¡SALVEMOS AL SANTUARIO DE LUREN!

Todo el pueblo de Ica lucha sin cesar, en forma enteramente pacifica desde hace casi tres años, en contra de una aberración monumental que quiere demoler y traerse abajo, el actual Santuario de Luren para construir, allí mismo, un templo calificado inmediatamente por el ingenio popular como un mamarracho, nada representativo ni menos católico, so pretexto de pasar a los tiempos de la modernidad.
Tal convicción, con unanimidad de pareceres, la expresan los iqueños cuando realizan constantemente marchas, recolección de firmas, pronunciamientos, vigilias y rosarios por las calles, plazas, en el interior de las casas y en cualquier lugar. Todos a una, defendiendo al venerado y milagroso Señor de Luren.
Son las armas las de su propia creencia que se utilizan para que no ocurra esta barbaridad y superar el gran dilema que pasa por dos extremos enteramente identificados: la reconstrucción y fortalecimiento, que es lo mas recomendable; frente a la demolición, para dar paso al nuevo mamotreto arquitectónico.


La alameda y al fondo el Santuario.

La firma responsable del nuevo proyecto es Barclay & Crousse. Por si acaso, expertos en construcción y diseño de casas. No de edificaciones religiosas, aunque, por lo primero, sus representantes han ganado premios. Zapatero a tus zapatos.
A estos iqueños decididos, que no quieren ver su ciudad mutilada, los representa el Comité para la Reconstrucción del Santuario de Luren, organismo que trabaja arduamente por conseguir sus objetivos.

PATRIMONIO
Lo conforman profesionales de prestigio como son: el abogado y notario César Sánchez Baiocchi, la periodista Mariella Nieri de Macedo, Directora del periódico “La Voz de Ica”, la deportista Esperanza “Pilancho” Jimenez, de gratos recuerdos por sus triunfos en el voley, defendiendo la casaquilla nacional; la historiadora Mariana Mould de Pease, entre otras personalidades.
A los artífices del nuevo edificio religioso, no les interesa mucho lo que es, efectivamente, el valor de los monumentos como parte de la historia que retrata las costumbres y tradiciones de la cultura peruana, tan ligada a las creencias religiosas y de evidente atractivo turístico a nivel nacional e internacional. Eso es, precisamente, Luren y por eso hay que salvarlo.
No se han dado cuenta que el actual templo es enteramente valioso y que forma parte de la historia religiosa del Perú, con fieles y seguidores que no solamente son del lugar o del país, sino de varias partes del mundo.
Frente al nuevo proyecto, la dirigente del referido comité, Mariella Nieri de Macedo, dice que se tiene que hacer, de todas maneras, lo que efectivamente corresponde. Teniendo en cuenta, las costumbres católicas de los iqueños.
Luego añade con firmeza: “luchamos para que el Santuario de Luren sea restaurado porque realmente es un patrimonio sagrado que nos acompaña siempre. Sabemos que el templo se puede salvar. Hay que salvarlo. Lo otro es irresponsabilidad e insensibilidad”.

DAÑOS
El lío comenzó después de los estragos del tremendo terremoto que asoló, parte del sur del país, el l5 de agosto del 2007. La Iglesia de Luren sufrió la caída del cuerpo de campanas de su torre central que malogró la bóveda y afectó otros entornos. El resto está entero y, sobre todo, estructuralmente aceptable. Lo real es que no hay daño serio e irreversible, según el informe de los técnicos.
Frente a ello saltó la liebre y el Instituto Nacional de Cultura, en forma enteramente errada, emitió una resolución por medio de la cual se le quita al templo el carácter de monumento histórico y, por lo tanto, deja de ser patrimonio cultural. Así se abrieron, por completo, las puertas para la demolición.
No obstante de que, con la decisión, se violaron artículos de la legislación vigente. Por lo que la disposición emitida por el organismo estatal, de por sí, es nula. No existen ni expediente administrativo, ni informe técnico correspondiente. Tampoco solicitud de demolición .Menos, trámites registrales que son obligatorios.
Entonces, en un concurso público, salió el originalísimo proyecto de la construcción de otra iglesia y apareció una maqueta para ser presentada a la comunidad, con el apoyo de algunos representantes del Congreso de la República.

