Jorge del Prado Chávez tuvo firmeza en sus convicciones
aunque equivocadas de un marxismo que fracasó incluso antes de finalizar su convulsionada vida con la caída
del muro de Berlín, la desaparición de la Unión Soviética a la cual permaneció
leal siempre y la traición de Fidel Castro a los ideales primigenios de la
revolución cubana, donde el sátrapa se encaramó en el poder de forma rapaz y dictatorial y hasta lo transfirió,
ejerciendo una nefasta monarquía, a su hermano Raúl: el actual gobernante de la
isla que pasa por una de las crisis peores de su historia, tanto económica como
socialmente. Sin exageración, en todo orden de cosas de la vida nacional de ese
país. El fracaso de los fracasos
imperdonables.
A lo largo de su presencia pública fue uno de los
jerarcas más destacados del Partido Comunista del Perú (PCP), agrupación que seguía a pie juntillas la línea de Moscú. Amigo,
discípulo y seguidor del pensador José Carlos Mariátegui en sus años mozos,
aguerrido dirigente sindical de la actividad productiva. Constituyente en 1978
y Senador de la República en varios periodos y oportunidades.
Jorge del Prado.
Jorge del Prado.
HONESTIDAD
Vida honesta, vida de ideales,
vida de entrega a lo que creía con convicción propia. Con sacrificio empedernido
en medio de sufrimientos por la perdidas
de la libertad. Preso en las mazmorras de las cárceles del Perú durante varias
dictaduras que asolaron en el país y nublaron la vida democrática.
Provenía de una familia acomodada
de Arequipa con una fuerte influencia intelectual y artística. El padre, Eleodoro del Prado, un connotado abogado de
prestigio con bufete profesional abierto en la blanca ciudad. La madre se llamaba Julia Chavez Núñez. Un total de 22 hermanos, de los cuales 10 llegaron a la
adultez.
Su esposa la pintora Etna Velarde y sus hijos:
José Carlos, Vladimir del Prado Segura y Carmen del Prado Velarde, de profesión
Antropóloga y productora de TV que lamentablemente falleció a los 29 años, en
un trágico accidente de tránsito. El
insigne político siguió estudios de Dibujo y Pintura en la Escuela Nacional de
Bellas Artes, dirigida por el eminente pintor Daniel Hernández.
EL ABUELO
Mientras que su abuelo paterno
fue el fundador de un periódico que se llamaba “La Guillotina” y formaba parte
del ala izquierda del movimiento progresista que lideraba Manuel González Prada. Tal ilustre ancestro integró, al lado
de Mariano Lino Urquieta, un movimiento inspirado en los ideales de la
Revolución Francesa.
También fundador del Movimiento
27 de Febrero creado para defender a la patria en el preludio del Combate del 2 de Mayo. Luego se desempeñó como Secretario del Presidente e la República, Mariano Ignacio
Prado. Intelectual multifacético:
laureado poeta, dramaturgo y profesor del
famoso Colegio arequipeño de la Independencia Americana.
En la Arequipa de 1919 cuando
estaba terminando la primaria en el Colegio
Jesuita de San José , Jorge del Prado
tenía como vecinos al que después fue Cardenal del Perú, Juan Landázuri
Ricketts y al posterior Senador del Partido Popular Cristiano, Mario Polar
Ugarteche.
Antes, a los ocho años, conoció al ex Presidente del Perú, José Luis
Bustamante y Rivero, recién graduado de
abogado y trabajando en el estudio de su padre, quien fue dos veces Alcalde de
la capital mistiana y luego Senador de
la República.
Poco tiempo después, en 1926,
como artista plástico recién iniciado y junto a otros jóvenes escritores e intelectuales con inquietudes progresistas,
formaron el grupo denominado “Revolución”, entablando posteriormente relaciones
directas con el pensador José Carlos Mariátegui.
Al estar instalado ya del Prado
en Lima, empezó propiamente su intenso trajinar como luchador social y
político, bajo las enseñanzas directas del Amauta. Acudía diariamente a la casa
del insigne escritor ubicada en la calle
Washington izquierda, donde asistió a los famosos coloquios que se desarrollaban,
precisamente, en el célebre rincón rojo mariateguiano.
