CLARO...CLARISIMO

Hay una generación de peruanos, sobre todo en los años 60 y 70, que comenzaron en las lides políticas con posiciones enteramente de izquierda y  de avanzada convencidos por completo que la transformación radical del país era una necesidad inmediata y perentoria.

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Inclusive las clases medias y altas- eso es lo que más llamaba la atención- se vieron envueltas en este despertar hacia los nuevos pensamientos y  en este cambio por completo de la sociedad,  optando por medidas extremas.  Inclusive pensando y haciendo la lucha armada. La revolución cubana, como ejemplo para bien o para mal, pesaba mucho.

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Todo era cuestionado inclusive el propio Partido Comunista Ortodoxo, el fundado los años 30, unos dicen por Mariátegui, otros niegan tal hecho y la agrupación que seguía las ordenes de la Unión Soviética, les  parecía a muchos peruanos que se había quedado.

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Ni que decir del Apra que de una posición expectante y revolucionaria pasó a ser, para estos grupos juveniles, enteramente de derecha, con posiciones  aliadas al conservadurismo  reaccionario. Haya, el transformador. Con Odria, el dictador.

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A muchos  de aquellas generaciones,  Belaúnde con sus posiciones democráticas no los convencía. De allí salió Carlos Tapia García, el asesor político de las Oficinas del Primer Ministro que ha estado en la cresta de la ola noticiosa,  luego de su renuncia y sus borbotones de declaraciones tremendas que ha remecido al gobierno de Humala.

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Tapia fue un militante de la revolución que creía a pie juntillas si, en su momento, en la lucha armada y el decirlo no lo descalifica para nada. Ni menos, para contribuir a solucionar los problemas del país.

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Cierto es que se inscribió en el MIR, el partido de uno de los guerrilleros más connotados como fue Luis de la Puente y Uceda, primero aprista y luego marxista extremo que tomó las armas contra el orden establecido. El de la democracia que representaba Belaúnde. Si, eso es una verdad. Pero también una equivocación tremenda.

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 Ahora bien, que se equivoquen es propio de la condición humana. Pero que ahora en pleno siglo XXI se persista en lo mismo y se le de a este politico con ataques por allí y no se salga de eso, si que es errado. Porque llana y sencillamente, las condiciones en el país son otras por completo. Sólo Dios y los imbéciles no cambian.

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Tapia conformó a una juventud rebelde que evidentemente-lo repetimos-se le puede decir errada y lo fue efectivamente. Pero seguir con la cantaleta cuando con sus actos ha demostrado que superó su pasado y que ahora está en la democracia, es definitivamente cierto.

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 El joven del ayer que se creía comandante y se fue a  Ayacucho a estudiar en la Universidad de Huamanga donde vivió años inclusive como profesional, también cambió para bien y hay que reconocérselo.

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El mérito de Tapia es que cuando las papas quemaron, cuando se necesitaron definiciones y aportes, allí estuvo con Humala y lo defendió por calles y plazas a como de lugar durante varios años. Desde la primera candidatura el 2006, hasta estos días en que se va del gobierno decepcionado.

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Antes creyó con convicción propia y a su manera en contribuir aportando conocimientos plenos sobre subversión y la composición, acción y desmanes de Sendero Luminoso. Lo hizo, con consecuencia y sin atentar contra sus principios.

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Como Diputado de Izquierda Unida se desempeñó con lo que creía profundamente en un conglomerado tan disperso y poco unitario como fue ese grupo. Nunca varió y se mantuvo en su posición que es necesaria en una democracia.

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Lo cierto es que los partidos, corrientes políticas  y posiciones, de toda clase y condición, le hacen bien al Perú. No tenerlos y carecer de ellos, nos hace a todos los peruanos más débiles. Definitivamente.

