Hombre con fortuna y dinero, a
decir del insigne intelectual Jorge Basadre, de agitada y larga trayectoria que
llegó a la Presidencia de la República del Perú, entre 1912 y 1914, pasados los
60 años y se ganó el mote de “pan grande” porque eso es, precisamente, lo que
le prometió como alimento primordial de
cada día al pueblo imbuido de cierto progresismo como atisbos preliminares y muy particulares de
justicia social. Aunque nunca, ni siquiera perteneció remotamente al socialismo.
Ni a doctrina parecida o semejante. Si
es cierto que mostró interés, preocupación por los pobres en un peculiar y movido
gobierno que duró menos de dos años. La bota militar de Benavides a la cabeza, lo sacó del poder. Muchos dicen que por
necesidad pública. Al poco tiempo, el
político falleció exiliado, dejando eso sí huella de probo, honrado. Aunque para otros incoherente
con sus ideas extravagantes. Lo cierto es que los primeros atributos bastan y
sobran para ser recordado, por siempre, por la Historia.
Guillermo Enrique Billinghurst Angulo, nacido allá al sur en la bella y apacible
Arica entonces peruana un día antes de Fiestas Patrias el 27 de Julio de 1851,
tuvo color político determinado porque fue militante del Partido Demócrata de
Nicolás de Piérola, con quien lo unió cierta lealtad. Aunque con peleas y pareceres distintos de por medio, a
lo largo de su vida pública. Vicepresidente
de la República del Gobierno pierolista iniciado en 1895. Sin embargo, el
califa y su propia agrupación nunca apoyaron su candidatura presidencial que lo
llevó al poder.
Antes de llegar a ser mandatario
de la nación, el insigne personaje se desempeñó como Alcalde de Lima y pudo mostrar, a tirios
y troyanos, una vasta obra emprendida. Aguerrido parlamentario, diputado
representando a Tarapacá: pedazo salitrero del Perú que después nos quitaron los chilenos por el rigor de la
fuerza injusta y la guerra fratricida. Posteriormente Senador por Tacna,
Presidente de la Cámara Alta en 1896,
Precisamente “Pan Grande” fue un
luchador valiente, dentro de su espíritu de rebeldía innata y permanente, de la patria en contra del
invasor durante la conflagración del Pacífico. Incluso estuvo cautivo y preso de
forma injusta en territorio mapochino, bajo las leyes duras de los gobernantes
del país de la estrella solitaria que
nos agredió.
Lo que lo perdió, durante su gobierno, fue su enfrentamiento
constante con el Congreso de la República y, por eso mismo entre otras razones,
cuando quiso cerrarlo vino la reacción
militar. Accedió al poder en olor a multitud y abusando de ello, incluso, se dio el lujo de
pedir y conseguir la anulación de las elecciones que lo favorecieron arguyendo
vicios, equivocaciones garrafales y que no se habían inscrito como debía ser,
gran cantidad de ciudadanos. Para muchos, el colmo de usar, indebidamente, la
popularidad. Mientras que otros respaldaron su actitud, como signo de
transparencia total.
Guillermo Billinghurst, Presidente del Perú.
Guillermo Billinghurst, Presidente del Perú.
EL GRAN MITIN
Lo cierto es que el Parlamento
desconoció los comicios y a renglón
seguido, constitucionalmente, lo eligió para el periodo 2012-2016 que nunca se
cumplió por la irrupción castrense. Antes se había realizado un paro
general en Lima y los seguidores del
candidato, enardecidos, rompieron las mesas
electorales y pusieron en fuga al personal a cargo de estas actividades.
Sus críticos vuelven a la carga: todo se podía hacer y eso era ilegal y por
ende rechazable.
Saltó a la palestra política
superior y presidenciable prestigiado por sus logros en el Municipio de Lima y,
de un momento a otro, se vio acompañado de un prestigio total, aliado y como principal dirigente de un movimiento popular surgido
espontáneamente en el país.
