias.


Magdalena Chu

CONFIANZA

Hay un plan piloto gradual que la ONPE ya viene trabajando. Aquí lo que se tiene que hacer es garantizar el secreto, la neutralidad, la transparencia y la igualdad en el voto. Incluyendo todos los mecanismos de control administrativo, operativo, tecnológico y político.

Desde este punto de vista, parece ser que la tecnología está hoy en condiciones en el país de consolidar la rapidez de las elecciones para bien de todos y evitar asi y para siempre las rechazables demoras.

Para un experto prestigiado como es Fernando Tuesta Soldevilla, ex Jefe de la Onpe que hoy trabaja en la Universidad Católica, el tema no es tecnológico, administrativo, ni presupuestal. El problema de fondo es de la confianza.

Tuesta Soldevilla sostiene que los organismos electorales tienen la tarea de crear confianza sobre la base de la legitimidad lograda en el desempeño de sus funciones. Lo que  que hay que dar el paso adecuado para ingresar a la era de la tecnología.

Otro entendido  con años de experiencia en este campo, César Carmelino que precisamente es colaborador de Miscelánea y Presidente de Personeros por la Democracia, calcula que aproximadamente se requieren cien mil maquinas electorales. Mas equipos de soporte, de reserva, hardware, acumuladores eléctricos capacitación en todas las zonas y regiones del país, con una inversión aproximada de unos mil millones de dólares.

Sostiene que hay que tener en cuenta que el Perú es un país pobre donde incluso existen problemas de civismo que hay que reforzar. "No nos olvidemos-añade- que hay problemas de electrificación nacional  y otros asuntos vitales aún no resueltos".

CONSIDERANDOS

Recuerda que la ONPE habla de pantallas inteligentes y de cajeros automáticos. Para dar el paso se requiere, como fue en Estados Unidos y otros países, el soporte del personal de esta  oficina y de los propios personeros de los partidos políticos.

Opina que en cuanto a inversión, debe tomarse en cuenta que después de cuatro años, hay otras maquinas  más modernas, confiables y más seguras. ¿Estamos de condiciones de asumir tales gastos?, se pregunta. Los recursos económicos son esenciales.

Lo que no hay duda es que es muy importante fortalecer los sistemas electorales del país y los que pasos que se den en el futuro sean efectivamente buenos. Eso es lo primordial con respecto a este tema cuya conversión, por las razones expuestas, no es muy fácil que digamos.
Por la debilidad de la democracia, Carmelino se inclina a seguir con este sistema manual. Pero,eso sí, con modificaciones a la Ley Electoral fujimorista. Lo que permita simplificar al máximo y conseguir mejoras para la ciudadanía.
"Si nos comparamos con Chile, este país sigue utilizando el sistema nuestro. ¿No será porque tiene interés en seguir fortaleciendo la civilidad? Claro que si, no obstante de que los recursos son mayores que los de  nosotros", subraya.