La encrucijada del Perú en estas elecciones tan especiales, con epidemia del coronavirus de por medio, es realmente grave y sumamente peligrosa. Nos estamos jugando la libertad y la propia democracia. Ello no es exageración, sino la pura verdad.
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El vendaval de
votos que se acumularon durante la ultima semana de la primera vuelta y
ocuparon el primer lugar en el mismo acto del escrutinio, cuando nadie lo
tenía previsto, era proveniente de la lacra violenta de la subversión y
sus fachadas de activismo político, como:
Movadef y Conare.
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Tales afirmaciones son plausibles en vista de que, podría
ganar la contienda electoral, el representante genuino del comunismo
extremo y de los órganos que pertenecen a nada más y nada menos que una torva
de malandrines y hasta asesinos terroristas que están agrupados en el partido
Perú Libre: Pedro Castillo, un
errático y empecinado maestro que, de la noche a la mañana, se ha
convertido en una alternativa efectiva de poder.
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Evidentemente que quien se convierte en la tabla de
salvación quiérase o no es la candidata del Frente Amplio, Keiko
Fujimori Higuchi, que quedó en segunda lugar en la primera vuelta. Para los
sectores conscientes y emprendedores del país, ella debe asumir la primera magistratura
por el bienestar y desarrollo de todos
los peruanos. Conseguir su triunfo es la voz.
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Mucho se habla y
comenta de la señora Fujimori como representante de Fuerza Popular. Se
recuerdan las fechorías de su padre Alberto Fujimori , durante los diez
años de poder dictatorial que ejerció al lado de Vladimiro Montesinos,
entre 1990 y el 2000. Los grandes robos y latrocinios de aquel régimen.
Las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta por lo cual ambos personajes están
presos.
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Ciertamente estos son hechos reales que muchos peruanos combatimos con ahínco y fuerza constante. Pero, definitivamente, el comunismo y sus acciones tan pero tan salvajes son peores. Ahí tenemos a Cuba y su barbarie total de una tiranía de más de 60 años. La pobreza a la mano de todos. Los Castro, Fidel y Raúl, son ejemplos totales de tiranos indeseables. La Venezuela tan americana y llanera con la necesidad de comer y salir del hambre, en medio de la violencia desenfrenada.
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Ya se fue el que metió al pueblo, donde nació Bolivar,
en este entuerto doctrinario de fracasos y sufrimientos constantes. El
Comandante, Hugo Chávez Frías, falleció víctima de una penosa enfermedad. Pero
resultó siendo el primer culpable de la desolación de Venezuela. La
Historia los está juzgando, negativamente, tanto a este militar como a Fidel
Castro y otros galifardos que utilizan pésimo el poder.
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El segundo es el ignorante y maligno, Nicolás Maduro, que cada día se enfanga en la destrucción de su país. El Perú, de ninguna manera, puede caminar por estos caminos de desasosiego. Seamos conscientes y rechacemos, por convicción, las acciones de Castillo que ha tenido la desvergüenza de querer ser Presidente de la Nación. Incluso sin plan de gobierno. Ni cuadros técnicos, que en el propio gobierno, puedan ejecutar cualquier transformación. La más simple que pueda ser.
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La decisión de Castillo
de querer ser mandatario del país es un insulto para la memoria de honorables y
distinguidos presidentes peruanos como el primer civil electo en el
Perú, Manuel Pardo y Lavalle. Antes Ramón
Castilla, el soldado de la ley. Andrés Avelino Cáceres, héroe máximo
de la Guerra con Chile. Nicolás de Piérola, político demócrata ejemplar.
Lo mismo fueron Eduardo López de Romaña, Manuel Candamo y Jose
Pardo. Entre otros políticos que son ejemplos de nuestro pasado glorioso.
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No podemos dejar de
pregonar el andar pulcro y ejemplar de José Luis Bustamante y Rivero y
el propio Fernando Belaunde Terry, honesto presidente que nos gobernó en
dos oportunidades.: de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985. Valentín Paniagua
Corazao, como Presidente provisorio del 2000 al 2001, fue un ejemplo de
honradez y honestidad. Con una virtud adicional: entregar el mando cuando
debería hacerlo.
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En contraposición, si
Castillo, con su lapicito en la mano, llega al poder no lo suelta nunca más,
Eso esta asegurado y descontado. Si es comunista y no nos olvidemos de ello.
Lo hizo Lenin en la Unión Soviética, José Stalin en el mismo
país, mandando a matar a millones de millones de sus compatriotas a capa,
espada y abuso impresionante. No hay dictadura donde los llamados revolucionarios
o extremistas suelten el poder. El Perú no sería una excepción.
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Keiko venera la democracia y dice que entregará el mandato cuando termine su periodo . Hay que creerle, de todas maneras, porque afirma al menos que tiene convicciones. Castillo lo que hará-y lo peor es que lo ha anunciado- es implantar un sistema económico que de por sí será desastroso. Con expropiaciones a diestra y siniestra.
