Hacia 1840 los tripulantes de los
barcos ingleses de paso por Buenos Aires se entretenían jugando con una pelota
en los terrenos adyacentes al puerto. Esta fue la primera impresión que se tuvo
en la Argentina sobre el fútbol, deporte que se practicaba desde hace tiempo en
las islas británicas. Evidentemente que lo conseguido a lo largo de los años
por este país, con el más popular de los deportes, es algo encomiable, grande y
preciso: la obtención de dos campeonatos mundiales en 1978 y 1986, tras haberse
perfeccionado al máximo con sus equipos, de abajo hacia arriba, en el fúbol bajo
todas sus facetas, tanto a lo largo y ancho de la nación como
internacionalmente.
Pero veamos como continuo la
historia que es sorpresiva e interesante por donde se le vea. Dos hermanos,
Thomas y James Hogg se reunieron el 8 de Mayo de 1867 con un grupo de amigos,
en la calle Temple, hoy Viamonte, número 38 y fundaron el Buenos Aires Football.
El 30 de Junio de ese mismo año,
en el campo del Buenos Aires Cricket
Club, jugaron el primer match que se realizó en ese país, a cargo de dos
equipos de la propia institución. Los “gorras coloradas” y “los gorras
blancas”.
Hubo otros partidos domésticos
entre miembros de la colonia inglesa, pero recién en 1882 comienza a difundirse
racionalmente la práctica del noble deporte. Tal año llega al país el profesor
Alejandro Watson Hutton, quien funda varios colegios, introduciendo en los
programas de enseñanza el futbol.
En este campo se jugó el primer partido de la Argentina
En este campo se jugó el primer partido de la Argentina
EQUIPOS
Entonces se disputan matches
entre equipos representativos de los distintos colegios. Los empleados ingleses
de los ferrocarriles, a su vez, organizan otros teams y el futbol se va
difundiendo, poco a poco, ante la mirada de asombro de los espectadores
criollos que observan a “los ingleses locos” correr detrás de una pelota, sin
otra finalidad de darle un puntapié cuando la alcanzan.
Así llega el año 1891 en que se
funda la Association Football Legue, que patrocina el primer campeonato oficial
con cinco equipos participantes: Buenos Aires y Rosario Railways, Belgrano,
Buenos Aires Football Club, Old Caledonians y Saint Andrews, imponiéndose éste
último en reñido final.
Saint Andrews fue así el primer
campeón del futbol argentino. Entretanto ocurría, en el interior del país, lo
mismo que en la capital. Alumnos de los colegios ingleses, estimulados por los
profesores y empleados de los ferrocarriles con nostalgia de la tierra natal,
fundaban clubes y disputaban campeonatos locales, ante al azoramiento de los
paisanos.
JUGADORES
En 1893 se organiza la dirección
del fútbol, creándose la Argentina Association Football League. Presidida por
Alejandro Watson Hutton. Pero a estas alturas hay ya apellidos criollos en los
equipos: Laforia, González, Susan, Ascuri y otros quienes a comienzos de este siglo
encaran un movimiento destinado a acabar con la dominación inglesa. Su esfuerzo
fructifica en 1906, cuando Florencio Martínez de Hoz pasa a dirigir la entidad
rectora del deporte.
¿Qué ha ocurrido entre 1900 y
1906? El futbol había despertado un enorme entusiasmo en las masas populares,
fundándose en este lapso la mayor parte de los clubes que militan en la
antigüedad como grandes instituciones: Boca Junior, River Plate, Racing, Ferrocarril
Oeste, Atlanta y muchas más.
Claro está que limitándose por
aquellas épocas a disputar certámenes de modesta categoría, pues lo de
jerarquía superior se reservaban a los clubes ingleses. El futbol se pone de
moda en Buenos Aires.