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 No hemos escuchado de este político ni  que esté sindicado como autor, cómplice o intermediario de robos, inconsecuencias o actos de corrupción. Tampoco de otros delitos o actuaciones que signifiquen posiciones dubitativas. Sabemos lo que piensa y lo que hace. Eso ya es otro mérito.

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Actuó  como miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliacion.Que muchos peruanos no lo entiendan y estén en contra es otra cosa. Pero que aportó, claro que si. No olvidemos que conoce a la perfección lo que fue y es Sendero Luminoso. Sobre todo el porque  hizo este grupo inhumano tanta barbaridad. La sigue haciendo y no hemos terminado con este flagelo. La opinión de Tapia es necesaria en cualquier momento.

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Con  creces y honestidad,  su capacidad la demostró como Comisionado de la Verdad. Que no estemos de acuerdo con él, ese si que es otro cantar. Pero que Tapia tiene sus fortalezas, es una verdad innegable. Sobre todo, si queremos ser justos.

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El apoyo al ex congresista va por la vía del respeto cuando precisamente ni siquiera se demora en renunciar y lo hace con coraje, dando a conocer su verdad. Así hay que tomar este caso que, definitivamente, se ha convertido en famoso por las aristas y los componentes que tiene.

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Aquí lo importante y no hay que dejarlo de lado, son las denuncias que se han hecho hoy y las que saldrán posteriormente, que van directamente hacia el gobierno que, de todas maneras, tiene que definir posiciones

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Primero, que hay un poder oculto actualmente en este país y en este gobierno que se necesita de todas maneras esclarecerse. Tapia ha hablado del famoso militar amigo de Humala, el Coronel Adrián Villafuerte Macha, que actúa bajo la sombra. Una especie de Montesinos en pañales. Eso si que es peligroso y hay que extirparlo de todas maneras. Que la historia no se repita.

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No sólo eso, también se ha referido a un extranjero cuyos apelativos, y no su nombre verdadero, son Luis Favre, troskista furibundo de origen argentino con idas al Brasil de Lula, que de asesor de imagen ha pasado a cumplir tareas exclusivamente políticas aquí en el país, cuando su posición de foráneo lo imposibilita a cumplir tales funciones. Espinoso, muy espinoso. Dejando de lado, por supuesto, las xenofobias de todo tipo.

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Por si acaso, hace unas cuantas semanas, Lourdes Flores Nano, del  Partido Popular Cristiano, habló publicamente de estas intromisiones extranjeras e inclusive señaló que tal consejero dormia en Palacio de Gobierno, en un intento de demostrar la cercania con el Presidente Humala. Los descansos no son en la Casa de Pizarro, sino en hoteles de entero lujo de la capital. Habrá que preguntar: ¿quién paga estos gastos?. Quién, por favor.

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Lo que dice el político renunciante es grave y es necesario, de una vez por todas, que el gobierno  intervenga y de a la ciudadanía explicaciones que, de todas maneras, se merece. Hay inclusive menciones a intereses mineros y distorsiones periodísticas por el caso  de Conga, además de otros ingredientes que también merecen explicaciones.

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 No se puede permitir que aquí se incube, sin que nos demos cuenta, atisbos, comienzos y características de gobiernos que van por la senda de la corrupción y la dictadura.

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Más aún cuando hay otras denuncias graves como son  que los servicios de inteligencia sigan con reglajes innecesarios y detestables asegurando lo que hace y no hace, en el día a día, un ciudadano con altos cargo en el gobierno como el que tuvo Tapia.

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Le chuponeaban hasta los teléfonos y atentan asi, por completo, en contra de su desenvolvimiento personal como si viviésemos en un estado policiaco, propio de un autoritarismo desenfrenado Eso es lo que está denunciando el ex diputado. No es badana, por si acaso.

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Dónde estamos. Esto lo que se está dando a conocer como realidad contundente, precisamente, no es democracia. El sistema  que quieren todos los peruanos es  libertad plena y que en la coincidencia o en la discrepancia, se actúe con entera transparencia. ¿O no? (Noé)