La campaña se reforzó con una
gran manifestación popular y de masas compactas ocurrida el domingo 19 de Mayo
de 1912, la misma que se inició en la Alameda de los Descalzos del populoso
distrito del Rímac y recorrió las principales calles de la capital.
En el acto público, que impresionó por
completo, se exhibieron unos cartelones que mostraban un pan enorme con la
promesa de que sería vendido a diez
centavos si se elige al caudillo, contrastando con otro pequeño más caro de
veinte centavos si subía al poder su rival. A partir de ese momento, el ariqueño comenzó a ser
llamado por el pueblo como “Pan Grande”, en señal de adhesión multitudinaria.
El contrincante era el civilista
conservador, Antero Aspíllaga, hijo de un ciudadano chileno y de una dama
peruana con poco carisma y cuyo origen familiar paterno fue explotado al máximo,
con mucha xenofobia y poca objetividad. Hasta lo consideraron inepto e incapaz para ejercer la presidencia de la república.
LA OPOSICION
Pulverizado electoralmente el
supuesto chilenófilo como lo llamaron peyorativamente, el mismo que al principio de
la campaña electoral fue el fijo y favorito para después volteársele por
completo las posibilidades, Billinghurst comenzó a gobernar el 24 de Septiembre
de 1912 con un gabinete, presidido por Elías Malpartida, que duró muy poco. Los
ministros y grupos de apoyo del Ejecutivo caían con mucha facilidad, creando
inestabilidad y desconcierto. No precisamente
fuerza. Ni menos consistencia
Lo que pasaba es que en el
Congreso había mayoría leal al ex-Presidente Leguía, el antecesor de la Casa de
Pizarro, y a los civilistas quienes actuaban en una férrea y cuajada oposición.
Los parlamentarios quisieron censurar a los ministros por el cierre y asalto de
la imprenta donde se hacía un periódico satírico llamado “El Mosquito”,
dirigido por un hombre venenoso e ingenioso, Florentino Alcorta, quien atacaba
a mansalva al régimen y cuyo domicilio fue asaltado por turbas adictas al oficialismo. Todo esto enardeció los ánimos y
profundizó las pugnas.
La gran manifestación en la Alameda de los Descalzos.
La gran manifestación en la Alameda de los Descalzos.
MATANZAS
Sin embargo, hay una constante en
el gobierno de Pan Grande: el apoyo permanente a los sectores obreros que dio
lugar a consecuencias determinadas y determinantes. Por un lado, el rechazo
total de los sectores conservadores que se enardecieron indignados por tal
actitud que la consideraban enteramente demagógica.
Y por otro corrían,
paralelamente, los sectores populares que propiciaban, a cada a rato huelgas y
paros que evidentemente, agudizaban las contradicciones. En medio y para
resolverlas, el presidente de fortuna y se puede decir millonario perteneciente
a los sectores oligárquicos que jugaba con sus actitudes populistas, dando
lugar a un gobierno débil e inestable.
La coyuntura se agravó,
precisamente, cuando lamentablemente ocurrieron las matanzas de un significativo
número de indígenas de las zonas puneñas de Azángaro y Chucuito. Lo peor es que
se atribuía como autores a los propios hacendados y latifundistas, mientras que
el campesinado luchaba por acabar con las injusticias y la explotación. Como
realidad innegable.
Adicionalmente, el panorama se complicaba por completo en vista de que aún no estaba
resuelto el diferendo limítrofe con Chile, Para colmo de males, el Gobierno se
inclinó por el aplazamiento del plebiscito que resolvería la cuestión de Tacna
y Arica hasta el año 1923.
Ello, evidentemente, trajo la discusión y el
conflicto con la oposición que consideraba la medida oficialista de
“chilenizante”. Por la prorroga que,
durante muchos años y en forma constante,
fue el arma permanente del país de la estrella solitaria.
