Pedro Gerardo Maria Beltrán Espantoso, nació en Lima el 17 de
febrero de 1897 y murió también en la capital el 16 de febrero de 1979, a los
81 años de edad. Le faltó un día para cumplir los 82. Lo más controvertido de
su vida fue cuando después de haber sido un opositor implacable del gobierno de
Prado, el economista asumió el premierato y la cartera de Hacienda (hoy
Economía), a pedido del Presidente, donde implantó una rígida política
conservadora. Fue el precursor de lo que aplicó años después Fujimori, en 1990,
para salvarnos de los errores de García y la hiperinflación fulminante y
galopante que nos dejó en una crisis sin precedentes: el neoliberalismo que,
hasta nuestros días, impera en la política económica del país.
Beltrán: hábil hombre del liberalismo.
Beltrán: hábil hombre del liberalismo.
MONTALVAN
Antes se desempeñó como Embajador del Perú en
Estados Unidos. Miembro del Directorio y Presidente del Banco Central de
Reserva del Perú. Este último cargo lo tuvo en la Sociedad Nacional Agraria
(1927-1934) y en la Sociedad Interamericana de Prensa en 1964. Como periodista
fue Director de la Prensa, durante 27 años, desde 1947 hasta 1974.
Hijo de Pedro Juan José Felipe
Leandro Beltrán Cendeja y de Augusta Maria Susana Josefina Espantoso Bergmann.
Sus estudios primarios y secundarios los realizó en el Colegio SSCC de la
Recoleta. Estuvo como alumno de la Facultad de Letras de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos y luego se trasladó a Inglaterra donde estudió
Economía en el London School of Economics, por donde se graduó de Bachiller de
esa especialidad en 1918
Luego de retornar al Perú, el
profesional se dedicó a la agricultura. Efectivamente se convirtió en el
promotor de la primera estación experimental agrícola existente en el país que
fue establecida en la hacienda de su propiedad ubicada en Cañete, Montalván. Allí
introdujo la mecanización en el cultivo del algodón, la asistencia de
profesionales en la materia y el sistema de fumigación a través de avionetas.
El diario "La Prensa" de su propiedad.
El diario "La Prensa" de su propiedad.
REORGANIZACION
Hacia 1929 lo designaron miembro
del Directorio del Banco Central de Reserva. Pero por discrepancias con el
régimen imperante, respecto a algunas medidas económicas, presentó su renuncia.
Caído Leguía volvió como Vicepresidente a la entidad financiera y en tal
calidad contrató los servicios de la Misión, encabezada por el estadounidense
Edwin Walter Kemmerer, quien reorganizó por completo el sistema financiero
peruano.
Muchos años después, en 1948, el
Presidente Odría lo nombró presidente de la misma entidad bancaria para que se
encargara de hacer la política de estabilización que sacara al país de la alta
inflación en que estaba sumido.
Renunció en 1950, poco antes de
las elecciones, cuando el General Odría deportó a Eudocio Ravines Director del
diario La Prensa de su propiedad. Beltrán logró que, entre 1948 y 1950, el Gobierno
definiera una política de crecimiento económico liderado por las exportaciones,
a contrapelo de la tendencia regional de ese tiempo liderada por Raúl Prebisch
y el pensamiento de la CEPAL, de tener políticas de industrialización
inadecuadas para la realidad peruana. Combatió los controles aplicados al
comercio y al cambio monetario hasta lograr su abolición y el establecimiento
de una política liberal.
Beltrán y Prado en el poder.
Beltrán y Prado en el poder.
PROFESOR
En el plano empresarial, el
economista formó una sociedad que en 1934 adquirió “La Prensa”, diario que primordialmente
hizo campaña para defender los intereses de los agricultores. Este periódico
fue el púlpito para que se repartiera el ideario de Von Misses y Hayes en
contra de la idea cuantitavista del dinero sobre la inflación. Desde entonces,
dicho matutino quedó ligado a su nombre.
