Era muy delgado y por eso todos
lo llamaban “El Flaco”. Corría el año
1959. Habia finalizado sus estudios secundarios en la Gran Unidad Escolar
Ricardo Palma del distrito de Surquillo, un crisol de la peruanidad mezcla de
sangres y culturas, según la definición del propio personaje. Logró ingresar hace pocos meses a dicho centro
superior en primera y única postulación, luego de aprobar con bríos el difícil
examen de ingreso. Quería forjarse un porvenir propio.
Nieto, hijo y sobrino de maestros. Como
anécdota, hasta una polka del acerbo criollo da cuenta de ello cuando la letra
convertida en canción dice: “En el Rimac yo nací, en Malambo me crié, en
Filomeno estudié, en el Rimac he de morir”.
Innegablemente el recuerdo popular al abuelo
Armando Filomeno, director del único colegio estatal primario que existia en el
antiguo distrito donde, precisamente, vivió muchos años. Su padre, también de
nombre Alfredo, cabalmente directivo del Ricardo Palma: el plantel de su vástago.
CLORI
Muy observador él. sabia cuando hablar y
cuando callar. Tenía el tino necesario y, sobre todo, el conocimiento preciso
de estas lides propias de los mayores. Pero no sólo eso sino que quizá era,
entre el grupo de estudiantes que dialogaban alegremente, el único que estaba inscrito por convicción en
un partido político, la Democracia Cristiana, cuando ni siquiera tenía la mayoría de edad y tampoco había
terminado de crecer. Como estatura, medía 1 metro con 61 centímetros. Años
después, llegaría recién al metro con 78, su tamaño actual.
Mucho se hablaba de las frivolidades del Presidente Prado, con
sus innumerables condecoraciones que las lucía en fino y elegante frac y tongo durante
las actuaciones públicas. De su conservadurismo tan nefasto y de lo poco que le
interesaba la solución de los problemas sociales del país.
Asimismo del posible fracaso de
su política económica y sus acercamientos al ultraliberalismo de Pedro Beltrán, el dueño del diario “La Prensa”. El
mandatario designaría al crítico y enemigo de antes, como Ministro de Hacienda
(hoy Economía). Tal decisión causaría ardua polémica.
TRIFULCAS
Mucho se comentaba, además, del
anulamiento del primer matrimonio católico del mandatario por influencia y
poder ante el mismísimo Vaticano con nada más y nada menos que el Papa de por
medio, para casarse con la amante millonaria de muchísimos años y de abolengo
aristocrático y riqueza minera, Clorinda Málaga Bravo más conocida como
Clori, que incluso-se decía- había metido a dormir a Palacio de Gobierno.
De la salida del Ministro de
Hacienda, Juan Pardo Heeren hijo y nieto
de presidentes. De otros como Luis Gallo Porras, que a su vez era
Vicepresidente de la República y de la actuación de Ignacio Masías García en el
despacho de Agricultura, dueño de muchas
tierras agrícolas a lo largo y ancho del país.
De las trifulcas que ocurrían, a cada rato, en
el Parlamento entre la bancada gobiernista encabezada por Javier “Chupito”
Ortiz de Zevallos y la oposición, representada indiscutiblemente con calidad
invalorable y pocas veces vista por el grupo parlamentario Demócrata Cristiano.
La conversación universitaria se ponía interesante. Pero se registraban muchas
contradicciones, equivocaciones y
asuntos que no se comprendían.
Hasta que Alfredo Filomeno Jarrín, con
tan sólo 16 años a cuestas, comenzó a hablar, sin inmutarse ni
intranquilizarse,completamente seguro con su voz enteramente gruesa y resolvió,
sin que le fuera difícil, todos los problemas existentes.
Primero hizo la interpretación de carácter político para dar con el origen y el por qué de las cosas. Luego dio las fechas de los acontecimientos, con el objeto de centrar las
precisiones. Rematando, implacablemente, con la exactitud de lo que se discutía en si. Antecedentes, por un lado. Consecuentes, por otro. Todo solucionado.
Alfredo Filomeno en pleno trabajo.