OBRAS
Los allegados al régimen y el
propio presidente estaban convencidos de que no era hora de soluciones en vista
de que no se podían enfrentar militarmente a Chile y ellos calculaban que las novedades
ocurrirían después.
Cuando el país siguiera la senda del
desarrollo y de la paz. Todo ello se arregló con el Tratado de 1929, en tiempos
de Leguía, donde perdimos territorio y Arica pasó, inexorablemente, a manos
chilenas.
Como obras tangibles e
importantes del régimen nacido con tanta popularidad figuran, indiscutiblemente, el apoyo a los
sectores populares de trabajadores al darse
el primer decreto sobre la reglamentación de las huelgas, en vista de
los innumerables paros y otras medidas de fuerza que estallaron en Lima y
amenazaban con extenderse por todo el país. Era el 24 de Enero de 1913.
Lo mismo ocurrió con el decreto
de reconocimiento de la jornada de ocho horas para los trabajadores del Muelle
y Dársena del Callao, dos meses después.
Y el acercamiento entre obreros peruanos y chilenos para que acudieran
como invitados, durante las celebraciones de las fiestas nacionales de ambos
países.
PUGNA
Una política de mejoramiento de
servicios portuarios, sobre todo en el Callao, se emprendió cuando se abrió el
Canal de Panamá al comercio marítimo, volviéndose a privilegiar al trabajador
con la construcción de viviendas obreras cómodas y baratas en el barrio de
Malambo. Las mismas a las cuales se podían acceder previa cancelación de una cuota inicial módica
y pagos mensuales adecuados.
También dentro de esta tónica, el
Gobierno fundó la Escuela de Enseñanza
Doméstica que preparó a las mujeres de escasos recursos para ganarse la vida
con un oficio, cuya dirección recayó en las monjas de Maria Auxiliadora.
Por otro lado, el ferrocarril de
Lima a Chilca fue una realidad como vía de comunicación construida y las
creaciones estuvieron a la orden del día: Madre de Dios fue reconocido como
departamento de la selva del Perú, la
Compañía Recaudadora de Impuestos comenzó a actuar para realizar obras de envergadura y la
Empresa de Agua Potable pasó a ser
administrada por el Estado.
La pugna con el Congreso
persistía y cada vez se iba de mal en peor. Lo que trajo como consecuencia una
decisión presidencial persistente. El cierre de sus actividades legislativas
para dar paso a una consulta plebiscitaria que reforme la Constitución. La idea
primordial consistía en que coincidieran la elección del Presidente de la
República y la de los integrantes del
Parlamento, para poder gobernar con mayoría parlamentaria.
El Coronel Benavides que derribó al Presidente.
El Coronel Benavides que derribó al Presidente.
GOLPE
El autor de estos planes resultó
ser Mariano H. Cornejo, un jurista y abogado de polendas de origen arequipeño y puneño que,
posteriormente, tuvo una actuación pública prioritaria y destacada en tiempos
de Leguía. (Ver semblanza de su vida en
el archivo de este blog, con fecha 29 de mayo del 2013)
El enfrentamiento de los poderes
del estado estaba que echaba chispas e inclusive se comentaba la posibilidad de
que grupos armados del pueblo, que seguían lealmente al mandatario, iban ocupar
a la fuerza las instalaciones legislativas.
Ello dio lugar a que diferentes
fuerzas políticas soliciten la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas.
Conspiraban en tal sentido el diputado Arturo Osores, el periodista Alberto
Ulloa Cisneros, Director del diario “La Prensa” que, dicho sea de paso, fue
clausurada por su desenfrenada oposición, el montonero Augusto Durand y los
hermanos Javier, Jorge y Manuel Prado Ugarteche.
Ad portas de las reformas
constitucionales, la madrugada del 4 de Febrero de 1914 se levantó la Guarnición
de Lima comandaba por el entonces Coronel Oscar R. Benavides. El Palacio de
Gobierno fue atacado y reducida la guardia presidencial, después de un
enfrentamiento sangriento y violento.
