Las virtudes eran múltiples y
variadas en una vida de conocimientos plenos. Desde ser un naturalista meteorólogo
hasta desempeñarse en la medicina incluso como maestro con talento singular que
le permitió fortalecer en el país los estudios de tal profesión de pergaminos y
sacrificios. Todo esto ocurrió en el Perú emergente del siglo XIX, Sin
olvidarnos que también fue valiente, persistente y de sólidos principios. Aquel
de los que se juegan por entero, sin faltarle agallas, en la búsqueda y
consecución de la libertad para todos. Por
eso, precisamente por eso, el hombre se convirtió en un digno prócer del Perú
que colaboró con San Martín y Bolívar. Un político honesto y consecuente.
Ministro de estado en distintas carteras y oportunidades. Como la de Gobierno y
la de Relaciones Exteriores. Diputado y Constituyente de fácil oratoria que
convencía con infinidad de argumentos y mucha facilidad. Llegó a ser inclusive
Presidente del Consejo de Gobierno, cargo que correspondía a la más alta
función ejecutiva de la nación peruana.
Tales son los méritos innegables
de José Hipólito Unanue y Pavón que fue
considerado en su época, sin ningún tipo
de exageraciones por unanimidad y como expresión genuina de la realidad, como
el talento en persona, habiendo figurado con creces tanto en la época de la Colonia
como a inicios de la República emergente.
Nacido en Arica que en, aquel
entonces pertenecía al Virreinato del Perú, el 13 de Agosto de 1755. Habiendo
sido sus padres: el vasco Miguel Antonio Unanue Montalivet y la ariqueña Manuela Pavón Salgado, descendientes directos
de españoles peninsulares.
Hipólito Unanue: médico e intelectual de primera
Hipólito Unanue: médico e intelectual de primera
SACERDOCIO
Su familia no contaba con
recursos económicos. Muy por el contrario, su progenitor quedó al borde de la
miseria por la pérdida de una embarcación que constituía su única fuente de
ingresos. Precisamente unos días antes de su nacimiento.
En su ciudad natal, estudió las primeras letras. Por vinculaciones
familiares con el clero se inclinó, precisamente, por el sacerdocio. Esta
carrera la desarrolló en el Seminario de
San Jerónimo de Arequipa. Allí se especializó, además, en Filosofía,
Humanidades y Principios de Jurisprudencia.
Hacia 1777 se trasladó hacia Lima
e ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde puso de relieve
su vocación por la Medicina que la aprendió con tesón y entusiasmo. Por sus
reducidos ingresos de dinero, también, a la par, trabajaba para ganarse el pan
de cada día y poder mantenerse.
Lo hizo como preceptor de la casa
de Agustín de Landáburu, uno de los hacendados más ricos de la capital, quien
le brindó su apoyo al descubrir en él
dotes brillantes de intelectual. Hacia
1883 se graduó de Bachiller en Medicina, prestando el juramento
correspondiente.
ARTICULOS
Contribuyó a la formación de la
Sociedad de Amantes del País, en cuya publicación “El Mercurio Peruano”, escribió
constantemente artículos de diversa índole sobre la patria peruana. En la
primera oportunidad, presentó a los
lectores una especie de ensayo en que resaltaba la idea general del Perú para
que sea no sólo conocido aquí, sino en el exterior.
Perfiló el concepto de la patria
peruana, aprovechando las páginas de esta publicación, tras presentar al país
como una unidad geográfica e insistir con ahínco en la búsqueda de una
identidad donde predomine, por completo, el humanismo.
Logró el apoyo del Virrey Francisco Gil de Taboada para la
creación del Anfiteatro Anatómico de la Universidad de San Marcos que se inauguró
el 21 Noviembre de 1792. En esta ocasión,
leyó un discurso titulado “Decadencia y restauración del Perú”. La tarea
cumplida terminó por encumbrarlo como un puntal del ambiente intelectual limeño.
Lo nombraron Cosmógrafo Mayor
del Reino y editó “La Guía Política, Eclesiástica
y Militar del Virreinato del Perú (1793.1797)”. Con el fin de discutir las teorías de los naturalistas
europeos sobre el peso de la naturaleza en América y sus habitantes, sacó el libro
que causó mucho interés titulado “Observaciones
sobre el Clima de Lima y su Influencia en los Seres Organizados, En Especial el
Hombre”. La obra demostró una madurez y una lucidez conceptual, mereciendo
infinidad de elogios.