CONVICCIONES
Tal actuación fue la misma que
aplicó siempre a lo largo de su actividad política de más de 30 años de
duración, hasta 1991 e iniciada allá por
un verano intenso y caluroso en Lima en febrero de 1959, cuando convencido
total y a tan poquísima edad, acudió a inscribirse como militante de ese
partido, cuyo local principal estaba ubicado en la Avenida Guzmán Blanco 262,
muy cerca de la Plaza Bolognesi. Casona antigua de escalera de mármol, con
puertas y ventanas pintadas de color enteramente marrón.
El Presidente del Partido era
Javier Correa Elías, ex Canciller de Bustamante y Rivero. Había sido Embajador
del Perú en Chile y, con el correr de los años, suegro del Presidente Belaúnde.
El Secretario General, el diputado por Arequipa Héctor Cornejo Chávez, un
polemista de primera línea vilipendiado y maltratado por sus opositores y la
propia prensa, injustamente, hasta el día de su muerte y el de Política: Luis
Bedoya Reyes que, dicho sea de paso, tenía y tiene capacidad, dotes excelentes.
Al lado de Héctor Cornejo Chávez en una actuación partidaria.
Entre estos dos últimos se jugaría, posteriormente,
el destino de la Democracia Cristiana en
el Perú. Hoy prácticamente desaparecida para mal porque en el país y en el plano del fortalecimiento de la democracia
son necesarios, a como de lugar, los partidos.
LIBRO
Filomeno fue y es un hombre de decisiones desde que pudo tenerlas y desde que las ejerció. El mérito está
que lo hizo con convicciones plenas. Más aún, con decencia y honestidad
comprobables a lo largo de muchísimos
años.
Eso tan importante y trascendente es lo que se ha
celebrado hace poco con la edición de un libro que lleva el titulo de “¿Para
que sirve el Poder?, Vida Política y Etica a los 70 años de Alfredo Filomeno”.
No es badana por si acaso. Sino algo, definitivamente, crucial.
La presentación se llevó a cabo
durante una reunión realizada en el Auditorio del Banco BBVA Continental donde
participaron, como expositores y en la mesa principal al lado del homenajeado,
Henry Pease Garcia, Ex Presidente del Congreso de la República y compañero de ideales en la
Universidad, el PDC y la vida laboral. Su discípulo Hernando Guerra García, impulsor
de los emprendedores y el periodista José María “Chema” Salcedo, con quien tiene
una empresa de comunicación “Viceversa”, en calidad de socios. Cada uno de
ellos ponderó, con amplitud, las virtudes de Filomeno.
Además, los citados fueron
articulistas del libro que apareció con el esfuerzo de su esposa y compañera de
toda una vida de más de 40 años juntos,
Ana María Ramírez y sus hijos: Alfredo, Aby y María Katia, quienes financiaron
la publicación por admirable cariño al padre ejemplar y decidieron regalar el
volumen, muy interesante de contenido, a cada uno de los asistentes al merecido
acto que, dicho sea de paso, estuvo repleto de asistentes. Que buena y consecuente
inversión.
La familia Filomeno:padres, suegra, hijos y nietos
El prólogo corrió a cargo del
Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel
Insulza, político chileno de origen social cristiano y luego socialista que
batió record como Ministro de Estado durante 10 años seguidos, en los gobiernos
de la Concertación por la Democracia de su
país.
ARTICULISTAS
También escribieron en la
publicación la propia consorte Ana Maria Ramírez con una biografía inconsulta
de su esposo, el educador Juan Borea Odría, llamado por muchos,”El Bueno”,
Director del Colegio Héctor de Cárdenas, a quien se le ocurrió la magnífica
idea de celebrar los 70 años del político. Los jovenes Julio César Mateus Borea
y Elohim Monard Rivas, del grupo Coherencia, que trataron sobre “La Reinvención
de la Utopia”.
Asimismo el actual Canciller de
la República, Rafael Roncagliolo, con quien lo une una estrecha amistad y
coincidencia forjada en los dos partidos que militaron la DC y el PSR, el
correligionario leal Mariano Benites, el ex Senador Enrique Bernales
Ballesteros, la médico Azuzena Dávila, Susana Bedoya Garland, el ex Ministro de
Energia y Minas, Fernando Sánchez Albabera.
