LO QUE PASA EXACTAMENTE EN EL CAL

No es muy prometedor que digamos el futuro del Colegio de Abogados de Lima (CAL) con la dirección de su inefable decano, José Antonio Ñique de la Puente, a casi 100 días de iniciada su gestión. Hay de todo, en la entidad gremial, como en botica: hervidero político al máximo, caos y desorden administrativo, oscuras fuerzas de poder, promesas de campaña incumplidas; y, para variar, la junta directiva actual dividida por completo.
Tal es el pandemonium que ni siquiera los propios abogados se ponen de acuerdo para definir lo que efectivamente ocurre al interior de ese gremio profesional. Los más optimistas que, son, evidentemente, los seguidores de Ñique, hablan de que todavía hay que darle tiempo a la directiva que inició sus actividades el 10 de enero del presente año, en curiosa ceremonia que contó con invitados especiales dignos aunque usted no lo crea, de entero asombro.


José Antonio Ñique de la Puente: un decano con bemoles.

Entre ellos: Adolfo Olaechea, extraditado y ligado al terrorismo senderista. El sentenciado Agustín Mantilla, quien recibió dinero de Montesinos y con juicios penales pendientes. No podía faltar Marco Antonio Arrunátegui, acosador sexual y folklórico candidato a la presidencia de la república.
Todo ellos fueron ubicados en el lugar de los embajadores del auditorio por el flamante Jefe de Protocolo que debutaba en estas lides de apellido Zárate, cuyos antecedentes se remontan a ser conspicuo animador de las barras bravas del Club Universitario de Deportes en las épocas de Alfredo Gonzáles cuando precisamente ocurrió, delictual y violentamente, el incendio de un vehiculo cerca del Estadio Lolo Fernández.
IMPROVISACION
En cuanto a las opiniones de los letrados, los moderados que incluso participaron en la lid electoral en listas contrarias sostienen, a ojo de buen cubero, que no hay avances y ni siquiera gobierno. Redondean sus apreciaciones, afirmando que nada camina bien. Ni hay nada nuevo bajo el sol. En síntesis, una gestión que jamás se ha acomodado.
Hay otro tercer grupo de abogados, seguidores de la directiva anterior liderada por Walter Gutiérrez, que si es implacable y va más allá al no encontrar ningún atisbo alentador donde, según afirman, prima la improvisación por la falta de profesionales capaces en la conducción correspondiente. Algo que se agrava, por el desorden total existente.

Lo cierto es que las discordias de la actual directiva se iniciaron cuando ingresó, de un momento a otro y en forma intempestiva, el famoso doctor Enrique Montenegro Guimaraes, ex Vocal de la Corte Superior de La Libertad.
El personaje capturó una oficina y empezó a dar órdenes, aunque hasta ahora no tiene ni ejerce ningún cargo. El poder oculto, enteramente efectivo. Lo sindican como uno de los financistas de la campaña electoral.
La principal decisión vino y se hizo sin ninguna vacilación. Era nombrada nada más y nada menos que su señora esposa, Fátima Katherine Díaz Maldonado, en el alto cargo de Secretaria General de la administración del CAL, la que entre sus múltiples funciones tiene que ver, directamente, con el nombramiento del personal

