No era bella pero si atractiva y de estampa
imponente. Con carácter fuerte y dominante. Muchas facilidades para desenvolverse
en público porque había sido actriz, aunque no de las primeras ni las más
destacadas. Una de tantas. Pasó infinidad de penalidades, desde muy pequeña, en
asuntos de carácter social y económico. Resultó ser una hija, con otros tantos
hermanos, fuera del matrimonio convencional señalada y discriminada a raudales.
Entonces prometió, asimismo y con vehemencia,
convertirse algún día en muy importante para desquitarse de todo lo malo que le
tocó en su existencia. Cuando llegó el poder a ella, en toda su plenitud, sí
que se transformó y se convirtió en la mujer de garra y efectivamente en una
política de polendas, conductora de multitudes
a plenitud. Una verdadera
lideresa. Nada más y nada menos que la
esperanza de una buena parte de la población
argentina.
Su esposo, el Presidente de la
República de la Argentina, el General Juan Domingo Perón, se lo permitió como un corderito domado. Había
amor y había conveniencia, mezclada con una ambición desenfrenada de ambos
lados. Tanto del hombre como la mujer. Como le pasa aquí ahora, en el Perú, a
Ollanta Humala con Nadine Heredia.
Allí estaba Juan Domingo en la primera magistratura de la nación en un
gobierno de entero apoyo popular. Pero la que brillaba a raudales era Eva, Evita Duarte de Perón. Mucho de mito y de realidad había en esta mujer singular, cuya vida se
esfumó muy temprano aún, a tan sólo 33 años. Según algunos sectores politizados,
se trató de la autentica representante
de los pobres que ella llamaba como su marido en son de protección, demagogia
y populismo: los descamisados.
Evita Duarte de Perón.
Evita Duarte de Perón.
LOS ESPADONES
Corrían los años 40 y 50 del
siglo XX turbulento, agitado y febril como dice el tango donde América Latina, como
una plaga peligrosa y corrupta, estaba mandada, a su regalado gusto, por los dictadores
militares y espadones de turno. Perón en la Argentina. Gustavo Rojas Pinilla en
Colombia. Marco Pérez Jiménez en
Venezuela y Manuel Odría en el Perú.
La peculiaridad del argentino se reforzaba porque era un caudillo convincente, idolatrado por las
masas y ganador de elecciones que, en
apariencia, fueron limpias y
transparentes. “Perón Perón, que grande sos, mi general”, le cantaba la multitud enfervorizada en
calles, plazas, plazuelas y donde apareciese, en su permanente contacto directo
con el pueblo
No todos los autócratas tenían su
Evita, con características tan prácticas y efectivas en el arte de gobernar.
Perón si y la explotó al máximo para continuar figurando caprichosa y
demagógicamente con el famoso Partido, primero llamado Peronista y después
Justicialista, situado a la izquierda del espectro político. Lleno de
contradicciones y de abusos totales. Pero también de esperanzas y
realizaciones.
DESTITUCION
A los 24 años, conoció al que sería
su cónyuge cuando era coronel, viudo y
desempeñaba el cargo de Ministro de Trabajo en un gobierno de facto. Ella
trabajaba como actriz mediocre, en pequeños locales teatrales y en la radio
con papeles sin relevancia. Con el militar inició, de inmediato, una relación
íntima y se casaron en 1945.
La primera vez que se vieron y
hablaron fue en un acto realizado en el estadio Luna Park organizado por el
Ministerio de Trabajo de condecoración a las actrices Nini Marshall y Libertad
Lamarque, quienes fueron las que recaudaron más fondos en la colecta de
solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló la ciudad argentina de San
Juan.
Ese mismo año, Perón fue
destituido de su cargo y apresado en la
isla de Martín García. Entonces, la
mujer mostró su energía y carisma para
conectarse con los sectores del ejército nacionalista afines a su marido y con
los trabajadores que se habían beneficiado de las medidas sociales, impulsadas
con tanto empeño.
