Tanto tirios como troyanos lo reconocen
como uno de los grandes maestros de la Literatura Hispanoamericana del siglo
XX. Narrador inconfundible que por su calidad ocupa, para siempre, un puesto
señero dentro del llamado boom de la producción escrita de esta parte del continente
para proyectarse al mundo, con una obra cargada por completo de dos elementos
indispensables al mismo tiempo que eminentemente valiosos: brevedad e
intensidad.
Nacido en Acapulco, en el
distrito de Sayula, Juan Rulfo creció entre su localidad natal y el cercano
pueblo de San Gabriel, villas rurales dominadas por la superstición, la magia y
el culto a los muertos. Allí sufrió las duras consecuencias de las lucha
violentas en las que su familia más
cercana sufrió por completo.
Su nombre verdadero y completo era Juan Nepomuceno
Carlos Pérez Rulfo Viscaíno. Fue el tercero de los cinco hijos de Juan
Nepomuceno Pérez y María Viscaíno Arias, un clan unido y muy acomodado económicamente. Eran terratenientes
que perdieron sus tierras agrícolas al igual que su fortuna acumulada, por efectos de la
Revolución Mexicana. A lo largo de su vida, misántropo retraído de pocas
palabras
Sobre este tema específico, el
escritor declaró, en una oportunidad, lo siguiente: “Efectivamente me llamó
así. A mí me apilaron todos los nombres de mis antepasados paternos y maternos
como si fuera un vástago de un racimo de plátanos y aunque sienta preferencia
por el verbo arracimar, me hubiera gustado un nombre más sencillo”.
Juan Rulfo: gran maestro de la Literatura.
Juan Rulfo: gran maestro de la Literatura.
HUERFANO
Luego agregó: “Si efectivamente y
con toda seguridad, me acumularon nombres y apelativos. Uno tras otro y me
complicaron la existencia. Por eso yo lo recorté Mi padre se llamó Juan
Nepumuceno, mi abuelo paterno era Carlos Viscaíno. Lo de Rulfo lo tengo por
Juan del Rulfo, un aventurero que llegó a México a fines del siglo XVIII.
El progenitor terminó la vida asesinado a mansalva. Cuando su hijo,
el que sería escritor, tenía 7 años. La madre se fue de este mundo de un
fulminante ataque cardiaco, cuatro años después. Desafortunadamente, el niño, a
temprana edad, quedo huérfano Esos
primeros años de su vida, habrían de conformar, en parte, el universo desolado
que el escritor recreó en su brillante creación.
En 1934, se trasladó a la Ciudad
de México donde trabajó como agente de inmigración en la Secretaría de
Gobernación. Posteriormente empezó a viajar por
algunas regiones de su país de origen, en comisiones de servicio y
publicó sus cuentos más relevantes en revistas literarias.
En los 15 cuentos que integran “El Llano en Llamas” (1953), el
intelectual ofreció una primera sublimación literaria a través de una prosa
sucinta y expresiva, de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos
que trascendían la pura anécdota social.
PERFECCION
En su obra más conocida “Pedro Paramo” (1955), el escritor dio
una forma más perfeccionada a dicho
mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo
real. El resultado es un texto profundamente inquietante que ha sido juzgado
como una de las mejores novelas contemporáneas.
El protagonista de la novela
llega a la fantasmagórica aldea de Comala en busca de su padre, Pedro Paramo,
al que no conoce. Las voces de los habitantes le hablan y reconstruyen el
pasado del pueblo y de su cacique, que es el mismo progenitor.
Preciado trata de advertir que en
realidad todos los aldeanos han muerto y muere el también. Pero la novela sigue
su curso con nuevos monólogos y conversaciones entre difuntos, trazando el
sobrecogedor relato de un mundo arruinado por la miseria y la degradación
moral.
Como el Macondo de “Cien Años de
Soledad” que pertenece a García Márquez, la ardiente y estéril Comala
se convierte en el espacio mítico que refleja el trágico desarrollo
histórico del país, desde Porfirio Diaz
hasta la Revolución Mexicana.
