Lo de Martín Belaunde Lossio es muy simple y concreto. El otrora íntimo
amigo de la pareja presidencial está procesado por corrupción y malos manejos
al interior del Gobierno Regional de Ancash. Pero el mismísimo personaje aduce
que es un perseguido político, que no
tiene garantías para ser juzgado y por
eso recurre al refugio en Bolivia.
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Lo que hay que subrayar es que está
denunciado judicial y penalmente por su nefasta actuación en el caso de” La
Centralita”, durante el reinado nefasto
del hampón César Alvarez. Este es un
caso típico de corrupción y no, precisamente, de persecución. No hay que confundir planos ni tampoco
sorprender a nadie tanto aquí como en el extranjero.
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Según los abogados y
entendidos, este individuo, a las claras,
ha cometido varios delitos por los cuales tiene que juzgársele con todo el peso
de la ley. Entre ellos: asociación ilícita para delinquir, complicidad y
peculado. Felizmente que ahora esta detenido en Bolivia y existen posibilidades
que lo traigan al país vía la expulsión o la extradición.
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Lo malo es que casi no se ha hecho nada, en el
campo de la justicia, en la investigación de sus supuestas acciones criminales
para conseguir obras y robar a mansalva en Chiclayo, Madre de Dios, Cusco y
otros lugares del país. Hay un hecho evidente y de comprensión generalizada: casi nadie
duda que este hombre de origen
chiclayano sería un vulgar delincuente.
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Pero falta juzgarlo y
sentenciarlo. Con su huida a Bolivia trató de salvarse. Sin embargo, al
prófugo no le va muy bien que digamos y habría patinado en escoger a ese país
para lo que lo proteja. Mismo Fujimori en Chile
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Ahora bien, su condición de víctima asediada
por razón de sus ideas, es un cuento total, sin ningún asidero legal y menos de
protección humanitaria. No hay ningún indicio de eso. Ni razón primordial de peso para sostener
ello.
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Recordemos, mal que bien, que en el Perú se vive en democracia total. Con plena vigencia del imperio de la Constitución y las leyes. Aquí a nadie se persigue por razón de sus
ideas. Si por acción de sus delitos.
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Entonces, por lógica deductiva y conocimiento
del Derecho Internacional, carece de
razón el asilo. Menos el refugio, con
intervención del Acnur, organismo de prestigio que pertenece a la Organización
de las Naciones Unidas. Ambas
prerrogativas de protección están muy lejos de este galifardo apellidado Belaunde Lossio.
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Lo que si corresponde de todas maneras es
juzgar, a plenitud y con todo el peso de la ley, a tal misterioso y enigmático hombre que
desde hace un buen tiempo está vigente en el acontecer noticioso nacional e
internacional. Así es que no queda otra que traerlo de vuelta al país, previa detención, con la ayuda de las
autoridades bolivianas.
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Hay un dato interesante
proporcionado por la Contraloría General de la República a la Comisión
Investigadora del Congreso que preside Marisol Pérez Tello. En efecto, las
compañías vinculadas al prófugo dizque empresario lograron contratos con el Estado por aproximadamente tres mil millones de soles.
La astronómica y significativa cifra implica, evidentemente, dudas y
sospechas.
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Completamente probada está la
relación íntima de Belaunde con Ollanta Humala y Nadine Heredia en acciones políticas partidarias tanto el 2006 como
el 2011 con ingentes cantidades de dinero de por medio. Nadie puede negar ello
y de eso hay videos, fotos, audios y testigos presenciales de toda clase y
condición
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La cosa se puso peliaguda y digna
de controversia cuando se supo que Belaúnde contribuyó a la financiación de la
campaña presidencial hace nueve años y actuó como operador político y
comunicativo durante el proceso electoral del 2011. Llamaba la atención la
inversión. A cambio de qué se preguntó y se pregunta hasta ahora la ciudadanía.
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No sólo eso, por aquel entonces tuvo mucho que
ver, conjuntamente con su padre Arturo Belaunde, en los pagos de más de 50 mil
dólares que recibió Nadine como
consultora de proyectos, tan disimiles y
tan lejanos a su profesión de comunicadora, relacionados con tratamientos
capilares y asunto de palma aceitera. Ello sonó, siempre, a trafa total.
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Estos hechos no se han aclarado en ningún
momento y su explicación lógica y
valedera sigue en el limbo total. Aquí
definitivamente hay gato encerrado con miau miau a montones y mar de fondo
enteramente profundo.