Con el actual Canciller Roncagliolo en un Congreso de la DC.
EN LA DC Y EL PSR
Al igual que el periodista
chileno Ismael Llona Mouat exiliado algunos años en el Perú, quien vino
especialmente a la ceremonia procedente de su país de origen, acompañado de su
hija Andrea, el politólogo Manuel Bernales Alvarado, el ex Senador Francisco
Guerra García Cueva, que escribió sobre el pensamiento y el cambio político, analizando la Reforma
de la Educación en épocas de Velasco.
Su amigo desde el colegio, César
Carmelino, le hizo una semblanza de
recuerdo. Fernando Peña y Pablo Tarazona, recordando como discípulos y
seguidores, pasajes de su valiosa y variada vida política.
Comenzó como Demócrata Cristiano
y terminó como militante del Partido Socialista
Revolucionario (PSR), en una vida de transparencia absoluta. Nos consta porque
lo hemos visto actuar políticamente desde hace ya una punta de años, allá por
el verano de 1961, más de 50 años, en
las instalaciones del entonces flamantísimo y elegantísimo Hotel Riviera en la
Avenida Wilson, durante la realización de una asamblea del primer partido.
El de 18 años para 19. El autor de esta nota
de 13 para 14, acompañando a su padre dirigente nacional de la agrupación y
también prematuramente interesado en los asuntos públicos. Medio siglo y un año
más de amistad hace que demos una
opinión que quiere ser, anhela ser de apoyo y si se puede decir de aplauso por
lo realizado. “El Flaco” se lo merece.
Pero, eso sí, no todo son
coincidencias con Filomeno y que no sean
así sirven exactamente para comprenderlo y valorarlo aún más. Por eso y sólo
por eso, las damos a conocer por primera vez. Nunca lo habíamos hecho antes.
La vida en el correr de los años
nos puso frente a frente, indirectamente. El como dirigente juvenil se enfrentó, implacablemente, al Ministro de Justicia Demócrata Cristiano del primer gobierno
de Fernando Belaúnde Terry, el diputado por Lima Roberto “Boby” Ramírez del Villar Beaumont
EXPULSION
No obstante ser un ejemplo y un
parlamentario de indiscutible calidad. Había, pues, sus diferencias de
carácter político y se presentaron serios choques de enfoque,actuaciones
y pareceres que dieron lugar a la discrepancia total.
Tal fue el barullo y la crítica que la
posición de Filomeno se impuso y dio lugar a la expulsión del dirigente que era
fundador del partido. No sólo eso sino a un hecho político
posterior de suma importancia: la renuncia, al poco tiempo en señal de apoyo a
Boby, de un núcleo de altos dirigentes quienes formaron el Partido Popular
Cristiano (PPC), con Luis Bedoya Reyes a la cabeza. Eran, evidentemente, los
conservadores y moderados los que se iban.
Bedoya : a la cabeza de los conservadores.
Bedoya : a la cabeza de los conservadores.
Ramírez del Villar resultó, quizá por efectos
de la gran amistad desde niños que tenía con mi padre y porque, además, logré
seguramente caerle simpático, mi maestro y el que me impulsó tanto para ejercer
la profesión de periodista que tengo. Incluso llevándome a debutar en el oficio de mis preferencias, en la redacción
de “Correo”, diario del cual fue
director.
APOYO
En 1972, el dictador Juan Velasco Alvarado
destituyó de un plumazo, cobarde e injustamente, a mi progenitor, Rafael de
Noriega Quiros, como Director General de los Registros Públicos, a raíz de las
invasiones de terrenos en lo que sería posteriormente la ciudad autogestionaria
de Villa El Salvador. No obstante de que hacía una brillante y tranformadora labor técnica y jurídica en
el seno de esa entidad estatal.
