A propósito del diferendo
marítimo solucionado últimamente por los jueces de la Haya, si hay alguien en
la historia que une férreamente tanto a Chile como al Perú es, definitivamente,
Bernardo O’ Higgins, un personaje
con vida intensa y sobre todo de novela. Allá en tierras mapochinas del sur,
guerrero corajudo y decidido. Héroe de la
Independencia que incluso llegó a
ser Presidente de la República. Aquí estudió joven algunos años. Solidariamente,
desde su patria, contribuyó en el impulso de la lucha patriota de lo que, definitivamente, se consiguió: la
salida de estas tierras americanas y, de nuestro propio territorio, de los
españoles usurpadores y colonialistas. Posteriormente
se convirtió en un digno vecino de la ciudad capitalina, a la que admiró por completo. La que lo acogió con
hermandad y afecto. Aquí vivió a gusto, hasta el final de sus días. Lima le
expresó, con constancia, su cariño. Lima lo vio despedirse de este mundo y
morir. Lima lo enterró en su suelo. Con
estos acontecimientos de integración plena,
América se consolidó por entero. Que así sea siempre.
Era el hijo natural producto del
amor intenso de un noble español que, en tiempos de la Colonia, llegó a ser Gobernador de la Capitanía General de Chile y Virrey del
Perú, Ambrosio O’Higgins, con Isabel Riquelme Meza: una dama chilena de
abolengo que fue madre de Bernardo a los 19 años, de ascendencia vasca, quien formaba
parte de una de las familias más antiguas e ilustres de la zona chilena de
Chillán.
Concibió al que sería hombre ejemplar
de esa nación cuando el amado que
conquistó su corazón era teniente coronel de granaderos, con 59 años a cuestas. Cuarenta años más que ella, demostrando
que para el amor no hay edades que indispongan. Todo es posible y factible
cuando existe este ingrediente tan necesario en la vida.
Bernardo O'Higgins Riquelme
Bernardo O'Higgins Riquelme
ESPECULACIONES
Mucho se especula sobre el lugar de nacimiento
de Bernardo. Unas corrientes históricas dicen que nació en la casona familiar
de los Riquelme, ubicada en Chillán viejo. Lo comprobado es que allí pasó los primeros años de su vida.
Las otras teorías se inclinan a
señalar que vino al mundo en un terreno
de propiedad de la familia materna. Pero también señalan, como posible lugar,
la casona de las hermanas Olates de la misma ciudad o en la cercana hacienda de
El Palpal, en los terrenos de la actual comuna de Temuco.
En su partida de nacimiento aparece únicamente
que vino al mundo en los territorios del Obispado de Concepción. Todo un
embrollo de misterio que hasta ahora no ha sido, efectivamente, desenrollado
con precisión por la Historia.
Permaneció en Chillán hasta fines
de 1782, año que su padre lo envió a
Talca y quedó bajo el cuidado del rico comerciante portugués Juan Albano
Pereira y su esposa Bartolina de la Cruz y Bahamonde.
RIQUELME
El acta de reconocimiento de
paternidad se registró en la partida bautismal. Su progenitor aparece como
Ambrosio Higgins. El O será añadido años después. Sin embargo, el nombre de la madre está
reservado a petición de ésta. En el documento, el bautizado es Bernardo
Higgins. No obstante, hasta los 24 años, fue reconocido por todos los que lo
conocieron como Bernardo Riquelme.
Regresó a Chillán a estudiar en el Colegio de Naturales y de
Propaganda Fide dirigido por los franciscanos. Su tutor era el rector del
plantel, el R. P. Francisco Javier Ramírez, amigo de su padre quien ya era Gobernador
de Chile.
Lo enviaron a Lima y estudió en
el Colegio del Príncipe y en el de San
Carlos. Completó su instrucción en Europa. Específicamente en Londres. Allí los
fabricantes de relojes, Spencer y Perkins, recibían periódicamente las remesas
de dinero que enviaba Ambrosio para el mantenimiento de su hijo. La plata fue bastante recortada por estos
mandatarios. Ello significó una fuente de preocupación y de
disgustos para el joven estudiante.
