Más de mil obras pictóricas como
parte de su producción creativa singular y de calidad infinita. Llenas de
genialidad que se propagaron por el mundo, dejando indiscutiblemente profunda
huella indeleble. Excepcional artista convertido,
efectivamente, en un pintor de pintores. La pintura como necesidad, laborioso y
prolífico. Mucha variedad y talento. Mucha vida. Amante de los toros, la gente
sencilla y las mujeres hermosas. Esta última afición la cultivó enteramente, sin
desmayo alguno. Era dotado de una extraordinaria capacidad de trabajo,
enamorado de los barrios bohemios de París del sol del Mediterráneo, de la vida
para lanzarla al lienzo de la belleza absoluta.
El artista tuvo infinidad de nombres larguísimos: Pablo, Diego, Jose Francisco de Paula Juan
Nepomuceno María de los Remedios Crispiniano de la Santisima Trinidad.
Mientras que sus apellidos fueron Ruiz
Picasso. Hasta que todos lo conocieron por su primer nombre y su segundo
apelativo. Es decir, Pablo Picasso. Famoso
desde la juventud. Completamente admirado y solicitado por los célebres y
poderosos. Esencialmente un español
sencillo, saludable y generoso,
Nació el 25 de octubre de 1881, en el N° 36 de la
plaza de la Merced de Málaga, como primogénito del matrimonio formado por el
pintor vasco José Ruiz Blasco y la andaluza María Picasso López. El padre era
profesor de dibujo en la Escuela Provincial de Artes y Oficios, conocida
como San Telmo.
Picasso y sus manos geniales, creativas.
Picasso y sus manos geniales, creativas.
DIFICULTADES
La primera infancia de Pablo transcurrió entre las
dificultades económicas de la familia y una estrecha relación entre progenitor-hijo,
que ambos cultivaban con devoción. El niño era un escolar menos que discreto,
bastante perezoso y muy distraído, pero con precoz facilidad para el dibujo,
que José estimulaba.
En 1891, la familia se trasladó a La Coruña, en cuyo
Instituto da Guarda son requeridos los servicios del mayor como profesor. Pablo
inicia sus ensayos pictóricos, y tres años más tarde su progenitor y primer
maestro le cede sus propios pinceles y caballetes, admirado ante el talento de
su hijo.
Ruiz Blasco obtuvo un
puesto docente en la Escola d'Arts i Oficis de la Llotja de Barcelona. Por su
parte, Pablo resolvió en un día los ejercicios de examen previstos para un mes.
Así fue admitido en ese centro especializado. Con sólo quince años, instaló su
primer taller en la calle de la Plata de la Ciudad Condal.
Obtuvo una mención honorífica en la gran exposición de Madrid
por su obra “Ciencia y Caridad”, todavía de
un realismo académico, en la que el padre sirvió de modelo para la figura de un
médico.
AMISTAD
La distinción lo estimuló a rendir oposición al curso adelantado
en la Academia de San Fernando, mientras sus trabajos, influenciados por El
Greco y Toulouse-Lautrec, obtuvieron nuevas medallas en Madrid y Málaga.
Picasso se instaló en el célebre Bateau-Lavoir, en el número 13
de la calle Ravignan (hoy plaza Hodeau), alojamiento variadamente compartido
por artistas, entre otros el también español Juan Gris.
Allí trabó amistad con Braque y Apollinaire, y se enamoró de
Fernanda Olivier. Durante tres años pintó y dibujó sin cesar, rendido a la
influencia de Cézanne, mientras elaboró con Braque las líneas maestras del
cubismo analítico, cuya gran obra experimental, “Las Señoritas
de Aviñón”, fue pintada por Picasso en 1907.
Pronto sobrevino el asombro y el escándalo ante un
estilo deforme que rompió todos los cánones y ganó nuevos adeptos El audaz
inventor expuso en Munich (1909) y en Nueva York (1911). Encontró una nueva
compañera en Marcelle Humbert, y siempre seguido por Braque, se lanzó a
inventar el cubismo sintético, que los acerca al borde de la abstracción.