Su influencia se deja sentir en
todas las esferas. Los diarios comienzan a anunciar los partidos, publicando
crónicas de desarrollo. Hombres, mujeres y niños concurren a las canchas de
mullida esmeralda con pequeñas aunque coquetas tribunas, en algunas de las
cuales se observa la presencia de encumbrados caballeros y distinguidas damas.
Crónica del primer match
Crónica del primer match
1911
El público no tiene inconveniente
de sentarse sobre el césped, bajo
árboles, a falta de mejores instalaciones. En 1902, comienza a cobrarse
50 centavos de entrada en los partidos oficiales de primera categoría, a los que
asisten de 3 a 5 mil personas.
A partir de 1900, comienzan a
disputarse torneos cuidadosamente reglamentados. El equipo del English HIgh School inscrito
con el nombre de “Alumni” por el profesor Alejandro Watson Hutton, en el
certamen oficial, gana todos los campeonatos anuales hasta 1911 inclusive,
menos los de 1904 y 1908 conquistados por su gran rival, el Belgrano.
Al terminar el torneo de 1911,
“Alumni se disuelve, dejando escrita una página de gloria en la historia
del futbol y consagrando a la
consideración y el respeto de las generaciones posteriores los nombres de
hábiles y caballerosos deportistas tales como los hermanos Brown, Laforia,
Buchanan, Watson, Hutton y tantos otros, cuya estampa varonil se evoca con
frecuencia para rememorar las mejores épocas del deporte.
En 1912, el futbol había adquirido su carta de
ciudadanía y surge entonces la Asociación Argentina de Football. Pero ocurre
que llega al país el equipo inglés
Swindon Town y la Asociación resuelve que jueguen en el campo del Club Gimnasia
y Esgrima, señalando que deben pagar entrada sus socios.
RACING
Gimnasia y Esgrima se opone y con
Porteño, Estudiantes de la Plata, Independiente y Atlanta, crea la Federación
Argentina de Football. La Asociación y la Federación organizan ese año torneos
oficiales por separado, imponiéndose Quilmes y Porteño, respectivamente, en
cada uno de ellos.
El cisma fue breve. Pronto se
resolvieron las dificultades y hasta 1919 continúa la Federación Argentina de
Football rigiendo los destinos del deporte. Y he aquí que en 1913 surge el
Racing Club como sucesor de Alumni. Con un estilo de juego nuevo que había
asimilado la maestría inglesa a través de la picardía criolla, pronto señala la
veneración.
A lo largo de siete temporadas
consecutivas entre 1913 y 1919 inclusive en que la popular institución de Avellaneda obtiene todos los campeonatos disputados. Entre tanto ocurre
que al finalizar el año 1919 se produce un conflicto en la entidad directriz.
Se desafilan Racing, River Plate, Independiente, Estudiantes, Defensores
de Belgrano, Platense, Atlanta, Tigre, Estudiantes de la Plata, Atlético de San
Isidro, San Lorenzo de Almagro, Gimnasia de Esgrima de la Plata y Sportivo
Barracas y fundan la Asociación Amateur de Football.
Boja Juniors que permanece fiel a
la primitiva asociación inaugura a partir de entonces la tercera época del
futbol amateur, sucediendo a Alumni y a Racing que cubren, las dos primeras,
con un estilo de juego vigoroso y desierto de eficacia avasallante con el que
conquista los campeonatos de 1919, 1923, 1924 y 1926.
Figuras como las de Camolino,
Bidoglio, Tesorieri, Medici y Muttis se convierten en ídolos de la afición y
sus nombres se hacen familiares en el coro vibrante de las tribunas que ya
solían comúnmente albergar 20 mil personas.
El Alumni: famoso y destacado equipo
El Alumni: famoso y destacado equipo
POPULARIDAD
Pero la popularidad de Boca
Juniors, que se extiende por todo el país, recibe un fuerte impulso a raíz de
su hazaña del año 1925 en Europa, donde enfrenta en triunfal gira, entre el 5 de marzo y 7 de junio, a los mejores equipos
del continente, disputando 19 matches de los que gana 15, empata uno y pierde
solamente tres.