Asistió a un colegio católico con
régimen de internado ubicado en Richmond, en las afueras de Londres. Allí tuvo
un romance con Charlotte, una joven inglesa muy bella. Llegó a dominar el
inglés, aprendió literatura francesa, dibujo, historia, geografía, música y el
manejo de las armas.
MIRANDA
Entre sus profesores figuró,
Francisco de Miranda, que le enseñó Matemáticas
y fue precursor de la Independencia Americana. Lo imbuyó de las ideas
libertarias que se debatían en aquellos tiempos con los derechos del hombre y
la soberanía popular. Posteriormente, este prócer lo incorporó a la Logia Lautaro, un hervidero de las ideas
de patriotismo e independencia.
Pasó el verano en el balneario de
Margate y al solicitar dinero a sus apoderados para regresar a Richmond, éstos
indebidamente se lo denegaron acusándolo de malgastarlo. Rompió con los
relojeros y decidió trasladarse a España. Pretendió ingresar a una academia militar.
No pudo. Entonces, solicitó permiso a su padre para retornar a Chile que le fue
concedido
Zarpó a bordo del navío “La
Confianza”. Una poderosa escuadra inglesa apresó el convoy. Todos sus
tripulantes, incluido O’Higgins, fueron conducidos a Gibraltar donde los
dejaron en libertad. Llegó a Cádiz, sin equipaje ni recursos. La temible fiebre
amarilla había llegado a la ciudad. El mal atacó al chileno y lo puso al borde
de la muerte. Milagrosamente se salvó
Compartió, en Cádiz, las ideas
revolucionarias con varias personas que le había indicado Miranda quien, desde
Londres, tenía activa una filial de la Logia Lautaro. Enterado su padre de sus
actividades políticas, le quitó toda clase de apoyo y ordenó inclusive que se
quede sin casa. Por ende, ni donde dormir.
Isabel Riquelme, la madre del prócer.
Isabel Riquelme, la madre del prócer.
MUERTE
Sin embargo, el joven le escribió
al progenitor contándole sus peripecias
y sufrimientos. Le pedía que lo perdonase. La carta nunca tuvo respuesta porque,
a los pocos días de recibida, ocurrió la muerte del Virrey. Eso sí, le había
dejado una cuantiosa herencia. La
situación económica del muchacho cambio por completo y así pudo retornar a su
patria en 1802, a los 24 años.
La fortuna heredada incluía la hacienda
Las Canteras, con tres mil cabezas de ganado. Los trámites de la liquidación de
la herencia se hicieron en Lima. Llevó a vivir al fundo a su madre, su hermanastra
Rosa y su tío Manuel Riquelme. Ellos lo ayudaron
en la compra de los enseres y la construcción de graneros, habitaciones y una
casona patronal.
Aplicó en sus tierras lo que
había visto en Inglaterra. Construyó fosos, explotó al máximo los cultivos, efectuó
rotaciones efectivas de los mismos e introdujo nuevas herramientas como el
arado de fierro. Plantó vid y produjo mucho vino. En las labores agrícolas,
unas 400 personas trabajaban.
Comenzó a planificar la difusión
de las ideas emancipadoras. Al poco tiempo se relacionó con los oficiales que
custodiaban la frontera austral, aprendiendo de ellos los rudimentos de la
guerra. Era muy popular en la región.
Por eso el pueblo de Chillán lo
eligió alcalde del cabildo y al poco tiempo ingresó a un grupo conspirativo conocido
como los “Duendes Patriotas” integrado por jóvenes de Concepción, Talcahuano y
otros pueblos. El ingreso de Napoleón a España fue una realidad y significó el
cautiverio del Rey Fernando VII.
DIPUTADO
Las ideas de libertad se habían
propagado a lo largo y ancho de la franja chilena. O’ Higgins, que representaba
a los patriotas, fue elegido Diputado al Congreso inaugurado, solemnemente, el 4 de Julio de
1811.
Este organismo legislativo se opuso a que se enviase fondos a España
para combatir a los franceses. Lo mismo se hizo con el aumento de nuevas plazas
parlamentarias. Su labor legislativa se cortó por el reumatismo que sufría, enfermedad que lo
postró en cama durante dos meses.