Monumento en su homenaje ubicado en el Parque Universitario
Monumento en su homenaje ubicado en el Parque Universitario
COLEGIO DE MEDICINA
Lo nombraron Protomédico General
del Perú, cuya resolución correspondiente la firmó el Virrey José Fernando de Abascal. Aprovechando tal
cargo, puso a funcionar un Colegio de
Medicina que comenzó a operar en el Hospital de Santa Ana, mientras se
construía su edificio propio
Con su propio dinero costeó la
dotación de enseres e instrumentos para
el nuevo local que también contó con el
apoyo del gobierno, del clero y de personas pudientes. Como agradecimiento al
Virrey, por su cooperación decisiva, se bautizó este centro de estudios como
Real Colegio de Medicina de San Fernando que se inauguró en 1808. A instancias del médico, el Virrey
instaló en las afueras de la ciudad el Cementerio Presbítero Maestro. Por aquel
entonces, los entierros se realizaban en las iglesias y otros recintos religiosos.
No obstante su acercamiento y
proximidad al gobierno virreinal, Unanue colaboró en periódicos calificados
como sediciosos por su propaganda liberal e independista como: “El Verdadero
Peruano” y el Satélite del Peruano.
Lo eligieron como Diputado a las
cortes por Arequipa y viajó a España.
Cuando llegó a la península, este organismo había sido disuelto por la
reacción absolutista. Entonces, visitó al Rey
Fernando VII y consiguió apoyó pecuniario para el Colegio de San
Fernando.
MINISTRO
Lo que se comentó mucho es que el
monarca le ofreció el titulo de Marques y Unanue lo rechazó con cortesía. Aceptó, únicamente, un óleo de la Virgen de la Asunción al igual que el
nombramiento como Médico de la Real Cámara.
Regresó a suelo peruano y se
traslado a Cañete en busca de descanso. Lo llamaron por los sucesos de una
próxima emancipación política del Perú.
A solicitud del Virrey integró como Secretario la delegación realista que se
entrevistó en Miraflores con los emisarios del General San Martín.
Luego de que Lima fue ocupada por los patriotas, resultó
ser, por convicción, uno de los firmantes del Acta de Declaración de la
Independencia, aprobada en sesión del Cabildo Abierto del 15 de Julio de 1821.
Proclamada la liberación e instalado el gobierno protectoral, a Unanue se le encomendó el Ministerio de Hacienda, cargo
que ejerció desde el 3 de Agosto de 1821 al 21 de Septiembre de 1822.
Tuvo que afrontar la trabajosa
tarea de mantener la administración del estado a pesar de la labor destructora
de los realistas y los efectos inmediatos de la libertad económica. Uno de los
fundadores de la Orden del Sol y miembro de la Sociedad Patriótica, ante la
cual disertó sobre el régimen político más conveniente para el Perú
Como Diputado por Puno integró el
Primer Congreso Constituyente del país cuya presidencia ejerció durante dos
meses. Participó, decididamente, en los
trabajos de la comisión encargada de redactar el proyecto de “Constitución de
la República con otros miembros de la cámara.
Un libro que difunde su valiosa obra.
Un libro que difunde su valiosa obra.
CON BOLIVAR
Entre el marco de la disputa entre
el Congreso y el Presidente Riva Agüero, siguió a éste hasta Trujillo y aunque
lo nombraron Senador por Tacna del congreso instalado en dicha ciudad no aceptó
y retornó a Lima
Conversó con Bolívar ni bien el Libertador
llegó a suelo peruano. Inclusive lo sirvió como médico cuando el venezolano
estuvo afectado seriamente de salud en
Pativilca. De 1824 a 1825, bajo la
dictadura que quería ser vitalcia, desempeño varias carteras ministeriales:
Gobierno, Relaciones Exteriores y Hacienda.
Ejerció la vicepresidencia del
Consejo de Gobierno y después la presidencia del mismo organismo en reemplazo
de José de la Mar entre el 10 de Abril de 1825 y el 5 de Enero de 1826,
mientras Bolívar se encontraba en el sur. Así estuvo a la cabeza del Poder Ejecutivo
peruano.
