lunes, 17 de junio de 2013

HISTORIA DE UNA GIRA ACCIDENTADA

(Crónica futbolístico-turística sobre la gira de siete meses
que realizó el Combinado del Pacifico por Europa) 
Corre 1933. En agosto de este año el Perú vive una etapa de ‘apaciguamiento y concordia’ como política de gobierno iniciada por el nuevo gabinete ministerial nombrado el 26 de junio y encabezado por don Jorge Prado, titular de Gobierno y Policía.
Ha sido nombrado por el Presidente Óscar R. Benavides, como secuela del asesinato de su antecesor, el general Luis M. Sánchez Cerro, el 30 de abril pasado, en el hipódromo de Santa Beatriz.


 El Presidente Oscar R. Benavides

Nos rige una nueva Constitución Política, juramentada el 9 de abril último; elaborada por un Congreso Constituyente nombrado dos años antes y destinada a borrar todo vestigio del gobierno dictatorial que durante once años consecutivos encabezó el ahora desaparecido Augusto B. Leguía.
En el deporte, Alianza Lima está a punto de lograr una hazaña sin precedentes: obtener por tercer año consecutivo el título de campeón nacional de fútbol.
Universitario de Deportes, su ya clásico rival, acaba de tener un buen triunfo internacional frente al Audax Italiano de Chile al que venció por 2 goles a 1.


Combinado del Pacifico en su gira por Europa.

ANTECEDENTES DE LA GIRA

Por estos días, el aficionado y empresario chileno Waldo Sanhueza organiza una gira con el Colo Colo a Lima, con miras a una posible gira por Europa.
El domingo 23 de julio, Sanhueza prueba suerte y organiza un encuentro entre el equipo sureño y Alianza Lima en el Estadio Nacional de madera, lo que causa una gran expectativa entre la afición limeña. Disputarán el trofeo ‘Matte Gormaz’.
Los aliancistas se muestran confiados en que su equipo siga ganando como lo viene haciendo en el Campeonato de Selección y Competencia.Las entradas al Nacional suben ligeramente: 2 soles de oro un lugar en primera; 2 soles la preferencia sin entrada; 3 soles, baranda sin entrada; un sol, segunda, y 0.55 centavos, media segunda, más el impuesto municipal.
En el preliminar, los marinos del ‘Dauntless’ ganan 1-0 a los muchachos del Lima Cricket F. B. C., ante los 18 mil espectadores que copan las tribunas.
En palco aparecen el canciller peruano, Dr. Solón Polo; familiares del embajador de Chile, Ríos Vicuña; el presidente de la Liga Provincial de Fútbol de Lima, Miguel Dasso; el presidente de la Comisión Nacional de Deportes, Jorge Souza; el Director de Educación Física, Carlos Cáceres Alva, y familias especialmente invitadas.
Los colocolenses forman con Loezar en el arco; Morales y Fernández, en la defensa; González, Saavedra y Montero, en la línea media; Olguín, Schneberger, Villalobos, Subiabre y Luco, en la línea de ataque.
Alianza lo hace con Valdiviezo, arquero y capitán;  Rostaing y León; Domingo, Faustino García y Quintana; Morales, Neira, Puente, Villanueva y Lavalle.
El  partido, iniciado a las 4 de la tarde, tiene un solo equipo en la cancha: los íntimos. Comandados por Villanueva y secundados por José María Lavalle, Neira, Puente y Morales, arrasan con los chilenos y ganan 8 a 1. 
Los goles aliancistas son difíciles de evitar. Luco anota el gol de honor de los sureños a los 6 minutos de iniciado el partido. Los aliancistas anotan sucesivamente: Neira a los 13’; Villanueva a los 17’ y 37’. En el segundo tiempo: Montellanos a los 12’, Villanueva a los 14’, Morales a los 16’, Montellanos a los 34’ y Morales a los 41’.
El viernes 28 de julio, Sanhueza organiza un nuevo partido internacional y otra vez las entradas suben de precio, aprovechando que es ‘Día de la Patria’ y el Perú está de fiesta. Primera: S/. 2.50; preferencia sin entrada, S/. 3.00; baranda sin entrada, 4.00 soles; segunda, 1.50; media segunda, 0.80, incluido el impuesto municipal.
Colo Colo se enfrenta al combinado Sporting Tabaco-Circolo Sportivo Italiano, y vuelve a perder por 5 goles a 3.
Los chilenos se adelantan a los 10 minutos cuando Saavedra decreta el 1 a 0. Los limeños descuentan a los 28’ por acción de Bulnes, y a las 35’, por obra de Soria.
En la segunda etapa, el chileno Saavedra empata a los 8 minutos, Bulnes vuelve a poner en ventaja al Combinado a los 9’, aumenta la diferencia a los 15’ y a los 16’, y la reduce Luco a los 21’.
(Ese mismo día, en el preliminar, los equipos de Alianza Lima y Universitario se enfrentan por décima segunda vez en un partido amistoso. Los morenos victorianos se adueñan del triunfo a los 2 minutos del primer tiempo, con un estupendo remate de Villanueva, quien previamente elude a Galindo y Del Río).


Lolo Fernández: uno de los grandes jugadores de todos los tiempos.

