El cambio de siglo significó
muchas cosas para el Perú, muchas. Lo que Jorge Basadre ha llamado, en su
monumental Historia de la República, la
República Aristocrática, fue vivido de distintas maneras por cada peruano y
es hoy estudiada desde diferentes perspectivas. Entre todas ellas, hay una que
destaca por sus brillos de legendaria aventura y tesonero valor, elementos que
han contribuido mucho a la construcción del moderno Perú. Es la perspectiva de
los exploradores, de los hombres de camino, de aquellos que dedicaron su
esfuerzo a expandir las rutas peruanas e incorporar, así, nuevos territorios a
la vida nacional.
Uno de ellos fue Joaquín Capelo, hombre de múltiples
facetas que lo mismo realizó riesgosas expediciones que estudio, con profundo rigor, los usos
capitalinos en su fundadora Sociología
de Lima, cuyo cuarto tomo apareció en 1902. Capelo había nacido en Lima, en
1852, y falleció 75 años más tarde, en París. Fue la suya una vida llena de
actividad dinámica y, en buena medida, ejemplar.
Joaquín Capelo soñaba con
otorgarle a la Amazonía peruana un sistema defensivo propio, otorgándole al
mismo tiempo estabilidad económica en base a sus recursos naturales. Estaba
convencido, definitivamente, de que en esa vasta extensión de verdes junglas,
caudalosos ríos y lluvias abundantes estaba depositado el destino de nuestro
país, su futuro y sus promesas.
Capelo soño con la Amazonía del Perú.
Capelo soño con la Amazonía del Perú.
IMPULSOR
Así fue que sumándose a la larga
lista de exploradores y estudiosos (Mesones Muro, Portillo, Numa Pompilio León,
etc.), Capelo realizó en 1901 el recorrido de los límites fronterizos de Loreto, promovió la creación de San Martín y dio cabida a la colonización
de las tierras montañosas del Oriente
nacional, generoso depósito de riquezas naturales para infinitas generaciones
de peruanos. Igualmente, Joaquín Capelo
fue el impulsor de los asentamientos militares de montaña, como aquel que se
encuentra en Puerto Bermúdez, claves de la defensa territorial.
Propugno, asimismo, la formación
de una Corte Superior en Iquitos y pidió que el Presupuesto de la República
consignara partidas para la adquisición de vapores y lanchas fluviales para el
transporte de pasajeros. Estos intereses, profundamente relacionados con su
actividad política y producto de su amplia visión de futuro, no fueron sin
embargo obstáculo para que su inquieta mentalidad se ocupara de los más
diversos problemas, en abundantes trabajos manuscritos, muchos de los cuales
han permanecido inéditos.
La Sociología de Lima, por
ejemplo, examina con profusión la vida de la capital en sus aspectos públicos y
privados, con atenta mirada de observador científico. Pasa revista a los sistemas de organización comercial, a la
estructura de las construcciones, las relaciones con la naturaleza, a la
explotación de los valles y a la actividad cultural y educativa. Como señala
Basadre, a pesar de su prosa por momentos árida y a sus frecuentes digresiones
de carácter abstracto, esta obra constituye un aporte fundamental al
conocimiento de la Lima finisecular, descrita con abundancia de detalles y con
una fidelidad nunca negociable.
Tapa de uno de sus libros.
Tapa de uno de sus libros.
DENUNCIA
También anduvo Joaquín Capelo por
los caminos de la Literatura. Ern 1912 apareció en Madrid, bajo seudónimo, una
novela suya titulada “Los Menguados”.
Se trata, vuelve a decir Basadre, más bien
de un panfleto político-social que de un texto estrictamente literario, pues en él Capelo denuncia las injusticias de la sociedad peruana, la ineficacia de
nuestros gobernantes y la poca atención que se brinda a las necesidades del
pueblo.
Este tono de denuncia y crítica
social marcó en mucho su preocupada y constante actividad pública. En efecto,
fue Joaquín Capelo ardoroso defensor de los ideales indigenistas, que causaban
entonces gran revuelo en la sociedad peruana y que inflamaron muchos y muy
valiosos espíritus durante varias épocas consecutivas. Habiendo sido
impenitente viajero por todas las regiones del país, pudo Capelo conocer de
manera directa los problemas del mundo
andino, y pudo encontrarles una razón histórica, como se demuestra en su
folleto “La Despoblación” (Lima-1912),
que relata el modo en que los habitantes originarios del Perú fueron diezmados
tras la Conquista española.
El final de su vida parece, empero,
señalado por el pesimismo. Capelo ocupó el Ministerio de Fomento en el gabinete
formado en 1914, pero permaneció muy poco tiempo en el cargo. En 1916 fue
nombrado Director del Cuerpo de
Ingenieros de Caminos y más tarde viajó a Europa. La muerte, como hemos dicho,
lo sorprendió en París, una mañana de Julio de 1925.
CONOCIMIENTO
Las luchas de Capelo, en especial
las realizadas en pro de la zona oriental de nuestro territorio, no fueron sin
embargo infructuosas. Su declaratoria de
límites para Loreto, aprobada en la Cámara de Senadores, ha permanecido vigente
durante todos estos años y ha permitido una mejor administración del gigantesco departamento. Su profundo
conocimiento de la selva, a la que dotó de mejor organización política, ha sido
el punto de partida para los intentos de desarrollo regional que allí se han
hecho, como es el caso del actual departamento de San Martín, cuya creación es
obra de Capelo. Menos suerte tuvieron
sus intentos de ampliar las partidas presupuestales
para la Amazonía, así como su brega por la adquisición de líneas ferroviarias
que hoy tanta falta hacen en todo el país.
Joaquín Capelo es figura de gran
relevancia en la vida republicana del Perú. Su nombre está asociado con el de
los grandes soñadores, con el de los aventureros, tanto como con el de los intelectuales que han clamado, sostenidamente,
por nuestro desarrollo con justicia social. Sin duda, su empeño democrático, su
lucha con el atraso y con la miseria son parte de una larga historia, aún
inacabada, para nuestra sociedad. Los caminos que tan apasionadamente este
hombre recorrió, a los que su tenacidad consiguió abrir, siguen esperando. (Jorge Donayre Belaúnde)
Muy interesante su artículo, quisiera preguntar si se encuentra actualmente preparando un trabajo tipo tesis o si sabe si alguien lo está haciendo. Me puede responder a este correo: ana.151192@gmail.com, mi nombre es Ana Laya
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