Con esos atributos y si se hace ello como
actividad intelectual, el hecho humano
se transforma en enteramente excepcional. Así dicen los entendidos y sobre todo
los criticos que son aquellos que nos guían por la senda de la Literatura y no se equivocan porque, de tal forma y manera, nacen- definitivamente- los cantores, los poetas.
Como Gustavo Angel Valcárcel Velasco vate social de ayer, de hoy y de
siempre, con una persistencia para retratar en cada verso y en cada relato los
grandes males del país, las
desigualdades sociales. Pero con tal fuerza y convencimiento, sacrificando
absolutamente todo lo que sea material para dar paso por completo al ideal de
las transformaciones y tratar de cambiar, por entero, al Perú de sus
preocupaciones y de sus enteros afectos.
Gustavo Valcárcel: garra y fibra de poeta.
Lo hizo con ideologia propia,
primera aprista y posteriormente
comunista. Con tal honestidad, con tal entereza en donde además, en ningún
momento, dejó de creer en la mujer amada. La que lo acompañó durante toda una
vida y de quien también escribió, impecablemente, poesías de amor intenso comprometido con la política.
VIOLETA
Juntos ellos con sus triunfos económicos
temporales, contados con los dedos de las manos. Sus durezas por pasar incluso
hambre y problemas tan grandes, sus vicisitudes tan persistentes, sus fracasos
a cada rato enteramente palpables.
Sus pobrezas desgarrantes y sus riquezas que la
sacaron, a cada rato, de la nada, Lo poco que les dio
la vida sirvió, indiscutiblemente, para
luchar constantemente. Ella era Violeta Carnero Hocke, la compañera
excepcional. El, por su parte, el poeta que sufrió, escribió, denunció y pasó a la historia.
Lo conseguido en la obra
intelectual de Valcárcel hace automáticamente a quien lo lee admirarlo por completo. Incluso cuando ni
siquiera se comparte su ideologia, ni sus creencias políticas. He allí el gran
mérito. El efecto es que sus creaciones
remecen porque aquí, en esta obra en su totalidad, hay arte, hay literatura,
hay periodismo. Calidad por sus cuatro costados.
Resultó un literato prolijo y
analítico que sufrió persecuciones,
encarcelamientos y hasta torturas por razón de sus ideas apristas, primero,
comunistas después. Su firme militancia, en ambos partidos, estuvo siempre comprometida
con la transparencia, la honestidad. Lo dice con convicción y orgullo su hijo
mayor: Gustavo Valcárcel Carnero, en un interesante trabajo analítico de hoja
de vida, cuya autoría comparte con Dany Elias Cisneros.
DE GALICIA
De acuerdo a esta investigación,
los Valcárcel provienen de la región de Galicia en España. Uno de los descendientes, con espirtu aventurero,
lo llevó a salir de la madre patria y se dirigió al Perú, a mediados del siglo XVII. Otros descendientes se fueron a Sevilla, en el
mismo territorio europeo.
El que vino a estas tierras
resultó ser el Maestre de Campo Alonso Ventura Valcárcel, gentil hombre del Virrey Conde de Lemos que
llegó a ser, con el transcurso del tiempo, Corregidor de la Villa de Camaná.
Luego se afincó, definitivamente, en la ciudad de Arequipa , donde falleció el
22 de setiembre de 1684.
El mar de Galicia, región de donde provienen los Valcárcel
De este tronco proviene, precisamente, el poeta intelectual y politico Gustavo Valcárcel nacido en la blanca ciudad el 17 de diciembre de 1921. La vida es dura y por eso muy pequeño, a los 4 años de edad, perdió a su padre médico de profesión, César Alberto Valcárcel Medina.
De este tronco proviene, precisamente, el poeta intelectual y politico Gustavo Valcárcel nacido en la blanca ciudad el 17 de diciembre de 1921. La vida es dura y por eso muy pequeño, a los 4 años de edad, perdió a su padre médico de profesión, César Alberto Valcárcel Medina.
El galeno falleció contagiado de
tifus, mientras combatia esa enfermedad a infinidad de familias pobres en
Paruro, Cusco. Su madre era Mercedes Velasco Seminario que se dedicaba al
ciudado de dos hermanos mayores, César y Jorge. Al mismo tiempo que a dos menores, Oscar y Doris.