José Miguel
Carrera cerró el Congreso y dio un golpe militar. El Parlamento creó la
provincia de Coquimbo, redactó las bases de un reglamento constitucional,
declaró libres a los hijos de los esclavos
que nacieran en el país, prohibió el entierro de cadáveres en los templos. Creándose
cementerios en las afueras de la ciudad.
Le solicitaron integrar la Junta
de Gobierno y aceptó para después renunciar, en protesta por el cierre del Congreso. Mientras tanto, Juan Martínez de Rosas,
constituyó otra junta de gobierno en
Concepción. Carrera le pidió que
aceptara representarlo, en calidad de plenipotenciario, en el nuevo organismo
para evitar enfrentamientos fatales entre los patriotas.
Su padre Gobernador de Chile y Virrey del Perú.
Su padre Gobernador de Chile y Virrey del Perú.
UTILIZADO
Dejo la capital y fue hacia
Concepción con la misión de llegar a entendimientos entre ambas partes. Luego
de lograr un acuerdo se enteró de que Carrera movió sus tropas hasta el río
Maule y se dio cuenta que había sido utilizado por éste para ganar tiempo. Lo que hizo es tomar el mando de su regimiento
y se dirigió a Linares a reunirse con las tropas movilizadas por Martínez de
Rosas para oponerse a los del norte.
En Abril de 1812, ambos ejércitos
estaban movilizados en las riberas del Río Maule. Entonces propuso atacar de
inmediato a las fuerzas de Santiago. Martínez de Rosas se opuso, prefiriendo
parlamentar con Carrera. Lo hicieron y decidieron retirar sus tropas. O’Higgins discrepante y
fastidiado, se retiró a su hacienda para preocuparse de sus tierras y sus
negocios agrícolas.
Al poco tiempo, un contingente
realista desembarcó en la bahía de San Vicente al mando del brigadier Antonio
Pareja. Juntó a sus hombres y se dirigieron a Talca para unirse al ejército patriota.
Como Comandante en Jefe se designó a José
Miguel Carrera. La lucha contra España se había iniciado formalmente. El primer
enfrentamiento ocurrió en Linares, donde se apresó un piquete de 22 dragones
realistas.
Luchaba en la primera división
del ejército patriota. Atacó al enemigo en San Carlos y Chillán. Continuó al
sur ocupando varios pueblos y llegando hasta la ciudad de Los Angeles. Había
reclutado milicianos y llegó a contar con 1,400 soldados con los que se dirigió
a Chillán.
COMBATES
Asaltó la ciudad con 500 colaboradores,
pero recibió la orden de retirarse. Entonces se dedicó a combatir entre
Concepción y Los Angeles. Pasó por las
ciudades de Yumbel, Tucapel, Huilquilemu, Gomero, Quilacaya y Rere, apresando combatientes y
capturando armas. Aquí se enteró que los realistas quemaron y redujeron a
escombros la casa de su hacienda Las Canteras.
En el vado El Roble, a orillas
del río Itata, hubo otro enfrentamiento violento, Los realistas sorprendieron a
sus enemigos que estuvieron a punto de sufrir
una gran derrota. Allí se alzó la figura de O’ Higgins quien con fusil
en la mano arengó a sus hombres: “¡O vivir con honor o morir con gloria, el que
sea valiente, sígame! Los soldados calaron sus bayonetas y se lanzaron en forma
incontenible, consiguiendo una victoria. Había surgido el nuevo líder, el
héroe: O’Higgins.
Existía descontento por la forma
que José Miguel Carrera llevaba la conducción de la guerra. Lo separaron de su
cargo militar y le propusieron a O’Higgins remplazarlo. El traspaso del mando
se concretó el 12 de Febrero de 1814, en
Concepción. Luego fue intendente esta ciudad. Su madre y
su hermanastra, prisioneras de las fuerzas realistas desde hacía un tiempo,
recuperaron su libertad.
TRATADO
Planificó atacar la plaza de Los
Angeles y Nacimiento para cortar la línea de abastecimiento de los realistas
con Valdivia. Abatió, en la localidad de Quilo, un destacamento de tropas.
