En efecto, acaba de ser editado y ya se ha
convertido en realidad contudente, una
profunda y sesuda investigación que se
ha hecho minuciosamente sobre la
fotografía del sur peruano, comprendiendo nada más y nada menos que 70 años, de
un periodo interesante y revelador que incluye dos siglos, el XIX y el XX. Entre
los años de 1880 a 1950.
Se trata, indiscutiblemente y para bien
exclusivo del arte, de una valiosa creación
intelectual que retrata, con calidad y por completo, a esa parte del país donde la fotografía se desarrolló
admirablemente. Ahora se ha recopilado todo lo desperdigado y se tiene una
explicación concienzuda.
El libro de Jorge Villacorta Chávez, que ostenta
como conocimiento las tres especialidades y Andrés Garay Albújar, fotógrafo por sus cuatro costados, ha salido,
por donde se le vea, impecable en una edición de lujo de 200 páginas que
realmente impresiona de un gusto editorial exquisito e ilustraciones muchas de
ellas inéditas, bajo el título de “Un
arte arequipeño: maestros del retrato fotográfico”, con el apoyo efectivo
de la Minera Cerro Verde, empresa que ha demostrado,definitivamente, estar
comprometida con la cultura.
Jorge Villacorta
Jorge Villacorta
CHAMBI
En esta oportunidad y como mérito
tangible, los autores presentan la dimensión universal de la obra fotográfica del puneño Martín
Chambi, dejando claramente establecido que su aprendizaje profesional no se inició
como se creia de forma equivocada en el
Cusco, sino en la mismísima ciudad de Arequipa tan rica en belleza, arte y colorido de luz intensa
para estos menesteres.
De alli la importancia de la
sumilla que se consigna al principio del libro con palabras enteramente
reveladoras en ese sentido del propio Chambi: “Mi arte es arequipeño porque ahí aprendi a hacer relatos y paisajes”.
Cusco, eso si, le sirvió para consagrarse.
Tal premisa de importancia si buscamos la
verdad, a manera de aporte, Villacorta y
Garay la desarrollan y la prueban con datos y hechos concretos. La labor de
investigación no la dejan allí, sino que van mucho más alla al encontrar otros
hechos valiosos para el arte peruano.
Como por ejemplo precisar
que el famoso artista arequipeño Max T. Vargas, Telésforo era su segundo
nombre, fue el impulsor de varios
discipulos de renombre y el que
precisamente formó al inigualable Chambi y a los maestros del lente Carlos y
Miguel Vargas, los famosos hermanos Vargas, de grata recordación para la
sociedad de Arequipa entre los años de 1920 hasta incluso finales de los 50.
Todos estos temas de gran
interés, los autores lo han estudiado a cabalidad. Cabe recordar que, el año
2005, fueron los curadores de la
exposición denominada “Max T. Vargas y
Emilio Diaz, dos figuras fundacionales
de la fotografia en el sur andino
peruano entre 1896 y 1926”,
Este certamen cultural, que
reunió más de 250 vistas originales de
la época, se desarrolló en la galería Germán Kruger del Instituto Cultural
Peruano Norteamericano de Lima. El libro catálogo de la exposición vio a luz
dos años después, el 2007. Sin duda, tarea cumplida y con creces.
Lo único que es criticable
en la actual publicación corresponde a un aspecto de diagramación. No es lo más
acertado poner las leyendas separadas de las fotos, como lo han hecho.
Eso quita, por completo, facilidad a la
lectura. Cada leyenda debió estar en cada vista. No en páginas posteriores como
las han puesto. Evidentemente, que no tiene sentido. Nada es perfecto en este
mundo.
Según los autores, Arequipa
con la fotografía en las últimas décadas del siglo XIX, alentó una definición
de si misma. Lo hizo en una clave dictada por signos de modernidad tales como
una incipiente transferencia de tecnología, traducida en la presencia de
maquinas fotográficas cuyo impacto productivo influyó, definitivamente, en la
visión de los arequipeños.
Lo que definitivamente
cimentó la noción del progreso en el cambio del siglo XIX al XX por el uso
intensivo del aparato fotográfico en la vida cotidiana. La sociedad descubrió en la fotografía un aliado
inigualable.
En las páginas de este libro,
donde se han incluído más de 100 fotografías antiguas y valiosas, hay un análisis
amplio de seis maestros de la fotografia conectados con Arequipa como lugar de
formación y desempeño: Carlos Heldt, Emilio Diaz, Max T. Vargas, los hermanos
Carlos y Miguel Vargas y Martín Chambi
Andrés Garay
.
Andrés Garay
.