El futbol argentino había
acreditado en los campos de la vieja
Europa el patrimonio de sus valores vernáculos y la afición deportiva aclamaba
por entonces en sus canchas alineaciones famosas como la de Estudiantes de la
Plata, integrada por Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita, o la de
Independiente con Canaveri, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi que bordaban en el
césped sutiles filigranas, dando al futbol la belleza singular de un
espectáculo incomparable.
En 1926 se resuelve el cisma que
afligía al deporte desde 1919, surgiendo la Asociación Amateur de Football que
agrupa a todos los clubes. Pero por entonces el futbol atraía a enormes masas
humanas y se iba convirtiendo paulatinamente en un deporte espectáculo, que se
disputaba ordinariamente ante multitudes de 40 mil personas en cada una de las
canchas.
EQUIPOS
Los jugadores comienzan a
valorizarse como artistas y la rivalidad de los clubes por obtener el concurso
de los más calificados se acentúa al extremo de ofrecerles dinero para
enrolarlos en sus filas. Así fue surgiendo el amateurismo “marrón”, antesala
del profesionalismo creado en 1931 con la fundación de la Liga Argentina de
Football que hoy se llama Asociación de Futbol Argentino.
El primer campeonato profesional
se disputa en 1931, conquistándolo Boca Junior. Y en 1932 lo logra River Plate
con un equipo en el que se invirtieron sumas fabulosas por entonces, que
constituyeron el asombro de los aficionados.
“Millonarios” dijeron de la
popular institución que desde su cuna en la Dársena Sur se había trasladado a
un gran estadio en la avenida Alvear, cuando supieron que pagaba 10 mil pesos a
Sp. Buenos Aires por la transferencia de Peuvelle y 35 mil pesos a Tigre por la
de Bernabé Ferreyra, cifras siderales para la época.
La era profesional revoluciona al
futbol, acentuando su carácter de deporte-espectáculo . Los clubes contabilizan grandes sumas de
dinero, se construyen monumentales estadios- Independiente )1928), River Plate
(1938), Boca Juniors (1940), Huracán (1949), Racing (1950) Vélez Sarsfield
(1952-, pagan ingentes primas a los jugadores y se invierten fuertes sumas en
el mantenimiento de los equipos.
Un estadio argentino lleno, de bote a bote, en 1936
Un estadio argentino lleno, de bote a bote, en 1936
CRISIS
La administración, no siempre
previsora, descapitaliza a muchas instituciones, algunas de las cuales llegan a
la crisis, buscando afanosamente, con medidas como la reestructuración
orgánica, el camino de la común salvación.
Entretanto en los campos se
observa, a partir de 1932, un nuevo estilo de juego. Comienza el reinado del
artillero Bernabé Ferreyra inicia la era en River Plate y después Varallo en
Boca Juniors. Cosso en San Lorenzo. Barrera en Racing. Lamanna en
Independiente, están llamados a sacudir las tribunas con el estremecimiento del
gol fulminante, obtenido mediante el “shot” de potencia extraordinaria y desde
cualquier distancia.
Va desapareciendo la belleza
plástica del juego lento y afiligranado, para dar paso al desplazamiento rápido del epílogo contundente y resultado
práctico. Goles, son amores, apunta la definición popular.
En 1933, un experto húngaro se
hace cargo de la preparación del equipo de Gimnasia y Esgrima y pone de moda la
dirección técnica con “marcación de zona” y de “hombre a hombre”,
revolucionando el estilo del juego entre 1935 y 1940.
“LA MAQUINA”
River Plate primero, Boca Juniors enseguida, Racing
después y luego todos los equipos, procuran el asesoramiento de direcciones
técnicas para conseguir mayor rendimiento de los jugadores, mediante sistemas
aunque siempre falibles, no menos seductores, tanto de defensa como de ataque.