Luego avanzó hacia Talca para cerrar el paso hacia Santiago.
Ambos ejércitos avanzaron hacia
el norte en una carrera paralela para alcanzar el río Maule. Ocurrió la derrota
de Cancha Rayada. Pasó el Maule antes que sus rivales y se atrincheró en el
fundo Quechereguas donde resistió la embestida.
Luego se firmó el Tratado de Lircay de cese de hostilidades.
Resultó una tregua. Ambas partes sabían que no cumplirían lo convenido. Se
mantuvo en Talca. Hasta que José Miguel Carrera volvió a tomar el poder. Con su
división, resistió en Rancagua y perdió el combate. Había mucha división entre
los patriotas.
No se puso de acuerdo con Carrera
y decidió marchar al exilio hasta la vecina ciudad de Mendoza, en territorio
argentino. De allí pasó a Buenos Aires, donde permaneció casi un año. Le
indicaron que regrese a Mendoza para que se incorpore al ejército que organizaba el General San Martín, ciudad a la
que llegó en Febrero de 1816.
La primera tarea que San Martín
le asignó fue alistar la localidad de El Plumerillo para trasladar el campamento de las tropas en busca de
disciplina y organización adecuada. Lo que se realizó con éxito. El Libertador,
posteriormente, salió con un ejército aprovisionado y homogéneo capaz de luchar
contra los españoles.
Muy joven en Londres.
Muy joven en Londres.
ROMANCE
El chileno, el 21 de Enero de
1817, al mando de la segunda división
integrada por 1,000 hombres, partió
para la cordillera rumbo a Chile. Era el Ejército de los Andes que combatió
con una bandera celeste y blanca de las Provincias Unidas de Río de la Plata.
Los libertadores llegaron al río
de Los Palos y viajaron hacia el sur ganando la cumbre de 3,650 metros sobre el
nivel del mar. Iniciaron el descenso
hacia el valle de Putaendo. La segunda división a su mando siguió el camino
real y cayó de frente sobre el enemigo que se encontraba atrincherado. La
batalla terminó al medio día y se ingresó a las casas de Chacabuco donde poco
después llegó San Martín.
A los tres días, ya en Santiago,
el Cabildo le ofreció la dirección del país al Libertador. Este se negó a aceptar el cargo. Al día siguiente,
los vecinos proclamaron a O’Higgins, Director Supremo de la nación. Tal hecho
dio lugar a la patria nueva.
Uno de sus primeros actos fue
ordenar la repatriación de los patriotas. Luego organizó un ejército nacional,
el de Chile y para ello creó la Academia
Militar que después llevó su nombre. El
Director Supremo quiso tomar Talcahuano pero no tuvo éxito. Por aquel tiempo,
mantuvo un romance con Rosario Puga Vidaurre. Decidió emprender la marcha hacia
el norte.
HERIDO
Antes informó a todas las
naciones la Independencia de Chile y para ello se firmó un acta en una solemne
ceremonia realizada en Talca el 2 de Febrero de 1818. Sin embargo, los
realistas atacaron de improviso, aprovechando la oscuridad de la noche.
O’Higgins fue herido en el brazo derecho.
Este combate produjo más bajas
entre los realistas que entre los patriotas. La exageración hizo que en Santiago cundiera el pánico y hasta se comentó
que San Martín y O’Higgins habían muerto
en la acción. Ante tal situación, el Director Supremo se dirigió a la capital.
Inmediatamente reasumió el mando de la nación y restableció el orden.
El 5 de Abril de 1818, las tropas
de San Martín arrollaron a los realistas
en la Batalla de Maipú. Este combate aseguró
la independencia de Chile. El triunfo coincidió con dos hechos trágicos:
el fusilamiento de los hermanos Carrera y el asesinato de Manuel Rodríguez.
Redobló sus esfuerzos para que
Chile cuente con una escuadra a fin de dominar el Océano Pacífico. Envió delegados a Inglaterra y Estados
Unidos para comprar naves y conseguir entrenamiento. Así se adquirió la fragata
Lautaro. Luego la corbeta Chacabuco, el
navío San Martín y el bergantín Galvarino.
