Ha pasado desapercibida una decisión papal sin precedentes que marca definitivamente un hito trascendental para la Iglesia Católica conservadora de por si que ha abierto, en esta oportunidad, las puertas de la comunicación.
Todo ello a raíz de los tremendos escándalos protagonizados por los curas pedófilos y homosexuales, cuyas malas acciones en contra de niños inocentes, estremecieron realmente al mundo entero.
Parece ser que los tiempos de ocultamiento, por ahora, quedaron atrás y el Papa Benedicto XVI en gira acompañado de periodistas de todo el mundo, reconoció públicamente los errores cometidos.
Lo hizo durante su gira a Portugal en una fecha importante para los creyentes como es el recuerdo y celebración del milagro de Fátima donde tres pastorcitos vieron a la Virgen María con quienes conversó,dándoles una serie de encargos para el mundo. Esta celebración católica, del ultimo 13 de mayo, congregó devotamente a unas 500 mil personas.
El Papa Benedicto XVI
Las declaraciones del prelado de la Iglesia se pueden sintetizar en el reconocimiento de que la mayor persecución no viene de afuera sino de sus propios pecados y en la dura condena a los abusos sexuales contra menores en el seno de la Iglesia Católica.
Coherente fue el Papa cuando dijo lo siguiente: “La Iglesia tiene necesidad de reaprender la penitencia, aceptar la purificación, aprender el perdón pero también hay necesidad de justicia. El perdón no reemplaza la justicia”.
Son precisamente estas últimas palabras las que hacen pensar, con fundamento, que hay enmiendas en la Iglesia y que los responsables de los recientes escándalos serán procesados.
Hay otro asunto en el que se ha avanzado notablemente. Por primera vez, el Jefe de la Iglesia Católica admitió que el mal está en su institución. No solo eso sino que reconoció que las cuestiones éticas y espirituales no deben formar parte de la esfera privada.
El Papa fue claro en afirmar: “Ubicada en la historia, la Iglesia está dispuesta a colaborar con aquel que no marginalice o no reduzca a la esfera privada, la consideración esencial del sentido humano de la vida”.
Entre los escándalos más conocidos por la prensa a nivel mundial figuran 2 mil testimonios que revelan abusos físicos y sexuales cometidos por sacerdotes en contra de niños en Irlanda.
Asimismo hay 200 abusos de este tipo, entre 1950 y 1970, en Holanda. Lo mismo ocurrió en una escuela católica para niños sordos en Wisconsin, Estados Unidos, desde 1950 hasta 1974. La Iglesia, sin embargo, rechazó esto último que fue publicado en The New York Times.
Brendan Smith, sacerdote irlandés acusado de pedofilia.
En Ratisbona, Alemania se registró una acusación contra cuatro sacerdotes y dos monjas en agresiones de este tipo que datan de 1970 y que merecieron, evidentemente, el rechazo general.
De la misma forma que el Papa, el Cardenal del Perú y Arzobispo Primado de Lima, Monseñor Juan Luis Cipriani Thorne, se pronunció sobre el caso del sacerdote belga Jef Van Den Ouweland, sobre el que pesa cargos de pedofilia en su país. El sacerdote laboraba en el distrito de Ichuña, provincia de Sánchez Cerro del departamento de Moquegua.
CASO EN EL PERU
“Si hay un sacerdote belga en no sé que lugar del Perú y por lo visto tiene acusaciones, bueno tendrá que dar cuenta ante la justicia de su país y ante su obispo, dijo Cipriani en el programa “Diálogos de Fe” de Radio Programas del Perú (RPP).
Sin embargo, el prelado peruano destacó que hay miles de miles de sacerdotes que están haciendo una labor encomiable por los niños, enfermos y la gente pobre de muchas partes del país.
Por su parte, el Obispo Emérito de Chimbote, Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, sostuvo que no era facultad de la Iglesia Católica expulsar a nadie. Pero que en caso de que la justicia de Bélgica exigiera la extradición de Van Den Ouweland, el apoyo del clero sería total.
Informó que el Obispado de Puno del cual depende el referido sacerdote ya lo había suspendido. En consecuencia ya no ejerce como párroco. Uniformidad de criterios a nivel mundial y nacional. Paso positivo de la Iglesia que demuestra, una vez más, su férrea organización.
A los curas pedófilos les debe caer todo el peso de la ley. Por lo que hicieron y por sus consecuencias. Realmente son cosas rechazables.
ResponderEliminarQue la Iglesia se abra está muy bien. Porque este es un escándalo realmente detestable. Más cuando ls víctimas, en su mayoría fueron niños.
ResponderEliminarDónde estamos, Dónde estamos...
Lo de los pedófilos debe acabar con el castigo a cada uno de ellos. Totalmente inconcebible. Las leyes deben ser duras en contra de ellos. Porque realmente hacen mucho daño. Jugar con la inocencia es tremendo. Más aún, cuando hay un ingrediente religioso
ResponderEliminarNo a los curas pedófilos!!!
ResponderEliminarEste papa con lo que ha hecho que está muy bien,me hace parecer a Juan Pablo II. Con la verdad en la mano se triunfa. Aqui el castigo es una necesidad. Me parece muy buena la actuación de Benedicto XVI
ResponderEliminarCuando se esconden las cosas siempre salen mal. Tarde o temprano se saben. Ahora la Iglesia tiene que actuar duramente. No lo queda otra.
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