El colmo: Adolfo Olaechea, terrorista, invitado de honor

DESPIDOS
Por supuesto que en este caso no se tomó en cuenta el conflicto de intereses existente. Tampoco el nepotismo. La consigna: “el botín de los puestos hay que repartirlo y ahora nos toca”. Esto lo cuentan con pelos y señales y de esa forma, los detractores de Ñique.
De enero a la fecha y con el cambio de directiva, el personal aumentó considerablemente de unos 135 trabajadores a aproximadamente 200 de ellos. No quedó, en planilla, ninguna de las personas que fueron contratadas por la anterior administración. Han ingresado cuatro o cinco asesores a órdenes del propio Decano, quienes provienen de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
En el movimiento de personal y el constante ingreso y salida de los trabajadores ocurrieron hechos lamentables. Como cuando el propio doctor Montenegro quiso arrancarle de la solapa, el fotocheck, a un servidor de la biblioteca. El incidente casi termina en gresca. La cosa no pasó a mayores por la intervención de algunos sensatos y pacificadores.
Montenegro siguió avanzando en la búsqueda de más poder hasta que logró convencer a unos cuatro directivos de confabular contra el Decano. Todo esto a raíz de las inoportunas y poco acertadas declaraciones de Ñique en el sentido de querer ser Presidente de la República  sueño que tiene desde niño, según dio a conocer sin ningún tipo de empacho.
DIVISION
El sentido gremialista e incluso de necesaria independencia en la mayoría de abogados como condición necesaria para un buen desempeño directivo, fue minado al máximo. Montenegro, para sus intereses particulares, logró convencer a seis directivos a quienes tiene ahora a su lado. Cuatro de ellos están firmes con el decano. Mientras que otros dos, caminando sin definición.
La ruptura implicó como consecuencia la posible generación de un “golpe de estado” en contra de Ñique para conseguir, a como de lugar, su vacancia por los apetitos presidenciales. Sin embargo, la indecisión de muchos evitó el vacío que iba a presentarse al interior de la entidad gremial.
Ñique en su campaña electoral incidió mucho en la capacitación a los abogados, prometiendo inclusive en acto evidente de demagogia y rareza como solución practica, la enseñanza del idioma chino mandarín. Constantemente habló de la recreación efectiva de sus asociados y la protección al abogado mayor. Entre muchos puntos que, como aquellos, han quedado en el olvido.
En cuanto a capacitación, solo hay cursos de menor categoría que no tienen importancia profesional. Ni mencionar a los diplomados con licenciatura porque brillan por su ausencia. Tampoco charlas y seminarios de mayor envergadura.
Los que existen no valen la pena y no son de necesidad efectiva para el ejercicio profesional. Los seminarios gratuitos desaparecieron por completo. No obstante que, en épocas anteriores, se capacitaron de esa forma a 26 mil abogados en dos años.
FRACASOS
Anteriormente, la práctica forense, que es la puerta de entrada para el ejercicio de la profesión, se efectuaba con un ciclo enteramente especializado que duraba ocho días. Ahora se hace en tan sólo 8 horas y se incluye, indebidamente, a los bachilleres que no tienen título con el pago oneroso correspondiente.
De esa manera facilista y mediocre, lo que se propicia es que desaparezca algo que es elemental: la exigencia de requisitos al máximo para tener ejerciendo a buenos abogados en el medio.
Por otro lado, de lo que va de la nueva gestión, una Asamblea General de Delegados se realizó sin mayores brios lleno de arengas políticas, olvidándose precisamente que ya no se está en campaña electoral.
Se quiso aprobar, inclusive, la reforma estatutaria para ampliar el mandato del Decano por el plazo de dos años. Ahora es de uno. Fue el primer punto de la agenda, incluso. Pero no prosperó al no alcanzarse consenso ni mayoría.
Los entendidos aseguran que dicha reforma es importante sobre todo porque un año no se convierte en tiempo suficiente para poder gobernar y hacer obra. Actualmente a Ñique solo le queda 5 meses de gestión efectiva.