Su matrimonio ocurrió en 1950
cuando se casó con Miriam Kropp, ciudadana nacida en Estados Unidos que
se vino a vivir al Perú permanentemente. Ella llegó a ser Presidenta del
Directorio del diario “La Prensa”.
En el plano académico, don Pedro,
como se le decía usualmente, fue Profesor visitante de la Universidad de
Virginia, recibió la condecoración de “Fellow” en el London School of Economics
y distinguido como Doctor Honoris Causa de las universidades de Yale,
California y Harvard. Había fundado el Partido Nacional Agrario (PNA), con
Gerardo Klinge y Manuel González Olaechea. La agrupación de tendencia liberal y
antimarxista tuvo una efímera existencia y poca influencia.
Fue electo Diputado en 1945 y
permaneció como opositor de Bustamante y Rivero hasta 1948, en que el General
Odría dio el golpe de estado el 3 de octubre de 1948. Ese año fue representante
peruano en la Cita Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas y en otra
también denominada Conferencia Internacional.
La derecha unida: Ravines, Beltrán, Haya, Odría y otros.
(Foto de Tulio Cusman)
La derecha unida: Ravines, Beltrán, Haya, Odría y otros.
(Foto de Tulio Cusman)
GOLPE
Después del asesinato de
Francisco Graña Garland directivo de La Prensa, asumió la presidencia del
directorio del periódico y fundó otro partido político junto a un grupo de
empresarios, la Alianza Nacional: un movimiento opuesto al gobierno de Bustamante
al cual criticaba por no mostrarse debidamente enérgico, ante la oposición
exacerbada del Apra y el Comunismo
Beltrán, por aquel entonces,
denunciaba que los apristas usaban como armas el asesinato político y el
terrorismo. Mientras que el comunismo era aún incipiente como fuerza política.
Al poco tiempo ocurrió el golpe de estado de Odría, contra Bustamante. Beltrán
fue sindicado como el principal instigador de dicho acto de facto, aunque a lo
largo de su vida negó rotundamente esta acusación.
Para 1956, se había convertido en
acérrimo enemigo de Odría, dirigiendo una fuerte oposición desde “La Prensa”.
Fue en este periódico en el que, en febrero de ese año, publicó un manifiesto
de una guarnición del Ejército de Iquitos que se levantó contra el Presidente.
Odría ordenó entonces la prisión de Beltrán. Unos 40 trabajadores del
diario-entre empleados, periodistas y ayudantes-rodearon a su director e
impidieron que la policía le pusiera la mano encima
A la policía no le quedó más
remedio que llevarse a todos. Primero a la Penitenciaria y en seguida a la Isla
Penal de El Frontón. El gobierno quiso censurar al diario, pero los redactores
encabezados por el director interino, Alfonso Grados Bertorini, optaron por
suspender su edición. En vista de la reacción nacional e internacional que este
hecho provocó, el gobierno tuvo que ceder y Beltrán, con sus acompañantes,
fueron liberados después. La Junta Directiva de la Sociedad Interamericana de
Prensa le otorgó al periodista la medalla de “Héroe de la Libertad de Prensa”.
John Kennedy, Beltrán y el Embajador Berckemeyer.
John Kennedy, Beltrán y el Embajador Berckemeyer.
MINISTRO
El segundo gobierno de Prado se
inició el 28 de Julio de 1956. La democracia volvió al país, tras ocho años de
dictadura total con Odría. El Director de la Prensa se opuso tajantemente a
este gobierno y su política económica que la consideraba nefasta. Ante esta situación,
el Presidente, con evidente habilidad, le ofreció el puesto de Primer Ministro y
Titular de Hacienda y Comercio, en reemplazo de Luis Gallo Porras. Beltrán
luego de una inicial negativa, acabo por aceptar. Era el año 1959. La dirección
de La Prensa fue asumida por su esposa, Miriam Kropp.