(El Presidente Benavides llega al Estadio a los 40 minutos del primer tiempo, no ve el hermoso gol de Villanueva; pero sí aplaude el potente shot de Lolo Fernández que es rechazado, suicidamente de cabeza, por el defensa León.)              
Los experimentos continúan. Dos días después, el domingo 30 de julio, se forma el Seleccionado del Pacifico, que en realidad es un combinado de Colo Colo con Universitario de Deportes.
El arco está en manos peruanas (Juan Criado); la defensa es compartida (el chileno Morales y el peruano Soria); la media, igual (los peruanos Denegri y Astengo y el sureño Saavedra, que luego será reemplazado por su compatriota Montero). La delantera es chilena (Luco, Schneberger, Subiabre y Olguin), a excepción del centro forward (Lolo Fernández).
Ellos se enfrentarán al Alianza Lima, que sigue con el mismo equipo (Valdiviezo, Lavalle y León; Quintana, Domingo y Faustino García; Morales, Neira, Villanueva, Montellanos y Lavalle) que sorprende a propios y extraños manteniéndose invictos ante los de aquí y los de allá.
Y lo vuelve a demostrar al ganar 5 a 1 a los pomposos seleccionados, jugándole sólo en el primer tiempo. Montellanos inicia la cuenta a los 21 minutos; Villanueva aumenta a los 24’ y 37’, Neira sigue sumando a los 43’, y concluye Lavalle a los 44’. En el segundo tiempo, Schneberger descuenta a los 11’.
                                               PARA QUE NOS CONOZCAN MEJOR 
Entonces se decide la cosa. Sanhueza y el empresario peruano Jack Gubbins deciden organizar y compartir los riesgos del ambicioso proyecto de recorrer Europa, teniendo como base al equipo de Universitario de Deportes, conformado por esos jóvenes rubicundos que agradan a las tribunas.
Para reforzar el equipo llaman a dos jugadores de Alianza, dos del Atlético Chalaco y a cuatro del Colo Colo.
Y para que la gira tenga éxito comercial la delegación futbolística se denominará ‘Combinado del Pacifico’.
Así será más fácilmente identificable por los aficionados europeos que apenas si conocen que hay un océano llamado Pacifico al otro lado de América.
Si le ponemos Combinado Perú-Chile, explica Sangueza, los europeos se van a romper la cabeza por ubicar a ambos países, porque apenas si conocen de nuestra existencia.
Se hacen todos los preparativos, cursan mensajes cablegráficos y adquieren los pasajes en el vapor ‘Alkmaar’.
La extensa gira se iniciará el 25 de agosto de 1933 y se prolongará por casi siete meses, hasta el retorno el 7 de marzo del año siguiente.
Será una agotadora jornada que ninguna otra delegación peruana ha cumplido en el exterior, en tantos países y jugando tantos partidos en tan diferentes condiciones climatológicas.
Durante ese tiempo, los 21 jugadores que conforman la delegación, recorrerán y conquistaran las simpatías de los aficionados de Irlanda, Escocia, Inglaterra, Holanda, Austria, Checoslovaquia, Alemania, Francia, Italia y España, con escalas en Centro América y las Islas Canarias.
Conocerán nuevas ciudades con viejas historias y singulares atractivos; a otras gentes, con costumbres propias y diferentes idiomas, y aprenderán, en fin, que en el mundo hay de todo y para todos.
Los jugadores que conforman el histórico Combinado, son llamados y se les gestiona el permiso de sus centros de estudios o de trabajo.
Viajarán los estudiantes: Juan ‘Cantor’ Criado, 19 años;  Arturo ‘Manco’ Fernández, 23; Teodoro ‘Lolo’ Fernández, 20; Ricardo del Río, 21; Plácido Galindo, 24; Julio Enrique Landa, 22; Vicente Arce, 22, y Carlos Tovar, 19.
También los estudiantes y empleados del Banco Italiano Eduardo Astengo, 24, y Mario Pacheco, 22; Alberto ‘Tito’ Denegri, 27, actuario; Alfredo Alegre, 22, empleado; y Luis Souza Ferreyra, 24, ingeniero. Todos del plantel del Universitario de Deportes.
Los siguen: los aliancistas Juan Valdiviezo, 24, empleado, y Alejandro ‘Manguera’ Villanueva, 24, empleado de la IPC, ambos del Alianza Lima; y los hombres del Atlético Chalaco: Alfonso ‘Sereno’ Saldarriaga, 30, empleado, y Antonio Maquilón, 27, industrial.
La lista termina con los chilenos colocolenses José Luis Montero, 24; Guillermo Subiabre, 26; y Eduardo Schneberger, 22, todos ellos empleados; y Roberto Luco, 24, militar.
El día de la partida, el ‘Alkmaar’ recibe sólo a los ‘ues’ Del Río y Arturo Fernández, los jugadores del Chalaco, cinco chilenos y al dirigente Jack Gubbins.
Los demás aliancistas y universitarios se quedan en Lima para definir, en el campo de juego, a quién corresponde el título de campeón del fútbol peruano 1933.
(Tampoco se embarcan el defensa universitario Alberto ‘Doctor’ Soria, a quien no le dan permiso en su fábrica; ni José ‘Cholo’ Morales, con su pasaporte ya aprobado por la Dirección de la Guardia Civil y Policía. De él se dice que se unirá al Combinado en Liverpool.)
Victorianos y universitarios juegan un partido apurado, a las 11 de la mañana del 27 de agosto, ante un Estadio Nacional lleno de bote a bote, y terminan empatados 2-2, con goles de Morales, Souza, Lolo y Lavalle.
Alianza se corona campeón porque tiene un punto más que la U; conquista el título por tercer año consecutivo, y marca un hito en la historia del fútbol peruano.
No hay tiempo para celebraciones. Jugadores de uno y otro equipo se dirigen a sus respectivos clubes a disfrutar sendos almuerzos, interrumpidos por una llamada de Sanhueza, que los insta a partir de inmediato y alcanzar el barco que hará escala frente al puerto de Salaverry.
Ya todos juntos, reinician el viaje por el norte peruano. En cada puerto que tocan se organiza un partido. 


Jugadores nacionales de los años 30.