Desde el punto de vista técnico,
la novela se sirve magistralmente de las innovaciones introducidas en la
literatura europea y de entre guerra norteamericanas por aportes que fueron
hechos por Proust, Faulkner y Joyce.
Esta línea es la que siguieron, en los años 60, muchos
autores del boom. Inicialmente se planteó como un relato en primera persona, en
boca de su protagonista. Se asiste, en
seguida, a la fragmentación del universo narrativo por la alternancia de los
puntos de vista y con uso frecuente del monólogo interior, entre muchos saltos
cronológicos.
¡Que magnífica y genial obra!
¡Que magnífica y genial obra!
CINE
Rulfo también escribió relatos
cinematográficos como “Paloma Herida”
(1963) y otra excelente novela corta “El
Gallo de Oro” (1963). En 1970, el autor recibió el Premio Nacional de
Literatura de México y después, el Príncipe de Asturias de las Letras.
Luego de la desaparición de sus
padres, muy afectado sentimentalmente, se trasladó a San Gabriel y vivió con su
abuela. Estudió en el orfanatorio Luis Silva de la ciudad de Guadalajara. Intentó ingresar a la Universidad del mismo
nombre. Pero, al estar en huelga, optó por trasladarse a la capital de su país
natal. Allí asistió como oyente en el Colegio de San Idelfonso.
Comenzó a escribir sus trabajos
literarios y a colaborar en la Revista
“América”. También se dedicó a la labor fotográfica en la que realizó notables
composiciones. Trabajó para la compañía Goodrich-Euzkadi, como agente viajero.
Un hombre múltiple.
En 1947 se casó con Clara Angelina
Aparicio Reyes, con quien tuvo cuatro hijos: Claudia Berenice, Juan Francisco,
Juan Pablo y Juan Carlos. Fue colaborador de la Comisión del Papaloapan y
Editor del Instituto Nacional
Indigenista de México.
CUENTOS
Publicó para la revista “Pan”, en
Guadalajara, los cuentos: “La Vida No es
muy Seria En Sus Cosas” (1945) y “Nos
Han Dado Las Cosas” (1945) También
sacó un relato del mismo tipo titulado “Macario”(1946).
Sacó a luz, asimismo, “La Cuesta de las Comadres”
(1948), “Talpa” (1950) y “Diles que No Me Maten” (1951).Tras
haber concluido sus novelas, Rulfo abandonó la escritura de libros. Durante un
diálogo estudiantil en la Universidad Central de Venezuela, justificó esa
actitud por efecto de la muerte de su tío Celerino, quien le “platicaba todo”
para contarlo, minuciosamente en
papel y
pluma.
El tío Celerino existió realmente
y con él recorrió visitando muchos pueblos. Escuchó
con frecuencia y riqueza sus
relatos que, de acuerdo a lo que se sabe, eran
muy originales y, algunas veces, hasta fantasiosos. Mucho material para
su imaginación que la empleó por completo.
El director cinematográfico, Emilio “Indio”
Fernández, le solicitó guiones para cine. El autor, en colaboración con Juan
José Arreola, realizó alguno de ellos. Entonces, muchos de sus textos fueron base de producciones
del sétimo arte.
Por ejemplo el film titulado “El
Despojo”. Por su parte, su novela “El Gallo de Oro” convertida en cinta, dirigida por Roberto
Gavaldón y adaptada por los renombrados escritores Carlos Fuentes y Gabriel
García Márquez. Cabe señalar que la película “”El Rincón de las Vírgenes” es
una adaptación de los cuentos “Anacleto Morones” y “El Día del Derrumbe”, incluidos
en la obra, “El Llano en Llamas”
Su producción expresión del campesinado azteca.
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Su producción expresión del campesinado azteca.
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CONGRESOS
Participó en varios congresos y
encuentros literarios realizados en diferentes partes del mundo. Entre los que
destacan: la cita internacional de estudiantes de la Universidad de Varsovia.