Evocando la perdida paterna, el
poeta, más tarde, subrayó: “Escribo a las madres que no han muerto/para
contarles que cuando yo era pequeñín/enmudeció mi padre derrepente/ dejando
nuestros ojos a secas con sus lagrimas. /Mi madre debió decir entonces:/
“cubramos la herida del amado ausente/con el padre presente que yo mismo he de
ser”.
MONTEPIO
La abnegada progenitora decidió
viajar a Lima con sus hijos para solicitarle al gobierno de Leguía un
reconocimiento pecuniario por el sacrificio del abnegado médico. A la viuda, le
otorgaron un montepío y una beca de estudio para los huerfanos.
Mucho tiempo después le escribe a
Violeta y le dice recordando estas épocas: "Mi padre primero, después tu
madre/se murieron de golpe sin pedirnos permiso/y nuestra infancia siguió de
largo a largo/entre una doble fila de pobreza y llantos".
A los seis años, Gustavo ingresó
como alumno interno al colegio religioso Salesianos de Lima, donde permaneció toda la primaria. La educación religiosa era
intensa en rezos, oraciones y ejercicios espirituales. Lo que, desde pequeño,
el alumno rechazaba. Por eso es que afirmó que “le estaba prohibido reír y
jugar”.
No sólo eso sino cuando analiza
esta parte de su existencia dice puntualmente y con convicción: “Mi internado
fue una fortaleza negada a la vida y la dulzura, catacumbas nacidas de
espalda a la dicha cárcel de mi
infancia, soterrado planeta donde mi alegría se extravió”.
Las malas experiencias con los
sacerdotes e incluso ser testigo de la inmoral conducta de muchos de ellos en
asuntos relacionados, con masturbaciones y sexo, lo alejó por completo
de la religión.
Le sonrió a la vida, pese a las desgracias.
Le sonrió a la vida, pese a las desgracias.
SECUNDARIA
Sin embargo, la secundaria la
realizó en el mismo colegio pero en
condición de externo. Tal decisión la tomó su madre, luego de que se enfermase
de una pleuresía, mal que casi lo lleva a la muerte.
Muy joven aún entabló una
profunda amistad con Moisés Ortega García, hermano de Lucy, quien,
posteriormente se convirtió, en la esposa del líder aprista Armando Villanueva
del Campo. Coincidentemente, a partir de
entonces, empieza a simpatizar con el Apra.
Ingresó en los primeros lugares a
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con miras a estudiar Medicina como
su padre. Los acontecimientos ocurridos
cambiaron su porvenir. Resulta que un profesor de Anatomía provocó las
protestas del alumnado por sus equivocadas enseñanzas poco serias y nada
claras. Los estudiantes, que reaccionaron con indignación, boicotearon los exámenes finales. Por ello
resultaron expulsados. Entre ellos: Valcárcel, sin poder hacer, absolutamente,
ningún reclamo.
Conoció a Haya de la Torre, el
Jefe del Apra, una noche peligrosa de
clandestinidad y persecución en un desolado lugar capitalino, lleno de soplones
policiales por todo sitio, llevado por dos amigos de ese partido. El principal líder bajó de un vehículo de un momento
a otro. Cuando menos se esperaba. La conversación fue concisa, breve, de cerca
de media hora. Eso si, de innegable importancia.
VINCULO
A partir de ese momento, el vínculo comenzó
a consolidarse con reuniones posteriores
siempre a salto de mata. Lo principal es que se registró una empatía profunda
entre Haya y el pupilo. Había profundos ideales de por medio.
El jerarca aprista comenzó a
llamarlo, cada vez que lo veía,”Cuellito”, por su pulcro vestir de camisa blanca
almidonada, enlazada con una corbata a la moda. La personalidad carismática del
“Jefe” cautivó su incipiente vocación política y fue como así se convirtió en
un joven militante de ese partido.
Su primer lance en la arena de la conspiración
fue integrar un grupo, cuya misión principal consistía en reducir en cenizas el
local donde funcionaba una edición fraudulenta y pirata del diario aprista
oficial “La Tribuna”. Pero el intento se
frustró por completo por la incipiente preparación y sin prever, como debió haberse
hecho, la reacción de los propios usurpadores que repelieron la amenaza incendiaria
a balazo limpio.
