DE LA PIEDRA COMO SINONIMO DE UTILIDAD

Muchos años la derecha peruana lo tuvo como su más conspicuo representante en los campos de su defensa y la expresión pública que expresaba una determinada corriente de opinión llena de implicancias controvertidas, como reacción evidente de utilidad dentro la facción conservadora de la sociedad peruana. Más allá de estar de acuerdo o no con tal personaje de ilustre raigambre social y económica lambayecana, lo cierto es que esta figura expresaba una capacidad y una inteligencia singular, que lo convirtió en una eminente figura parlamentaria y política del siglo XX. Ello, de por sí significativo, merece recordarse, como un genuino ejemplo de pulcritud intelectual y de capacidad eminente para servir al país.
Nos estamos refiriendo al agricultor y hacendado Julio de la Piedra del Castillo, nacido en Chiclayo el 28 de agosto de 1896 y muerto el 6 de febrero de 1984, a los 87 años de edad en Lima. Conspicuo dirigente de la Unión Nacional Odriista. Si el mismísimo partido fundado en torno al General Manuel A Odria, que fue Presidente del Perú, entre 1948 y 1956.

 Para muchos, Odría el mejor mandatario que ha tenido el país en los últimos 75 años, por la gran obra pública que concretó a favor de los peruanos. Para otros, y con razón, uno de los peores dictadores, de abuso completo, que podemos mostrar a todo el mundo.

Con una capacidad para robar los dineros públicos de una forma impresionante y de perseguir e incluso mandar a asesinar a sus enemigos políticos que fueron, sobre todo, los apristas. La muerte de Luis Negreiros Vega, dirigente sindical seguidor de Haya de la Torre, es achacada- entre otras- al mandatario que se le denominó el general de la alegría.


Julio de la Piedra:parlamentario y agricultor

GOLPE

 No hay punto medio, hay extremos para juzgar a tal personaje que perteneció a las filas del Ejército Peruano de aquella época y le dio el golpe de estado a uno de los más honestos mandatarios que hemos tenido en esta patria que fundó don José de San Martin y consolidó como nación otra figura como fue Simón Bolivar: José Luis Bustamante y Rivero, el insigne abogado y jurista arequipeño de impecable actuación en el campo de la honradez y la honestidad.

De la Piedra estudió en el Colegio Nacional de San José de su tierra natal. Luego se fue a hacer lo mismo a Lima en la Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pero no terminó su preparación profesional correspondiente.

Regresó a Lambayeque donde, durante muchos años, laboró al más alto nivel en la Negociación Agrícola Pomalca, hacienda azucarera cuya propiedad pertenecía a su familia. En ella se dedicó con ahínco, a la industrialización de sus cultivos.

Pertenecía a una próspera familia asentada en Chiclayo. Sus padres fueron: Máximo Ricardo de la Piedra Delgado y Rosalía Dominga del Castillo Ghía. Su hermano Enrique de la Piedra resultó Presidente del Senado y Ministro de Hacienda durante el gobierno de Augusto B Leguia, también lambayecano, dicho sea de paso.

Cuando Belaunde asume el poder en 1963

INCIDENTE

Sus otros hermanos de padre y madre además de Enrique fueron: Ricardo, Augusto Felipe, Luis Godofredo, Guillermo Virgilio, María Jacoba Graciela y Clarisa. Mientras que su esposa se llamaba Bertha Russo Fry, con quien tuvo cuatro hijos: María del Pilar, Julio Jacobo Jacinto, Vladimiro León Jesús Francisco, y Juan Manuel

Las actividades políticas las inició en 1945 cuando fue elegido Senador por el departamento de Lambayeque. Durante esta época se produjo un incidente particular en la Base Aérea de El Pato (Piura), cuya administración el gobierno había concedido a los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. El hecho en sí empañó nuestras relaciones con dicho país.

De la Piedra manifestó, ante su cámara, su extrañeza y descontento porque dicha concesión se mantuviese a pesar de que la guerra había concluido. Lo que consideraba que constituía un atentado contra la soberanía nacional. Por lo que propuso que dicha concesión fuera cancelada (1946).

Perteneció al grupo de parlamentarios que respaldaron al presidente José Luis Bustamante y Rivero, en su lucha por contener la desaforada oposición de los apristas. Al año siguiente, estuvo entre los ausentistas que dejaron sin quorum al Congreso. El domingo 13 de julio de 1947 se instalaron las Juntas Preparatorias del Senado, bajo la presidencia de José Gálvez y de la Cámara de Diputados dirigida por Pedro. E. Muñiz.