Surge luego lo que se dio en
llamar “la maquina” de River Plate, con
una línea delantera que se hace famosa con los nombres de Muñoz, Moreno,
Pedernera, Labruna y Loustau, que tuvieron sucesoras en la no menos habilidosa
de San Lorenzo de Almagro con el terceto Farro, Pontoni y Martino y el quinteto
de Racing con el “maestro Bravo en el
centro y las alas de Salvini, Méndez y Simes Sued.
Llega así la época 1950 en que es
evidente una crisis general de valores futbolísticos que no impide la aparición
de otra delantera brillante como la que luce Independiente con Michelli,
Cecconato, Bonelli, Grillo y Cruz. La falta de terrenos baldíos, la orientación
de la juventud hacia otros deportes y una preocupación selectiva, no siempre
inteligente, son causas de la
declinación que se observa.
Claro está que el Fútbol se hace
también popular y constituye la pasión dominante en vastas zonas del interior
del país. Los campeonatos argentinos mostraron aguerridos equipos provincianos
que dejaron muchas figuras de relieve en el plantel de numerosas instituciones
locales.
La gambeta base del futbol gaucho.
La gambeta base del futbol gaucho.
CUNA
Nadie ignora que la provincia de
Santa Fe, por ejemplo, ha sido cuna de cracks de la talla de Gabino Sosa,
Sauppo, de la Mata, Tarrío, Enrique García, Pontoni y tantos otros. La
voracidad profesional principalmente se encargo de desflorar los mejores
planteles chacareros y la incorporación de clubes como Rosario Central,
Newell´s Old Boys, Unión, Colón, Tiro
Federal y Central Córdoba a los certámenes locales, vino en su hora como justa
compensación a los esfuerzos y al creciente entusiasmo del futbol de tierra
adentro, que es, sin duda, motivo de orgullo para el deporte nacional.
Pasión popular por excelencia, el
futbol presenta, claro está, algunos lunares a lo largo de su historia que, si
no se justifican, tienen por lo menos lógica explicación. Ya en 1905, durante
un match disputado entre Belgrano y Quilmes, se produce la primera invasión de
los espectadores al campo y el árbitro que era un distinguido caballero, pasa,
sin duda, un mal rato.
Los árbitros han sido siempre las
víctimas propiciatorias de la pasión popular. Un juez llamado Hondaraguer fue
introducido para ahogarlo en una profunda laguna, allá por 1920 en las afueras
de la capital.
TIROTEO
Asistimos años más tarde al
espectáculo de un árbitro agredido por la propia policía con el comisario a la
cabeza, luego de terminar el partido. No falta la nota sangrienta que viste de
luto la fiesta popular. Se recordará el cruento tiroteo ocurrido en 1937 en la cancha
de Lanús, durante un partido entre la institución local y Boca Juniors.
La policía disparó sus armas
contra la tribuna visitante a raíz de una incidencia tumultuosa del juego y
hubo que lamentar muertos y heridos. Perdura asimismo en la memoria de todos
los aficionados, el bochornoso episodio de 1946 en Rosario cuando el referí
Cosio fue golpeado alevosamente y se intentó ejecutarlo, por la horca, en las
inmediaciones de la cancha.
Siempre hubo, desde el comienzo,
hasta ahora, episodios lamentables de diversa índole, pero quizá los que más daño causaron al deporte fueron
los relacionados con diversas denuncias de soborno, que si alguna vez se
concretaron, nunca llegaron a comprobarse.
La contratación de árbitros
ingleses para controlar los partidos a partir de 1948 sirvió, indudablemente,
para atenuar el clima de sospechas y de convivencias corruptoras, cen que más
de una vez se vio envuelto el más popular de los deportes y comentadas en todos
los tonos por los aficionados.
Maradonna levantando la copa de México (1986)
Maradonna levantando la copa de México (1986)
URUGUAYOS
Los uruguayos fueron en el orden
internacional los principales adversarios de los argentinos y en numerosos
encuentros se dirimieron con ellos la supremacía en el futbol rioplatense.
