Ha sido considerado, a lo largo de toda la historia de la intelectualidad, como el cantor eminentemente popular del teatro peruano.
Autor, escritor y dramaturgo. Sobre todo de comedias y sainetes. Uno de sus
grandes logros: la peruanidad completa de sus valiosas obras.
Enfrentado como eterno rival a
Pardo y Aliaga. Este último muchas veces acusado de extranjerizante y elitista,
aunque con mérito evidente. Mientras que nuestro personaje, para la mayoría de
entendidos y especialistas, el creador por excelencia del sabor criollo nacional, retratando
acertadamente la sociedad del siglo XIX.
Manuel Ascencio Segura, cuya vida transcurrió entre 1805 y 1871,
representó marcadamente a los grupos sociales que emergieron con fuerza en un
país como el Perú que pasaba por una etapa crucial, en vista que recién se
había librado del yugo colonial español para ser enteramente libres. Esta fue una existencia de cualidades intelectuales y cabe recordar que en honor de tan
brillante hombre, actualmente y desde el año 1929, uno de los teatros más
importantes de Lima lleva su nombre.
Su padre, Juan Segura, fue
teniente del Ejército de España y la madre una dama criolla que se llamaba
Manuela Cordero. Familia de raíces huancavelicanas. Pero que residía en Lima, la capital del Virreinato
del Perú, vecinos del barrio multisocial de Santa Ana.
Manuel Ascensio Segura
Manuel Ascensio Segura
MILITAR
A instancias de su progenitor siguió la
carrera militar y se enroló en las filas de los realistas cuando era adolescente
aún y no pasaba de los l5 años. Combatió al lado de los españoles en la Batalla
de Ayacucho. Derrotados por el ímpetu y
la gallardía de los patriotas, los Segura no obstante se quedaron a vivir en el
país.
Con el paso de los años y la
madurez contraída, Manuel cambió de convicciones por completo y con entereza
comenzó a creer en las ideas de avanzada y de independencia. Así fue como pasó
a defender las causas justas en contra
del coloniaje.
Como militar alcanzó el grado de
capitán del segundo batallón Zepita acantonado en Jauja en 1831. Eran las
épocas del gobierno del General Agustín Gamarra, del cual fue empecinado partidario.
Sus biógrafos señalan que la
primera comedia que escribió se llamó “La
Pepa” en la cual reprochaba, con
mucha fuerza, la prepotencia de los militares. La pieza nunca llegó a
representarse ni tampoco a publicarse, por el temor a que afectase su carrera.
Segura intervino, con valentía y
decisión, en las diferentes guerras civiles que ocurrieron en el país. Estuvo
con Felipe Santiago Salaverry y por aquella época trabajó como Administrador de
la Aduana de Huacho. Posteriormente se trasladó al sur y luchó contra la invasión
boliviana de 1835.
“LA BOLSA”
Derrotado su bando, casi pierde
la vida en el enfrentamiento bélico y luego
sufrió prisión en la provincia arequipeña de Camaná. Posteriormente atendió el llamado del General
Gamarra y sirvió en el Ejército hasta
que se retiró definitivamente, habiendo obtenido el grado de Teniente Coronel
de la Guardia Nacional. Era el año de 1842.
Segura pasó a engrosar la
burocracia como empleado del Ministerio de Hacienda. Aprovechó sus tiempos
libres para dedicarse a lo que le gustaba, la intelectualidad. Escribió en el
diario “El Comercio” y publicó allí, por entregas, su única novela que lleva el
título de “Gonzalo Pizarro”.
Editó un periódico propio
denominado “La Bolsa” En sus páginas aparecieron sus artículos costumbristas: “Los Carnavales”, “Me Voy al Callao”, “El
Puente” y muchos otros más. Había, en sus notas, un lenguaje directo y
familiar que atrapaba con facilidad a los lectores.