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Allí no queda la cosa. Hay otro
hecho probado por completo. Belaunde
Lossio puso a disposición de Humala,
durante la competencia electoral presidencial del 2011, una cadena de radios
que compró ubicada a lo largo del norte del país y fundó, para idénticos fines,
el diario “La Primera” hoy transformado con el nombre de “Uno”.
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Si se conoce que, con Humala en el poder, el hombre de radio y prensa escrita tenía
fuerza e influencia en distintos sectores públicos. Como en el Congreso de la República
de la mano de Victor Isla y otros
parlamentarios. Lo mismo que en diferentes reparticiones públicas. Allí, en todos estos lugares, el
individuo siniestro caminaba como Pedro por su casa.
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Muchos conocedores del tema
sostienen que tras el triunfo del humalismo,
Belaunde tomó la decisión de cobrar lo invertido. Sonó su hora e ingresó a
los vericuetos de la pillería con empresas y obras públicas amañadas en
distantes regiones del país.
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Todo esto, según se sostiene y
quiere probarse, con la anuencia tanto del Presidente de la República como de
la Primera Dama. Belaunde sabe mucho
de las andanzas misteriosas de la parejita y, entonces, vale la pena
contentarlo para que la liebre, precisamente, no salte. Eso es lo que, cabalmente, sostienen los mal pensados y los curiosos por saber la verdad monda y lironda.
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Tal seria el temor presidencial
y por eso viene todo el lio de la
colaboración eficaz que contó con la intervención inaudita del Ministro de
Justicia, Daniel Figallo Rivadeneyra, y
el Asesor Presidencial, Luis Roy Gates.
A propósito este último se ha replegado por completo de los medios de
comunicación y la visibilidad pública,. Tan mal quedó que se escondió. ¿Vivo o pillo?
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Ollanta y Nadine al parecer tienen miedo de que hable Belaunde y los desenmascare. Mejor que
se quede en Bolivia o escape a otro lugar del mundo para que viva a salto de
mata, pero sin contar la verdad. Eso si
con dinero contante y sonante que se birló de las arcas públicas y los negociados regionales.
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Lo optimo y lo que quiere la
ciudadanía, evidentemente, es que se
traiga nuevamente al país a este galifardo, cuyos actos visibilizan a un
posible delincuente de marca mayor para que sea juzgado por lo de la
Centeralita y por su actuación delictual
en diferentes empresas constructoras. Que esperan las autoridades judiciales
para armar el proceso y juzgar con rigor. Ya es tiempo. Por lo menos avanzen en lo de Antalsis y en otras firmas hasta que se
traiga al cautivo.
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Nos aseguran que todo el lío
armado por la ex Procuradura, Yeni
Vilcatoma y que pago pato el Ministro
Figallo, se debe no tanto a su amor por la justicia y la aplicación de la
ley, sino por su frustración y rivalidad con Joel Segura, el actual Procurador Anticorrupción.
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Ella quería ser la primera del escalafón
profesional de esa repartición
estatal a como de lugar. Cuando
no lo logró, comenzó a armar la
porquería con ventilador para todos. Mezquindad y mediocridad moral por entero.
Las
ambiciones desenfrenadas, definitivamente aniquilan a los seres humanos y esos nefastos
sentimientos, desafortunadamente, no se pueden grabar en audios para probar las malas intenciones
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La grabación electrónica, bajo todo punto de
vista, es inadmisible, cobarde y signo de traición por donde se le vea. Nadie
puede confiar en una persona con estas aficiones nefastas. Sino pregúntenle al
hampón Vladimiro Montesinos Torres.
Aquí y sólo en este punto, efectivamente le damos la razón a Figallo.
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No ha cambiado mucho la situación
de emergencia nacional. Ni tampoco el país ha mejorado en seguridad y protección
a los ciudadanos como prioridad total. Pero al responsable de ello, el Ministro
del Interior, Daniel Urresti, lo tenemos desenfrenado e
insultando a todo el mundo via twitter. Policía, policía, policía.
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Sin embargo, el hombre tan
peculiar y tan simplón tiene popularidad que le llega a más del 45 por ciento, según las encuestas y hasta se habla de que podría ser el candidato
presidencial del humalismo el 2016.
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Dios nos libre de tal propósito de conquista
electoral y, si no lo hace, que nos coja confesados. No puede ser que un mediocre
de tal especie, probado por sus cuatro costados, ahora tenga porvenir político.
En qué país estamos.
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Cuentan por allí que la dirección periodística de un diario
capitalino, muy antiguo y el de
mayor prestigio en el país, está plagada de modernismos de color rosadito
propio de invertidos que se sienten féminas y no lo son. Allí habría uno de ellos con plenos poderes y apellido de origen extranjero.