                                                               UN EMBAJADOR ENFERMO 
Aprovechando la escala en Salaverry, el 30 de agosto, se dirigen a Trujillo para ganarle 6 a 1 al seleccionado local, con goles de Lolo y Villanueva, dos cada uno, de Schneberger y un autogol local.
Al día siguiente, atracan en Eten, van a Chiclayo, y ganan a los locales 6-2, con goles de Arce, Subiabre y Alegre, a razón de dos anotaciones por cabeza; y de Eugenio Castro y Ripalda, del equipo rival.
Antes de abandonar aguas peruanas, desembarcan en Paita para enfrentar al seleccionado de Piura. Vuelven a ganar fácilmente por 6 a 0.
De ahí, en dirección a Manta, ciudad y puerto de Ecuador, cuna de reducidores de cabeza asentados en la desembocadura del río Chone, donde no pueden jugar por falta de rivales.
Anclan después en Panamá, en Balboa y en Colon, pero sólo logran jugar en la última de las ciudades nombradas, dividida en dos partes por la Zona del Canal, ante un combinado local al que vencen sin mayores esfuerzos por 5 a 1, con dos goles de Lolo, dos de Villanueva y uno de Pacheco.
Antes de iniciar la travesía del Atlántico, el 14 de setiembre hacen escala en Willemstad, capital de Curazao, la mayor de las islas de las Antillas Holandesas, descubierta por Alonso de Ojeda en 1499; y famosa por su curacao, licor elaborado con la corteza de las naranjas nativas, y su curioso idioma --el papiamento-- mezcla de varios idiomas.
En esa isla, de suelo llano y clima tropical y árido, peruanos y chilenos se banquetean con el seleccionado local, goleándolo 7 a 0. Las anotaciones corren a cargo de Lolo Fernández, Villanueva y Schneberger, con dos goles cada uno; y Luco.
La travesía del charco dura 16 días, durante los cuales recorren seis mil millas soportando intensas lluvias y vientos huracanados; se entretienen jugando a las cartas, ajedrez o cantando valses que aprenden los jugadores mapochinos, y cortándose el pelo entre ellos con los instrumentos prestados por la peluquería de a bordo.
Lo más preocupante en esos días son los dolores al estómago que empiezan a aquejar a Souza Ferreyra y que, cada día más intensos, lo obligan a guardar cama y hacen temer por su suerte. Por desgracia, en el barco no viaja ningún médico.
Dramático testimonio de las angustias y preocupaciones de los miembros de la delegación por lo que ocurre con el enfermo, y la impotencia de todos por no saber ni tener cómo ayudar, lo constituye el diario del chileno Luco:
“Setiembre, 19.- Vuelve a agitarse el mar. Ya no hace tanto calor. Souza sigue enfermo. No hay médico a bordo y nadie sabe con seguridad qué tiene. El niño del señor Gubbins también está enfermo."
“Setiembre, 22.- Tenemos mucho frío y apetito. Nos han pedido los pasaportes porque estamos cerca de Inglaterra. El niño Gubbins ya está bien, pero Souza no mejora. Se han probado varios remedios pero en vano."
“Setiembre, 24.- No sabemos qué hacer con Souza. Ha pasado una noche horrorosa. Nos turnamos a su lado. La señora de Gubbins lo atiende con todo esmero. Está en grave peligro. Quisiéramos que el buque volara, pero todavía faltan tres días para llegar a Inglaterra.”
La salud de Souza se agrava cada día que pasa. Ha dejado de comer porque su estómago rechaza todo lo que ingiere.
Hasta que por fin, el 27 de setiembre desembarcan en el puerto de Liverpool y conducen a Souza a la sala de emergencia del hospital Waltom, donde lo operan de una apendicitis aguda.
En Liverpool, segundo puerto de Inglaterra y uno de los principales del mundo, la recepción a los jugadores no puede ser mejor.
El Lord Mayor de la ciudad los recibe con toda pompa en el Palacio del Ayuntamiento, por tratarse de la primera vez que una embajada deportiva sudamericana visita Inglaterra. Mr. Lewis, presidente de la Pacific Navigation Co., les obsequia banderas de Chile y Perú para que las hagan flamear en los lugares donde jueguen.
El diario News Chronicle y Reynaldo Gubbins, hermano de Jack y promotor de la gira en Europa, los agasajan con una cena de gala. Reynaldo promete cuidar de Souza Ferreyra.
Villanueva aprovecha para visitar en el mismo hospital al lesionado Dixie Dean, considerado el mejor jugador inglés y con quien será igualado pronto. Un estudiante peruano hace de intérprete.
Al día siguiente, a bordo del trasatlántico ‘Lady Connaght’, se dirigen a la cuatricentenariamente rebelde Irlanda, siempre reacia a seguir los dictados de la altiva Inglaterra. Llegan a su capital, Dublin, sobre el río Liffey, cuna de Tomas Moro, Bernard Shaw, Óscar Wilde y James Joyce. 


Uno de los seleccionados peruanos.
VIRTUDES Y DEFECTOS 
En esa ciudad, convertida al Evangelio por San Patricio y donde sostendrán el primer compromiso oficial de la gira, son recibidos personalmente por el presidente Eamon de Valera, en uno de los elegantes salones del Palacio de Gobierno.
En la amena reunión se les ofrece toda clase de facilidades durante su estancia en la ciudad, el mandatario irlandés pronuncia un discurso y hace entrega de sendos obsequios a los futbolistas y miembros de la delegación.
El debut del equipo sudamericano tiene lugar el 1 de octubre ante el club Bohemians, con el que empata 1 a 1, con gol de Tovar.
El diario Irish Independent comenta el juego del Combinado con una nota en la que dice: "El gran defecto que le hemos notado a los delanteros es que no disparan al arco desde cualquier distancia"
"Los visitantes --prosigue-- hubieran ganado el partido frente al Bohemians si no hubieran fallado tanto en sus remates finales".
Al día siguiente, en Belfast, puerto principal de Irlanda del Norte, se enfrentan al poderoso equipo de Glentoran, ganador de la copa irlandesa en 1932 y 1933. El resultado es el mismo que el partido anterior, 1-1, gracias a un gol de Lolo conseguido en el segundo tiempo.
Sir Crawford, Lord Mayor del Ayuntamiento de Belfast, los recibe personalmente y los invita a visitar el suntuoso edificio del Parlamento, y a participar en la inauguración de los nuevos pabellones del Estadio, donde son alojados en los cuartos más confortables.
El 4 de octubre ya están en Glasgow, ciudad británica en Escocia, célebre por su catedral, el único edificio religioso respetado por la Reforma.
Se alistan para enfrentar al Celtic, un equipo con característica de juego similar a los sudamericanos, de pases cortos y gran dominio individual del balón. Ganan 2 a 1.
El partido es intensamente disputado y gusta a las tribunas, ocupadas por 10 mil personas que celebran las dos conquistas de los locales levantando y haciendo ondear pañuelos blancos.
Lolo se da cuenta del detalle cuando anota el gol de honor y es aplaudido y vivado de la misma forma.
El cañonero no puede con su genio y se acerca a Pacheco: Oiga, compadre, me parece que la tribuna está llena de apristas.
En esa ciudad, que luego recorren invitados por los jugadores del Celtic, Lolo se consagra como un shoteador no visto en esos lares por lo menos cinco años ha.
En botes especiales y cicerones ad hoc, los sudamericanos pescan y pasean por los lagos escoceses, y se dan tiempo para colocar una ofrenda floral en el Cenatoph, cripta de los héroes, y asistir a un banquete en su honor con la asistencia de los cónsules de España, Chile, Brasil, Bolivia y Argentina. El cónsul peruano ni siquiera justifica su inasistencia.
De esa ciudad se trasladan a Edimburgo, capital de Escocia y cuna de Walter Scott y Robert Louis Stevenson, cuyas respectivas obras más conocidas, Ivanhoe y La Isla del Tesoro, han leído uno que otro de los viajeros.               
En esa ciudad también son objeto de una impresionante recepción encabezada por el Lord Mayor y la alta sociedad local. El 8, son invitados a presenciar el partido entre Heart of Midlothian y Patrick Thistle, en cuyo entretiempo son obligados a bajar al campo y dar la vuelta olímpica para recibir el saludo de los aficionados locales.
Al otro día, los jugadores del Hearts no se muestran tan condescendientes y ganan al Combinado 3 a 0, derrota atribuida por los sudamericanos al mal estado de la cancha que estuvo inundada por la fuerte lluvia que cayó antes del encuentro.
Allí mismo les explican, y lo comprobarán varias veces después, que en Europa los partidos programados se juegan así tengan que hacerse sobre una piscina o en un lodazal.
Antes de abandonar Edimburgo, son invitados a firmar el álbum de honor del Ayuntamiento donde figuran las firmas de soberanos y destacadas personalidades de otras partes del mundo. 

