Las voces entusiastas que
saludaron los comienzos del siglo XX se van apagando entre profecías incumplidas
y anhelos de paz que se concretan pues aún está encendida la guerra de mares y
tierras de Oriente. También son apenas un recuerdo aquellas otras más
melancólicas que despidieron el siglo XIX consagrándolo, prematuramente, como
la portentosa centuria de la ciencia. Pese a todo no se detiene la eterna
corriente de la humana empresa y a cada paso, tras de la adversidad, asoma el
atisbo humano de la esperanza.
Las noticias del mundo son
diversas. El General Kuropatkin, en un parte de guerra del Extremo Oriente,
anuncia que enfrenta la imposibilidad de mantener sus posiciones ante las
operaciones del ejército del Mikado que cae por sorpresa sobre las diezmadas fuerzas
zaristas.
En San Petersburgo, se admite la
posibilidad de una retirada. Las noticias locales son breves, propias de una
sociedad mesurada: la información de la Bolsa de Comercio dice que la plaza
está tranquila, que se preparan los próximos cursos y que en el Chaco se han
producido inundaciones.
Pronto la ciudad de Buenos Aires,a,
una de las principales de esta parte del continente, vibrará con un
acontecimiento deportivo: el debut de Nottingham Forest que vence a Alumini por
8-0. Por esos días llegan las noticias de la gran victoria naval del Almirante
Togo en el estrecho de Corea.
Se hunden el Petropavlovsk y
otros grandes acorazados y cae prisionero el comandante ruso. En Buenos Aires
se celebra el centenario de Mazzini. Grandes inundaciones causan ingentes daños
en Paraná, Concordia y San Nicolás.
General Kuropatkin: toda una figura de la guerra,
General Kuropatkin: toda una figura de la guerra,
EL FUTURO
Pelayo se consagra como crack de
las pistas. Es sofocada una revolución radical y se implanta el servicio
militar obligatorio. Se hunde el submarino inglés A8, muriendo 15 tripulantes.
Ya comienza a hablarse, en grande, sobre el futuro del mundo.
En Londres se anticipa un magno
proyecto de puente sobre el Canal de la Mancha, que permitiría ir de esa
capital a París en tren. Mientras tanto, en Odesa estalla la rebelión.
Uniéndose a los obreros portuarios en huelga, el acorazado Potemkim se subleva.
Perseguida por una poderosa flota, la nave llega al puerto
rumano de Theodosia. Son los días en que se anuncia el cambio del transporte en varias ciudades sudamericanas.
Invade el trolley y los tranvías en Lima
y Buenos Aires. Las humildes carretas a caballo comienzan a desaparecer. Es el
progreso que avanza.
En la capital argentina se
produce el escándalo de la falsificación de documentos de excepciones
militares. Muere el célebre tenor
Tamagno. El mundo está pendiente de otro acontecimiento: se inician las
gestiones de paz que ponen término a la guerra ruso-japonesa, con la mediación
del Presidente Teodoro Roosevelt de Estados Unidos.
La sublevación del Potemkim trajo violento enfrentamiento.
La sublevación del Potemkim trajo violento enfrentamiento.
DISTURBIOS
Los plenipotenciarios del Zar
logran condiciones honorables que provocan una explosión de descontento y
disturbios en Tokio. Los graves incidentes sangrientos en Santiago de Chile
llaman la atención por completo.
Lo mismo ocurre con el incendio
de la rambla de Mar del Plata y la rebelión de Cuba que provoca la intervención
de Estados Unidos, que designa gobernador “provisional” a su propio Ministro de
Guerra, Mr. Taft.
Las poblaciones del mundo anhelan
que el siglo XX traiga risueña esperanza
y evite los acontecimientos de dolor para el universo. Sobre todo que
aparezca, en el alma de la gente, un
poco de amor y concordia.l Son los deseos de Europa, America. En fin, de todos
los continentes del orbe…
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