PROTAGONISTA
Como protagonista de la historia
política y social peruana durante el siglo XX, compartió a través de su vida con dirigentes sindicales. Al mismo tiempo
que con parlamentarios autoridades y
otros personajes de todas las tendencias.
Conspicuo opositor, eso sí, de los apristas
y y del pensamiento conservador. Pero lo hizo siempre con altura y con respeto,
ganándose el aprecio y la amistad de sus contrincantes que lo admiraban por su consecuencia y su don de gentes.
Su aporte a la creación del
movimiento sindical empezó con el intenso trabajo de formar la Federación
Minera del Centro, de la cual fue su primer Secretario General en 1930. Luego
vino la lucha constante en defensa de
los trabajadores.
Con su esposa e hija.
Con su esposa e hija.
CONSTITUYENTE
Tal actitud permanente lo llevó a
escribir el “Manual del Sindicalismo”, una
obra sobre el movimiento obrero desde su punto de vista y con el cual se
formaron generaciones de dirigentes gremiales, a partir de la década del 60 del
siglo pasado.
Resultó vital su participación en la reconstrucción del movimiento sindical comunista, promoviendo la
creación de organismos de este tipo y, posteriormente, la refundación de la Confederación
General de Trabajadores del Perú (CGTP) en 1968.
Participó como uno de los
principales dirigentes y protagonistas del exitoso paro nacional del l9 de
Julio de 1977, en contra del gobierno militar de Morales Bermúdez. Y en la
misma actitud de fuerza realizada el 22 de marzo de 1884 que afectó al régimen
belaundista. Sufrió un atentado en la Plaza 2 de Mayo que casi le cuesta la
vida.
Integró la Asamblea Constituyente
de 1978 presidida por el líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre, teniendo
una destacada participación en la elaboración del capítulo V de la carta Magna
de 1979, referido a los derechos sindicales y laborales. Sus compañeros de partido elegidos en idéntico cargo fueron: Raúl
Acosta, Isidoro Gamarra, Eduardo Castillo, Luis Alberto Delgado Béjar y
Alejandro Olivera Vila, nítida bancada comunista ortodoxa.
NACIMIENTO
Muchos años antes, en 1945, participó
en el Frente Democrático que llevó a la Presidencia de la República a José Luis
Bustamante y Rivero. Como lider del Partido Comunista intervino en la conformación del Frente de
Defensa del Petróleo en 1960 y del de Liberación
Nacional, poco tiempo después en las elecciones dos años después.
Promovió la formación de Izquierda Unida, máximo referente a través de
la historia de este grupo que llevó a Alfonso Barrantes Lingán a la Alcaldía de Lima y a tener un
tercio de miembros del Parlamento en 1985.
A lo largo de su vida política,
combatió las dictaduras de Sánchez Cerro, Benavides, Prado
(primer periodo de 1939 a 1945), Odría, Pérez Godoy, Morales Bermúdez y
Fujimori. Si aplaudió al régimen
socializante de Juan Velasco Alvarado. Sufrió torturas, varios años de prisión
y exilio en sus enfrentamientos a aquellos gobiernos autocráticos.
Nació el 15 de Agosto de 1910 en
el distrito arequipeño de Yanahuara. Permaneció en la blanca ciudad hasta los
13 años cuando fue enviado a estudiar a Lima la secundaria en el Colegio
Guadalupe. A mediados de 1929, fue
detenido por primera vez en una redada policial por razón de sus ideas y
permanece un mes en el calabozo del Cuartel “El Sexto”.
Muy joven con Mariátegui.
Muy joven con Mariátegui.
CLANDESTINO
Ese año del Prado se unió al Partido Comunista,
entonces llamado Socialista, y a instancias de Mariátegui se trasladó a la
sierra central a trabajar de minero en las minas de Morococha, donde organiza
sindicatos y el I Congreso de Trabajadores de esta actividad. A renglón seguido
sufrió su segunda detención.
Lo nombraron en 1931 miembro del
Comité Central del Partido Comunista del Perú y Secretario de Organización de
Lima de esa agrupación política. En 1932
confinado por la dictadura de Sánchez Cerro a Madre de Dios, ciudad de
donde escapó y se dirigió a Bolivia, durante una travesía de cuatro meses por la
selva e incluso contrae una penosa
enfermedad. A su retorno a Lima, al poco tiempo, recapturado y se exilió en Chile.