En su extensa y tan variada obra, Picasso jamás
llegaría a abandonar la figuración. Poco después, se mudó de Montmartre a
Montparnasse, y se abrieron exposiciones suyas en Londres y Barcelona.
Una de sus impresionantes obras pictoricas.
Una de sus impresionantes obras pictoricas.
TRAGEDIAS
Con la Primera Guerra Mundial, llegaron las
tragedias: Braque y Apollinaire fueron movilizados,
y Marcelle murió súbitamente ese otoño. Pablo abandonó prácticamente el
cubismo, y buscó otros caminos artísticos.
Los encontró en 1917, cuando por intermedio de Jean
Cocteau, conoció a Diáguilev. Le encargó los decorados del ballet Parade de
Eric Satie. El fin de la guerra le trajo un nuevo amor, la bailarina Olga
Clochlova, y también un nuevo dolor: la muerte de Apollinaire, a consecuencia
de una grave herida en la cabeza. Se casó con Olga en 1918, y hasta 1925 trabajó
en diversos ballets que dieron cauce a su evolución pictórica.
Un viejo retrato de su madre le valdrá el millonario
premio “Carnegie” de 1930, que le permitió adquirir una suntuosa villa
campestre en Boisgelup, y pasarse más de un año viajando por España. Por
entonces volvió a la escultura y mantuvo un romance con Teresa Walter, del que
nace su primera hija, Maya. La Clochlova inició un escandaloso juicio para
conseguir el divorcio, que el juez se negó a conceder. Despechado, Picasso se
enamoró de Dora Maar.
El famoso Guernica.
El famoso Guernica.
GUERNICA
Al estallar la Guerra Civil Española, Picasso apoyó con firmeza
al bando republicano, y aceptó simbólicamente la dirección del museo del Prado,
mientras que pintó el “Guernica” en París.
Deprimido por el triunfo de los nacionales y la posterior
ocupación de Francia por los nazis, pasó la mayor parte de la Segunda Guerra
Mundial trabajando en su refugio de Royan.
En 1898 realizó su primera muestra individual en Els
Quatre Gats de Barcelona. En el otoño del año 1900 hizo una visita a París para
ver la Exposición Universal. Allí vendió tres dibujos al marchante Petrus
Mañach, quien le ofrece 150 francos mensuales por toda su obra de un año. Pablo
era ya un artista profesional, y decidió firmar sólo con el apellido materno.
Coeditó en Madrid la efímera revista Arte Joven y viajó
nuevamente a París, donde conoce a Max Jacob y comenzó lo que luego se llamó su
«período azul». Expuso su primera muestra parisiense en la galería de Berthe
Weill, y decidió trasladarse,
definitivamente, a la capital francesa.
En 1944, se afilió al Partido Comunista Francés y dio
a conocer 77 nuevas obras en el Salón de Otoño. Después se entusiasmó por la
litografía y por la joven y hermosa pintora Françoise Guillot, con la que
convivió dos años. Así se inició su
etapa de Vallauris, en la que trabaja en sus magníficas cerámicas. Con
Françoise tuvo dos hijos: Claude, nacido en 1947, y Paloma en 1949.
Otra de sus maravillas: las señoritas de Avignon
Otra de sus maravillas: las señoritas de Avignon
Quedó fascinado por una misteriosa adolescente de delicado
perfil y largos cabellos rubios llamada Sylvette que aceptó posar para él a
cambio de uno de los retratos, a su elección. El trato se cumplió y su
resultado produce algunas de las obras más conocidas y reproducidas del pintor,
el famoso perfil de Sylvette en la butaca verde.
Si la fascinación por la etérea Sylvette había sido
platónica, no tuvo el mismo cariz su atracción por Jacqueline Roqué, joven de extraordinaria
belleza a la que tomó como compañera en 1957, un año antes de pintar el
gigantesco mural para la UNESCO.
Fértil milagro del arte y de la vida, Picasso siguió
creando, amando, trabajando y viviendo intensamente hasta morir el 8 de Abril
de 1973, a los 91 años. Dejó tras de sí la mayor y más rica obra artística
personal de nuestro siglo, y una fabulosa herencia que provocó agrias disputas
hasta recaer en un ser de pacífico nombre: Paloma, su hija.
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