ASESINATO
Billinghurst fue tomado prisionero, obligado
a dimitir, puesto en la cárcel del Panóptico
y, posteriormente, deportado rumbo a Iquique. En el tiroteo y enfrentamiento de
Palacio, hubo desafortunadamente algunos
muertos y heridos.
Entre estos últimos estuvo el Teniente Luis Miguel Sánchez Cerro,
posteriormente Presidente del Perú entre
1931 y 1932, cuya actuación fue muy bizarra, dice Basadre. El pueblo que había
vitoreado con fervor a su caudillo no
acudió a defenderlo en la hora precisa.
Un hecho completamente rechazable ocurrió
el mismo día del golpe. El asesinato del Ministro de Guerra, el General Enrique
Varela, en las instalaciones del Cuartel de Santa Catalina acribillado mientras
dormía. Para Basadre, un episodio negro de la Historia del Perú.
El
pensador consideró a la víctima la figura más respetable y gloriosa del Ejército
nacional en el servicio activo. Figuró
con honor en la Guerra con Chile
y combatió en San Francisco y Tarapacá. Herido y prisionero conoció el
cautiverio.
Cuenta, en su libro sobre la Historia del
Perú, que este militar ilustre, reliquia de la guerra a quien había respetado
las balas del enemigo murió villanamente ajusticiado por sus propios
subalternos, en un crimen no sólo
espantoso y cobarde sino innecesario.
Según la sentencia del tribunal militar que
juzgó a los cobardes agresores, el
Teniente Alberto Cavero fue designado
por los conspiradores para que neutralice y apresase a Valera, con la
recomendación que se le guardara las consideraciones propias de su alta graduación
y merecimientos personales y se evitase el derramamiento de sangre.
Manifestaciones politicas a comienzos del siglo XX
Manifestaciones politicas a comienzos del siglo XX
SORDO
Cavero ingresó al dormitorio del general
acompañado por el sargento primero Celso Butrón, los sargentos segundos Edmundo
Corrales Nieves y Celso Calderón y los cabos Alejandro Cano y Teodomiro Neyra.
El oficial
mandó prender la luz del recinto donde dormía la víctima y apuntó al
general, intimidándolo por dos veces con la frase “Se rinde o no se rinde”.
Para colmo de males, Varela era sordo y, en esos dramáticos momentos, estaba
semidormido. Por eso mismo, nunca pronunció una palabra. Entonces,
inexplicablemente, el Cabo Neyra le
disparó con su fusil y le produjo una herida de necesidad mortal.
Después de retirarse, Cavero comisionó a
uno de sus acompañantes, que no llegó a ser identificado, para que comprobase si la víctima había muerto. Este sujeto desconocido, en actitud
canallesca, lo golpeó con la culata de su arma y le destrozó la clavícula derecha
y algunas costillas del mismo lado. El
cadáver quedó abandonado durante varias horas y se le despojó del dinero, de
diversas prendas que llevaba y del propio vestido. Qué tal barbaridad.
DESTIERRO
La sentencia declaró a Cavero autor del
delito de insulto al superior y le impuso la pena de 20 años de penitenciaría
con las accesorias de expulsión del Ejército, inhabilitación absoluta por el
tiempo de la condena y la mitad más después de cumplida, interdicción civil y
sujeción a la vigilancia de la autoridad.
El cabo Neyra fugó y se mando archivar el
documento legal correspondiente. Los demás procesados fueron absueltos. De
acuerdo a la denuncia de Basadre, Cavero debió haber sido beneficiado con una
amnistía porque, según una versión muy difundida, él estaba reincorporado al Ejército cuando el
Ministro de Gobierno, Germán Leguía y Martínez, llevó a cabo su política de
represión en 1921 y, se aseguró, fue el custodio del General Benavides luego de
ser apresado.