A continuación se dictó el
Reglamento Provisional Orgánico de Marina y, en el puerto de Valparaíso, se
creó una academia de guardiamarinas que se transformó en la Escuela Naval Arturo Prat. El marino inglés Lord
Thomas Cochrane asumió el mando de la nueva fuerza naval.
Una de las batallas en la que intervino valientemente.
Una de las batallas en la que intervino valientemente.
PROCLAMA
La expedición libertadora del
Perú, con San Martín a la cabeza, salió de territorio chileno. O’Higgins, tras ocurrir
el hecho, envió una proclama en castellano y quechua dirigida al pueblo
peruano. De ella se imprimió miles de
ejemplares que fueron repartidos en todo el territorio nacional.
Ordenó diseñar una nueva bandera
que se convirtió en tricolor con la estrella solitaria. La misma que flamea
hasta ahora como emblema. Prohibió en los frontis de las casas los escudos de
armas e insignias de nobleza. Abolió llos títulos hereditarios y creó la Legión
de Mando de Chile para premiar las virtudes cívicas y militares. Impulsor del
himno nacional de su país.
Dispuso que los vecinos pusieran luces
en las puertas de sus casas, mejorando por completo el ornato. Editó un
periódico semanal del gobierno con las disposiciones administrativas y las
noticias.
También sustituyó la moneda con
la efigie del Rey por el sello del gobierno. Reabrió la Biblioteca Nacional y
transformó la Cañada, lecho de un río convertido en basural, en una alameda
bella y acogedora. Este trabajo fue realizado por los prisioneros realistas.
HIJO
La que fue su novia Rosario Puga,
radicada en Santiago, dio a luz un varón
que fue bautizado como Pedro de padre
desconocido, según el registro parroquial de la Iglesia de San Isidro. Este
pequeño era su hijo al que Isabel Riquelme, su abuela paterna, nunca perdió de
vista.
Puso en vigencia un estatuto
constitucional donde se estableció la libertad individual y la igualdad civil.
En mérito del dispositivo, nadie podía ser castigado ni detenido sin un juicio
previo, consagraba la inviolabilidad de la propiedad privada y establecía la
libertad de opinión.
Creó el Senado cuya palabra debía
oírse en asuntos financieros, diplomáticos y de guerra. El pueblo de San Bernardo,
cerca del rio Maipo al sur de Santiago, fue una realidad por sus gestiones
directas. En una villa de este lugar se
instalaron los militares en retiro, las viudas y los huérfanos de la Guerra de
la Independencia.
Existían latentes muchas
conspiraciones en su contra. Una de ellas la encabezaba el Gobernador Intendente de Santiago, José María
de Guzmán. No se podía negar que el
descontento en ciertos sectores reinaba. Todo eso dio lugar a que se convoque
un cabildo abierto, cuyo objetivo primordial era pedirle su renuncia.
Contra todo pronóstico, O Higgins
concurrió a la asamblea donde estaban reunidas unas 300 personas. Hizo uso de
la palabra y ante las solicitudes presentadas, no vaciló en renunciar al cargo de Director Supremo de
Chile. Lo remplazo una junta cuyos integrantes fueron: Agustín de Eyzaguirre,
Fernando Errázuris y José Miguel Infante. Posteriormente se designó para el alto cargo
al General Ramón Freire.
Uno de los tantos monumentos que lo recuerda para siempre.
Uno de los tantos monumentos que lo recuerda para siempre.
EN LIMA
Salió con pasaporte de su país y
se dirigió a Lima donde residió permanentemente. Trajo a su madre, su
hermanastra Rosita, dos indígenas
mapuches adoptados y a su hijo Pedro, de 4 años de edad.
Lo recibieron las autoridades
encabezadas por el Marqués de Torre Tagle su condiscípulo y amigo de la
infancia. El y su familia se instalaron en la misma casa que vivió el
Libertador San Martín, en la calle Jesús María del centro de Lima.
El Perú, en reconocimiento de sus
esfuerzos en la organización y
realización de la Expedición Libertadora, le concedió la propiedad de dos
haciendas. Montalván y Guiba, ubicadas en el valle de Cañete a unos 150
kilómetros al sur de Lima.