Justas caballerescas, en su gran mayoría, pero que en algunos momentos dieron
pábulo al comentario extradeportivo.
En el año 1916 se jugó el primer
partido con los uruguayos, bajo signos poco propicios. El match figuraba en el
programa de festejos del Centenario y
debía realizarse en el Estadio del Club Gimnasia y Esgrima en Palermo, con capacidad
para 20 mil personas.
Pero a la hora del partido había
30 mil y el campo fue invadido por el público y, desde luego, el encuentro no
pudo disputarse. Los espectadores,
enardecidos, incendiaron las tribunas y se trabaron en lucha copn la
policía, en un tumulto impresionante que todavía no se sabe como no arrojó más
víctimas que algunos contusos.
Al día siguiente, esta vez en el
campo de Racing en Avellaneda, se disputó el match que finalizó cero a cero. En
1924 hubo otro encuentro memorable con los uruguayos que regresaban de
Colombes, donde se habían clasificado ese año “Campeones Olímpicos”.
TRIUNFO
Las instalaciones del Club
Sportivo Barracas fueron pequeñas para albergar a la imponente muchedumbre que
acudió, invadiendo la cancha y haciendo imposible la disputa del match que se
jugó el jueves de la semana siguiente con la protección, alrededor del campo,
de un alto alambre que desde entonces se llama “alambrado olímpico”. El triunfo
esta vez correspondió a los argentinos por 2 a 1
El winger Onzari convirtió uno de
los tantos en un corner de tiro directo dando nacimiento al “gol olímpico”. Los
encuentros siguieron disputándose con suerte variada hasta 1930 en que se jugó en Montevideo la final del campeonato del
mundo.
Fue vencida allí la representación
argentina por cuatro a dos, en un partido organizado que tuvo el bochornoso
epílogo de lamentables incidentes y fueron causa de que las justas rioplatenses
tuvieran una interrupción de largos años.
La rivalidad con los uruguayos
tuvo su exteriorización más llamativa en los torneos sudamericanos. En 1917 se jugó
por primera vez el Campeonato Sudamericano de Futbol y desde entonces hasta
1958 se disputaron 25 torneos de esta naturaleza, en los distintos países de
esta parte del continente.
La Argentina que no intervino en todos
los certámenes se adjudico 12 de ellos, correspondiendo ocho a los uruguayos,
tres a Brasil y uno al Perú, Bolivia y Paraguay. Había, se puede decir, una
pasión sudamericana.
Selección Argentina en el Sudamericano de Lima (1957)
Selección Argentina en el Sudamericano de Lima (1957)
SUDAMERICANOS
El primer triunfo argentino
contra un equipo extranjero se remonta a 1906, oportunidad en la que Alumni se
impuso a Sud Africa por 1 a 0. Luego el Combinado del Norte derrotó al Exeter
City (1914), Racing 1-0 al Torino F.C. (1914) y la Selección local a los vascos
4 a 0 (1922), tras el largo paréntesis en las confrontaciones internacionales,
provocado por la guerra europea
Racing avasalló con tres
campeonatos consecutivos 1949, 50 y 51 para ceder la hegemonía a River. Este
ganó los torneos de 1952 y 1953. Boca cortó en 1954 y los “millonarios retornaron
para hacer suyos los de 1955, 56 y 57.
En el plano internacional,
Argentina gano el Sudamericano de 1955 realizado en Chile en forma apabullante
y al año siguiente jugando en Buenos Aires batió en cotejos amistosos a
Checoslovaquia e Italia, ambos por 1 a 0
Sudamericano de Lima en 1957 y el
Torneo Mundial de Suecia al año siguiente. La gloria y el ocaso del futbol
argentino. En el Perú una delantera de
lujo formada por Corbata, Maschio, Angelillo, Sivori y Cruz con el respaldo de
Nestor Raúl Rossi y otros ases, que arrasó con el torneo y dio con la
popularización del trío de ataque a los que todos llamaron los alegres “cara
sucias”.