Enrique de la Piedra: Senador y Ministro

CITACION

El artículo 114 de la Constitución Política de 1933 ordenaba que cada cámara eligiese, anualmente, su Mesa Directiva. El 27 de julio fueron citados los parlamentarios, para que procediesen a elegir a sus autoridades.

A esta citación, sólo asistieron 22 de los 50 senadores, cantidad insuficiente para alcanzar el quórum requerido por el Reglamento de esa cámara, el cual era de dos tercios de sus miembros. El 28 de Julio se instaló la Legislatura Ordinaria, sin que hasta entonces el Senado hubiese logrado elegir su nueva Mesa Directiva. Ello por el ausentismo de los senadores de la Alianza Nacional, denominación que adoptaron las fuerzas políticas de derecha, quienes para ello se aliaron con socialistas y comunistas.

Luego de esta fecha, la Cámara de Senadores no pudo sesionar por falta de quorum. En cambio, la de Diputados si logró renovar su Mesa Directiva, siendo elegido Presidente, Fernando León de Vivero. Sin embargo, la falta de quorum del Senado terminó impidiendo el funcionamiento del Congreso, en vista de que el art. 112 de la Constitución señalaba que ninguna cámara podía funcionar durante el receso de otra.

El ausentismo de los parlamentarios tuvo como finalidad impedir el funcionamiento del Parlamento, donde el APRA tenía mayoría. En un comunicado publicado en el diario “El Comercio”, entusiasta partidario de los ausentistas, los integrantes de la Alianza Nacional afirmaban:

¿“No existiendo parlamento pueden funcionar los otros poderes del estado? ¿Hay constitucionalidad? El Estado peruano se constituye por tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. No existiendo el Legislativo, se ha roto la constitucionalidad y sólo puede seguir existiendo el Estado bajo la dictadura de los otros poderes, pues el equilibro necesario ha desaparecido.


Odría en Lima listo para asumir la Presidencia.

SENADOR

Vale decir que, en el presente caso habiéndose creado tal situación de hecho, hemos ingresado a un régimen dictatorial o a un verdadero estado revolucionario. La crisis política llevaría al golpe de estado, encabezado por el General Manuel Odría Amoretti.

En el contexto señalado, de la Piedra fue uno de los fundadores de la Unión Nacional Odriísta (UNO). Integrando sus listas parlamentarias fue reelegido Senador para el periodo 1950-1956, oportunidad en la que ocupó la Primera Vicepresidencia de su cámara (1950-1951). Luego la Presidencia, (1952-1953). Igualmente fue Presidente de la Comisión de Presupuesto (1950-1951). A propósito, muchos analistas políticos sindicaron a estas elecciones como fraudulentas en toda su extensión.

Resultó elegido Senador por Lima en 1962. Sin embargo, debido al golpe de estado del 18 de julio de aquel año, el Congreso no llegó a entrar en funciones. Reelegido nuevamente para dicho cargo para el periodo 1963-1968, en su condición de Presidente del Parlamento, le colocó la banda distintiva de la jefatura del Estado al Presidente de la República, Arquitecto Fernando Belaunde Terry, al inicio de su primer periodo de gobierno, el 28 de julio de dicho año.

Durante su gestión legislativa, integró la denominada Coalición del Pueblo, alianza parlamentaria opositora al gobierno conformada por apristas y odriistas. Los enemigos del ayer y los amigos del ahora, conforme lo definieron sus antagonistas. Ellos controlaron el Poder Legislativo. En esta oportunidad, de la Piedra volvió a ocupar la Presidencia de su cámara en dos oportunidades más 1963 y 1967, en la segunda de las cuales renunció al cargo.


Bustamante  presidiendo una manifestación popular.

PERTURBACION

El 27 de Julio de 1967 se realizó la elección de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, la que estuvo perturbada por diversos incidentes. La sesión era presidida por el doctor Luis Alberto Sánchez (Apra). Se presentaron dos candidaturas: la de Julio de la Piedra de la Coalición Apra-Uno y la del senador Daniel Becerra de la Flor, representante de la Alianza Acción Popular-Democracia Cristiana (AP-DC).