Entre 1935 y 1938 se encargó del
trabajo político de su partido entre Lima y Cusco. Lo detuvieron nuevamente y
condenado a 5 años de prisión. Su pena es luego reducida a tres en la temida
isla penal de El Frontón. En 1942 volvió a la Comisión Política del PCP y al
Secretariado del Comité Central.
Durante la dictadura de Odria,
del Prado pasó a la clandestinidad. Antes, entre 1945 y 1948, Secretario General del Comité Central
y en 1949 pasó a ser Secretario Ejecutivo del Comité Regional de
Arequipa.
Participó en la rebelión de su tierra
natal en 1950 y a raíz de ello nuevamente desterrado. Pasó cinco años, de
1951 a 1956, en condiciones precarias con su familia en el exilio cumplido en
Argentina, Bolivia y Brasil.
En un mitin de Izquierda Unida en la Plaza San Martín.
En un mitin de Izquierda Unida en la Plaza San Martín.
“UNIDAD”
De 1956 a 1958 nuevamente sirvió
de Secretario del Comité Central del PC y de 1958 a 1962 editó el periódico “Unidad”.
Le puso el titulo principal a ese medio de comunicación. Al año siguiente
nuevamente confinado en la colonia penal selvática de El Sepa y la Isla el
Frontón. En 1964, lo designaron
Secretario General del PCP.
Jugó un rol protagónico en las
luchas populares que apresuraron el fin de la dictadura militar de Morales
Bermúdez, incluyendo la huelga de hambre en la
casona de Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Lo eligieron Constituyente en
1978 y en 1980 electo Senador de la República, en la lista de la coalición de
Izquierda Unida. Lo reeligieron en 1985 y 1990.
Despojado de su curul, a raíz del autogolpe de Fujimori. Pasó a denunciar al régimen como articulista
político del diario “La República” y en movilizaciones populares.
Hablando al centro. Lo acompañan Henry Pease y Alfonso Barrantes.
Hablando al centro. Lo acompañan Henry Pease y Alfonso Barrantes.
SIMON
A la vez retomó sus actividades en la pintura, afición
artística que tanto practicó en su juventud. Falleció el 13 de Agosto de 1999 en el Hospital Almenara
de Lima, dos días antes e cumplir los 89 años
Resultó un incansable luchador de la unidad de su partido desde los años 30
y destacó en la campaña contra Eudocio Ravines, quien ocupó altos cargos en la organización
partidaria. Incluso como agente encubierto en Chile y España. Y terminó
saliendo del comunismo para pasarse, de frente, a las filas de la derecha.
En la obra “Cuatro Facetas de la
Historia del PCP”, del Prado dio cuenta de todas las crisis de su partido y las
divisiones que ocurrieron hasta 1978, donde se alejaron grupos de militantes
influidos por el maoísmo y la división total entre China y la Unión Soviética. El dirigente
jamás abdicó del comunismo moscovita.
Escribió varios libros que son
escritos y ensayos que mostraron al camarada Simón, nombre con el que se le conocía
internamente, como un estudioso minucioso de la vida política nacional y un
impulsor del socialismo marxista.
Del Prado fue elegido por primera vez Secretario
General del PCP en el Congreso Nacional de 1946. Cargo que retornó en 1960 para
ser continuamente reelecto hasta 1991 donde es reemplazado por Renán Raffo.
El líder sobrepasó la vida del
Partido Comunista Peruano y se le considera una de las principales figuras en
la lucha del pueblo peruano por la democracia y la justicia social. Creía, como necesidad permanente, en la
unidad y el socialismo en nuestra patria. Hay que tomarlo en cuenta, aunque
tuvo ideas que, para muchos, son erróneas. (Noé).
Imparcial y merecida reseña biográfica de unos de los políticos peruanos que supo dedicarse de lleno a la defensa de sus, muchas veces , combatidos ideales. Viejos políticos de cuño hoy por hoy añorados en todas las posturas: izquierda, centro y derecha.
ResponderEliminarESA RATA MISERABLE
ResponderEliminarViejo necio defensor de ideologias fracasadas y de dictadores repugnantes.
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