El Señor de Luren.

Realmente que los iqueños se sorprendieron al máximo cuando vieron la maqueta. Allí estaba plasmado un templo que, precisamente, no tiene apariencia católica, sino con características similares a los de otras religiones. Rarírisimas columnas, vericuetos poco comunes y al por mayor, estilizamientos habidos y por haber.

RECHAZO
Una edificación que, precisamente, no llama al recogimiento. Ni menos a la oración, aunque para gustos y colores no han escrito los autores. No obstante, el sentir de los iqueños era ese y significó, de frente, el rechazo total. No se sienten identificados.
Lo que es peor: la proyectada construcción cambia, por completo, los volúmenes originales del edificio e inclusive la orientación originaria, causando, de hecho, problemas para que el venerado Señor de Luren salga en procesión. Por el cambio obligatorio de recorrido y porque chocaría con el campanario y tendría que bajar ocho escaleras para llegar al atrio.
Cabe precisar que, en estos trances de carácter religioso, no se pueden hacer muchas maniobras que digamos porque el anda del Señor de Luren pesa alrededor de tres toneladas. La nueva orientación arquitectónica decididamente evita, por completo, el recorrido tradicional.
Otro detalle del proyecto nuevo es que todo el templo permanece en pendiente. Lo único que no lo está es un área al aire libre. Ello impediría las famosas bajadas en la procesión, como ritual especial y de costumbre. No hay lugar donde se pueda hacer la veneración. Otra complicación por resolverse.
El diseño para hacer más grande al templo dejó de lado lugares de grata recordación como: la plaza ferial, la rotonda y los puestos de ventas de humildes vendedores que se ganan la vida durante la festividad.

ERRORES
Los volúmenes son complicados que, de ninguna manera, concuerdan con la arquitectura neoclásica del actual templo. Existe proyectado un gigantesco campanario ubicado cerca de la calle que genera, realmente, sombras descomunales.
Hay un hecho que no hay que dejar pasarlo y se debe tener presente para que no ocurra más. Luego del terremoto, los gobiernos locales, aprovechándose de la controvertida resolución del INC y aduciendo una u otra razón sin ningún peso, arrasaron con templos construidos en el siglo XVIII de gran valor en la ciudad de Ica, La Tinguilla y Pisco Ya no existen las Iglesias de San Clemente, Guadalupe, Santa María del Socorro y Virgen de las Nieves. Eso es, realmente, irse en contra de la historia religiosa de los pueblos.
Volviendo a lo de Luren, un entendido en estas lides técnicas como es el Arquitecto Humberto Palacios Miró Quesada, en carta enviada al Canciller, José Antonio García Belaúnde, para preservar el patrimonio cultural nacional y cumplir con la variada normatividad internacional, sostiene-correctamente- lo siguiente: “nos preocupa la desmonumentalización del Santuario de Luren. Este patrimonio se encuentra en condiciones de poder ser restaurado y recuperado, utilizando para ello técnicas científicas a ser aplicadas por profesionales peruanos”.

Vista de la Iglesia de frente.


Por su parte, la Comisión Episcopal para los Bienes Culturales de la Iglesia, a través de un comunicado, pidió a las autoridades que se restituya, al Santuario de Luren, la condición de Patrimonio Cultural de la Nación y continúe siendo el importante icono de fe para la comunidad católica.
El Santuario de Luren data y pertenece al primer tercio del siglo XX. Por allí han pasado más de cinco generaciones de creyentes católicos nacionales y extranjeros. Forma parte del colectivo histórico y su conservación es, decididamente, un caso emblemático.
Cada tercer lunes de octubre, inexorablemente, arranca la multitudinaria procesión del Señor de Luren, patrón de la ciudad de Ica. Miles de miles de fieles, venidos de todas partes, acompañan la imagen por las calles durante más de quince horas.
Lo mismo ocurre en esta Semana Santa donde nuevamente los devotos acompañan al Cristo crucificado. El Santuario tiene que remodelarse y de ninguna demolerse. Por la costumbre permanente. Por la costumbre de la historia. Para los siglos de los siglos.


Muchas estructuras interiores están dañadas.