El Presidente depuesto vivió un tiempo en su tierra natal Arica. Allí
llegó desterrado también Augusto Durand.
Nunca se vieron. Ni tampoco se reconciliaron, dejando de lado la antigua
amistad de muchísimos años. Entre ambos prevaleció, hasta el final, el encono y
la rivalidad política.
La Cancillería Peruana, inexplicablemente, obligó
al ex mandatario a salir de aquel puerto y el desterrado se fue a Iquique donde
falleció el 28 de Julio de 1915, en vísperas de cumplir 64 años. Poco antes
habían circulado en Lima absurdas versiones sobre un plan suyo de invadir el
Perú. Rumores que nunca se convirtieron en hechos.
DESTIERRO
El Congreso del Perú ordenó que los restos
de Billinghurst fueran trasladados a Lima, tributándoles los honores
correspondientes al cargo de Presidente de la República. Esta decisión ostenta honda significación pues
implicó un homenaje del mismo Poder del Estado que lo derribó y sacó del poder.
Por su parte, el Gobierno de Chile, en
señal de solidaridad americana, decretó honores presidenciales para el
ciudadano peruano cuyo cadáver se repatriaba, a pesar de que no existían
relaciones diplomáticas entre los dos países. En el Callao y en Lima se registraron
entonces imponentes manifestaciones de dolor. No sólo el protocolario y
oficial. Sino también el espontaneo y fervoroso, surgido del alma popular.
En cuanto su vida personal y familiar, su
abuelo fue el patriota inglés, Roberto Billinghurst, a quien el Gobierno de las
Provincias Unidas del Río de la Plata dio la primera ciudadanía argentina por
sus servicios a la Independencia y llegó a ser diputado unionista contra el
tirano Rosas, para ser recordado hoy en una calle de Buenos Aires que lleva su
nombre. Por su parte, el padre de Guillermo murió ahogado en Arica en 1868, a
causa del maremoto.
Inició sus estudios en Lima y los completó
en Chile con una educación de tipo británico. Se dedicó luego al comercio en
las provincias de Tacna y Arica y a la industria minera en Tarapacá. Era
entrañable amigo del que resultó
posteriormente héroe nacional, Alfonso
Ugarte.
Tapa de uno de los libros del ariqueño.
Tapa de uno de los libros del ariqueño.
CON
PIEROLA
Acompañó a Piérola en la expedición del
Talismán, en la revuelta del Yacango y en la aventura del Huáscar en 1877. En
1878 elegido Diputado por Tarapacá.
Cuando Manuel Pardo fue asesinado se creyó que al crimen le seguiría una
revuelta y, para facilitar al Gobierno los medios de conjurarla, una moción fue
presentada al Congreso para declarar a “La Patria en peligro” y suspender las
garantías constitucionales. La proposición fue sancionada casi por unanimidad.
Sólo tres representantes osaron votar en
contra. Uno de ellos Billinghurst
Durante la Guerra con Chile obtuvo el título
de coronel temporario y posteriormente de Jefe del Estado Mayor del Ejército
del Norte. Hizo, además, una arriesgada visita al interior de Bolivia para estudiar
la posibilidad de un ofensiva sobre el territorio chileno, plan que consideró practicable.
Estuvo entre los defensores heroicos del
Morro Solar, después de la batalla de San Juan. Prisionero llegó a ser enviado
a Chile. Tras la firma de la paz se desempeñó como Cónsul del Perú en Iquique.
Su padre murió como socio de la casa comercial Campbel Outram, sin que fueran reclamados
sus derechos.
Hacia 1887, la entidad de negocios referida
era millonaria y Guillermo Billinghurst
inició un pleito que llegó hasta los tribunales de Santiago y fue, con el paso
del tiempo, objeto de una transacción.