Alfredo Filomeno en esos momentos
apoyaba al velasquismo. Se y estoy seguro que
comparte esta última apreciación conmigo, no obstante su compromiso con
los militares que nunca lo negó. Hacerlo, como se que lo hace, ya es de grandes
hombres.
En vista de que está probado de
que el mal y las situaciones de indole abusiva nunca persisten, para bien de
Noriega, cuando se volvió a vivir en democracia, el Presidente Belaúnde durante
su segundo gobierno en octubre de 1980, en acto de legitima reinvindicación,
restituyó al insigne abogado en su cargo y las transformaciones volvieron de lleno a esa repartición que entre
sus multiples funciones, sirve para garantizar el derecho de propiedad en el
país.
El dictador Velasco Alvarado: a la izquierda
El dictador Velasco Alvarado: a la izquierda
Pero lo admirable e inigualable es
que ni lo de Ramírez del Villar, ni lo de mi padre sirvieron para enemistarnos
ni nada que se le parezca con Filomeno. Seguimos con el correr de los años,
persistentemente, amigos con la
confianza de siempre. Habiendo de por medio entera comprensión. Una tolerancia total.
Propia de un ser excepcional como es Filomeno.
Lo que demuestra a las claras la capacidad de
entender perfectamente los fenómenos de la política dentro de una actitud
enteramente abierta, sin ningún sectarismo de por medio. Con evidente quietud y
sobre todo tolerancia de parte de Alfredo, como muchas de sus otras virtudes
que merecen destacarse.
VELASQUISMO
Lo del velasquismo de Filomeno por
lo cual ayer y hoy ha recibido tantos ataques también es digno de relatarse,
porque no es espúreo ni tampoco ilegítimo. Menos inconsecuente. Completamente
explicable por razones evidentes de índole política. Que Velasco sea un bodrio
y un dictador de la peor especie para mi es otra cosa. Completamente distinta y
parte entera de la comprensión existente.
Expliquemos. La Democracia Cristiana nació
como una organización política que aspiraba a realizar una revolución en
libertad. Recusaba al capitalismo y al comunismo y creía, firmemente, en la
transformación de las estructuras políticas y sociales.
Dentro de estos principios, la
posición social cristiana estaba si se quiere en una situación de centro,
mirando hacia la izquierda. Que otros al interior del partido se inclinasen
hacia la derecha, también era una realidad.
La mayoría abogaba por la dignidad de la persona humana
y la realización de las reformas estructurales
que cambiasen por completo la sociedad. “Nuevos principios para un nuevo Perú”,
escribía uno de sus lideres principales, Héctor Cornejo Chávez. Precisamente el
primer maestro en política de Filomeno, del cual guarda un grato recuerdo.
Cornejo Chávez: auténtico polemista.
Cornejo Chávez: auténtico polemista.
OPOSICION
La DC quería la reforma agraria
para transformar la tierra. La del Estado para hacerlo más eficiente. La de la
Empresa para transformarla. La Tributaria y la del Petróleo para recuperar todo lo que era
nuestro. Además de muchas otras , como
parte de una cabal trransformación.
Lo cierto es que ello no pudo
hacerse durante el primer gobierno de Belaúnde, precisamente, por la oposición
tajante de la mayoria parlamentaria de los apristas en posiciones evidentes de
derecha y dejando de lado cualquier postura progresista, unidos con los
enemigos del ayer que no eran otros que el ex dictador Odría y sus seguidores.
Es decir, la derecha cavernaria. Los del Apra
que renegaban del pasado vergonzante en su himno partidario, por aquella época,
nos presentaban un impúdico presente enteramente
vergonzoso.
Pero también estaba visto y comprobado que el
propio Belaúnde y la mayoria de su partido de Acción Popular, no le daba mucha
importancia al asunto. Más se inclinaba por ser un gobierno constructor de
respeto a las libertades democráticas y punto.
Resulta que quienes hicieron esas
reformas fueron los militares con Velasco a la cabeza. Los que habían golpeado
y sacado al líder populista. Entonces era lógico y hasta consecuente que Filomeno y los democristianos que
pensaban que los cambios eran fundamentales, siguieran
por esa vía.
