Hasta ahora resulta el panorama sombrío y hasta desolador
para las elecciones presidenciales del 2016 y ello se debe primordial y, fundamentalmente, a la falta de partidos políticos y a la crisis persistente de las
pocas agrupaciones de este tipo que aún están vigentes.
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Las encuestas, aunque hay mucho
pan por rebanar hasta que se realicen los comicios el 10 de Abril del próximo
año, han dado su veredicto y ponen en primer lugar, con más del 30% a Keiko Fujimori Higushi.
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La candidata que ya ha asegurado
su participación y que tiene la pesada herencia de su padre preso condenado a
25 años de prisión, Alberto Fujimori
Fujimori: asesino, ladrón y violador de los derechos humanos. Ella, por donde se le mire, es la
candidata de la corrupción.
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No obstante esta tremenda carga
que es cierta y real, todos los
analistas pronostican que la postulante del fujimorismo estará, de todas
maneras en la segunda vuelta, con un equipo de operadores que tienen
experiencia en estas lides.
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El problema está en que tiene lo
que se llama un voto duro que no
avanzaría más que en ese porcentaje y el
rechazo permanente de determinados sectores de la población. Keiko, al parecer, se movería en esos parámetros y a la larga no podría ganar
la elección.
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El segundo lugar de las estadísticas,
con un 22%, es para Pedro Pablo
Kukzynski que, a pesar de que sobrepasa con creces los 70 años, se presenta
como una alternativa viable. El quiere ser
la revelación de la vuelta final y
decisiva, desde el centro hacia la izquierda, movilizando el fuerte voto
antifujimorista.
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El que marcha tercero, acumulando
8% en las encuestas, es Alan García Pérez del Apra que, de lejos, es el político más hábil con el que contamos y
el más experimentado de los candidatos. Muchos dicen, y no les falta razón,que
podría ganar las elecciones tras realizar una campaña electoral de bríos y
aciertos.
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Su principal escollo a superar es
que está muy golpeado por su desprestigio, en los asuntos de corrupción como los
narco-indultos y otras perlas que ocurrieron bajo su gobierno. Cierto es que,
asimismo, tan sólo tiene una cuarta
parte de la intención de voto de Keiko
Fujimori.
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Lo que sí está comprobado es que
el Nacionalismo, el partido actual en el poder, poco tiene que hacer en estas
elecciones con el inefable y controvertido General Daniel Urresti como candidato o con quien sea.
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Sus miras y baterías estarán puestas en
conseguir parlamentarios en el Congreso para que defiendan a Ollanta Humala y Nadine Heredia que
serán, evidentemente, apabullados y acusados por sus pésimas actuaciones y por
los actos de corrupción que se desataron durante el periodo presidencial del
2011 al 2016. El porcentaje de aceptaciones, en este caso, llega al 8%
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No se necesita ser un zahorí para pronosticar que Alejandro Toledo Manrique será uno de
los perdedores de los comicios que se vienen el próximo año. Su desprestigio es
total por los actos de corrupción en que está comprometido, por la compra
indebida e injustificada de inmuebles en las zonas más caras de Lima, con
remanentes que sobrepasan los 6 millones de dólares. De dónde pecatamea cholo sano y sagrado. Las encuestas le dan un 6%
de las preferencias electorales.
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Hay un candidato del partido
Todos por el Perú, Julio Guzmán Cáceres,
economista de 45 años, que hace algunos meses está trabajando duramente para
convertirse en una alternativa de poder,
con una posición democrática de
centro.
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Además-y
eso es lo interesante- con programas económicos y sociales coherentes y
efectivos, donde las clases medias cumplirán el rol de una efectiva
transformación. A ello apunta este candidato a quien le deseamos la mejor
de las suertes.
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Su principal meta y objetivo es
remontar en las encuestas y convertirse en un postulante de fuerza. Ya tiene bases en 15 regiones, 20
provincias y una organización
establecida en Lima con una formación de cuadros técnicos que involucran
a más de 300 expertos de primera calidad. Guzmán ha sido Viceministro de
Pymes de este gobierno y Secretario General de la Oficinas del Primer Ministro
(PCM), en tiempos de Juan Jiménez Mayor.
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Uno de los candidatos menores que
señala las predicciones es: César Acuña,
el Presidente Regional de La Libertad, de quien mucho se habla de su falta de
seriedad, inclinación a actos corruptos y a la explotación comercial de la
educación. El candidato ha acumulado un 5% de probabilidades. Tan farsante es que
engañaría a sus electores de La Libertad por enteras ambiciones de poder.