EFECTO
Heldt fue un ciudadano alemán
quien habría llegado a Arequipa allá por 1872, antes de la Guerra con Chile.
Retrató a su clientela durante tres décadas con sensibilidad, atractivo peculiar
y un manejo cuidadoso de la luz, logrando efectos naturales y sosegados
Mención aparte merecen “las
cabezas” que fue una forma de retrato
que este fotógrafo trabajó en abundancia y que consiste en la
eliminación de todo el entorno del retratado que aparece en el negativo.
Así la cabeza, del que le
toman la foto, queda flotando en una
forma blanca y vaporosa. Este efecto creó la impresión de un semblante que
emerge del ensueño. Parecería que tal fortaleza la legó a los que lo siguieron
en estas actividades, tras su retiro en 1905.
Por su parte, para los
autores, Diaz resultó excepcional. Lo
premiaron con una Medalla de Cobre en la Exposición Universal de París en 1900.
Su clientela provenia de las grandes familias como los López de Romaña,
incluído el Presidente, de 1899 a 1903, don Eduardo
Introdujo en su estudio
ubicado, en la calle Guañamarca Nº 5
(hoy Rivero), la “fotografia iluminada” con tintes acuarelados especiales. La
delicadeza de su arte en estas obras
delata, abiertamente, su temperamento exquisito y sus dotes inigualables de
pintor. Era el maestro del retrato y la ampliación.
Logró explorar en la
dimensión del retratado con pleno
conocimiento y dominio total. Sin embargo, al final de su vida, se vio afectado
por falta de clientela. Falleció en Arequipa en 1931, habiendo aportado con
calidad.
Villacorta y Garay sostienen que Max T. Vargas
es sinónimo de fotogenia, belleza y escuela. Fue el genio creador. Artista y
empresario incomparable. Con visión innovadora cautivante.
Captó las fotografias de un concurso de
belleza, con la participación de las mujeres más bellas de la blanca ciudad
realizado el 12 de setiembre de 1914 en el teatro Fénix, cuyas vistas se
proyectaron en el mismo acto de coronación.
Para la época, todo un
acontecimiento social de esos que no se olvidan. Lo ganó la señorita Teresa de Olivares y entre las que
intervinieron destacó, por su simpatia inigualable, Naty Beaumont, quien llegó a
ocupar el lugar de accesitaria.
Nos atrevemos, aunque tenemos temor a
equivocarnos, que la segunda de las nombradas puede ser la madre de famoso
politico y abogado del partido Popular Cristiano ya desaparecido, Roberto
Ramírez del Villar Beaumont
El local de Vargas lujoso
para la época estaba ubicado en la calle Mercaderes, cerca al Portal de Flores
y próximo a la Catedral. Obtuvo un gran premio otorgado por una institución
francesa que, hasta la fecha, no se ha llegado a identificar. Tal vez haya sido
el Photo Club.
Hacia mediados de la década de 1920 apareció activo en la
Paz y entrados los años 30 en Lima, con una práctica fotográfica orientada a
postales de vistas urbanas. No se sabe si volvió a Arequipa alguna vez, antes
de su muerte en la capital el año 1959.
Martín Chambi
Martín Chambi
EXPONTANEOS
Según los autores, el
escritor Abraham Valdelomar los llamó “los poetas de la luz” a los hermanos Carlos y Miguel Vargas. De
cara a la decada de 1920, los dos
artistas elevaron la fotografía a esa dimensión, que desde siempre se reveló
como su territorio.
Ellos abrieron su estudio en
el Portal de San Agustín en 1912. Anteriormente habian trabajado con Max T.
Vargas y con Chambi. Se manifestaron como artistas y empresarios de nuevo cuño
y sus imágenes destacaron con singularidad. Muy expontáneas y naturales.
Hicieron con éxito mucha fotografía femenina.
Tuvieron un profundo estilo estético. Laboraron hasta 1958, tras 43 años de
funcionamiento. Convirtiéndose en el más longevo de los grandes estudios de retrato del sur
peruano y por eso su recuerdo aún perdura entre los arequipeños.
Llegado a Arequipa en 1908, durante el momento de mayor inventiva y
de rápida innovación del retrato, Martín Chambi ambicioso joven puneño se vio
envuelto en la vertignosa actividad de la fotografía de la que nunca más pudo salir.
En la blanca ciudad laboró con Max T. Vargas y con los hermanos Vargas. De ellos definitivamente aprendió y,obviamente, se convirtió en un maestro de polendas, de acuerdo a la investigación que han hecho Villacorta y Garay.
Recién al instalarse en la ciudad del Cusco en 1920, tras una breve temporada en Sicuani, inició su trabajo en retrato que en la actualidad es la admiración en el mundo entero.
