CLARO...CLARISIMO

Finalizó la corta etapa de vigencia de gran parte del gabinete Lerner cuya característica primordial fue, evidentemente, durar muy poco: tan sólo cuatro meses, aunque- eso sí a pesar del corto tiempo- con realizaciones concretas de conciliación y concertación que   merecen destacarse.

Al parecer esos logros que definitivamente  son valiosos, al Presidente Humala no lo contentaron por completo y drásticamente, sin dudas ni murmuraciones como es su estilo, le aceptó la renuncia a su colaborador y a varios miembros de su equipo

Lo cierto es que la crisis se precipitó cuando los l9 ministros de los diferentes sectores pusieron a disposición del Presidente de la República sus cargos, la gran mayoría de los cuales habían sido nombrados, el 28 de Julio último. A 10 de ellos se les dio las gracias por los servicios prestados a la nación. Fueron designados otros 10. Por su parte, entre los ratificados figuraron  9 ciudadanos.

El retiro fue planteado con la carta correspondiente y el carácter de irrevocable de Salomón Lerner Ghitis, sobre todo por  los desplantes ocurridos en contra de él y que  consideraba- legítimo anhelo-que no se los merecía por ser uno de los más cercanos impulsores del régimen.

Esa fue la verdad de la milanesa y lo que precisamente ocurrió en esta crisis ministerial que, felizmente, duró muy pocos días. Lerner se sintió vejado y no le quedó otra que renunciar.

Que el anterior Premier esconde lo que pasó y sostiene en su carta de renuncia de "etapas cumplidas y nuevos caminos a seguir" son tan sólo pretextos porque quiso irse en buenos términos, en vista de que todavía quedan varios años por gobernar y él no  puede quemarse. El poder es el poder.

Tampoco pelearse con Humala. Pero que le dolió su salida, claro que le dolió. Sin embargo,  hay posibilidades de seguir ocupando cargos de trascendencia. "Siomi" no se puede ir definitivamente. No le conviene.

Lerner, a lo largo de su vida pública, lo ha demostrado que así por así no se va. Se trata de un personaje influyente desde la época del régimen militar de Velasco, hace muchísimos años. Lo mismo hizo en el primer y segundo gobierno del Apra y durante el régimen de Toledo, desempeñando importante cargos en el aparato del Estado.

Así es la política y a seguir en el camino de gobernar. Ahora estamos con el equipo de  Oscar Valdés Dancuart, un militar retirado con el grado de Teniente Coronel convertido en empresario exitoso en la ciudad fronteriza de Tacna, después de haber sido profesor en la Escuela Militar de Chorrillos del propio Humala.

Entre militares se entienden y así se ganó por completo la confianza de Humala, habiendo opacado por completo a su antecesor como Ministro del Interior. Sobre todo cuando ocurrieron los sucesos relacionados con el proyecto minero Conga y el paro de Cajamarca.

Como medida efectivista, el Gobierno- dicho sea de paso- acaba de levantar la emergencia en varias provincias de Cajamarca. ¿Cómo ¿Cómo?. Si asi. Aquí en el Perú y sólo en nuestro país, los conflictos sociales se arreglan de un triz, de la noche a la mañana ¿Será?  Qué tal muñeca demagógica la del Presidente y el flamante Gabinete  Valdés. Cuidado que estos asuntos no son para jugar.

Volvamos a la crisis. Humala desde Palacio de Gobierno cuando se comunicaba con sus ministros a esa histórica ciudad en momentos que negociaban con los revoltosos de Patria Roja y otras organizaciones extremas,  mucho más consultaba con Valdés que con el propio Premier. Lo que es peor:  creía a pie juntillas en él, en vez de su propio Jefe del Gabinete.

Cuando lo usual y  obligatorio que ello ocurriera era precisamente al revés. Primero el Presidente dirigiéndose al Premier y luego este a sus ministros El  Premier, aquí y en cualquier parte, es el Premier. El Jefe de los Ministros.

Esa jerarquía no se tomó en cuenta y eso que Ollanta es militar. Por su formación castrense, siempre tiene presente estos conceptos. Un desaire definitivamente hecho, según las versiones de muchos nacionalistas, en forma deliberada.

La manera peculiar de Humala se debe exclusivamente a que ya estaba cansado de Lerner. Que conste, por favor, que lo dijimos muy claramente en columnas anteriores y nadie chistó. Ni desmintió. No se podía tapar el sol con un solo dedo.

Si, señoras y señores, ya no le tenía confianza a Siomi. Entonces, a pasarlo por la aplanadora para reemplazarlo y asi ocurrieron los hechos, sin dudas ni murmuraciones. Saludo al frente, saludo. Caído el Premier, viva el nuevo Premier Valdés. Nadie es imprescindible. Así de sencillo.