Estuvo con Bolívar por la sierra
peruana. El Libertador nunca le dio la
oportunidad de luchar contra los realistas
a pesar de que lo consideraba su
amigo y conforme era su deseo. No ocurrió eso ni en las batallas de Junín y de
Ayacucho. Tampoco, cuando estuvo en el poder, le dio un cargo determinado que,
obviamente, se lo merecía.
RENCORES
Los rencores que dejó atrás en Chile maquinaron para que se
le interrumpiera el pago de su pensión militar. En 1826, sus partidarios
quisieron devolverlo al poder mediante una conspiración en Chiloé, pero,
fracasada ésta, el general fue borrado del escalafón militar y quedó
prácticamente proscrito.
Cuando el ministro Diego Portales declaró la guerra a la
Confederación peruano-boliviana, el dictador Andrés de Santa Cruz pretendió
ganarlo para su causa. O'Higgins condenó la conflagración fratricida. Tajantemente se negó a apoyarlo,
incluso cuando éste le ofreció el retorno al poder en Chile.
Luego de terminada la contienda, tras la victoria del general
Manuel Bulnes en Yungay frente a las tropas de la Confederación, se abrió un
paréntesis liberal en Chile con una política de reconciliación nacional
liderada por el propio Bulnes. Éste ordenó en 1841 que se restituyeran el rango
y los sueldos debidos a O'Higgins. La reparación llegó cuando estaba a las
puertas de la muerte.
Comenzó a fallarle la salud y
sentir problemas serios en el corazón. Quería retornar a Chile. Nunca pudo
hacerlo. Concurría a cada rato a las iglesias coloniales de la gran Lima por
ser católico ferviente. A tal punto que, en
el dormitorio de su residencia,
había un altar donde se oficiaba la Santa Misa.
Su casa en Lima.
Su casa en Lima.
TESTAMENTO
En tal situación redactó su testamento
por medio del cual designó a su hermanastra Rosita como heredera de sus bienes,
luego de cumplir ciertos encargos
secretos. Uno de ellos, según se descubrió después, fue proteger económicamente
a su hijo Pedro, conforme se hizo. El vástago, con el paso de los años, dejó
descendientes en el Perú que hasta ahora existen.
En la mañana del 24 de Octubre de
1842, el ilustre hombre se sintió con energía por lo que se hizo vestir. Quiso
que lo sentaran en un sillón. La posición no la soportó. Por lo que lo
tendieron otra vez en la cama Allí su respiración se entrecortó y exclamó:
“Magallanes”. A los pocos segundos falleció.
Sus restos fueron sepultados en
suelo peruano con el apoyo de sus amigos y vecinos. Los mismos que fueron
repatriados a Chile en 1869. Por largo tiempo permanecieron en un sarcófago de
mármol en el Cementerio General de Santiago.
Hasta que lo trasladaron al Altar de la Patria,
frente al Palacio de la Moneda. De ahí pasó temporalmente a la Escuela Militar
para volver, definitivamente, al mismo espacio del centro de la capital
chilena. Su casa en Lima ha sido restaurada y la administra la Universidad Católica.
La de Cañete fue afectada seriamente por un terremoto.
Militar afortunado,
político honesto y consciente que afrontó pruebas muy duras en su vida que
resulto ejemplar y de apoyo total a
las causas justas. Un patriota y rebelde que se dio por entero para que
los pueblos de América continúen por las canteras de la libertad y de la
justicia. (EdeN)
O Higgins es la unión. Pero muchos lo denigran por gusto. Acabo de leer en un semanario que, sacan fuera de contexto, una carta entre el héroe y Lord Cochrane y aparecen como antiperuanos. No tiene sentido hacer eso con aquellos hombres que efectivamente demostraron amor a nuestra patria. Lo de O'Higgins está comprobado históricamente. ¿Para que buscarle cinco pies al gato. Cuando, efectivamente, tiene cuatro?. Me ha contentando este articulo porque demuestra con creces el valor de tan ilustre figura. Felicitaciones. Con la historia y el pasado no se puede jugar. Y si se hace, hay que comprobarlo fehacientemente. Luz Herencia
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