Los hermanos Vargas de Arequipa.
En la blanca ciudad laboró con Max T. Vargas y con los hermanos Vargas. De ellos definitivamente aprendió y,obviamente, se convirtió en un maestro de polendas, de acuerdo a la investigación que han hecho Villacorta y Garay.
Los hermanos Vargas de Arequipa.
Los retratos realizados por Chambi se presentaron notables con una especialidad en contraluces, convirtiéndose en eminentemente artísticos. En su mejor momento, en el Cusco, armonizó diferentes entidades, expresiones y comportamientos en sus creaciones inigualables. Esa es su virtud, ese es su valor
Fue alrededor de 1950 que el artista dejó la dirección de su estudio a sus hijos. La historia familiar cuenta que el terremoto de ese año le afectó a al punto que ya no quiso continuar con el estudio, aunque siguió fotografiando con cámaras de formato medio y pequeño.
Fue alrededor de 1950 que el artista dejó la dirección de su estudio a sus hijos. La historia familiar cuenta que el terremoto de ese año le afectó a al punto que ya no quiso continuar con el estudio, aunque siguió fotografiando con cámaras de formato medio y pequeño.
Garay, profesor de la
Universidad de Piura, y Villacorta, Investigador de Alta Tecnologia Andina,
están dedicados ahora a estudiar la fotografia de Tacna a principios del siglo
XX, a traves de la obra de Carlos Castillo y en Piura, por intermedio de la de
Pedro N. Montero.
Lo que han hecho, hasta el momento actual, con Arequipa y el sur del
país, definitivamente, vale un Perú. Parabienes para ellos y que sigan los éxitos
en la brega de la investigación con
aportes significativos e importantes, como los que han mostrado impecablemente
en esta oportunidad. (EDENM)
Asistí a la presentación del libro. Realmente que tanto Jorge Villacorta como Andrés Garay han hecho un trabajo impecable. La fotografía llegó al Perú en 1848 y posteriormente aquí en el Perú, para ser mas precisos, en la ciudad de Arequipa se desarrollo con esplendor y calidad. Hombres como Max T Vargas, Emilio Díaz, Martín Chambi y los hermanos Vargas merecen monumentos públicos. Porque realmente han retratado la historia del sur del país. José Carlos Herradas.
ResponderEliminarSoy arequipeño y de pequeño fui retratado por los hermanos Vargas. Lo mismo que mis padres y mis hermanos. Recuerdo, como si fuera ayer, su estudio fotográfico. Que tales hombres para ser artistas.Tengo incluso un álbum de fotos tomados por estos artistas del lente. Realmente que marcaron época. Merecen, evidentemente, este homenaje.Andrés Bustamante
ResponderEliminarHe seguido mucho la producción fotográfica de Martín Chambi. Pero en honor a la verdad no sabia puntos precisos de su vida. Como por ejemplo, que era puneño. Lo creía cuzqueño. Tampoco sabía que comenzó e hizo maravillas en Arequipa. Suponía equivocadamente que su producción artística se había desarrollado exclusivamente en el Cusco. Todo esto lo comento porque precisamente sirve para darse cuenta que el libro aparecido últimamente de Jorge Villacorta y Andrés Garay aporta y sobre todo aclara. Un suceso editorial por el bien de la historia de la fotografía del sur del país. Diego Osores
ResponderEliminarEl libro de estos investigadores ha sido presentado, hace unos cuantos días, en Arequipa. Todo un suceso cultural Lo he leído por completo y realmente el trabajo de investigación ha sido minucioso. La interpretación también. Todo esto ha sido estudiado por primera vez. De los fotógrafos seleccionados, me inclino, definitivamente, por Chambi. Que tal capacidad artística para tomar fotografías. Con una dinámica muy especial. Realmente un artista que destacó a nivel nacional e internacional. Jesús Ismodes
ResponderEliminarQue las mineras aporten al proceso cultural del Perú es un hecho, evidentemente, encomiable. Definitivamente, Cerro Verde se ha ganado un porotazo. Magnificas son las fotos antiguas de este libro. Sin exagerar para colección. Los comentarios en su sitio histórico. Felicitaciones para Villacorta y Garay.Enrique Barrenechea
ResponderEliminarEntre las fotos que se presentan en el impecable libro de la fotografía en el sur aparece Víctor Raúl Haya de la Torre. La fotografías son dignas de la historia. Colecciones de valor que retratan por completo a una serie de fotógrafos que realmente trabajaron con arte y calidad. Todo esto con una tecnología de la época. Con la peculiar forma de mejorar la fotografía con fondos y ángulos muy pero muy interesantes. Vale. Ricardo Tello
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