Ciertamente actitud injusta porque Lerner se la jugó por entero con este régimen. Mucho antes que llegase al poder. Fue el que puso dinero constante y sonante  y se desempeñó acertadamente como Jefe de la  Campaña Electoral,  consiguiendo, según versión de varias fuentes enteramente informadas, a cada rato auspicios y financiamientos adicionales y necesarios para el triunfo.

En aquellos tiempos no muy lejanos de tan pocos meses atrás, su trabajo fue realmente minucioso y de éxito por los resultados que  conseguía  para que el mensaje del candidato presidencial persista a lo largo y ancho del territorio nacional. Lo que es más, para que gane las elecciones. Como así fue.

Lo hizo con un perfil bajo estratégico,  sin mostrarse públicamente. Pero dirigiendo entre bambalinas todo el aparato electoral del nacionalismo. Una que otra vez tan sólo apareció en los medios capitalinos. Una de esas oportunidades denunciando, muy molesto, a sus contrincantes.

En tales circunstancias, este personaje era el número dos de influyente ante Humala. La primera, por supuesto, Nadine Heredia, en su calidad de esposa con personalidad política definida y poder ilimitado. Si, después de ella, estaba Lerner.

Todo eso no se pierde de la noche a la mañana por más que haya pasado lo de la renuncia y la salida inesperada de un momento a otro, luego de la crisis ocurrida en Cajamarca por el  peleagudo asunto de la minería y el Proyecto Conga.

 Por eso mismo, cuando evidentemente se superen y olviden las huellas del resentimiento por el encontronazo de la renuncia, a Lerner lo debemos seguir viendo en cargos importantes, durante la vigencia de este gobierno. Tarde o temprano, de esa manera, será.

Lerner se lleva el baldón de haber sido el Ministro que consiguió, con creces, el transmitirle  la necesaria tranquilidad y confianza a una buena cantidad de peruanos. Sobre todo a los sectores empresariales y financieros del país. Lo hizo persistentemente. Esto si que es justo reconocérselo.

Nunca vaciló y siguió en la brega cuando precisamente había mucho temor  sobre el futuro del país. Se hablaba de una posible dictadura con influencias del chavismo venezolano gorila, recordándose las barbaridades de Humala en Locumba.

Incluso, desde lejos, de sus conexiones con su hermano Antauro y las famosas ideas etnocaceristas de enfrentamiento de razas y otras barbaridades ideológicas que estuvieron  cerca del actual Presidente.

También de traerse abajo el sistema económico imperante en el país y aplicar el famoso plan de gobierno primigenio del humalismo. Una barbaridad de barbaridades con predominio de pensamientos extremos. Luego salió la hoja de ruta que es la que precisamente se está aplicando.

El Premier Lerner, desde que asumió el cargo el 28 de julio del presente año, fue el abanderado y el impulsor de las ideas reales que se han venido aplicando. Que se la jugó, efectivamente se la jugó. He allí su merito y se ha ganado, innegablemente, el titulo de conciliador nato. El artífice de la vuelta a la confianza.

Su salida implica una serie de análisis que ya se están dando en el día a día. Se habla de un proceso de militarización, palabra que estrenó el inefable padre del Presidente, don Isaac Humala. Para afianzar esta tesis, muchos expertos recuerdan que ahora tenemos un presidente y un premier militares.

Lo mismo se dice con respecto a ideologías. Que se está mirando hacia la derecha y que las posiciones de izquierda ya están lejos del actual régimen. Quienes reafirman esta posición subrayan que los asesores extremos de pensamiento están renunciando y que el Congresista, Javier Diez Canseco, hace de “tripas corazón” para afirmar a los cuatro vientos que “aquí no pasa nada”.

Muy prematuro es hacer conjeturas de este tipo. Lo que si se ha dicho con algo de fundamento, revisando los hechos ocurridos, es que el flamante Premier Valdés Dancuart no se portó  hidalga y  lealmente con Lerner. El primero de ellos merece, sin embargo, una tregua para después ver claramente lo que él y su equipo hace o no hace por el país. Obviamente que hay que estar atentos.

De los otros que se fueron del Gabinete, cierto es que ellos dieron pie para su salida. El baile con el famoso futbolista “Puma” Carranza de la Ministra de la Mujer, Aida “Mocha” García Naranjo, en pleno duelo cuando  en Cajamarca se murieron envenados tres niños beneficiarios de los programas sociales que administraba su sector en Cajamarca, le cobró-definitivamente- la factura.

Lo mismo ocurrió con el último Ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, que en pleno conflicto se subió a los vehículos de la Minera Yanacocha, sin cuidar la imparcialidad y transparencia  que se necesitaba. Así se vino al suelo el prestigio profesional y técnico con que contaba desde hace muchos años.

No solo eso, Herrera Descalzi, indebidamente, se puso a discutir pico a pico y en público con el Titular del Ambiente, Ricardo Giesecke Sara Lafosse, demostrándose a las claras que por un lado ambos improvisaban y por otro que en el gabinete no había unidad de criterios. Malo, muy malo.