El poeta tuvo que huir para salvar la vida. Lo
mismo hicieron varios seguidores de Haya. Al poco tiempo fue integrante de la Vanguardia Aprista de
Choque (VACH), organización radical que, desafortunadamente, utilizaba la
violencia.
La primera prisión la sufrió a
los 18 años. Miedo a las torturas y a los interrogatorios violentos de la
época. Por eso mismo se tasajeó los brazos con una navaja oculta. Prefería
morir antes de hablar y comprometer a sus compañeros. Sin embargo, el joven
salvó la vida.
Con la mujer que amó siempre: Violeta Carnero Hocke.
Con la mujer que amó siempre: Violeta Carnero Hocke.
CONSIGNA
Días después, acató la consigna
entre los presos e inició una huelga de hambre durante siete días Fue
conducido a la sala San Camilo del Hospital Dos de Mayo que era un lugar espantoso lleno de
tuberculosos. Según sus familiares, las monjas que laboraban allí lo trataron
mal por sus ideas ateas e incluso lo devolvieron a la prisión, sin haberse
restablecido por completo su salud.
Por aquella época, el intelectual aprista Julio Garrido Malaver
fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía durante una actuación
realizada en el Teatro Municipal. Allí aprovechó la oportunidad para clamar por
los derechos humanos de su compañero Valcárcel. Eran los tiempos de la
dictadura de Prado. Afortunadamente, en menos de 24 horas, el rebelde salió en
libertad.
Regresó a San Marcos, pero esta
vez a la Facultad de Letras. Nunca llegó a finalizar sus estudios captado, por
completo, por las actividades políticas. Pero si escribía mucho y ya era un
afiatado poeta. Además de bohemio y revolucionario.
Sufrió otra prisión cuando la
policía irrumpió, por la noche, a un local clandestino donde se reunían los
apristas para que Haya de la Torre
tomase el juramento a los miembros de la VACH.
A todos los llevaron a la Prefectura. Haya se
salvó porque, felizmente, aún no había llegado. El poeta quedó fichado con el
número 34173 y fue trasladado a la prisión de “El Sexto”, ubicada en la avenida
Alfonso Ugarte del centro de Lima. Allí estuvo detenido con el líder aprista
trujillano Alcides Spelucín.
Uno de los hijos: Gustavo Valcárcel Carnero
Uno de los hijos: Gustavo Valcárcel Carnero
“LA PRISION”
Los vejámenes, las torturas y la pérdida de la libertad le sirvieron para escribir, años más tarde en su destierro de México, su novela “La
Prisión” En ninguna detención se le abrió juicio. Por
ende, tampoco se registró la sentencia correspondiente. Abuso total.
En una reunión familiar, conoció
a Violeta Carnero Hocke, una graciosa piurana dos años menor que él. En su autobiografía el
poeta escribió: “El exótico rostro de Violeta tenía la atracción suicida de un
océano inmóvil desde un altísimo
acantillado, en cuyo borde estaba mi humanidad perpleja”. Era el año
1941
Tras un noviazgo de tres
años, Gustavo y Violeta contrajeron
matrimonio. Lo hicieron por la via civil y religiosamente. Esto último a exigencias de la familia de su novia, en la
Iglesia María Auxiliadora ubicada en la Avda Brasil del centro de Lima. Ella se
convirtió en la madre de sus cuatro hijos Gustavo, Rosina, Xavier y Marcel. Fue su esposa durante 50 años. Es
decir, la compañera fiel y amorosa de toda una vida.
Uno de los versos de Gustavo
sobre Violeta dice textualmente: "Te
declaro mi amor, ¿me lo recibes/¡Que gran felicidad! Ya lo sabía/Ven hacia mi,
voy hacia ti: besemonos./Ha nacido el amor sobre la tierra"..