AUSENCIA
Pero fueron vendidos a Italia y
sin ellos los argentinos estuvieron en
Suecia para sufrir el más amargo de los reveses. Previa clasificación ante bolivianos y
chilenos, la delegación partió con gran confianza. Argentina volvía a los
torneos mundiales luego de 24 años de ausencia.
Fue así. Derrotados en el debut
ante Alemania por 3 a 1. Para renacer las esperanzas con el mismo resultado
pero favorable, con Irlanda. Los checoslovacos nos aplastaron con un
contundente 6 a 1 y Argentina soportÓ el golpe más detonante de su historial en
este deporte. Un bache tan grande en el que se tardo 20 años en emerger pese a
aislados sucesos parciales.
Los clubes más poderosos encabezados
por River y Boca, comenzaron una indiscriminada importación de jugadores
foráneos en especial del Brasil. Con ellos llegaron técnicos con nuevas
teorías.
Sin embargo, en los torneos
locales, en 1959 el campeón fue San Lorenzo y al año siguiente Independiente.
Ambos, con jugadores criollos, salvo los uruguayos de los rojos tan vapuleados
en su patria. En el torneo sudamericano de 1959, Argentina ganó el cetro
imponiéndose al Brasil que venía a estrenar el título ganado en Suecia.
Tomó la tutela de la Selección
Nacional Juan Carlos Lorenzo y pese a sus esquemas, no se pasó la ronda inicial
en el Mundial de Chile de 1962. Mientras tanto Boca gana los torneos de 1962,
64 y 65. Con la excepción de Independiente que hace suyo el de 1963.
Futbol de "potrero" en Buenos Aires.
Futbol de "potrero" en Buenos Aires.
HALAGO
Boca le da importancia a la Copa
Libertadores y pierde la final con Santos en gran actuación. Independiente toma
la posta de Boca para derrotar en dicho certamen a Nacional en 1964 y a Peñarol
al año siguiente. Pero los rojos no pueden con el Inter de Milán y pierden las
ediciones de la Copa Intercontinental en dos ocasiones consecutivas.
La Selección Nacional tuvo un
halago muy grande con la disputa de la Copa de las Naciones que organizó Brasil
y participaron, además de Argentina, Inglaterra y Portugal. Argentina en brillante
desempeño termino invicta, venciendo a Portugal 2-0, a Brasil por 3 a 0 y a
Inglaterra por 1 a 0. Una copa de real valor.
La Copa Libertadores por esos tiempos
se pone adversa para los equipos
argentinos. También son derrotados en torneos europeos. Hasta que Racing, con
el llamado “ equipo de José”, se hace de la Copa de Libertadores y otros
torneos internacionales.
El futbol argentino pese a
resultados aislados marchaba por carriles inciertos. Entonces se reorganizan
los torneos profesionales dividiéndolos en Metropolitano y Nacional. Fue en 1967 y el primer
metropolitano dio razón a los organizadores. Ganó un equipo chico en la era
profesional. Estudiantes fue el del halago. Vélez también por primera vez ganó
en 1968 el Nacional, mientras que el Metropolitano fue para San Lorenzo.
CAMPEONES
Chacarita se anotó en 1969.
Independiente se adueño del Metro en 1971, año también del auge de Rosario
Central. Huracán gana su primer título en 1973. Newells gana en 1974 y San
Lorenzo hace lo mismo. Boca lo imita en 176 y se adueña del metro del 77,
Estudiantes resulta campeón en 1968,69 y 70.
La Selección Nacional de
Argentina, entretanto, cosecha fracasos. En 1970 queda fuera del Mundial de
México en la fase eliminatoria que gana el Perú. También se fracasa en Brasil y
en Holanda.
Hasta que viene el Mundial de
1978 que los contó como organizadores y anfitriones en la XI Edición de la Copa
Fifa. Un desafío que todo ese país
contrajo. Cesar Luis Menotti se convirtió en el entrenador de la selección
argentina.