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Nuestros futbolistas demostraron su capacidad hasta en Gran Bretaña.

HONOR AL MÉRITO
El viaje de los sudamericanos continúa hacia Gran Bretaña, país invadido por los bretones que bautizaron sus islas, y por las tropas de Julio César en el año 55 a. de C.
En la ciudad británica de Newcastle, el 11 de octubre, los jugadores del Newcastle United, demostrando ser herederos de los fundadores del balompié, golean al Combinado 6 a 1. El gol de honor es anotado por Pacheco. Se lamenta la ausencia de Valdiviezo, pero por suerte el encuentro fue presenciado por sólo 2,000 ingleses.
En la recepción posterior al encuentro, el presidente del club ganador los agasaja en el Royal Hotel y los compensa con un discurso en el que expresa su satisfacción por la visita de los sudamericanos.
Lo visto esta tarde, dice, me ha permitido apreciar la valía del fútbol sudamericano, lleno de elegancia y picardía.
Cuando lo complementen con remates, llegaran los goles y los triunfos, remata el orador.
Al llegar a Londres, la delegación dedica buen tiempo a hacer turismo y visitar la Torre de Londres, el Hyde Park, el Palacio de Buckingham, el Picadilly Circus y Trafalgar Square.
Después visitan el Park Saint James, la Catedral de San Patricio, el Palacio de Cristal, las Reproducciones de Cera de Madame Tussard; pasean sobre elefantes por el zoológico londinense y aprovechan para visitar el buque peruano ‘Rímac’, que está siendo reparado en el puerto.
La tripulación peruana de la nave se sorprende y alegra con la visita, y en su honor salen a relucir fuentes de cebiche, cau-cau y tacu-tacu, que durante tantos días han dejado y dejarán de saborear.
Permanecen en Londres hasta el 16 de octubre, día en que se enfrentan al West Ham en el estadio Utom Park, y empatan 2-2, con goles de Lolo y Luco del lado sudamericano.
La actuación del Combinado, considerada entre las mejores de la gira, es favorablemente comentada por la prensa local.  Daily Mirror, Daily Express, Evening News, Daily Mail, Evening News, New Chronicle, The Star y Daily Herald, coinciden en sugerir a los latinos mejorar sus remates frente al arco.
El juego de los chilenos y peruanos, también ha sido apreciado por el presidente de la Liga Inglesa, sir Frederick Wall, quien al final ingresa a los camerinos para felicitarlos por su desempeño.
"Hace veinte años, dice Wall, no felicitaba a ningún equipo, ni siquiera ganador de la Copa Inglesa. Esta tarde ustedes me han hecho recordar que hace quince años el seleccionado de Escocia rindió aquí mismo una actuación tan perfecta como la que acaban de ofrecernos ustedes."
El diario londinense The Times, comenta al día siguiente:
“La felicitación de sir Wall a los integrantes del ‘Combinado del Pacifico’ fue el justo premio a la actuación de los jugadores sudamericanos. Jamás lo había hecho antes a otros equipos, incluyendo los nacionales, por lo que debe considerarse como algo excepcional: como si el Rey en persona, hubiera felicitado a los jugadores visitantes.”
The Times califica al partido de “brillante” y destaca los goles de Lolo Fernández, el primero del encuentro, y el del empate logrado por Lulo, quien luego de la anotación "se desmayó mientras el público batía palmas porque ese gol ponía cifras definitivas y justas al sensacional encuentro".



La Holanda de esos tiempos dentro de los países bajos.

ANDA, CORRE, JUEGA 
El resultado, además de levantar el ánimo a los jugadores, trae como consecuencia el deseo de toda Europa por ver en acción a esos virtuosos del balón del nuevo continente.
Las ofertas para presentarse en diversos escenarios se multiplican, y les demanda un esfuerzo extraordinario.            
El siguiente país a visitar es Holanda, la antigua república de Batava convertida en reino por Napoleón en 1806, hoy ciudad de los tulipanes, donde recorren el palacio de la Reina Guillermina.
En Amsterdam, la capital holandesa construida sobre 90 islas unidas entre sí por 400 puentes, juegan un solo partido el 25 de octubre, ante 6 mil espectadores que los ovacionan continuamente. Se enfrentan al Sparta y vencen 3-0, con goles de Lolo, Luco y Schneberger.
Apenas terminado el partido se dirigen directamente a la estación del tren que los debe conducir a Praga, la capital checoslovaca, a orillas del Moldava, una de las ciudades más bellas de Europa y escenario de la guerra de los Treinta Años.
Tienen la suerte de llegar antes del 28 de octubre, fecha del aniversario de creación de esa república, y ser recibidos por las máximas autoridades locales encabezadas por el alcalde del Ayuntamiento. Ahí mismo se les anuncia que serán  incluidos en el programa de celebraciones.
El día central son invitados a presenciar el desfile militar encabezado por el recientemente reelecto presidente Thomas Masaryck, montado en un brioso corcel blanco, quien agradece con un gentil movimiento de cabeza los cariñosos aplausos que le brindan los jóvenes sudamericanos desde la tribuna.
En la tarde del mismo día, después de presenciar una extraordinaria exhibición de gimnasia masiva, juegan con el Spartak local, campeón nacional y reciente vencedor del Peñarol de Uruguay, y Gimnasia y Esgrima, de Argentina.
En el estadio de la capital checa, una multitud de 25 mil personas colma las cuatro tribunas, entona reverente su himno patrio y guarda respetuoso silencio cuando una gigantesca banda interpreta las notas del Himno Nacional del Perú.
El Combinado pierde 2-1, con gol de Villanueva, pero ofrece un buen espectáculo futbolístico que merece el aplauso de las tribunas.
Al día siguiente, son invitados a almorzar por el presidente del Sparta, quien les obsequia carteras de cuero ruso.
En la tarde, ante 35 mil espectadores, se apuran en empatar con el Slavia, a dos goles por lado, con anotaciones de Lolo en los minutos finales, porque deben abordar el tren que los conducirá a Munich, la ciudad alemana famosa por su cerveza.
Los compromisos adquiridos los obliga a jugar sin mayor descanso después de cada viaje.
Así, tras su actuación en Checoslovaquia permanecen en el tren durante más de 24 horas para llegar a la capital del Estado de Baviera a las 11 de la noche del 30 de octubre. 