Gujstavo y Violeta con Neruda en Isla Negra (1969)
Gujstavo y Violeta con Neruda en Isla Negra (1969)
PRIMEROS POEMAS
En 1942, publicó sus primeros
poemas en los “Cuadernos Trimestrales de Poesía” con Guillermo Carnero Hocke,
Ricardo Tello y Eduardo Jibaja. Eran los poetas del pueblo, conjuntamente con:
Luis Carnero Checa, Mario Florián, Julio Garrido Malaver, Alberto Hidalgo,
Mario Puga, Antenor Samaniego, Manuel Scorza y Alberto Valencia.
Valcárcel siempre reinvindicó la
poesía social. Por eso es que en su elegía a José Carlos Mariátegui, posteriormente,
le dice: Comprenderás entonces, escritor del pueblo/ porque ya no puedo decir
abstractamente/”Si pájaro de amor moría”/cuando millares de compañeros han
muerto de verdad/con el rostro hecho un coágulo concreto”.
Pero si tenía cabida el amor
conjuntamente con la política. Celebre es su poema a Violeta cuando le recuerda:
“En una casa pobre de La Victoria, en Lima/ llegué una noche a descubrir tus
ojos./Los tangos se derramaban en el cielo/como una tasa de miel que cae gota a
gota/en la tierra mis besos te enseñaban puntuales/el abece de los enamorados".
Luego añade: “Vinieron mis
cartas, las citas furtivas/ La explosión clandestina del silencio/ Por obra y
gracia de alguna dinamita/Que colocamos con camuflaje de besos/ Entonces
aprendimos a trabajar muy juntos/y treinta años después seguimos trabajando".
SEIS PRISIONES
Cayó preso por quinta vez en
1943. Fueron en total seis prisiones largas de tiempo las que sufrió. Cuatro durante
el primer periodo de Manuel Prado y las otras dos durante la dictadura de
Odría. Se juntaron otras dos cortas, de semanas y meses. El decía al
respecto: “Dejaba de ser ente pensante y me sentía como un pececillo inerme
acorralado entre voraces octópodos, tratando de sumergirme en el más oscuro
costado de la nada”.
En sus tiempos de aprista, Haya
de la Torre lo nombró su secretario literario ad honorem adjunto. A los 24 años
se encargó de escribirle la correspondencia al Jefe, dejándola lista para que
estampe su rúbrica. El cargo duró tres años porque por salud, a causa de una
enfermedad contraída en una de sus prisiones, tuvo que renunciar.
Participó en muchos atentados
protagonizados por los apristas con una constante, según aseguraba, de no dañar
la integridad de las personas. Uno de los más famosos fu el petardeo a la
puerta de la Facultad de Letras de San Marcos. La fornida y gruesa madera cayó
cual alfombra.
En tiempos del Frente
Democrático, bajo el gobierno de Bustamante y Rivero, el poeta comenzó a trabajar en la Cámara de
Diputados. Primero como Secretario de la Presidencia, desempeñada por el
parlamentario por Ica, Fernando León
de Vivero. Luego fue
Jefe de Prensa del Congreso, por tres años, hasta el golpe de Odría.
Editó su primer escrito literario
en un folleto de 24 páginas titulado “Apología de un Hombre” en honor de Haya
de la Torre. Sin embargo, como posteriormente, rompió con el lider, la obra fue
ocultada debajo de su obra posterior.
Uno de sus famosos libros de denuncia.
ocultada debajo de su obra posterior.
Uno de sus famosos libros de denuncia.
PREMIOS
Sin embargo, un año después, en
1946, el 22 de Febrero “Dia de la Fraternidad” y cumpleaños de Haya en el mitin
del Estadio Nacional ante 20 mil personas, le ofreció poesías al fundador del
Apra. “Quiero cantarle a Víctor Raúl Haya de la Torre antes que llegue al
poder o la muerte. Porque entonces el canto será fácil”. Apoteósico día para
los apristas, con vuelo de palomas.
La Universidad de San Marcos
premió sus poemas “Extensión y Deleite
de Tortura” otorgándole la distinción de “Rosa de Oro”. La actuación se
llevó a cabo en el Teatro Municipal y, además, ganó un pasaje para visitar Chile.
Conquistó con esta misma obra, a
la que añadió de los l2 sonetos primigenios otros 16, el Premio Nacional de
Poesía convocado por el Ministerio de Educación, bajo el nombre de “Confín del Tiempo y de la Rosa”. El
poeta tenia 26 años. Así consiguió la consagración.