La campaña de agitación social
que emprendió culminó cuando miles de trabajadores ocuparon el centro de Buenos
Aires para exigir la libertad del
político, en una de las mayores manifestaciones populares registradas en el
país hasta entonces.
Con su esposo saludando a la multitud que los seguía.
Con su esposo saludando a la multitud que los seguía.
ROSTRO HUMANO
Una vez liberado, Perón se
presentó a las elecciones y las ganó rotundamente. A pesar de la popularidad de
que gozaba, ella no aceptó ningún cargo y prefirió impulsar una política social
desde la presidencia de una fundación que llevaba su nombre financiada con
fondos públicos. Así repartió ayuda a
los más necesitados, con evidente interés político de populismo desenfrenado.
Sin embargo, los sectores
populares le tenían cariño profundo y se convirtió en el rostro humano del
régimen. Lo que es más importante: el enlace efectivo del Presidente con las organizaciones
populares y obreras, como la poderosa y representativa Confederación General del Trabajo (CGT). A su vez se
convirtió en la más odiada de las clases dirigentes, de gran parte de la clase
media y de los acomodados y más ricos
del espectro social.
De acuerdo a la opinión de sus
seguidores, su particular preocupación por la situación de la mujer, la llevó a
fundar en 1949 el Partido Peronista femenino y a promover con fuerza medidas
orientadas al fortalecimiento de la feminidad en el sector laboral. Logró las
sanciones del voto femenino, la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria
potestad compartida consagradas en la Constitución de 1949.
OBRA
La legislación laboral que
propició, según los que la admiraban, dio
las mejores condiciones de vida de los trabajadores y de los sectores
marginados de la sociedad argentina. Sus
detractores decían todo lo contrario. Que había, efectivamente, un
engaño total. Para los analistas e historiadores acertados, ni lo uno, ni lo otro en su totalidad. Las
conquistas efectivas, una realidad. Pero también relucía el engaño y la
conveniencia para fines particulares y de poder desenfrenado.
Cierto es que la fundación que
presidió construyó hospitales, asilos escuelas y otros compartimentos de
carácter social que favorecían a los sectores populares. Pero a costo de
soportar un gobierno autoritario y despótico, que muchas veces, desconocía la
propia constitución y la ley. Una por
otra y eso, a la larga, no fue beneficioso. Aunque se impulsaba el turismo interno, había
a raudales becas estudiantiles, ayudas para viviendas y promociones mil.
El año 1945 fue clave para la
historia política de la Argentina. Existía, evidentemente, un contundente
enfrentamiento de los sectores sociales. Los de arriba empeñados en conservar
el orden establecido.
Mientras que los de abajo con razón en
anhelar, de todas maneras, el progresar. Como reivindicación, según se aseguró,
surgió el peronismo que jugaba a su regalado gusto con el mismísimo pueblo y
sus necesidades más elementales. Y al mismo tiempo, el antiperonismo de eminente posición
opositora. Los que usufructuaban el poder y la propia Evita no eran, obviamente, muy democráticos que
digamos.
Votando ya enferma.
Votando ya enferma.
SINDICATOS
El 8 de Octubre de ese mismo año ocurrió
un golpe de estado dirigido, por el General
Eduardo Jorge Avalos, que exigió
de inmediato la renuncia de Perón al
Ministerio de Trabajo. Los grupos antiperonistas tuvieron el control del
país, sin decidir tomar el poder
continuamente.
Perón y Duarte permanecieron
juntos deambulando por diversas casas. Entre ellas la de Elisa Duarte, su segunda
hermana. Lo detuvieron y fue a la cárcel. Con ello se creyó que el caudillo
había sido, definitivamente, desplazado y que se retiraría a vivir con su
esposa alejado de la política, en La Patagonia. Equivocación total.