El flamante Premier pidió un
préstamo, al Banco Central de Reserva y al Fondo Monetario Internacional, para
restablecer las reservas internacionales. Realizó reformas que, en su momento,
fueron muy impopulares como: la eliminación de los subsidios a los alimentos,
el aumento del precio de la gasolina, el congelamiento de los salarios y la
erradicación del control de cambios. Muchas de las decisiones dieron resultados
Gracias a las reformas, el
presupuesto dejó de ser deficitario y tuvo superávit. El Banco Central de
Reserva reconstruyó sus fondos disponibles. En cambio, no se pudo reducir los
gastos fiscales. Sus postulados económicos eran rígidos en la defensa del libre
comercio y el libre cambio. Nada quería saber del estatismo burocrático y
mantenía un férreo control del gasto público. Propugnó una tenaz revolución
verde en el campo. Es decir, la aplicación de la tecnología moderna en los
sectores rurales. Pero el esfuerzo resultó infructuoso.
Con su esposa Miriam Kropp
Con su esposa Miriam Kropp
TRIUNFO
Propuso el ambicioso proyecto
“Ciudad Satélite de Ventanilla”, el cual paliaría el ya creciente déficit de
vivienda con una solución que pondría a Lima a la vanguardia de las principales
ciudades de Sudamérica. El proyecto fue descontinuado por los demás gobiernos y
todo el esfuerzo se vino abajo
En el campo de la comunicación,
allí sí que triunfó por completo. El transformó, enteramente, “La Prensa”
alejándose del modelo argentino para reemplazarlo por el norteamericano al
estilo del New York Times y, sobre todo, del Herald Tribune. Tan a fondo fue el
cambio que se convirtió lo que hizo en una revolución del periodismo peruano.
Los periodistas de su diario, inclusive, fueron enviados a perfeccionarse a las
redacciones los referidos medios de Estados Unidos.
Cabe señalar que dicho periódico
se convirtió en una verdadera universidad de la comunicación, en los años 50 y
60. Un matutino de los mejores, a nivel nacional e internacional, con alto
tiraje y sobre todo peso propio y prestigio ante la opinión pública.
La interesante transformación
desapareció la primera página de “La Prensa” con avisos publicitarios para dar
paso a las noticias precisas, de una técnica magistral. Lo que hizo en su
periódico fue imitado en los otros de la competencia, quienes andaban también
en la “edad de piedra de la comunicación”. ¡Cuánto mérito tiene la
transformación que se hizo!
En el diario de la calle
Baquijano, como también se le conocía, funcionaba la famosa “Escuelita” dentro
del contexto del gran cambio. Allí se capacitaba a los periodistas de ese medio
para ser mejores comunicadores. El personal recibía, varias horas al día,
clases de Castellano, Literatura, Historia, Economía, Periodismo Informativo y
de Opinión, entre otras disciplinas a cargo de renombrados profesores de diversas
especialidades, con el maestro Luis Jaime Cisneros a la cabeza.
Cuando el lío de El Frontón.
Cuando el lío de El Frontón.
REVOLUCION
Así se formaban los periodistas.
Muy pocos salidos de las universidades. Otros de diversas carreras, sobre todo
de Derecho, Muchos de la misma universidad de La vida. Esa era la única por la
que habían pasado.
La revolución implicó separar la
información de la opinión. La primera en todas las páginas del periódico. La
segunda agrupada en una o dos. El lector, está probado, quiere información y
por eso se le da amplitud. Pero si desea conocer opiniones tiene un espacio
determinado. Todo en proporción de la necesidad. Nunca se les puede confundir.
Tienen que ir, de todas maneras, aparte y separadas. Ello era técnicamente lo
mejor
Los diarios informaban antes
mezclando de ambos lados. Largos, extensos “sabanones” que, en la práctica,
nadie leía, con llamadas y titulares inocuos. Todo esto se acabó desde que vino
la gran transformación.
Las noticias fueron predominantes con una
redacción especial y tecnificada: la famosa pirámide invertida y el lead. Esto
último, en buena cuenta, es lo más importante y va de “arriba hacia abajo”, con
un resumen especifico y claro en el primer párrafo. La famosa entrada que tiene
que ser impecable e impactante. En buena cuenta. La revolución era sinónimo de
un novedoso diagramado, los titulares impactantes y la redacción clara, con el
predominio, de la objetividad y la verdad. Nada más y nada menos.