PERIODISMO
Cada uno de los tres hermanos-Guillermo,
Roberto y Celia- recibió aproximadamente unas veinte mil libras esterlinas. Más
tarde el político heredó a sus dos hermanos. Asimismo ayudaron a darle una
holgada posición económica el producto de la venta de las aguas de Pica a la
compañía de agua potable de Iquique y las acciones de varias salitreras, así
como otros negocios.
Militó en el periodismo. Cooperó a la
fundación del diario de Iquique “La Industria” que redactó el escritor
colombiano Justiniano de Zubiría. Fue fundador y Director del Ateneo de aquel
puerto. Escribió varias obras de interés local como “Estudio sobre la Geografía de Tarapacá” (1886), “Abastecimiento de Agua
Potable para Iquique” (1887), “Condición Legal de los Peruanos Nacidos en
Tarapacá” (1887), “Los Capitales Salitreros de Tarapacá” (1889) “La Irrigación
de Tarapacá” (1887), "Los Capitales Salitreros, Legislación sobre Salitre y Bórax
en Tarapacá" (1903)
Por esa época redactó también una “Historia de la Provincia de Tarapacá”,
con datos muy valiosos y que nunca llegó a ser editada. Ya antes de la Guerra
con Chile había publicado “Rápida Ojeada
Sobre La Cuestión Salitre (1875) y "Compendio de la Legislación Municipal del Perú" (1877). Durante aquella contienda salió de su pluma “Alfonso Ugarte, Corona Fúnebre" (1880) y “Reconocimiento Militar del Río Desaguadero y de la Altiplanicie Andina”.
ALCALDE
Con su aporte político y económico contribuyó
a la victoria de la revolución pierolista de 1894-1895. Vicepresidente de la
República y Senador promovió la colonización del departamento de Loreto, con el
fin de establecer una corriente mercantil hacia el Atlántico.
En 1898, firmó el protocolo para el
plebiscito de Tacna y Arica. Pagó de su peculio todos los gastos ocasionados
por la misión que entonces presidió en Santiago. Del mismo modo, nunca cobró el
dinero que entregó a la causa revolucionaria de 1895.
A finales del siglo XIX, su candidatura
presidencial ahuyentó el apoyo de Piérola y del Partido Demócrata cuando lanzó
enconados ataques al Partido Civil y, en diversas oportunidades, habló con odio
y peyorativamente contra el jefe de esa agrupación, Manuel Candamo.
Reconciliado, tiempo después, con Piérola en el afán de luchar contra el
civilismo pardista. Pero se alejó de él por discrepancias que nunca contó.
Fue Alcalde de Lima entre 1909 y 1910. Su
obra, múltiple. Ordenó la incineración de los barracones que servían como
hospital y constituían un peligro de infección en los barrios de Maravilla y el
Prado. En cambio, erigió un parque en aquella zona.
Hizo
demoler el viejo y sucio Callejón de Otayza donde todos los vicios tenían su
asiento y abrió una calle limpia y ventilada para dar comunicación a varios barrios populares. Entre lo que se
conocía como La Rectora y el agrupamiento
chino de Capón.
En los altos del Mercado Central, habilitó
varios locales par el expendio de raciones formados por diversos víveres en
proporciones convenientes y a precios cómodos. Instaló puestos de venta de
carne a costos que alcancen a los pobres, en diversos barrios de la capital.
Una medalla en su homenaje.
Una medalla en su homenaje.
LOGROS
Persiguió a los vendedores que defraudaban
a sus clientes en el peso de sus artículos. Tuvo la iniciativa de los juegos
florales que impulso el arte y cultura por primera vez entre la población
capitalina. Hizo innovaciones en las obras de agua potable e inauguró las de
Magdalena del Mar.
Adquirió un coche eléctrico regador de
calles y una máquina para la pavimentación, arreglando las avenidas que
conducen al Cementerio y otras arterias. Consolidó la deuda municipal y pagó
los déficits existentes.
También inauguró el tranvía eléctrico hacia
La Victoria. Realizó, en las Fiestas Patrias de 1910, un sorteo de casas para obreros.