Era cuestión de principios. Que no los tengan
otros es otra cosa. No asuntos de conveniencia
ambiciosa, particular. personal o de
grupo. Que se esté de acuerdo o no, eso ya es otro cantar. Pero enteramente peligroso
porque con los militares en el poder no se juega. Alfredo si se la jugó y la
pasó mal.
MAS PERDIO QUE GANO
En efecto, realmente está
comprobado que mucho más perdió que ganó Filomeno al unirse con los golpistas.
En primer lugar al poco tiempo de aceptar un
cargo como experto en asuntos laborales en Sinamos, fue obligado a
renunciar cuando tenía que vivir y mantener a una familia. Precisamente, porque
habían llegado alli sectores conservadores, desplazando a los progresistas.
Lo que hizo otra vez es poner los ideales en
primer lugar y lo que recibió fueron
golpes tremendos. Inclusive apresamientos, persecución implacable en la época
del dictador Morales Bermúdez que lo llevó hasta la clandestinidad, porque querían cortar sus ideales. Ello, obviamente, era inaceptable y criticable
Incluso, al final, el dictador
Velasco, en entrevista hecha por César Hildebrandt para la revista “Caretas”
trató con mucho desdén y dureza a sus colaboradores. Incluido el General
Leonidas Rodríguez Figueroa, su compañero de partido y otro más como el General
Jorge Fernández Maldonado. No se les reconoció y, por todo lado, se les atacó.
Con "Chema" Salcedo, fundadores de "Viceversa".
Con "Chema" Salcedo, fundadores de "Viceversa".
RADICALIZACION
Velasco, decididamente, estaba en
el furor mental negativo al borde de la muerte sin una pierna que se la habían
amputado, por efecto de un peligroso aneurisma. Los llamó a ellos y sus
seguidores, traidores con todas sus letras y efectos. Cuando, precisamente, no
lo eran. Habian tenido diferencias. Cada uno se fue por el lado que sus
convicciones les mandaban.
Cabe explicar, además, que los jóvenes demócrata cristianos de aquel entonces, no sólo del Perú sino de América
Latina, en un proceso de carácter histórico fueron radicalizándose
continuamente, en la busqueda de la justicia social y la solidaridad plena.
Aquí en el Perú e incluso en el exterior
influyó mucho en ello el pensamiento cristiano y de entera avanzada de la
Teología de la Liberación, del sacerdote Gustavo Gutiérrez. Eso los marcó y,
con serios problemas internos se fueron del partido al que pertenecían, convencidos totalmente por principios, a
posiciones revolucionarias.
Posteriormente, en 1976, se fundó
el Partido Socialista Revolucionario (PSR) con un marcado progresismo. No en épocas de elecciones. Ni
tampoco para conseguir puestos de trabajo o alguna prebenda adicional. Sino en
momentos de dictadura y de persecución, con Morales Bermúdez en el poder.
Cuando, precisamente, las papas quemaban.
Filomeno estuvo entre sus fundadores. Lo mismo
que los generales Leonidas Rodríguez Figueroa, Arturo Valdés del Cuerpo
Jurídico Militar del Ejército, el médico Antonio Meza Cuadra, Ernesto Velit,
Maria Luisa de Benza, Rafael Roncagliolo que estaba deportado en México y
Walter Albán, quien posteriormente fue un impecable Defensor del Pueblo y hoy
se desempeña como Embajador del Perú ante la
OEA.
Al medio, Rodríguez Figueroa, entre otros jerarcas del velasquismo
Al medio, Rodríguez Figueroa, entre otros jerarcas del velasquismo
ACTITUD
En esa salida por principios y
profundizaciones ideológicas, hay una actitud que pinta de cuerpo entero a
Filomeno. Su renuncia a la Democracia Cristiana años antes fue con pena y nostalgia,
manteniendo el respeto por la tienda política que lo cobijó y por los amigos
que ahí dejó.
Más allá de las discrepancias, lo que defendió
fue realmente irrenunciable. Nunca se le pasó por la cabeza decir que estuvo engañado.
Ingresó a la DC por convicciones y salió por lo mismo. En buena cuenta, nunca
olvido su pasado.