El Instituto de Periodismo de San
Marcos le publicó el laureado poemario completo que recogieron tan bellos
sonetos. Según Xavier Abril , se percibía allí una marcada influencia de la
poesía del Siglo de Oro Español. Uno de sus sonetos decía: Si pajaro de amor,
de amor moría/era su amor el ala que
volaba/ geografía amorosa lo surcaba/ área remembranza la envolvía.
CLANDESTINIDAD
Luego del golpe de estado de
Odria, Gustavo pasó a la clandestinidad. Salía a las calles disfrazado de
jardinero con overol sucio e infinidad de instrumentos propios de esta
actividad manual. Nadie lo reconocía. Eso
si, no dejaba de escribir: “Pero volvieron también las catacumbas/cuando yo
disfrazado te sumaba en un parque/besos, promesas, más promesas y besos.
Violeta recordó, en una
oportunidad, que el lugar aludido era el Parque de la Reserva en Santa Beatriz,
donde acudía, con suma frecuencia, acompañado de sus pequeños hijos transformado
y sin bigotes para no ser reconocido.
Sacó una revista cultural cuyo título
era “Idea”, donde no se hablaba de
política y alcanzó hasta unos diez números. No pudo más porque la Prefectura
de Lima la clausuró. Gustavo se escurría de guarida en guarida en la persecución. Mientras que
Violeta estaba en el hospital internada para dar a luz a Marcel. Otro de los
hermanos, Xavier, sufría de poliomelitis. Gustavo estaba a cargo de sus tres
hijos
La noche del 2 de Julio de 1950,
la policía ingresó a la casa de
Valcárcel y lo ubicó. No valieron para nada los ruegos para que no lo
detuvieran, porque la vida de sus vástagos dependía de su cuidado. El poeta, de
todas maneras, fue a su última prisión.
Antes de Navidad lo pusieron en
libertad, tras las gestiones de su madre y su esposa Violeta. Pero en Febrero de 1951, durante un
caluroso verano cuando caminaba junto a su compañera por la calle La Colmena
del centro de Lima, los soplones policiales otra vez lo detuvieron.
La gran pareja con sus hijos pequeños
La gran pareja con sus hijos pequeños
ASILADO
El poeta los convenció para
ingresar a recoger ropa de casa de su progenitora que estaba muy cerca y salir
de inmediato. Violeta se quedó con ellos. Nunca apareció. Logró escaparse
dirigiéndose, directamente, a la Embajada de México donde pidió asilo político.
A esa tierra se dirigió y vivió con su familia, por espacio de seis años. Partió
del Callao a bordo del barco ganadero “Urubamba”. Tenía cuatro dólares en el
bolsillo.
El intelectual escribe recordando esos
momentos: Volvi a la cárcel mientras Marcel nacía/ hasta que una tarde, ¡por
fin! Perro mundo mundial/marchamos en un barco ganadero hacia el destierro: /Eran los tiempos de otro mierda: el General Manuel Odria".
La hija de Valcarcel, Rosina
tambien poetisa, relata esta parte de la vida de sus padres cuando con sus hijos pequeños sufrieron los efectos de
la falta de trabajo. Primero va al Colegio de México para entregarle a Alfonso
Reyes una carta de la poetisa Catalina Recavarren, en el deseo de obtener una
beca. El conocido literato le dice: “No hay una sola, con los laureles
recibidos en su país sería enaltecedor tenerlo en nuestras filas, pero por
ahora no es posible”.
Inmediatamente se traslada al
Palacio de Bellas Artes y en el segundo
nivel se ve en un andamio a Siqueiros quien pinta la obra “Cuahtemoc Contra el Mito”.
Ahí está dos horas hasta ver descender al muralista y poder abordarle: “Soy un
escritor desterrado peruano. Le entrego la revista que escribí en Lima. Hay un
artículo que habla de su obra”.
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Un, mural de Siqueiros.
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Un, mural de Siqueiros.