Alejandro "Manguera" Villanueva

JUEGO BAJO LA LLUVIA 
Llegan cansados, se acuestan tarde, duermen poco y tienen que levantarse temprano. Al ver el nuevo día, se alegran porque está nevando y piensan que el partido de esa tarde será postergado, y podrán descansar un poco más. Además, Pacheco, Saldarriaga y Magallanes están lesionados.
Vana ilusión. Después de almuerzo reciben la llamada urgente: en el estadio los esperan para jugar. ¿Sobre nieve? Eso no tiene nada que ver: para los alemanes compromisos son compromisos, y hay que cumplirlos aunque se caiga el cielo.
Peruanos y chilenos se confían porque el equipo al que tienen que enfrentar --el Bayern Munich-- recién empieza a cobrar fama y no es considerado tan peligroso.
Sin embargo, pierden por la diferencia de 2 goles contra 1 de Lolo, que no fue mayor gracias a las excelentes intervenciones de Valdiviezo ovacionadas por las tribunas.
En Munich visitan el Monumento a los Caídos y parten para Dresde, ciudad sobre el Elba, célebre por haber sido escenario de la batalla en que Napoleón I venció a los austroprusianos en 1813. Permanecen dos días visitando las fábricas de porcelanas y de instrumentos ópticos y musicales, y después se dirigen a Berlín.
Llegan a la capital alemana el 9 de noviembre y hacen primero lo primero: visitar una cervecería. Son invitados a conocer la residencia particular de Adolfo Hitler, donde un atento militar les hace entrega de pequeñas insignias del partido Nacional Socialista, como recuerdo de su visita al lugar y por especial encargo del Fuhrer.
El 11 de noviembre, Día del Armisticio, se enfrentan a la selección de Berlín, vencedor hace poco de la selección de Italia. Los alemanes ganan por 3 goles contra 1 del chileno Luco. Nuevamente Valdiviezo se convierte en la figura más destacada,  con admirables intervenciones que llevan a un cronista local a decir de él que "parecía un muñeco mecánico atajando bolas".
Esa noche asisten a una función de gala en el teatro Winter Garden, y luego, a un banquete de primera en el hotel Russicher, donde el profesor Oskar Glocken, les obsequia un busto en bronce del premier alemán Adolf Hitler.
No obstante el resultado, la fama de los sudamericanos es motivo de varios comentarios de la prensa europea, uno de los cuales, suscrito por el columnista ingles Jack Colty, dice:
“El público debe haber quedado maravillado del perfecto dominio de pelota que demostraron los sudamericanos y sus pases, que siempre fueron dirigidos al jugador mejor colocado. Pero a pesar de su aparente hipnotismo sobre la pelota y sobre los jugadores rivales, abusan de las filigranas y pecan de no disparar desde fuera del área. Parece raro que un equipo, con tantos jugadores perfectos y con absoluto dominio de la pelota, falle palpablemente en los remates y en la marcación.”
El siguiente destino alegra a los jugadores: les toca París, la Ciudad Luz, la de la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo de la Estrella y la iglesia de Saint-Germain-des-Pres, pero también la acogedora ciudad del Moulin Rouge, el Lido y el Can-Can.
Sin embargo, llegan el 12 de noviembre y lo primero que conocen es un campo de fútbol. De la estación del tren los conducen directamente al Stadium des Princes, donde ya los esperan los jugadores del Francaise, reforzado.
Tiene sabor a triunfo el empate logrado, 2 a 2, por el hecho de haber jugado después de viajar toda la noche. Lolo y Schneberger anotan por el Combinado.
Al final del mismo día, logran probar cama y descansar a sus anchas.
A la mañana siguiente se dan tiempo para recorrer las entrañas de París, a bordo del Metro, pagando un solo boleto al valor de 14 francos.
También visitan la iglesia de Notre Dame, el museo del Louvre, suben a la torre Eiffel, pasean por la plaza de la Concordia, colocan una corona ante la tumba del Soldado Desconocido y, finalmente, recalan en el Stadium del club Buffalos. Ya es 18 de noviembre.
El nuevo rival es el seleccionado de París, con el que empatan 2 a 2, gracias a un autogol parisién y a un cabezazo de Villanueva.
Terminado el partido, otra vez, se dirigen directamente a la estación del tren para trasladarse a Montpellier, ciudad famosa por su facultad de Teología, donde estudio Petrarca, el célebre erudito, poeta y humanista italiano.
De la estación se dirigen al estadio donde se enfrentan al reposado y entusiasta Olímpicos de Montpellier, ante el que caen vencidos por 2 a 1. Nuevamente, Lolo saca la cara por los sudamericanos.
Sin tiempo para recorrer la ciudad, el mismo día 19 vuelven al tren, esta vez con destino a la Costa Azul francesa sobre el Mediterráneo, y descienden en la ciudad-puerto de Niza, que antes perteneció a fenicios y griegos, y fue saqueada varias veces durante la Edad Media.
Mientras los jugadores recorren el Sur de Francia, a Lima llegan despachos cablegráficos que informan que la agencia Cook ha tomado a su cargo la contratación de los próximos partidos del Combinado del Pacifico, y promete hacerlos jugar en Suiza, Italia, Francia, Portugal, donde tiene partidos ya concertados; y cruzar el Atlántico para jugar en Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires.
Mientras tanto, Sanhueza retorna a Lima, de paso para Santiago de Chile, acompañando a Subiabre quien debe ser operado en su país. El Combinado queda con 19 jugadores. La defección del chileno se suma a la de Souza Ferreyra.