Sin embargo, los sindicatos
azuzados por Evita exigían la libertad de Perón hasta desencadenar la gran
manifestación popular que finalizó con su liberación. Ello provocó la
recuperación de las posiciones en la alianza militar sindical y abrió el camino
para la victoria en las elecciones presidenciales
Juan Domingo Perón y Eva Duarte
se casaron por lo civil, el 22 de Octubre de 1945, en la provincia de Junín. Dos
días después se efectuó el matrimonio católico en la Iglesia de San Francisco,
ubicada en la ciudad de La Plata.
TRIUNFO
Su participación en la campaña electoral presidencial fue,
realmente, una novedad. En aquellos tiempos, las mujeres carecían de derechos
civiles. Las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy
restringida y básicamente apolítica.
Fue la primera esposa de un
candidato presidencial argentino en estar presente en la campaña electoral y en
todas las giras. En el Luna Park se organizó el apoyo de las mujeres a la
candidatura del líder de los descamisados, en una concentración de masas.
El candidato no pudo asistir porque estaba agotado y se anunció
que en su lugar hablaría Evita. La primera vez que lo haría en un acto público.
No fue posible porque el pueblo, a cada rato, exigió la presencia del líder
principal.
Las elecciones presidenciales se
realizaron en todo el territorio argentino, el 24 de Octubre de 1946, triunfando
Perón con un contundente 54% de los votos emitidos. Tres días después de los
comicios, la consorte pronunció su primer discurso en una manifestación de
predominio femenino. Allí agradeció el
apoyo a la candidatura de su esposo.
Exigió, desenfrenadamente, la
igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular, el sufragio
femenino. El proyecto de ley correspondiente fue presentado el 1 de Mayo de
1946 y, para que se sancionase con todas las de ley, se tuvo que esperar más de
un año. La igualdad y el sufragio universal llegó recién el 9 de Septiembre de 1947. El
texto fue escrito directamente por Evita.
El cadáver embalsamado.
El cadáver embalsamado.
DISCREPANCIA
El golpe militar de 1955 contra Perón
derogó la carta magna y con ello las
garantías de igualdad. La reforma constitucional de 1957 tampoco contempló las
conquistas. Recién se hizo algo en 1985 durante el gobierno de Raúl Alfonsín,
con la ley de patria potestad compartida.
Un hecho evidente es que las
dictaduras se ayudan entre ellas. Por eso mismo Evita nunca vaciló y extendió
la mano hacia la España dominada por el autócrata Francisco Franco. Cuando ese país atravesaba por un aislamiento internacional sin
precedentes.
Ella, sin vacilaciones, visitó
territorio español y aprovechó para llevar la ayuda y la concesión del gobierno
peronista consistente en un crédito millonario para la compra de trigo, maíz,
carne, legumbres, etc.
No se llevó bien con la esposa de
Franco, Carmen Polo, por su desprecio,
según versión de la argentina que la hizo pública, a los trabajadores y
por mostrarle el Madrid histórico. En
vez de hospitales y los barrios obreros.
RENUNCIAMIENTO
La visita por Europa se denominó “La Gira del Arco Iris”
que duro 64 días, desde el 23 de Agosto
de 1941. Incluyó, además de España, Italia, El Vaticano, Portugal Francia,
Suiza y dos países sudamericanos: Brasil y Uruguay. La intención fue conocer
los sistemas de ayuda social en esas naciones, con el objeto de impulsarlas en
la Argentina. Nunca se llegó a hacerlo efectivamente.
En 1951, la CGT le pidió postular
como candidata a la Vicepresidencia de la República. No obstante, la propuesta
encontró la más férrea oposición de las Fuerzas Armadas que veían en ella una
amenaza, en su calidad de portavoz de la línea más radical y reivindicativa del
peronismo.
Por otro lado, la propia Evita
era reacia a aceptar cargos públicos, convencida de que la eficacia de su labor
estaba en la proximidad de su relación con la gente. Además el conocimiento de la grave enfermedad que la
aquejaba, la indujo a renunciar a la candidatura en un emotivo acto en que se dirigió
hablando con emoción ante una abigarrada
multitud frente a la Casa de Mayo, desde un balcón del Palacio de Gobierno
argentino.