ROSINA
Rosina cuenta: “Tras revisar la publicación, el pintor lanza la interrogante esperada: ¿Lo han
expatriado por aprista o por comunista? Por aprista maestro, pero en mi país
guardé buen vínculo con los camaradas.” Está bien, no discrimino a los que
sufren por transformar la sociedad”, dijo Siqueiros .¿ En que puedo servirle? Me urge trabajar. El
mexicano le consiguió un puesto en el Patronato del Ahorro Nacional”.
Afortunadamente se abrieron otras
puertas. El Director de la Revista “Cuadernos Americanos”, Jesús Silva Hersog,
lo invita a escribir sus experiencias sobre la persecución. Así nace “La Agonía del Perú”, que es un
compendio narrativo que enaltecen a algunos dirigentes apristas de la época. “Haya de la Torre y el Derecho de Asilo”,
“Tres crimenes de Odria” y otras más.
Con dos libros de éxito y su nombre sonando en las páginas culturales de
los más importantes diarios y revistas de México, consiguió trabajo estable
como periodista en los periódicos “ El Universal”,” Excelsior”,” El Nacional”,
entre otros. Su capacidad intelectual sacó de la miseria a su familia y sus
paisanos allegados.
El 10 de Diciembre de 1952
renunció al Apra en una carta dirigida al número 2 de ese partido, Manuel “Cachorro”Seoane Corrales. Las lecturas
marxistas y la admiración a la Unión Soviética por la vía socialista, lo fueron
conduciendo a las antípodas del pensamiento de Haya.
Rosina Valcárcel: le siguió los pasos a su padre como poetisa
Rosina Valcárcel: le siguió los pasos a su padre como poetisa
GUATEMALA
Sacó un poema que inicialmente lo
tituló “Adios Al Apra” y después se convirtió en “Adios Al Ayer”: Me he sentado
la noche a envejecer/girando en torno de un mundo que se acaba./Golpeado hasta
la sien alzo la frente/ y estremécense mis huesos inequívocos /La estrella del
hombre me saluda./Estoy rojo, completamente rojo, rojísimo de vida/, rojísimo
de muerte,/más preciso levantarme y dar un grito/si me siento envejezco con la
noche".
Por las discrepancias con los
apristas que lo consideraron un traidor, el poeta decidió viajar a Guatemala.
Lo recomendó Siqueiros. Le prestaron una casa de campo llamada “Pasadena”, en
un exclusivo barrio. Fundó y dirigió la revista “Horizontes”, donde apoyó al
gobierno progresista de Jacobo Arbenz.
Las puertas del Ministerio de
Relaciones Exteriores se le abrieron al trabajo y también la amistad de
personajes como Ernesto “Che” Guevara, posteriormente protagonista directo de
la revolución cubana.
Después de medio año coronado de
éxito, el poeta decidió retornar a México.
En el avión conoció a Luis de la Puente y Uceda, de origen también aprista que, posteriormente,
se va a luchar a las guerrillas peruanas. Con él hizo una estrecha amistad. Incluso vivieron juntos en su casa del exilio mexicano, conjuntamente con el
poeta Juan Gonzalo Rose.
Valcarcel, de la Puente, Gonzalo Rose, entre otros
Valcarcel, de la Puente, Gonzalo Rose, entre otros
ULCERA
La salud del poeta se resquebrajó
por efecto de una ulcera sangrante. Pero felizmente, después de una
hospitalización, logró recuperarse. Volvió a las andanzas periodísticas
incorporándose en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), como Jefe de Redación de las Revistas “Arte
Vivo Mexicano” y “Espacios”, con la colaboración de Violeta. Asimismo dirigió
la revista “Poesía en América” y se convirtió en un divulgador permanente de la
obra del poeta César Vallejo.
El anuncio de la visita del Vice- Presidente norteamericano Nixon a México
dio lugar a una redada contra los izquierdistas nacionales y extranjeros. Valcárcel se escondió en la casa de Eloisa López
Almanza, una mexicana de armas tomar que vivía un largo idilio con un anarco-comunista español, participante de la guerra civil. Hasta que el ambiente se
tranquilizó.
En 1954 decidió inscribirse como
militante del Partido Comunista y para tal fin envió una carta a los dirigentes
del comunismo peruano. Había tenido una coincidencia total durante muchísimos años. Por supuesto que fue aceptado en esas filas.