Los entrenamientos fueron de
años. Los examinadores fueron, casi al
final, las selecciones de diferentes países de Europa. Como Alemania
Occidental, Polonia, Inglaterra y Escocia.
Con la excepción de la derrota con los campeones del mundo cuando Alemania los
superó por 3 a 1, Argentina demostró que el camino recorrido había sido
fructífero.
Argentina contra Brasil.
Argentina contra Brasil.
INAUGURACION
Lo que se había conseguido es una selección de futbol con ritmo inusual
cuando vino el Mundial. El estadio de River Plate, en la ceremonia inaugural, setenticinco
mil almas palpitando el momento y 25 millones esparcidas a lo largo y ancho de
la nación. Todos unidos, vibrando en cada detalle.
No hubo fastuosidad, pero sobró
sincronizació. No se observaron grandilocuencias, pero sobró “calor”. Los
hermanos del mundo que llegaron al certamen asi lo vivieron. Argentina, antes
de haber jugado, había ganado
posiblemente el más importante de los lauros: el reconocimiento del orbe por un
torneo perfecto desde el momento mismo
momento que fue declarada la hora de Menotti
y sus jugadores habían llegado.
Argentina integró un difícil
grupo con Hungría, Francia, e Italia. Cuatro equipos parejos con similares
chances y ambiciones para clasificar. Una ronda en la que los nervios para no
quedar afuera jugaron un papel preponderante en el rendimiento del equipo.
De allí que Hungría se erigió en tenaz
adversario en el partido de debut. Sin embargo, fue victoria argentina por 2 a
1 (goles de Luque y Bertoni), luego de 90 minutos disputados a muerte. Mas difícil
fue el segundo partido: la selección francesa, con futbol y excelentes
individuales, hizo temer por el resultado.
ITALIA
Pasarella de penal y un golazo de
Luque permitieron otro 2 a 1 y la tranquilidad de saber que, ante Italia-también
ganador de sus anteriores cotejos-, el resultado era secundario. Sólo útil para
establecer el 1° ó 2° en la zona. Los ”azurri”, una vez más, inmovilizaron con su marca férrea las ambiciones de los argentinos y un golazo
de Bettega signó la primera y única derrota del elenco gaucho en la copa.
Este revés hizo que los italianos
quedaran como ganadores del Grupo. Argentina
para la ronda semifinal se trasladó a Rosario para recibir a Polonia, Brasil y
el Perú. La lesión de Luque preocupaba
al cuerpo técnico y se desplazó de puesto al repatriado Kempes para suplir al ausente. Un estadio abarrotado
vivió intensamente el partido con los polacos.
La proeza de Fillol al contener
un penal a Deyna y los goles del matador
Kempes permitieron un dramático 2-0. Con
Brasil fue empate en la noche más difícil de Argentina. El equipo
amarillo con inteligente dispositivo, monopolizó la pelota a lo largo de los 90
minutos y dos estupendas atajadas de Fillol permitieron el 0 a 0 igualmente
festejado.
Pero ese resultado obligó a
marcar con el Perú más goles que los brasileros. Estos en Mendoza habían batido a los incaicos por
3-0 y clasificar, para la final, con mejor promedio. Argentina, realmente fue
una tromba. Los seis goles borraron toda especulación numérica. Los autores
fueron: Kempes, Larrosa, Tarantini, Houseman y Luque en dos ocasiones.
¡CAMPEONES!
De ser necesario, el score
hubiera sido aún más abultado. Tales fueron las ambiciones y los deseos del
equipo local en una noche de ritmo infernal. Y se llegó a la final. El estadio
de River Plate engalanado de celeste y blanco para confrontar con los naranjas
de Holanda.
Kempes en la primera etapa hizo estremecer el país pero
Nanninga promediando el complemento, igualó el marcador en 1 casi alterado
cuando expiraban los 90 minutos reglamentarios.