En este medio de comunicación,
también insertó algunos poemas y letrillas satíricas como la titulada “A las Muchachas”. Simultáneamente sacó
a luz “El Cometa, periódico que alcanzó doce números. Otros artículos
costumbristas fueron: “El Té y la
Mazamorra”, “Los Viejos”, “Las Calles de Lima”,” Dios te Guarde El Día de las Aalabanzas”. Así se convirtió en el
escritor costumbrista junto con Pardo y Aliaga.
Ambos escribían en periódicos
satíricos distintos. Pardo y Aliaga en “El Espejo de mi Tierra” y Segura en
“Lima Contra el Espejo de mi Tierra”. Cruzaron versos de ataques constantes, el
uno contra el otro. Un ejemplo de esta correspondencia literaria resultó el
poema de Segura sobre “Los Tamales”
y la consiguiente respuesta de su rival con “El Tamalero”.
MATRIMONIO
Manuel Ascencio se convirtió en el
hombre de teatro de Lima al estrenar infinidad de piezas, con excelente
aceptación por parte del público. Entre 1840 y 1842 presentó el drama “Amor y Política”, la comedia “El Sargento Canuto”, la obra histórica
“Blasco Núñez de Balboa”, “La Saya y el “Manto” y el entremés “La Mozamala”
Contrajo matrimonio con la joven
Josefa Fernández de Viana de 23 años de edad con quien se fue a vivir a Piura
varios años, trabajando como Secretario
de la Prefectura de ese departamento. El matrimonio procreó dos hijos: uno
muerto a temprana edad y otra mujer que se llamó María Josefa del Rosario.
Entre las obras teatrales del
prolífico autor también figuran: “Ña
Catita”, “La Espía”,” El Resignado”, “Nadie me la Pega”, “Un
Juguete”, “El Santo de Panchita”
en colaboración con Ricardo Palma, “Percances
de un Remitido”, “Lances de Amancaes”
y “Las Tres Viudas”.
DIPUTADO
Fue diputado suplente por el
departamento de Loreto, pero no destacó mucho en las lides parlamentarias. Lo
que ocurría era que no podía vencer su timidez, en la tribuna congresal. Más a
gusto estaba en las veladas literarias que se realizaban en la librería de los
hermanos Pérez o en los portales de la
Plaza de Armas. Golpeado por problemas de salud, relacionados con el asma que
sufría, murió el 18 de Octubre de 1871.
Como poeta imitó mucho a don
Francisco de Quevedo. En este género destaca sus creacion: ”A las Muchachas”, sextillas dirigidas a las limeñas beatonas y
presumidas. Asimismo La Pelimuertada,
pieza poética que le sirvió para atacar duramente a Pardo y Aliaga y otros
escritores denominados académicos.
En cuanto a sus obras teatrales, “El Sargento Canuto” ridiculiza los
alardes de un militar que por su altanería es expulsado de la casa de la mujer
a quien pretende. En “La Saya y el Manto”,
que es una comedia, se ocupa de un solicitante de empleo público que para
lograrlo enamora a una joven y le promete matrimonio en actitud eminentemente
falsa. Solo le interesaba el trabajo para poder subsistir.
Una de sus más famosas obras de teatro.
Una de sus más famosas obras de teatro.
Quizás una de sus piezas más
famosas fue “Ña Catita” que es una
anciana picara, chismosa e intrigante que pretende ligar a Juliana, una joven
cándida y dulce, con Alejo tipo don juanesco que simula tener gran solvencia
económica y alcurnia. Una historia de amor con sorpresas diferentes que recibió
el respaldo de la crítica y del público.
Comediógrafo ingenioso que pintó
lugares y personajes con singular destreza. La caricatura fue su forma descriptiva
favorita. Sus personajes principales eran la limeña beatona y encubridora, el
militar aventurero, los politiqueros inescrupulosos, los falsos aristócratas y
los empleados públicos arribistas. Un retratista de la población limeña de una
determinada época que, evidentemente, destacó con calidad literaria. Vale la
pena recordarlo. (EdeN)
No hay comentarios:
Publicar un comentario