En la primera votación sorpresivamente Becerra obtuvo 24 votos, frente a los 21 de Julio de la Piedra. El Senador, Enrique Martinelli Tizón, solicitó el recuento de los votos. Lo que dio como resultado 23 sufragios para Becerra, 21 para de la Piedra y uno en blanco. Sin embargo, sólo había 45 senadores y los votos alcanzados totalizaban 46. Sánchez anuló la elección y se hizo una segunda votación, en la cual Becerra obtuvo 23 votos y de la Piedra 22.

El Senador Martinelli argumentó que la mayoría de 45 no era 23 sino 24, por lo cual sería necesaria una nueva votación. Los senadores Cabieses (AP), Cornejo Chávez (DC), Miranda (AP) Y Polar (PPC) protestaron.

En su intervención, Mario Polar recordó que, en 1964, se procedió a elegir Presidente del Senado con tan sólo 22 votos. Sin embargo, la elección fue anulada nuevamente y se produjo una tercera votación en la que de la Piedra obtuvo 23 votos y Becerra 22. Los senadores de la Alianza AP-DC se retiraron del hemiciclo, en señal de protesta. Los de la coalición aprovecharon para elegir, en una cuarta votación, Presidente del Senado a Julio de la Piedra.


Enrique Martinelli Tizon interviene en el debate

ALEJAMIENTO

Así se generó una crisis institucional. Los miembros de la Alianza anunciaron que no asistirían a las sesiones. Por dicha razón, el Congreso no se pudo instalar el 28 de julio y el Presidente de la República tampoco pudo asistir a la lectura de su mensaje a la Representación Nacional, ordenado por la Constitución. La crisis se resolvió con la renuncia del Presidente del Senado el 30 de agosto y la elección, el 6 de septiembre, de una nueva Mesa Directiva multipartidaria, la que fue presidida por el Senador David Aguilar Cornejo

El 13 de abril de 1968, de la Piedra se alejó de la UNO y junto con algunos miembros del odriismo fundó el Partido Social Demócrata Nacionalista. Las divergencias incluyeron al propio General Odria que se quedó en su agrupación con otro puñado de gente.

Lo que se decía que había un lío de faldas de por medio en el que estaba comprometido el general. Tal situación dio lugar a la división. Pocos meses después, el 3 de octubre de 1968 fue disuelto el Congreso por el golpe de estado encabezado por Juan Velasco Alvarado.

Su carácter era serio y, en el hablar, inclusive algo hosco. Lo hacía, sin embargo, con mucha facilidad y en forma directa. Como cuando dijo tajante en el hemiciclo senatorial y a merced de sus colegas, que se “estaba perdiendo el tiempo en rendir homenaje a un aventurero que, para colmo de males había sido asesino” al referirse a Ernesto “Che” Guevara, el guerrillero argentino que había luchado por la revolución cubana y había muerto capturado por las fuerzas del orden en los montes de Bolivia donde se había metido clandestinamente para traer abajo al gobierno boliviano e instaurar una dictadura marxista.


Para de la Piedra, el "Che" Guevara era un aventurero.

PECULIAR

También se convertía en peculiar cuando recordaba lo que había hecho en su vida en pro de su desarrollo y fortalecimiento. Una vez en un discurso dijo lo siguiente: “Soy rebelde por naturaleza porque me he hecho luchando contra la naturaleza y me he hecho así trabajando. Se lo que es ganar diez centavos. Se lo que es llegar a la posición a que he llegado políticamente por la decisión del pueblo Se lo que es haber llegado a una posición económica. Pero no soy oligarca. Soy un hombre que ha trabajado 50 años, día a día y centavo a centavo, para conseguir una posición cómoda. No lo que mis enemigos llaman los ricos del Perú.

Luego añadió: “Yo deseo que en el país todos sean ricos, que todos sean productores y que todos trabajen. Los obreros dentro de su estructura y los empresarios dentro de la comprensión que le deben tener a los obreros que le sirven. El equilibrio de estas dos fuerzas es el que hará la grandeza del Perú. Nuestro país necesita una comprensión conjunta del hombre que trabaja y del empresario que produce. Así produciremos la luz que necesitamos”.

Nunca más intervino en política, luego del golpe de Velasco. Se dedicó por completo a sus cosas personales y familiares, hasta que ocurrió su lamentable fallecimiento. Un hombre con pensamientos determinados que respetó a los demás y se hizo respetar con una cualidad efectiva: haber contribuido al desarrollo político del país. (Edgardo de Noriega)