Resenbrink en veloz incursión dio
con el balón en el palo derecho del arco de Fillol. Fueron 15 minutos de
angustia en que pareció, que el esfuerzo de cuatro años, se derrumbaba en pocos
instantes.
Más, en el alargue, una guapeada
de Kempes en dos oportunidades y un posterior gol de Bertoni sellaron el 3 a 1
definitivo. Once voluntades en el campo y el país, todos sin distinciones,
tocaron el cielo con las manos. El sueño largamente acariciado e igualmente
postergado, tuvo por fin rienda suelta.
Fillol, Baley, Lavolpe, Luis
Galván, Pasarella, Killer, Tarantini, Ardiles, Larrosa, Gallego, Ruben Galván,
Valencia, Oviedo, Alonso, Villa, Houseman, Luque, Kempes, Bertoni y Ortiz junto
al cuerpo técnico encabezado por César Lujis Menotti fueron los actores
directos de esta hazaña.
FIESTA
El capitán Passarella alzó la
copa al Estadio, al país y al mundo. La fiesta que comenzó intensa se desgranó
por las calles de Buenos Aires y cada ciudad de la República. No tuvo especial
boato ni protocolo. Fue la exteriorización sana y masiva de un pueblo en la que
nadie pudo soslayar el momento.
La hazaña se repitió en 1986 en
México. Mientras que el 2014 se clasificó en el segundo lugar en la
competencia de todo el orbe realizada. Eso hace, sin duda a los argentinos fenomenales
y excepcionales en futbol, donde verdaderamente destacan y tienen una impresionante
calidad.
En la competencia, realizada en México, evidentemente que la
figura fue ese pibe pequeño pero genial llamado Diego Armando Maradona. Precisamente, en los dos partidos de
cuartos de final del torneo sucedieron hechos destacados y sin precedentes para
el futbol.
En la contienda Argentina-
Inglaterra, Maradona convirtió dos de sus goles más famosos, uno que consiguió
tocando el balón con la mano que el árbitro dio por legal y que el mismo
jugador aceptó después al afirmar que había sido la mano de Dios. Minutos después, Maradona zarpó de media cancha
burlando a cuando adversario se cruzaba y consiguiendo de esta forma el mejor
tanto de los mundiales conocido como el “gol del siglo”.
Argentina obtuvo su segunda copa
mundial tras vencer en la final a Alemania Federal por tres tantos a dos.
Representativo gaucho de 1928.
Representativo gaucho de 1928.
¡QUE TAL EQUIPAZO!
El plantel estuvo conformado por Sergio
Almiron, Sergio Batista, Ricardo Enrique Bochini, Claudio Borghi, Jose Luis Brown,
Daniel Passarella, Jorge Burruchaga. Néstor
Clausen, José Luis Cuciuffu, Diego Maradona, Jorge Baldano, Héctor Henrique,
Oscar Garré Ricardo Giusti, Luis Islas, Julio Oitarcoechea, Pedro Pasculli,
Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Carlos Daniel Tapia, Marcelo Trobbiani, Héctor
Miguel Zelada y Carlos Salvador Bilardo.
Argentina, en México, mostró un
futbol creativo y una extraordinaria fuerza colectiva, guiados por el técnico
Carlos Salvador Bilardo y el genio de su astro principal Diego Armando
Maradona, un futbolista excepcional que marco historia.
Para apoderarse de esta anhelada
meta, el equipo albiceleste trazó su destino con orden táctico y logró
encaminar a sus jugadores en siete complicados juegos ante e Corea del Sur
(3-1), Italia (1-1) Bulgaria (2-0),
Uruguay (1-0), Inglaterra (2-1), Bélgica (2-0) y Alemania Occidental,
llevándolo así a su segundo cetro histórico.
Resultó finalista, en otras tres ocasiones
mundiales, durante los años: 1930, que fue el primer Mundial en Uruguay. El de
1990 en Italia y el 2014 de Brasil. Claro que los gauchos tienen pergaminos muy
destacables en el más popular de los deportes.
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