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Un seguidor e imitador impecable del poder de los hombres que tampoco lo son, gustándole las costumbres de género y opción de grandes personalidades como el conquistador Alejandro el Magno, el impecable
escritor Oscar Wilde y el francote
Congresista Carlos Bruce. Hay que
haremos, hay que haremos. La verdad-
verdad: no somos homofóbicos pero no nos gusta ocultar las cosas que son
ciertas y reales. Sobre todo porque el closet martiriza y apolilla…
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En las redes sociales de todo
pasa. Resulta que en estos días el Canciller de la República, Gonzalo Gutiérrez Reinel, en el
Facebook se dedicó a enamorar a su esposa, Patricia
de las Casas Elías Bonnemaison, con foto y espejo colonial de por medio.
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Con tal distinguida dama,
Psicóloga de profesión y basquetbolista en sus años mozos que incluso defendió
la casaquilla nacional, se casó hace unos meses
al inicio de su gestión. En esta oportunidad, como si la luna de miel
continuase permanentemente, le recordó,
románticamente, las letras de las canciones del célebre divo español, Joaquín Sabina.
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Mucho mejor sería que una
personalidad de tal categoría trate de estos asuntos, tan pero tan particulares,
en forma enteramente privada. Nos parece que sí por decoro, decencia y
convicción. Salvo que a alguien se quiera molestar. A quién, a quién. Nadie lo
sabe. Caer en el ridículo es muy fácil.
Evitarlo, a como de lugar, una necesidad inmediata.
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Ha comenzado mal la gestión del
inefable Luis Castañeda Lossio al
frente de la Municipalidad de Lima. Eso
de echarle la culpa de todo lo que pasa a la antecesora es simple y débil
pretexto. Por más que Susana Villarán
de la Puente, efectivamente, fue una nulidad y realmente cometió grandes y
garrafales errores. Lo que quiere el vecindario son soluciones y el progreso
efectivo de la capital.
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Castañeda sigue mudo, como es su costumbre. Mientras que, sus
partidarios y seguidores aseguran que está
trabajando duramente y que muy pronto ya se tendrán la lista de proyectos
de impacto general.
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La primera de ellas: el circuito de aguas del
Parque de la Reserva que ya funciona a plenitud y completamente renovado desde
el 18 de Enero que se celebró el aniversario de la fundación capitalina.
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El problema está y salta a la
vista en que el plan preliminar proyectado del burgomaestre, que sigue contando
con la aprobación ciudadana contundente del 60 por ciento en las encuestas, es poco ambicioso e incluso mediocre.
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La actual gestión le da una
importancia cabal y primordial a las obras y deja de lado lo que efectivamente
se requiere: la reforma total de la
ciudad en un efectivo modelo revolucionario para efectivamente cambiarla,
teniendo en cuenta las exigencias del siglo XXI.
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El burgomaestre tan sólo se contenta con construir,
entre otros colosos de cemento, más intercambios viales y hacer anchas las
avenidas metropolitanas. Es decir, muchas realizaciones en el corto plazo. No hay visión de futuro para Lima.
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Ni menos cambios para comunicarse con el
vecindario constantemente. El mudo sigue arrogante, escondido y en los
vericuetos tan controvertidos de su forma de ser autoritaria. Ni democrática. Ni abierta. Si dictatorial y tiránica.
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Con los mismos chulillos y sirvientes que
tiene desde hace años de colaboradores quienes han retornado, en su mayoría,
a la Municipalidad y sus diferentes
empresas. Incluso los que tienen impedimento legal. Aquí hay de todo: desde fracasados hasta ineptos.
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No hay, pues, novedades
trascendentales de manejo en la comuna metropolitana. La gestión seguirá tan
controvertida como la de sus anteriores periodos. Entonces, tarde o temprano,
las papas pueden quemar y producirse un incendio generalizado y destructor. La popularidad acabar de un momento a otro y allí sí que se
verán los nubarrones del descalabro.
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Un estadista con proyecciones, efectivamente,
es lo que falta en el palacio de Nicolás de Ribera el Viejo. El alcalde elegido ya está obsoleto.
Una pena y los damnificados serán los vecinos de Lima. No obstante de que ya se
pasó tanta penuria con la inepta Villarán.
No existen ni se vislumbran, definitivamente, las perspectivas de transformación
en la nueva gestión solidaria. Una más
del montón enteramente anodina. (Noé)
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