Esta decisión es conocida como el “Acto y Día
del Renunciamiento”, que se cumplió y marcó historia en medio de la presión por
las luchas internas del peronismo y la propia sociedad que crujía por tanta
desigualdad y promesa incumplida.
Evita se dirige al pueblo en pieza oratoria dramática.
Evita se dirige al pueblo en pieza oratoria dramática.
“EL VASCO”
Eva Maria Duarte Ibarguren
resultó ser la hija ilegitima de un pequeño terrateniente de nombre Juan Perón
que falleció cuando era pequeña en un accidente automovilístico. Fue criada por
su madre, Juana Ibarguren, y sus hermanos mayores. Lo unía mucho a Juan, cinco
años mayor que ella
El lugar y fecha de su nacimiento es incierto y tiene distintos documentos de respaldo. Uno de
ellos dice que dicho acto ocurrió en Junín, provincia de Buenos Aires, el 7 de
Mayo de 1922. De parte de los historiadores, hay unanimidad para sostener la
falsedad de esta acta porque está comprobado que fue realizada a instancias de
la propia Eva, en 1945, para contraer matrimonio. Ella, conforme se constató,
se disminuyó la edad.
Lo último se puede probar con su
partida de bautizo que se encuentra registrada en la Capitanía Vicaria de
Nuestra Señora del Pilar de la misma provincia. El acto religioso ocurrió el 21
de Noviembre de 1919. Unánimemente es aceptado que ella nació, el 7 de Marzo de
1919, con el nombre de Eva María Ibarguren, sin el apellido de su padre que era
casado. No, precisamente, con su madre.
LEYES
La partida fue modificada años
después antes de su matrimonio, añadiéndole el apellido de su padre Duarte
conocido como el “El Vasco”, dueño de una casa de campo y político conservador
de la ciudad argentina de Chivilcoy y de posible ascendencia de origen francés.
El progenitor mantenía dos familias. Una legitima con su esposa legal Adela
D’Huart. Seis hijos de por medio y otra ilegitima con Juana Ibarguren, habiendo
procreado con esta última cinco vástagos.
Vivió en el campo hasta 1926,
fecha en la que el padre falleció y la familia quedó desprotegida totalmente.
Estas circunstancias de su sufrimiento, durante su niñez, la marcaron por completo.
Su familia y ella abandonaron la estancia donde vivían cómodamente.
Por aquella época, la ley
argentina establecía calificaciones infames e insólitas para las personas cuyos
padres no habían contraído matrimonio. Los llamaban hijos adulterinos, circunstancia
que se hacía notar en la partida de nacimiento. Tal fue el caso de Evita que en
1945 logró que se destruyera este documento y, por ende, eliminó la tacha
infamante.
El peronismo, ya en el gobierno
dictatorial, impulsó, sin embargo, leyes antidiscriminatorias para igualar a
las mujeres con los varones y a los niños entre sí, sin importar las relaciones
entre sus padres. Estos proyectos fueron resistidos por la propia oposición, la
Iglesia y las Fuerzas Armadas. Sin embargo, en 1954, se logró eliminar de los documentos los hijos adulterinos, sacrílegos, mánceres,
naturales, etc., manteniendo la diferencia entre los legítimos y los ilegítimos.
Perón y Evita saludando a sus seguidores.
Perón y Evita saludando a sus seguidores.
COSTURERA
En lo que respecta al lugar de
nacimiento de Eva Duarte también hay discusión. Unos historiadores dicen que vino
al mundo en el campo de la Unión frente
a Los Toldos de Coliqueo a 20 kilómetros del pueblo Los Toldos y a 60 de Junín.
Muchas tierras de este lugar eran de propiedad de su padre.