Tal encomiable posición lo hizo
afirmar en el acto de su homenaje, sin ningún problema: “Pude tratar cercanamente
y durante varios años a un hombre brillante y honrado como Héctor Cornejo
Chávez, sin duda, mi primer maestro en política y tener como amigos, pese a las
diferencias de edades, a Javier Correa Elías y al diputado Alfredo García
Llosa”.
No es precisamente así lo que
ocurre en otros partidos cuando se registran salidas y renuncias. En el Apra,
los disidentes pasaban a ser enemigos implacables con mucho encono, a quienes
incluso se les golpeaba fisicamente, si había la oportunidad o sufrian
cualquier atrocidad inimaginable.
SECTARISMO
Lo hicieron entre muchos con el
novelista Ciro Alegría y el abogado Luis de la Puente y Uceda, que llegó al
extremo de matar, en defensa propia, a uno de los disciplinarios llamados
bufalos que lo quiso atacar a mansalva.
En los partidos de la izquierda e incluso
los de derecha, también es así en innumerables casos. El sectarismo y la
intolerancia en ese sentido es una realidad contundente. Aquí, con Filomeno,
hubo, definitivamente, decencia por sus peculiares calidades.
Una vida distinta llena de
precocidad. A los 22 años integrante del Comité Ejecutivo Nacional de la DC. Un
año más tarde Secretario General de la Juventud, ganándole la elección a Carlos
Ferrero, después parlamentario fujimorista y Premier de la República, en épocas
del gobierno de Toledo.
Posteriormente Presidente de la Juventud de
dicho partido en América Latina (JUDCA)
y miembro del Comité Mundial de la Unión Internacional de Jóvenes Demócratas
Cristianos (UIJDC).
Estos últimos cargos le dieron la oportunidad de conocer a
otros militantes DC, la mayoría de los cuales al igual que él asumieron
posiciones socialistas entre los años 60 y 70. Entre ellos: los chilenos
Insulza, Enrique Correa, Juan Enrique Vega, Gonzalo Falabella, Martín Mujica,
Raúl Ramirez e Ismael Llona.
Los bolivianos Tonchy Marinkovic, Alfonso
Camacho y Antonio Aranibar. José Bolivar Castillo del Ecuador. Carlos Baraibar
de Uruguay, Edmundo Jarquín de Nicaragua y Juan Carlos Carullo de la Argentina,
casado con la peruana Maritza Solari, lamentablemente fallecida.
Reunión de toda la familia Filomeno
Reunión de toda la familia Filomeno
FRENTE
Como dirigente nacional más jóven
de la Democracia Cristiana, le tocó participar en esfuerzos unitarios para
formar un frente de centro- izquierda, con la dirigencia oficial de Acción
Popular. Eran los tiempos cuando
manifestaban sus discrepancias con su Jefe Fernando Belaúnde Terry. Lo
que se trataba era de acercarse a la Unidad de Izquierda que homogenizaba el
Partido Comunista Peruano, a fines de 1967 e inicios de 1968.
En el PSR,
le encargaron participar en los intentos frustrados de formar una lista
unitaria para las elecciones de los constituyentes de 1978. Así como en la
gestación de una alianza que resultó poco significativa a inicios de 1980.
Pero fue en el segundo semestre
de ese año cuando se creó Izquierda Unida en la que pudo jugar un papel de
mayor importancia porque podía moverse con libertad, debido a que era el único
dirigente que no consultaba los detalles de los avances y podía firmar
compromisos, ya que tenía un mandato general de buscar la unidad y, sobre todo,
la confianza plena en que lo mucho o poco que consiguiera sea enteramente real.
ENCUENTRO
Lo eligieron, en el Partido Socialista Revolucionario, dirigente
nacional durante varios periodos y Secretario General por cinco años, siendo
por este hecho presidente colegiado de Izquierda Unida en 1988. A esta agrupación le dedicó todas sus energías durante quince años, desde su fundación hasta la
renuncia de la mayoría de sus fundadores, dirigentes más representativos y los de la juventud, cuando comprobaron que ya no
era un instrumento que podía servir al país.