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Con ningún tipo de seguridades. Sin progreso, sin
bienestar. Peri si con una fuerza arrasadora de desastres e injusticias, como
efecto de la lucha de clases que a los extremistas les gusta instaurar
cuando toman la conducción de las naciones.
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Hay ejemplos
específicos en la historia mundial. China, Corea del Norte, Laos, Vietnam.
La época larga, en plena guerra fría, de Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria
y Alemania del Este Evitémos. de todas maneras, regímenes totalitarios
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Hasta se corre el
siniestro riesgo de que se indulte al criminal de criminales, Abimael Guzmán
Reynoso, verdadero ejemplo y guía de este hombre equivocado que quiere ser
mandatario del Perú. No solo a él sino también a la maligna Elena
Iparraguirre, esposa del mollendino indigno. No puede ser. Evitémoslo a
como dé lugar.
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Tenemos que tomar algunos aspectos de los seguidores de la
candidatura presidencial de Pedro Castillo. Con
cierto orgullo afirman que Keiko es corrupta. Pero se olvidan por
completo de que el líder de su partido, Vladimir Cerrón, ha sido condenado,
precisamente, por ese delito. Entonces, ¿en qué quedamos?
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Asimismo tienen la desfachatez de hablar, a cada rato,
medias verdades. Como por ejemplo, ellos se van contra el indulto de
Alberto Fujimori. No obstante, los rojos, si llegan a gobernar se olvidan por lo prepararían las
gestiones que implicarían la libertad de Guzmán y de la Iparraguirre,
olvidándose por completo los daños causados en proporciones malignas y las propias
condenas. Los senderistas sufren cadena perpetua. Estas personas, en
consecuencia, deben permanecer, hasta el final de sus días, en la cárcel.
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Las contradicciones campean a cada rato. Los
extremistas se desgañitan en subrayar que Keiko no ha trabajado nunca. Ella lo
ha hecho a lo largo de su vida y de forma constante. Cuando fue Primera Dam, parlamentaria y en otras oportunidades que se presentaron a cada rato.
Incluso como ama de casa, criando a sus hijas. La señora Fujimori es Administradora de Empresas de
profesión.
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Mientras que “Lapicito” ha dejado de laborar como profesor desde hace más de siete años. Casi siempre a los comunistas no les gusta estas tareas. Si les fascina conspirar y muchas veces asesinar a diestra y siniestra a sus contrincantes. Recordemos las matanzas de la Unión Soviética para que los marxistas impongan sus ideas, a como de lugar. Las primeras de ellas que ocurrieron al principio de la revolución cubana tan, siniestra y contradictoria.
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Esta es la ley del embudo. Lo ancho para los rojimios
convenidos y lo enteramente
delgado para sus rivales. No son muy justas las proporciones que a cada
rato se presentan. Así de infundado e inmerecido será el Gobierno de Perú
Libre. No votemos por Castillo y entreguemos muestro sufragio a Keiko. Eso
es lo más coherente y proporcional.
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Cabe tener presente un hecho que se presenta no sólo en el
Perú, sino en diferentes partes del mundo cuando hay elecciones. Nunca se
vota, en la primera vuelta por los programas, con la excepción quizá de los
ciudadanos más informados.
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La inmensa mayoría sufraga más bien por identidad, confianza
u otro tipo de sentimientos. Esto es más cierto en donde alrededor del 40%
tiene una gran desconfianza en la política y los políticos y no participa y
los rechaza, en donde han desaparecido tanto los partidos históricos como los
partidos de outsider que los reemplazaron.
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Solo existen agrupaciones-empresa que tienen dueño y que, en su mayoría, funcionan como vientres
de alquiler. Esto es precisamente Perú Libre, cuyo amo y señor” es
Vladimir Cerrón que a estas alturas del partido ya esta discrepando,
a cada rato, con Pedro Castillo. La sociedad, evidentemente, puede
romperse en cualquier momento
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De acuerdo con la opinión de los politólogos, los
programas de gobierno, cuando están bien hechos, sirven para la segunda vuelta
porque los nuevos electores actúan con mayor grado de racionalidad y deciden
por determinado candidato. Esperamos que en este caso sea Keiko Fujimori.
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Felizmente el programa político, presentado por estas
elecciones por Castillo, es un desastre total.El documento correspondiente ha sido hecho con pura ideología
barata, sin ciencia ni técnica. También se nota, a las claras, que esos planes no han
sido elaborados por equipos de verdaderos profesionales. Se trata de un marxismo
leninismo vulgar, elemental y ramplón que tiene serias límitaciones. Así son
los planes de “Lapicito”
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Adicionalmente no
hay equipos de técnicos que puedan llevar asuntos de gobierno. Ojalá que
todas estas fallas garrafales sirvan para que Pedro Castillo pierda las
elecciones y, de esa manera ya no sea ni el peligro. Ni tampoco la desconfianza para
el Perú. Las cosas deben cambiar, por el bien de todos los peruanos. (Noé)
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