Su casa en el centro de Lima.
Su casa en el centro de Lima.
EQUIPO
Beltrán dirigió eficientemente al
equipo de periodististas que trabajaron en el cambio total de “La Prensa”. Allí
jugó un papel preponderante Alfonso Grados Bertorini, quien fue el Director de
Informaciones entre los años 1950 y 1960. También intervinieron: Miguel Yi
Carrillo, Pedro Felipe Cortázar, Jorge Donayre Belaunde, José Velásquez Neyra,, Oscar Barriga, Arturo Salazar Larraín, Enrique Chirinos
Soto, Juan Zegarra Russo, Luis Rey de Castro, Federico La Rosa, Santiago Tong, Jesús y Alfonso Reyes Muñante, Juan Rodó, César Martín Barreda, entre muchos otros comunicadores de renombre.
Antes de la caída de Prado,
Beltrán trato de organizar el Partido de los Independientes y tanteó presentar
su candidatura presidencial en 1962. Pero, finalmente, desistió porque comprobó
que carecía de apoyo popular. Los partidos grandes que contaban con respaldo
eran: el Apra, Acción Popular la Unión Nacional Odriista y la Democracia
Cristiana, sobre todo con cuadros dirigenciales de primer orden. Nada tenía que
hacer Beltrán con su posición de derecha recalcitrante.
Por esta época fue Vicepresidente
de la Sociedad Interamericana de Prensa reunida en Chile y Presidente de la
misma en 1964. Durante el gobierno de la dictadura militar de Velasco se opuso
tajantemente a la política del régimen de tendencia comunistona y opuesta a
todo lo que siempre preconizó.
Lo hicieron renunciar a la dirección
de La Prensa con abusos y resquicios legales y luego sufrió la intervención del
Estado de sus bienes y de su propio diario. que fue transferido a las
comunidades industriales. La expropiación fue un fracaso total porque nunca se
pudo independizar del gobierno militar, cuyos jerarcas siempre lo manejaron.
Hablando en el Congreso como Premier.
Hablando en el Congreso como Premier.
PREMIOS
Beltrán se dirigió a Europa y
luego a Estados Unidos donde recibió el premio María Moors por la Universidad
de Columbia. Fue, además, profesor visitante de la Universidad de Virginia y
condecorado por otros centros superiores de estudios estadounidenses tales
como: Yale, Harvard y California.
Vivió, durante los últimos años
de su vida, en el barrio de Russian Hill de San Francisco, California, con su
esposa. Sin embargo, en enero de 1979, regresó a Lima donde falleció de un
ataque al corazón internado en la clínica Anglo Americana.
Al año siguiente, el segundo
Gobierno de Belaunde devolvió los diarios expropiados a sus verdaderos dueños.
En el caso de La Prensa, la propiedad fue transferida a los trabajadores
allegados a Pedro Beltrán. Sin embargo, la crisis económica y la competencia-
donde andaban mal- lo llevó a su cierre definitivo. Su última edición salió a
la venta el 27 de julio de 1984, bajo la dirección de Arturo Salazar Larraín,
con apenas 4 páginas.
La señora Kropp de Beltran falleció,
en Estados Unidos, el 2012. Al poco tiempo, la colección de arte Beltran Kropp,
reunida por la pareja que tenía un gran valor, fue subastada por la casa
Christie’s. Actualmente se exhibe en el Santa Fe’s Museum of Spanish Colonial
Art de Estados Unidos. Recordar a Beltrán es tener en cuenta a un visionario de
primera que cumplió con el periodismo nacional. Eso se convirtió en lo más
saltante de su vida prolífica y valiosa. (Edgardo
de Noriega)
Gran economista
ResponderEliminarUn grande de la economia, politica y el periodismo en el Peru....
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