La balanza de la justicia no existe en el CAl

POLICLINICO
En ese lapso se considera difícil obtener resultados hasta fines de setiembre porque al mes siguiente se inicia la campaña electoral, donde todo estará centrado en este aspecto Más aún cuando el decano actual busca reelegirse, como es costumbre. Los anteriores directivos hicieron lo mismo, en años anteriores.
Los defensores de Ñique salen a la palestra y dan a conocer que dentro de poco será, una contundente realidad, el local del Colegio de Abogados de Lima Norte, con una inversión de medio millón de dólares. Mientras que el Policlínico, señalan, es una realidad en el campo de la salud.
Sin embargo, los que están a la otra orilla criticando, en respuesta, afirman que en ambos casos el presupuesto y las obras fueron ejecuciones que pertenecen a la directiva anterior de Walter Gutiérrez.
En cuanto al faro de la juridicidad y la constitucionalidad, que debe ser el CAL para opinar sobre asuntos importantes de la vida nacional como en el pasado cuando se escuchaba la voz de juristas de renombre, también se han registrado vacíos.
“No hay ideas y poco se alumbra”, dicen muchos abogados. Eso quiere decir que el Colegio no es ni será, por el momento, la conciencia jurídica del país ni nada que se le parezca.
Recuerdan que, actualmente, los pronunciamientos no son periódicos y ni siquiera plantean debate. El actual Decano participó en una mesa de diálogo, propiciada por el diario “El Comercio”, con respecto a la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura.
PUGNA
Redujo su intervención a la elaboración de una nueva Constitución. El tema lo tocó, asimismo, en otros medios de comunicación, con lirismo de honestidad tan absoluta que por ser tan pura, pareciera que no existiese. Eso es todo.
Hay otro hecho que le preocupa mucho a Ñique y que le significa una constante y persistente pugna que tiene con la Orden Nacional del Colegio de Abogados del Perú, cuyo decano es Walter Gutiérrez, con local ubicado en el Palacio de Justicia y cedido gentilmente por el Presidente de la Corte Suprema, Javier Villa Stein.
Allí también pierde la batalla el primero porque, según la opinión de la mayoría de abogados, la imposición pública mayor con respecto a legitimidad, legalidad y mayor espacio con temas de interés para los hombres de leyes, lo tiene la Orden. Aunque para muchos hay un poder paralelo que debe arreglarse. No debe existir conflicto. De todas maneras, soluciones.


Walter Gutiérrez en pugna con Ñique de la Puente

Por otro lado, hay otros hechos en el que demuestran desorden, irregularidades, improvisación y poca seriedad. Como la constante remodelación de nuevas oficinas sin presupuestos adecuados, donde impera el capricho y la búsqueda del lujo.
Hasta la decisión para darle, sin ningún criterio a lo directivos y funcionarios, vales de alimentación en la cafetería que funciona en la sede del CAL. No se preocupan de lo medular, si de estas nimiedades de pacotilla, aunque-eso sí- generan beneficios determinados.
Sin olvidarnos también en perder al máximo el tiempo analizando, movilizando diferentes recursos y exigiendo trabajo permanente y adicional al personal para adaptar en los jardines del local, un albergue para los damnificados del terremoto de Haití. Fin, evidentemente, noble y loable.
Todos los días se laboraba arduamente, se realizaban planes que inmediatamente se volvían a cambiar para volver a fojas cero. Hasta que la decisión vino implacable y se dio a conocer: “nada se hará, por el momento, por órdenes superiores”.
SEMBLANZA
El desorden se acentuó cuando vino el primer mes de pagos de sueldos y salarios de los trabajadores. Había tantas personas recién ingresadas, además de los constantes despidos de unas aproximadamente 40 personas del grupo Gutiérrez, que las planillas definitivas tuvieron que ser hechas en nueve oportunidades.
Ñique es un personaje muy peculiar. Contestatario y de ideología marxista, desde sus épocas juveniles de dirigente estudiantil de San Marcos. Hoy niega tal condición y se declara un demócrata progresista, con un partido político que solo lo conoce él y sus amigos.
Excéntrico total y a la vista de cualquiera, el abogado dice casi siempre, cuando habla ante el público, que frente al poder no es “chicheñor” y levanta las manos hacia arriba tratando de juntarlas en forma de la letra U, casi convirtiéndose-figurativamente- en O.
ULPIANO
Como orador no destaca. Eso si repite constantemente y ante cualquier auditorio que es admirador de Ulpiano, Manuel Vicente Villarán y José León Barandiarán, juristas de renombre de diferentes épocas de la historia que, precisamente, fueron todo lo contrario a él. Abogados y ejemplos admirables de siempre.
Amante de repugnantes guerras sucias, no obstante de que se declara ferviente devoto de la Virgen de la Puerta que se venera en el departamento de La Libertad de donde es oriundo, como ilegitimo camino para llegar al poder, rodeándose de mediocres, matones y gente de mal vivir para sus fines electoreros.
Eso es lo que hizo en las últimas elecciones del Colegio de Abogados realizadas en primera y segunda vuelta, entre noviembre y diciembre del 2009. Ahora está con la cantaleta de la Presidencia de la República, aunque en la campaña decía no a la política, si al gremialismo. Que pena y que Dios nos libre de tan buen personaje.