Dejó abierto el el Polígono Municipal de
Tiro. El monumento a Raimondi se
convirtió en una realidad, en la nueva Plaza Italia.
CRITICA
Los seguidores de Billinghurst dijeron de
él que era hombre capaz, probo, dinámico y sincero. En efecto tuvo ideas originales
de gran formato, proféticas o estrafalarias.
Cada una de las cuales le dieron características especiales de un estadista raro
y singular.
Tuvo el límpido anhelo de reformar el
sistema de sufragio e incorporó a la Corte Suprema, entidad muy prestigiada de
aquella época, en la titánica labor. Cabe señalar que se quitó asimismo
decisivos privilegios políticos. Hubo también sinceridad en su preocupación por
detener el inmoderado crecimiento de los gastos públicos. Sin embargo, no pudo
cumplir ninguno de estos propósitos
por lo
poco que duró su gobierno.
El interés que mostró por el borato
de cal, el carbón, el guano y el desarrollo de Madre de Dios revelaron
su propósito de abrir nuevas fuentes de riqueza y desarrollo nacional. Pero
para sus detractores es evidente que careció de la serenidad, ductilidad, sagacidad
y aptitud para la eficacia que define al
político.
La dirigencia nacional y gran parte de la
clase media sintieron terror o aprensión ante la agitación populista y resultaron
así aliados de otros políticos. Por su parte, el Ejército, inducido por
miembros del Congreso, acabó por adoptar también una actitud adversa al Presidente
por el repudio al arreglo con Chile, la situación inestable que propicio
el propio Jefe de Estado y por defensa
institucional.
Basadre es implacable en su crítica cuando
afirma duramente: “Prendas del gran
gobernante son el claro entendimiento,
el fondo de juicio, la magnanimidad, el despejo y también el señorío. Con
Billinghurst, la gente comenzó a sentir, injustamente quizás, en los últimos
días de su administración que en el rumbo del Estado había la huella de una
mente turbada y que se estaba produciendo la pérdida o el desmedro del ordenado
sentido de la autoridad”. Qué
difícil es gobernar. Pero más difícil es
contentar a todos los ciudadanos. (Noé)
Semblalnza, semblanza interesante. Felicitaciones. Un presidente controvertido pero por lo menos honrado. Eso ya es mucho pedir. Una de sus hijas, Ana, muy cercana al fundador del Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre. Hasta se dijo que hubo de por medio relaciones amorosas. Ken Barcello
ResponderEliminarLa situación del país en esa época fue difícil. A Bhilinghurst le falto serenidad. Abuso mucho de la demagogia y con sus actitudes propició el golpe de estado. Por estar empecinado en el enfrentamiento con el Congreso.
ResponderEliminarLos Prado en acción. Su origen es espurio. De provocación y golpistas. No precisamente democráticos. Oscar R. Benavides ingreso. a la política siempre por la via de facto. Pero me parece que tuvo algo de bueno. Orden, paz y trabajo. Mas dificil encontrar ello en los Prado familia de lunares y taras desde la guerra con Chile. Mariano Ignacio Prado nunca debió dejar el Perú durante la guerra con Chile. El hijo Manuel, impuesto por Benavides, desarrolló una dictadura entre 1939 y 1945. Cierto es que se reivindicó en la apertura democrática de 1956- 1962. Pero siempre representó a los sectores conservadores con poco aporte social (Harry Croces)
ResponderEliminarDefinitivamente que "Pan Grande" es sinonimo de progresismo. Tenia sus cosas pero valia, En el Perú que un gobierno sea honrado ya basta y sobra. (Graciela Ubilluso)
ResponderEliminarBuena semblanza de Don Guillermo Billinghurst, y que muestra los prejuicios (como el de Basadre) y al corrupción la sociedad peruana (Pierola, Leguia, Prado, Benavides. Gracias por el aporte.
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