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También está Mauricio Diez Canseco, un fantoche mezclado con pizza de ínfima
calidad, que ha llegado al 3% de las preferencias y el Congresista Humberto Lay Sun con un 2%. Poco es lo que tienen. Las probabilidades de triunfo, para ambos, son ínfimas.
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La izquierda de todo tipo y color está muy pero muy debilitada. Comprobado
que ninguna fuerza efectiva tienen. A nadie representan. Por estas condiciones que se convierten en
inamovibles, sus representantes, en abril, permanecerán subidos al carro de
otra agrupación, tentando curules parlamentarias y sin candidato presidencial propio.
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Sin embargo, se hablan de
candidaturas dispersas y prácticamente solitarias. Como las del cura Marco Arana por Tierra y Libertad, la
de los congresistas Veronika Mendoza,
Jehude Simons Munaro y Sergio Tejada. Nada son, nada representan.
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Lo que harán, evidentemente y
como es su costumbre, es acomodarse para sacar tajada de los que tengan más probabilidades de ganar.
Ya vemos que Salomón Lerner Ghitis,
de Ciudadanos por el Cambio, esta coqueteando con la candidatura de PPK. Los caviarones siempre son oportunistas y acomodaticios. Esta es su
principal característica. No les queda otra, dicho sea de paso.
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La corrupción ahora esta enquistada
del Brasil hacia Lima con el caso Lava Jato. A tal punto de que el prestigiado diario norteamericano “The New
York Times” afirma que “ese país ha
pasado de ser emergente a nación en emergencia”.
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Las esquirlas del escándalo, relacionado con la empresa brasileña Petrobras y con otras firmas constuctoras que habrian generado sobornos indebidos, ha colocado en la mira a tres gobiernos del Perú. El de Alan García, el de
Alejandro Toledo y el actual de Ollanta Humala, principalmente por la
visita de ejecutivos de las firmas de ese país a funcionarios peruanos.
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Según denuncias que circulan en
el Congreso de la República, aquí surge la figura de polendas de una
experimenta lobbista Zaida Sisson,
esposa del ex Ministro aprista Rodolfo
Beltrán Bravo, investigada en el Brasil y que habría estado en Palacio de
Gobierno entre los años 2006 y 2008. Ella se habría reunido al menos dos veces
con el entonces Presidente de la República, Alan García Pérez. Sisson está vinculada al ex Premier de esa
nación, José Dirceu, detenido por
este caso.
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La cosa se ahonda más en vista de
que, según medios de comunicación cariocas, el colaborador eficaz brasileño Milton Pascowitch declaró a la Fiscalía
que Dirceu y personas de su entorno sostuvieron reuniones con algunos ministros
de García, el año 2008.
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Asimismo la revista brasileña "Veja" difundió videos de las citas publicas que tuvo Dirceu con el líder aprista,
Javier Velasquez Quesquén,
cuando era Premier. La publicación señala que Zaida Sisson fue la encargada de gestionar este encuentro
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En el caso especifico del régimen
de Humala, los primeros indicios que podrían vincularlo con el escándalo es por
el aparente nexo de la funcionaria Rocío
Calderón Vinatea, intima amiga de Nadine
Heredia a quien le presta tarjetas de crédito, con empresas brasileñas
relacionadas con Zaida Sisson
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Esta última se reunió con Calderón en Palacio de Gobierno el 24
de Abril del 2013, de acuerdo a un programa de visitas que se ha hecho público.
La cosa se ha agravado cuando se ha descubierto que el ex novio de Rocío,
el brasileño Marcos de Moura Wanderley, fue representante en el Perú de la firma Galvao En-genharia.
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Precisamente, Sisson fue vinculada a esta compañía de Brasil por el colaborador
eficaz Pascowitch, para la cual ella
habría realizado consultorías en el Perú. Todavía no hay pruebas fehacientes.
Pero lo que se sabe, evidentemente, huele a podrido y merece, evidentemente,
investigación de la más profunda por parte de las autoridades peruanas.
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Al Gobierno de Toledo le cae la quincha de la duda por
las presuntas coimas de la firma constructora Odebrecht que habría hecho para
la construcción de la carretera Transoceánica. Lo que ha dado pie a preguntar cómo se consiguieron esos contratos.
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Cabe explicar que la operación
Lava Jato se investiga profundamente, en medio de un escándalo sin precedentes que se desarrolla en el Brasil, Se trata de enormes fraudes que supuestamente tuvieron lugar, durante una década, en el seno de la firma
estatal Petrobras. La compañía reconoce que ha perdido unos 2,000 millones de dólares
debido a los desvíos de dinero. No
estamos hablando de chauchillas, por si acaso. Oh, la plata más grande do mundo… (Noé)
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