No obstante, otros biógrafos
sostienen que su nacimiento fue la ciudad de Junín, donde su madre se trasladó para
poder recibir una mejor atención médica. Ella habría nacido en una vivienda ubicada en la ciudad de
Remedios. La verdad exacta se ignora con precisión hasta ahora.
Cuando falleció su padre, la familia
viajó al lugar del acontecimiento, Chivilcoy, para asistir al velatorio. Pero
los hijos legítimos les prohibió la entrada en medio de un gran escándalo.
Gracias a la intervención y mediación de un allegado, los ilegítimos
pudieron acompañar el cortejo hasta el cementerio y asistir al entierro.
Este hecho le dejó otra huella, a profundidad total.
Sin el padre, quedó desprotegida
y la madre tuvo que trabajar como costurera para mantener a sus hijos, en el
pueblo de Los Toldos donde vivían en una pequeña casa de dos ambientes, ubicada
en las afueras de la localidad.
MUERTE
Ingresó a la escuela primaria la
que cursó con serias dificultades e incluso, en una oportunidad, repitió el
año. Estaba en segundo grado y contaba con 10 años. Por aquel tiempo ya la
llamaban de cariño como “negrita”,
apelativo que la acompañó para siempre. De allí la familia se trasladó a Junín.
La educación primaria la completó a los
15 años en la Escuela N° 1 “Catalina
Larralt de Estrugamou”.
Los que la conocieron, a
profundidad cuentan que, desde su infancia, siempre quiso ser actriz. Las
oscuras leyendas tejidas en torno a su vida relatan que a los 15 años sedujo a
un cantante de tangos, Agustín Magaldi, para que se la llevara a Buenos Aires.
Cierto o no de lo que no cabe duda es
que quería ser estrella y conquistar la gran ciudad.
Sus primeros años en la capital
argentina fueron difíciles. Vivió en pensiones miserables, actuó en pequeñas
compañías de teatro y en la radio. Asimismo en varias biografías se sugirió que
pagó favores sin prejuicios morales. Esa etapa de la vida de Evita, así como su
imagen, sufrieron un cambio radical cuando se casó con Juan Domingo Perón. Fue
la heroína del peronismo.
El fulminante cáncer al útero la
llevó a la muerte el 26 de Julio de 1952. Recibió los honores oficiales que le
correspondían y fue velada en el local del Congreso y en la CGT, con un
reconocimiento multipartidario y popular sin precedentes en el país argentino.
Su cuerpo fue embalsamado y ubicado en la central sindical. La dictadura cívico
militar secuestró y profanó su cadáver en 1955, ocultándolo durante 16 largos
años.
Muy joven aún.
Muy joven aún.
LIBROS
Escribió dos libros: “La Razón de mi Vida (1951) y al año
siguiente el que tituló como “Mi
Mensaje”. A lo largo de su existencia recibió números homenajes. Entre
ellos el titulo de Jefa Espiritual de la
Nación, la Mujer del Bicentenario, El Reconocimiento de primera categoría de la
CGT, la Gran Medalla a la Lealtad Peronista y el Collar de la Orden del General
San Martín, la más grande distinción argentina. Adicionalmente fueron una realidad numerosas películas,
obras teatrales, canciones y novelas sobre su vida.
La principal actividad de la
señora Perón durante el gobierno de su esposo fue la ayuda social a los
sectores más necesitados. Lo hizo desde la fundación que llevaba su nombre. Inmediatamente
después de la gira por Europa organizó una cruzada de ayuda a los ancianos, y
mujeres desamparadas mediante subsidios y hogares temporales. También se apoyó
a los niños, madres solteras, Construían
hospitales, asilos, escuelas, colonias vacacionales, etc.
La Fundación funcionaba en un
gran edificio, ubicado en el Paseo Colón
850 de la ciudad de Buenos Aires, a una cuadra de la CGT. El local fue asaltado
durante el golpe de estado de 1955 y fue entregado a la Universidad de Buenos
Aires. Actualmente allí realiza sus
actividades la Facultad de Ingeniería de ese centro superior de estudios.