Kurt Burneo, en el Ministerio de la Producción, tenía que salir de todas maneras. Sus enfrentamientos evidentes y contraproducentes con el Ministerio de Economia y Finanzas y sus andanzas para que les suban el sueldo a la hermana y la madre de su hijo extramatrimonial quienes trabajan en el aparato del Estado, de ninguna manera fueron acertados. Muy por el contrario, esas fallas resultaron realmente imprudencias totales, por no decir barbaridades.

La artista Susana Baca, con su cara y voz tan peculiares entre la dulzura y la mística, más preocupada estaba en sus actuaciones artísticas en el exterior donde tiene ganado un lugar de renombre y que honra al Perú, que en el cargo de impulsora de la cultura desde el aparato del Estado.

 Ahora puede seguir en esta gran tarea, dando laureles al país. Nunca debió aceptar el cargo de Ministra de la Cultura porque, a las claras, se notaba que  esos asuntos ni le gustaban ni le interesaban. Muy pocos dotes de estadista. Si de una cantante excepcional.

Francisco Eguiguren Praeli, desde el despacho de Justicia, metió la pata un dia si y otro también, poniendo en apuros al gobierno en su tarea  de mantener incólume la situación jurídica del país.

Con el indebido e inaudito proceso judicial a los militares de Chavin de Huantar, con no saber que hacer con el senderista Artemio y contestar incoherencias que precisamente jurídicas, no eran en ninguna parte del mundo.

En fin, el caviar no les gusta a algunos. Había que mandarlo a Rusia donde si es aceptado como suculenta y fina comida. Al Ministro, perdón, definitivamente a su casa. Lo reemplaza su Viceministro, Juan Jiménez Mayor, quien es un abogado joven de cierto prestigio.

Por su parte el Ministro de Agricultura, Miguel Caillaux, fue acusado varias veces de tener negocios en conflicto de intereses con el sector que comandaba. Parece ser que por eso se fue. Sino como se enarbola como bandera la político de transparencia total que tanto le interesa a Humala.

Lo acertado del manejo de la crisis ministerial fue en que todo momento se dijo que el Ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, proseguía en sus funciones. Eso por lo menos dio tranquilidad a nivel nacional e internacional para bien del país.

Castilla, está comprobado, ha conseguido más fuerza a nivel político y, por esa razón, técnicos de su entera confianza han sido nombrados en las carteras de Trabajo y Agricultura, con el abogado José Villena Petrosino y Luis Ginocchio, respectivamente.

Lo mismo pasa con el Premier que puso a hombres muy allegados a él.  En Defensa e Interior están Luis Otárola que ya trabajo allí en años anteriores y  Daniel Lozada, quien fue su Jefe del Gabinete de Asesores  en el Sector Interior.

Los otros ministros  ratificados fueron: el Canciller Rafael Roncagliolo, de quien en nuestra columna anterior dijimos acertadamente que se había consolidado; Patricia Salas, en Educación; Carolina Trivelli en Inclusion Social y René Cornejo en Vivienda. Lo mismo que Alberto Tejada (Salud) Carlos Paredes (Transportes y Comunicaciones) y Luis Silva Martinot (Comercio Exterior y Turismo).

Completamente acertada fue la designación en el despacho de Cultura de Luis Peirano Falconí, un intelectual de polendas. Profesor del Programa de Comunicación Social de la  Universidad Católica y experimentado hombre de teatro. Le deseamos la mejor de las suertes en su gestión.

Lo definitivo es que en el actual gabinete no hay representantes de Perú Posible, en vista de que Toledo y esta agrupación decidieron dejar de apoyar al gobierno. Mucho se comentó que el ex presidente le habría exigido al Presidente por lo menos cinco cupos ministeriales. Que tal cuajo.

 El cholo sano y sagrado si que está en la vía publica y en el campo total de la equivocación. Por decir lo menos, en la conveniencia política que es,por donde se le vea, rechazable. Si o si, pescadito.

Las consecuencias se verán en el Congreso. El partido de gobierno tendrá que buscar nuevos aliados. El fujimorismo podria ser una opción. Por lo pronto, coqueteos entre ambas agrupaciones los hay. Ay con la política. Todo puedo ocurrir. Hasta lo más inesperado.

En el Gabinete Lerner, los peruposibilistas tuvieron a dos de sus seguidores. Rudecindo Vega, en la cartera de Trabajo y el General Daniel Mora quien, según declaró, se la pasó luchando por arreglar la situación de los sueldos y salarios de las Fuerzas Armadas y Policiales que hasta ahora indebidamente, no se concreta.

Qué se espera para arreglar este problema que implica el apoyo a cerca de un millón de personas, conformantes de la familia militar y policial engañados a mansalva desde hace más de 20 años por los gobiernos de turno. Esto tiene que cambiar. (Noé)