Nuestro futbol llegó a la bella NIza

Todos aprovechan la permanencia en Niza, para alternar con príncipes árabes y empresarios norteamericanos, dueños de compañías petroleras, que veranean y gastan sus dólares en ese balneario.
Bien comidos y mejor descansados, peruanos y mapochinos ganan en brillante partido al Olympique Gymnastic Club of Nice por un contundente 5 a 2, con cuatro soberbios goles de Lolo y un extraordinario ‘gol olímpico’ que anota Pacheco al momento de servir un córner.
Los perdedores no se contentan con al resultado y solicitan la revancha. Para jugarla una semana después.
Oh, maravillosa decisión, claman los jugadores. Una semana de descanso viviendo a cuerpo de rey, jugando en los casinos a donde sólo acuden millonarios: Jette, Trocadero, Mediterráneo, París y el casi legendario Montecarlo.
El día del partido, 30 de noviembre, los locales se muestran nerviosos y poco amigables, pero efectivos en su accionar. Empiezan por adelantarse en el marcador y apenas empezado el segundo tiempo ya van ganando por 4 a cero.
No puede ser, dice Villanueva y se pone al frente. Lolo se pone diablo. Los demás se contagian. Empiezan a descontar el marcador.
Los del Olympique se encorajinan y empiezan a jugar a la mala. El partido se torna accidentado. Cuatro árbitros son cambiados en los restantes minutos de juego. Uno de ellos es el jugador Vicente Arce, metido de contrabando.
Los artistas del balón no se arredran y continúan atacando hasta que suena el pitazo final. Logran empatar el partido 4 a 4 y dejan con las ganas a los locales. Y adiós a ese paraíso terrenal.
Permanecen unos días más en Niza y el 4 de diciembre se enfrentan al seleccionado de la Costa Azul, con el que empatan 4 a 4 con tres goles de Tovar y uno de Alegre.

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También estuvimos en Marsella. 
AUDACIA NO ES EL JUEGO 
Al día siguiente, otro largo viaje en tren para llegar a Marsella, la segunda ciudad francesa fundada por los griegos fugitivos de Focia hacia al año 600 a. de C., conquistada por César en el 49 a. de C. y anexada al Imperio Romano, cuyos restos del teatro, puerto y arsenal aún conserva.
Aprovechan la escala para admirar las colinas que rodean la ciudad, una de las cuales se ve coronada por la basílica de la Guardia; y, para contratar a dos jugadores franceses y un austriaco, como refuerzos.
Sin mayor descanso, vuelven al tren para cruzar la frontera franco-española y recalar en Barcelona, capital de Cataluña, uno de los principales puertos del Mediterráneo y principal centro industrial de España.
Los jugadores están descuadernados, con los huesos molidos, los riñones maltratados, las piernas magulladas, pero así y todo deben enfrentar dos partidos, programados para la misma fecha y a la misma hora, pero en diferentes ciudades. Entonces, apelan a los refuerzos.
Es el 8 de diciembre de 1933.
Se arman dos equipos. Uno jugará en la misma Barcelona.
El otro se dirigirá a Madrid, la capital española cuyos orígenes no se conocen con exactitud; antaño disputada por moros y cristianos y hoy principal centro ferroviario de España. El Combinado enfrentará aquí al equipo representativo de la capital española, dizque con fines benéficos pro jugadores españoles lesionados.
Los resultados de tamaña audacia no se hacen esperar.
El Combinado del Pacífico 1, conformado por aliancistas, chalacos, tres chilenos, dos franceses y dos universitarios, pierde 4 a 1, ante el Barcelona FC, capitaneado por el casi legendario ‘Divino’ Zamora. Villanueva anota el gol de honor.
El Combinado del Pacifico 2, integrado por los titulares del Universitario, el chileno Luco y el austriaco Christian Reitch, pierde catastróficamente por 10 goles a 1, anotado por Tovar.
El vencedor es el poderoso equipo del Real Madrid, el mismo que el año siguiente será considerado equipo base de la selección española y estará a punto de ganar el Campeonato Mundial de 1934.
Esos catorce goles en contra y dos a favor en un solo día, tienen el efecto de una bomba entre la afición de Lima, que culpa de todo a la Federación Peruana de Fútbol.
El presidente de la FPF, Dr. Luis Picasso Rodríguez, dice, que el Combinado no tiene representación oficial; y apoya la decisión de cancelar la gira por el ‘gesto  de organizar dos partidos en una misma fecha.
Los comentaristas deportivos atribuyen el gesto a los promotores de la gira que, movidos por el afán de ganar ‘unas pesetas más’, organizaron los encuentros ante dos equipos poderosos, poniendo en peligro el prestigio del fútbol nacional.
(Se hace un balance provisional de los partidos jugados por el Combinado en su larga gira, incluyendo el disputado en Curazao: ha ganado 3 veces, empatado 8 y perdido 8).
La FPF telegrafía a la FIFA para hacerle conocer su decisión.
Reyynaldo Gubbins responde que la cancelación obedece a motivaciones políticas, porque él ha anunciado que participará en las próximas elecciones presidenciales, y lo demuestra la ausencia de los cónsules del Perú en las ciudades visitadas por el Combinado del Pacífico. Así no se puede jugar, dice.
Dos días después, la propia FPF deja sin efecto su acuerdo de cancelar la gira, y todo sigue su rumbo como si nada hubiera pasado. Que siga la bola.
No obstante, los muchachos sudamericanos ven cancelados sus otros compromisos en la misma España, le dicen adiós y retornan a Francia. 
Juegan dos partidos de poca importancia y escasa repercusión, uno con un equipo llamado Hyres y otro con la selección de Saint Ettienne, capital del departamento de Loire y ciudad devastada durante las guerras de religión. (Los periodistas e historiadores del fútbol Guillermo Cortez Núñez y Teodoro Salazar sostienen que
ambos partidos fueron empatados a cero goles). 