PROCESION
La primera manifestación de la
enfermedad de Evita ocurrió cuando sufrió un desmayo durante el acto de la
inauguración del Sindicato de Taxistas. Era el 9 de enero de 1950. Lo mismo
ocurrió, posteriormente, en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó
su oficina a la residencia presidencial. El avance del cáncer la volvía cada vez
más débil y la obligaba a guardar reposo.
Fue intervenida quirúrgicamente
en el Hospital de Avellaneda. Seis días después, ella voto allí en su cama durante
las elecciones que consagraron la reelección de Perón. Recibió radioterapias
varias veces. Hasta que entró en coma.
Murió a las 20.25 del 26 de Julio de 1952. A
partir de entonces y hasta la caída de Perón a esa hora, en todas las radios, se recordaba el hecho. El mismo que se
denominó, fanáticamente,” la inmortalidad”. Los funerales fueron filmados y de
ese material resultó el documental titulado, “Y la Argentina detuvo su corazón”
La capilla ardiente se instaló en
el Ministerio de Trabajo. La CGT declaró tres días de paro y el Gobierno estableció
un duelo de 30 días. Su cadáver velado hasta el 9 de Agosto y llevado al
Congreso Nacional, donde recibió honores. Luego a la central de trabajadores.
La procesión mortuoria seguida
por más de dos millones de personas y a su paso por las calles recibió una lluvia
de claveles, orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas rojas arrojadas desde los
balcones más cercanos.
Su cuerpo fue embalsamado y
mantenido expuesto en la CGT. Mientras tanto, el gobierno comenzó las obras del
Monumento al Descamisado que se había
proyectado en base a una idea suya y que según un nuevo plan, sería su tumba
definitiva.
Su casa en los Toldos.
Su casa en los Toldos.
14 AÑOS
Cuando la revolución derrocó a Perón en 1955,
el cadáver fue secuestrado y desaparecido durante 14 años. La orden la había dado el nuevo Presidente,
Pedro Eugenio Aramburu. Los restos llegaron incluso hasta Italia con otro
nombre, tras haber sido depositado indistintamente en depósitos militares,
diferentes casas, sepultados varias veces. En varios lugares clandestinamente.
En 1970, la organización
guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo, entre otras cosas, la
aparición del cuerpo de la primera dama. Entonces se movilizaron para
traerlo de Europa, pero no llegó a
tiempo y Aramburu fue asesinado. La barbarie reinante.
Al año siguiente, el Presidente, General
Alejandro Agustín Lanusse, ordenó organizar lo que se denominó “El operativo
retorno”. El cadáver fue desenterrado
otra vez de la tumba clandestina de Milán y devuelto a Perón en su
residencia de Puerta de Hierro, ubicada
en Madrid. Al cuerpo le faltaba un dedo
y existía un leve aplastamiento de la nariz. Como prueba que había sido
profanado.
En 1974, ya con Perón de regreso
al país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de canjearlo
por el de Evita. Muerto el líder de los
descamisados, su tercera esposa, María
Estela Martínez, decidió traer el cuerpo al país y lo ubicó en la quinta
presidencial. En 1976, la dictadura militar le entregó el cadáver a la familia
Duarte que la enterró en la bóveda que ellos poseían en el Cementerio de la
Recoleta en Buenos Aires, donde se encuentran desde entonces.
Mucho culto a la personalidad a
extremos inconcebibles. La compararon, inconcebiblemente, hasta con la Virgen
María. Mito, realidad, mujer de agallas con ciertos logros. Pero también con
sus grandes equivocaciones. Como su esposo Perón. Marcó época y marcó también
rechazos. Fervor casi fanático. Pero de todas maneras registró, quiérase o no,
hitos en la historia argentina y mundial. Para bien o para mal, según las
preferencias políticas. (Noé)
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