Viajó por Alemania. Checoslovaquia, Austria y Francia, formando parte de la
comitiva presidencial azteca. Lo eligieron Miembro de la Academia Mexicana de
la Lengua (1980)
Durante mucho tiempo, Rulfo tuvo
una única novela publicada: “Pedro Páramo”. Esta obra fue de larga gestación.
El autor dio a conocer que concibió la primera idea antes de cumplir los 30
años y ya en dos cartas dirigida a su entonces novia y después esposa se
refiere a esta pieza bajo el nombre de
“Una Estrella Bajo La Luna”, diciendo que le daba algún trabajo.
Posteriormente, también declaró
que los cuentos de “El Llano en Llamas”
fueron en parte una manera de aproximarse a su novela. En la última parte de la
escritura de ésta cambia el nombre en “Los Murmullos”, un titulo que muestra
una aparente inspiración en el norteamericano
Wkilliam Faulkner, aunque siempre reconoció la influencia de la
literatura europea.
Otro libro magnífico
Otro libro magnífico
BECA
Gracias a una beca del Centro
Mexicano de Escritores pudo concluirla. Tres revistas publicaron el adelanto de
la novela y al poco tiempo aparece como libro. La edición fue de 2 mil
ejemplares, de los cuales sólo se vendió la mitad. El resto obsequiado. Sin
embargo, por su valor, la obra traducida a varios idiomas como: el alemán,
sueco, inglés, francés, italiano, noruego, polaco y finlandés.
Muchos críticos, conocedores del
tema a profundidad, advirtieron de inmediato que se trataba de una obra
maestra. Aunque no faltaron lectores habituados a los esquemas novelísticos del
siglo XIX que se desorientaron frente a su innovadora estructura, reaccionando
con desacierto.
Los estudios más recientes al
respecto como “La Recepción Inicial de
Pedro Páramo”, escrito por Jorge Zepeda, han puesto en claro que, desde el
principio, el reconocimiento de esta obra a nivel mundial, con apreciaciones
favorables de escritores de la talla de Jorge Luis Borges y el propio
Gabriel García Márquez
Fueron tantas las notas
necrológicas que se publicaron en los periódicos después de la muerte de Rulfo
que con ellas se escribió un libro titulado “Los Murmullos”, antología
periodística en torno a su muerte ocurrida el 7 de enero de 1986, a los 68
años, a causa de un enfisema pulmonar
Había nacido el 16 de Mayo de 1917. Póstumamente
se recuperaron los artículos que el autor había publicado, en 1981, en la
revista “Proceso”. Toda una personalidad de la Literatura que merece admiración.
El escitor al centro durante la presentación de uno de sus libros.
El escitor al centro durante la presentación de uno de sus libros.
ENCUESTAS
Las encuestas hechas en México,
España, Alemania, Noruega y otros sitios ubican siempre los títulos de Rulfo en
un lugar prominente a nivel universal. Sus lectores en las más diversas lenguas
se renuevan continuamente Se trata del escritor mexicano más leído y estudiado
en su país y en el extranjero.
En el 2003, con motivo de los 50
años de la publicación de “El Llano en Llamas” apareció “Noticias sobre Juan Rulfo”
del especialista Alberto Vital. Se trata de un libro en gran formato y calidad
profusamente ilustrado y constituye la más completa biografía del autor. En los
años posteriores hasta la fecha se multiplicaron los libros con estudios del
ilustre narrador.
Las dos últimas etapas de su vida
las dedicó a su trabajo en el Instituto Indigenista donde se encargó de la
edición de una de las colecciones de
antropología contemporánea de México.
Había sido un atento lector de la
historia, la geografía y otras especialidades a lo largo de toda su existencia.
Publicó fotografías suyas por
primera vez en 1949 en la Revista América. Once años después lo hizo en
Guadalajara. Pero fue la exposición de 1980 en el Palacio de Bellas Artes la
más completa de ellas. Hay muchos libros dedicados a sus imágenes. Intelectual
de facetas, escritor de renombre para siempre y por siempre.(Edgardo de Noriega)
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