La Seleccion Nacional de Berlín en 1936

NIEVE Y CHOCOLATE 
Se trasladan a Niza y allí celebran la fiesta de Navidad alrededor del árbol instalado en el comedor del Central Hotel, cantando valses peruanos y rondas navideñas; y viendo caer nieve a través de los grandes ventanales.
De nuevo al tren, llegan a San Remo, centro turístico por excelencia, y visitan la residencia-laboratorio del doctor Boronoff, llena de monos para sus experimentos científicos.
Mientras descansan en el hotel, reciben la visita del entrenador del Messina, Jorge Orth, quien hace tres años entrenó a la selección chilena que participó en el Mundial de 1930 y es muy amigo del chileno Luco. Se saludan cordialmente y brindan por el reencuentro.
Pasadas las celebraciones navideñas, el 26 de diciembre enfrentan al Pro-Vercelli de Torino, tercero en el campeonato italiano. Con él empatan 1 a 1, con gol de Pacheco para los sudamericanos. Apenas 3 mil espectadores ocupan las tribunas del Lettorio Stadium para verlos.
 En el siguiente viaje cambian tren por barco y se dirigen a Cádiz, una de las ciudades más antiguas de Europa, fundada por los fenicios mas de mil años antes de Cristo, y ahora uno de los puertos de ultramar más importantes de España.
Al llegar a esa ciudad --conquistada, incendiada y abandonada por los ingleses al mando del almirante Charles Howard a fines del siglo XVI-- son recibidos por los gaditanos en un ambiente de fiesta: en plenos preparativos para recibir el Año Nuevo.
Peruanos y chilenos también se preparan y festejan la llegada de 1934, enseñando a bailar valses y polcas a los siempre alegres lugareños.
La relajada escala les hace bien. Pero no logran concertar ningún otro partido en el continente europeo. Y deciden abandonarlo para dirigirse a cumplir sus últimos compromisos fuera de él.
Llegan a las Islas Canarias, conocida por los antiguos como Islas Afortunadas, redescubiertas por los árabes y ahora parte del territorio español.
Impresionan favorablemente a los aficionados del abrigado puerto de Las Palmas, capital de las Canarias Orientales, donde juegan doce partidos, contra cuatro equipos locales.
Inauguran sus actividades del nuevo año el 5 de enero de 1934. Se enfrentan al Marino F.C., ante el cual pierden 2 a 1, con gol de Pacheco.
Al día siguiente, juegan con el Victoria F.C. y vuelven a perder por 3 a 1, esta vez con gol de Villanueva.
El 11, conceden la revancha al Victoria y le ganan 3 a 2, con dos goles de Lolo y uno de Villanueva.
El 14, vuelven a enfrentar al Marino F.C. al que vencen por 2 a 0, con un primer gol marcado por Schneberger.
En medio de comentarios favorables, el Combinado cambia de isla y se dirige a Santa Cruz de Tenerife, ciudad fundada en 1494 y jamás conquistada por el corsario inglés Francis Drake ni por el almirante Nelson, gracias en parte a sus costas acantiladas.
En ese puerto, el 18 de enero juegan ante el Club Deportivo Tenerife, que gana 3 a 1, con gol de penal sancionado por Lolo Fernández.
Tres días después sostienen un nuevo y accidentado partido con el mismo CD Tenerife, durante el cual se sancionan cinco penales, cuatro de ellos a favor de los locales. Tenerife pierde dos penales, atajados por el siempre alerta Valdiviezo; y anota dos. Lolo logra convertir el penal cobrado a favor del Combinado y Schneberger anota el gol de empate.

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El  "Mago" Juan Valdivieso: gran arquero.

DESORDEN EN LA CASA 
El 23 de enero llegan a Lima noticias transmitidas por las agencias United Press y Transocean que informan de la decisión de los chilenos Montero, Luco y Schneberger de abandonar la gira, tras un incidente con el peruano Astengo.
Se dice que la orden de repatriación ha sido dictada por el presidente chileno Arturo Alessandri Palma, socio honorario del Colo Colo.
Un cable fechado el 26 de enero desmiente el embarque de los chilenos, que continúan en la gira, mientras esperan la llegada de sus pasajes.
En Lima, la situación del Combinado  suscita una ardua polémica. Preocupa a los dirigentes la situación de los pasajes que no estarían asegurados.
El 29 de enero, a las 3 y 45 de la tarde llega al Alianza Lima un cable procedente de Tenerife: “Situación mala, sin pasajes”. Firma: Valdiviezo.
La Federación culpa de la situación a la Liga de Lima, esta alega que la responsabilidad es de Juan Carbone, organizador del viaje. Carbone, presidente del Alianza Lima, desmiente la versión, exige explicaciones al Comité Nacional de Deportes y demanda el retorno inmediato de Valdiviezo y Villanueva.
El vicepresidente del Universitario, A. Hohagen Diez Canseco, afirma que los pasajes están asegurados y que serán girados sólo cuando lo solicite Plácido Galindo, Capitán del equipo.
Carbone replica que el contrato de los aliancistas fue suscrito con el empresario Jack Gubbins, y no con la ‘U’. “¿No saben los de la U quién es el empresario de la gira?”, pregunta Carbone en carta dirigida a La Crónica.
Mientras, el Combinado continua jugando: el 26, enfrentan al Deportivo Salamanca de Tenerife, y empatan 2-2 con goles de Alegre y Tovar.
El 28, juegan por tercera vez con el CD Tenerife y, como la primera, pierden 3 a 1, con gol de Villanueva.
Se olvidan del revés para regocijarse con la llegada de Luis Souza Ferreyra, directamente de Liverpool, recuperado ya de la operación a que fue sometido cuatro meses atrás.
Está con diez kilos menos y es recibido con aplausos y bromas. Tendrás que comer harto frijol y bastante camote para recuperar tu peso, le dicen.
Con la delegación completa, retornan a Las Palmas, el 3 de febrero juegan con el Atlético Las Palmas, y ganan por 3 goles a 0, con anotaciones de Lolo, Tovar y Alegre. En el segundo tiempo, Denegri se enfrenta a golpes con el extremo izquierdo del equipo canario y ambos son expulsados.
El 10 de febrero se enfrentan al Gran Canarias y le ganan por la mínima diferencia con gol de Lolo. El equipo local pudo empatar al cobrarse un penal cometido por Arturo Fernández, pero el delantero canario remató fuera del arco.
El 14 de febrero vuelven a jugar por tercera vez con el Victoria F.C. y empatan 1 a 1 con gol de Lolo a los 10 minutos.
Finalmente, y a manera de despedida, se juega un último partido, nuevamente con el Marino FC de Las Palmas, al que en brillante demostración de habilidades vuelven a derrotar por 7 goles a 1.
Tres goles son convertidos por Lolo, dos por el sureño Schneberger, uno por Villanueva, que reemplazo a Tovar para el segundo tiempo; y otro por Pacheco.
En el primer tiempo, el equipo sudamericano cometió un penal, pero el delantero canario encargado de efectivizarlo, en un gesto de caballerosidad para con los visitantes, tira la pelota a las manos de Valdiviezo.
Esa misma noche celebran el triunfo y se despiden de los isleños que organizan una gran fiesta en honor a los ilustres visitantes. 
Cargados de experiencias, de anécdotas y conocimientos, peruanos y chilenos inician el camino de retorno el 18 de febrero de 1934, a bordo del barco ‘Virgilio’.
El miércoles 7 de marzo, llegan al Perú.
Cientos de personas esperan a los viajeros desde las 2 de la tarde en los muelles de Guerra y de Fleteros en el Terminal Marítimo del Callao. Obreros y damas de sociedad, familiares y dirigentes, estudiantes y vecinos, se confunden y pelean a puño limpio por ser los primeros en abrazar a los recién llegados.
Las madres de Valdiviezo, Villanueva y Criado logran, a duras penas, acercarse a sus hijos que aparecen con la ropa arrugada, las corbatas al revés. Maquilon contiene las lágrimas al enterarse la muerte de su hermano.
Los periodistas buscan a Galindo y lo bombardean a preguntas. Hemos hecho conocer al Perú, dice el capitán del Combinado, creían que éramos una provincia de Argentina, un pueblo vecino a Nueva York o un país colonial de Sudáfrica.
Se acercan a Villanueva. El Maestro exhibe un billete de media libra: “Con esto me fui; con esto llego”, dice.
                                                                          DE CAL Y DE ARENA