Durante su gestión, en el aspecto
económico, dictó el primer reglamento de comercio, estableció el personal de
aduanas y dio impulso a la agricultura, minería
e industria manufacturera. Fundó infinidad de colegios y preparó los
planes de estudios correspondientes.
SOCIEDADES
Creó sociedades con fines
cuilturales como la Sociedad Filarmónica y el Museo de Ciencias Naturales.
Además impulso la primeara junta de beneficencia pública, varios
establecimientos hospitalarios y propagó la vacunación para erradicar la
viruela entre la población.
Lo nombraron Ministro de Justicia
y Negocios Eclesiásticos. Sin embargo, tras la partida de Bolívar, se retiró a
su hacienda San Juan de Arona, ubicada en el valle de Cañete. Enfermo tuvo que
soportar la pérdida de su segunda esposa, Josefa de la Cuba Ballón.
La primera fue Manuela de la Cuba
Rocha con quien no tuvo descendencia. De Josefa, sobrina de Manuela, tuvo cinco
hijos: Jesús, Francisca, Germán, Rosa y José. Del prócer, entre otros,
descienden: los Paz Soldán, los Larraburre y los Rada y Gamio.
La figura más importante de la
ilustración peruana que recogió
datos para su obra capital, “Observaciones Sobre el Clima
de Lima”, un tratado que, dentro de la tradición hipocrática, se
proponía explicar las causas climáticas de las enfermedades de la ciudad de
Lima. Para verificar sus tesis, relacionó datos meteorológicos con
observaciones clínicas, combinando conceptos médicos modernos y tradicionales.
A pesar de las frecuentes citas a Newton y Hermann Boerhaave, el
libro de Unanue tiene un tono singular. Negó la importancia de la química para
la ciencia médica y su insistencia en la singularidad climática (y, por tanto,
médica) de Lima influyó en algunos médicos posteriores, que negaron la utilidad
de los remedios habituales para las enfermedades peruanas y se adhirieron a las
teorías de Unanue.
Estampilla postal de recuerdo para la posteridad.
OBSERVACIONES
Contrariamente, la parte racional consistió en refutar la afirmación del conde
de Buffon de que el clima, el ambiente, la flora y la fauna del Nuevo Mundo eran
inferiores a la del Viejo continente
Unanue, tras citar la refutación que Thomas
Jefferson hizo a Buffon en susNotes on the State of Virginia, adujo sus
propias observaciones para apoyar la postura americanista. Las especies
importantes no degeneraban en el Nuevo Mundo y Europa podía alardear de tener
tantas bestias e insectos nocivos como América, si no más
“Si en el Mercurio Peruano su labor
adquiere proyecciones universales y las producciones contenidas en sus páginas
se traducen al inglés, al francés y al alemán, causando verdadera admiración en
cuantos las conocen, el ‘pensamiento vivo’ de Unanue que se desprende de sus
artículos del Nuevo Día del Perú tiene la emocionada entonación del Padre de la
Patria
No
fue guerrero con la espada, pero sí el luchador con la pluma. Con sus escritos
libra la campaña espiritual. Ya los del período colonial habían encontrado
resonancias en el precursor Juan Pablo
Vizcardo y Guzmán.
Vizcardo y Guzmán.
APORTES
Por
ellos y por los de la Emancipación, Hipólito Unanue se convierte en símbolo del
Periodismo y el pensamiento peruano. Afirmó la continuidad histórica y en todas
sus producciones vibró con noble persistencia el afán de servir a la Patria.
Por
su siembra magnífica se forjó la conciencia del Perú. Ella la realizó por medio
de los papeles públicos que a su influjo, se convirtieron en fecundos vehículos
de los sentimientos nacionalistas”. Un pensador de polendas para un Perú que
caminaba, a inkicios de la república firme., no obstante las convulsiones.
Fue de personalidad polifacética, como
médico, físico y estadista. Su via y obra, ampliaente conocidas a través de la
historia, han concitado sumo interés entre historiadores y biógrafos, quien han
dado a conocer las sobresalientes cualidades personales del recordado sabio y
precuersor de nuestra Independencia. (Noé)
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