Anteriormente participó en un
encuentro de más de 160 partidos y movimientos de izquierda realizado en Moscú,
la Unión Soviética, en Noviembre de 1987, con ocasión de los 70 años de la
Revolución de Octubre.
En el evento internacional, cuando intervino,
dijo algo que hasta ahora lo acompaña en su pensamiento: “Si queremos la
democratización de la sociedad, la democracia resulta estratégica y no sólo
táctica. Hay que adecuar nuestra acción política a tal situación”.
Hay personajes que persisten en
el pensamiento de Filomeno. Como por ejemplo, el General desaparecido Leonidas
Rodríguez Figueroa, su correligionario en el PSR a quien trató entre los años 70
y 80 y lo recuerda como el jefe, compañero y amigo, comprobando que hay hombres
esencialmente buenos.
Tambien en los 80 tuvo una
excelente relación personal con Alfonso Barrantes Lingán, que salió
originariamente de las canteras del aprismo para pasar al marxismo, siendo el
primer alcalde socialista elegido por el pueblo y el forjador por excelencia de
la unidad de la izquierda. “Lo apoyé a él las veces que fue necesario y
discrepé con él, las veces que me fue imperativo”, subraya Filomeno.
Alfonso Barrantes Lingán: forjador de la unión
Alfonso Barrantes Lingán: forjador de la unión
VIDA
Si queremos resumir la vida profesional
de Alfredo, cabe indicar que es un analista de polendas en temas sociales y políticos.
Estudió Letras, Educación y Ciencias Sociales en la Universidad Católica y el
Instituto Pedagógico Nacional, siguiendo la tradición familiar. Ejerció el periodismo
de análisis y opinión durante varias décadas.
Trabajó durante 17 años en Desco,
una de las ONG de asuntos sociales y políticos
más conocidas del medio. Allí escribió documentos internos para el análisis, co-autor de siete tomos de la “ Cronología Política”,
de indispensable lectura para quien desea analizar los gobiernos de Velasco y
Morales Bermúdez. Asimismo fue redactor principal de la revista “Quehacer” y
editor del “Resumen Semanal” durante seis años.
Fundó en 1993 con “Chema” Salcedo la empresa de comunicación y prensa Viceversa, firma que
hasta hoy existe con una actividad limitada. Actualmente está trabajando como
jefe de Asuntos Sociales en Pro Inversión. Anteriormente y durante cuatro años,
lo hizo de igual forma como asesor en esta reparticion estatal, en tiempos que la dirigia Luis Guiulfo.
Una vida dedicada por entero a la política con peculiaridades excepcionales que por eso, precisamente, la hemos destacado. Porque hay valor. Porque hay integridad. Porque, definitivamente, trasciende. (Edgardo de Noriega)
Gordo, abrazos y felicitaciones por tu excelente semblanza de Alfredo Filomeno y el run run de Castañeda, veré que rebote en La Razóm, saludos Victor Alvarado
ResponderEliminarPrimera vez que leo algo coherente sobre lo que paso con el social cristianismo en el Perú que se fue a posiciones progresistas y de avanzada. Las razones son realmente convincentes. Alfredo Filomeno jugó, definitivamente, un rol preponderante en la política nacional. Vale porque lo hizo en forma coherente. Juan Luna
ResponderEliminarLa actuación de personas como Alfredo Filomeno Jarrín enaltecen la actividad política tan desprestigiada y tan venida a menos. Ejemplo a seguir. Razón para brindar aplausos. Fernando Asenjo.
ResponderEliminarHay un quiebre muy importante en la política del Perú. El momento de que el Apra se va con todo a posiciones de derecha. Eso paso, exactamente, en 1963 cuando se unió con Odría y sus seguidores. Hubo gente que se mantuvo en sus trece luchando por la justicia social en el Perú. Alfredo Filomeno, dentro de este contexto, está retratado exactamente. Vale la pena recordarlo. Más aún cuando tanta corrupción hemos tenido después del primer gobierno de Belaúnde. Alberto Sifuentes
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