Universitario suspende los agasajos que había organizado para los viajeros. Alianza Lima ofrece una cena íntima para Valdi y Manguera. El reencuentro con la comida criolla es celebrado con mucho vino.
El domingo 11 de marzo se organiza un partido de reencuentro: la ‘U’ sale al campo con sus titulares: Arturo Fernández y Soria en la defensa; Denegri, Arce y Astengo, en la media; y Pacheco, Alegre, Lolo y Tovar, en la delantera; y dos refuerzos: Valdiviezo en el arco y el delantero Luco.
Por el Combinado Azul, juegan: Pardon; Breña y Valdez; Charún, Arana y Cantas; Teodoro Alcalde, Lizarbe, Jorge Alcalde, Bulnes y Pasache.
El Combinado Azul gana al Combinado del Pacífico por 4 goles a 1, con goles convertidos por los hermanos Alcalde --dos cada uno-- y Lolo Fernández.
En la noche los perdedores asisten al té-danzant que en su honor se desarrolla en las instalaciones de un restaurante de la avenida Brasil.
VERDADES A MEDIAS

El balance de la gira del Combinado del Pacifico deviene inevitable: oficialmente, han jugado 34 partidos: 8 ganados, 12 perdidos y 14 empatados.
Han anotado 60 goles a favor y 74 en contra. Lolo es el score con 22 goles, lo siguen Villanueva y Tovar, con 7 cada uno; Pacheco y Schneberger, 6; y Alegre y Luco, 3 cada uno. Y un autogol. (*)
Considerando los partidos no oficiales jugados en el norte del Perú, en Colón y Curazao, los partidos jugados llegan a 39, y los ganados, a 12; Lolo aumenta su cuenta de goles anotados a 28; Villanueva, a 13; Schneberger, a 9; Pacheco, a 7; Alegre, a 5, y Luco, a 4. Aparecen Arce y Subiabre con dos goles cada uno; los autogoles, aumentan a dos; y Tovar, se mantiene con 7.(**)   La  experiencia adquirida por los peruanos en esta gira no la veremos, necesariamente, reflejada en el campo de fútbol en los días y meses subsiguientes, salvo contadas y honrosas excepciones.
Lo importante es que el fútbol peruano ahora si es conocido, respetado y, por lo mismo vigilado y temido. Lo comprobaremos cuando tengamos que jugar en las Olimpiadas de Berlín, en 1936, en el reducto del nacionalsocialismo alemán.
Y falta poco para eso. (José Luis Vargas Sifuentes)               
               
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                (*) No se consideran los goles anotados por los sudamericanos al Olimpiques de Niza el 30 de noviembre; ni el segundo gol al Marino FC de Las Palmas, el 14 de enero. Los despachos cablegráficos de la época no los consignan.
               
                (**) En esos cinco partidos, el Combinado anotó 30 goles, lo que constituyó un buen comienzo. Sin embargo, el corresponsal de Piura olvidó señalar a los autores de los cinco goles con que el Combinado goleó al seleccionado local el 11 de setiembre.
               
                NOTA DEL AUTOR. Las cifras estadísticas nunca han sido debidamente confirmadas y documentadas. Los ya citados Guillermo Cortez Núñez y Teodoro ‘Lolo’ Salazar, sostienen que el Combinado jugó 39 partidos, divididos exactamente en 13 empates, 13 derrotas y 13 triunfos. Sin embargo, el primero de ellos en el capítulo correspondiente de su libro ‘Lolo, su vida, sus goles’ (páginas 39 al 47) consigna 14 empates; y lo mismo hace Lolo Salazar en sus libros ‘Y dale U’ (pp. 49-54) y ‘Lolo, Ídolo Eterno’ (pp. 63-65). A su turno, Javier Rojas, en la ‘Enciclopedia de los campeones’ (p. 53) precisa que se jugaron 48 partidos.

                En la misma obra y página, Rojas atribuye a Lolo la consecución de 45 goles; Salazar dice que fueron 48, en ‘Lolo, Ídolo Eterno’ (pp. 30 y 63), pero en su obra ‘Arriba Alianza’ (p. 34), advierte que Lolo anotó 31 goles, y Villanueva 16.

2 comentarios:

  1. No se detalla en la presentación del blog, pero la nota de Piolín sobre la gira del Combinado del Pacífico por Europa de agosto de 1933 a marzo de 1934, nos la envió a Justo Linares y a mí, como una contribución suya al libro que estamos finalizando sobre "El Siglo de LOLO", Irrepetible Goleador del Fútbol Peruano", el mismo que presentaremos el 30 de agosto en que se registran 60 años del retiro del también reconocido "Cañonero".
    Reiterado agradecimiento por tan amena e importante lectura, fuerte abrazo y seguimos comunicados.
    Roberto Salinas

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  2. Gordo:
    Gracias por el envío,destacó la cronica sobre los 50 años de Correo y el monumental informe sobre una gira deportiva accidentada con un detallismo magistral pocas visto, saludos.
    Victor

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