Seguidor de Lenin
En 1955, le vino al poeta una caída económica sin precedentes al sufrir un
repentino embargo de sus bienes que muchos lo atribuyeron a tanta solidaridad repartida a sus amigos y
allegados. El quedó demudado con el alma deshilachada. Un golpe inesperado para
la familia que había casi olvidado la pobreza.
FAMOSA CARTA
Reacionó con la pluma y escribió
la famosa “Carta a Violeta”, como
momento cumbre de su poesía. Utiliza un estilo coloquial sin dejar el lirismo y
una suave estructura narrativa. Persiste la promesa de una vida nueva, con
entero amor a la compañera.
El climax viene cuando el poeta
afirma: "Ven pronto, estrella y mar, música terrestre/aquí te espero y mientras llegas/empezaré a amar el
porvenir/hecho luz entre tus ojos/pan en la mano de los niños/leche en tus
senos, ala en tu voz/eternidad en tu grito de gran madre/rosa roja en tu pasión
de comunista/y alba en todo lo tuyo que me estoy llevando al sueño".
Recibió en el destierro la visita
de su madre Mercedes Velasco Seminario, quien vendió todas sus pertenencias
para el reencuentro. Sería la última vez que pudieron verse. Al poco tiempo y al retornar murió en Lima. Los esbirros de
la dictadura, con Esparza Zañartu a la cabeza, no lo dejaron al poeta regresar
para enterrar a su progenitora.
Escribió la “Elegia a la Muerte
de mi Madre” algunos de cuyos versos
dicen: “Quise volver a ella y lo impidieron/ pensé volar allá pero me ataron/
hasta que llegó un cable: mamá murió/ y dejé de ser hijo para siempre/Si madre,
tu recuerdo y mi recuerdo/hechos ya tiempo, amor insepultable”.
Hasta que la dictadura de Odria
cayó y se instauró el gobierno democrático de Prado. Valcárcel decidió retornar
al Perú. Pero primero se fue a Panamá para vender su obra “Canto de Amor Terrestre”,
lo que le permitió contar con algo de dinero para instalarse nuevamente en la
patria. A fines de 1956, toda la familia estaba en Lima.
NIXON
Prado, su perseguidor del ayer,
lo invitó a cenar a Palacio de Gobierno y lo tentó con un puesto diplomático en
Francia, representando a su gobierno. El ofrecimiento lo declinó muy seguro y
con la frente en alto, no olvidando sus convicciones.
Cuando el Vice-Presidente de
Estados Unidos, Richard Nixon, llegó a Lima en 1958 quiso visitar la Casona de
San Marcos. Allí lo esperaron los estudiantes, trabajadores e intelectuales.
Entre ellos: Valcárcel. La repulsión popular fue total. Incluso le cayó al norteamericano un escupitajo en el
rostro.
A su enemigo Nixon lo llegaron a escupir
La noticia y las fotos dieron la
vuelta al mundo. Al día siguiente, “The New York Times” informó sobre el
bochornoso suceso, con una fotografía del poeta Valcárcel en la portada. Lo
sindicaban como el principal instigador. Hecho que lo halagaba, aunque decía
que era un honor inmerecido.
Su incorporación al Partido
Comunista del Perú ocurrió, al poco tiempo, tratanto de encontrar una linea de
equilibrio entre los viejos lideres Jorge del Prado, Raúl Acosta entre otros y los jóvenes como: Héctor Bejar, Julio Dagnino, Miguel Tauro, y Félix Arias Schreiber. Con
Violeta conformó la cédula “Julius Fucik” y después la llamada “Unidad”, con la
cual se identificaron por siempre.
“PERU POPULAR”
Animado por conocer el Perú
profundo, Gustavo partió con Violeta junto con los poetas Alejandro Romualdo,
Juan Gonzalo Rose, Germán Carnero Saldarriaga y otros en un periplo terrestre, en carro alquilado por la sierra
central. Llegaron a Yauli, Huancayo y otras ciudades donde se realizaron con
todo éxito recitales. Luego partieron al sur por Arequipa, Puno y Cusco.
Incursionó, por su cuenta y riesgo, en el quehacer impreso y creó la combativa Editora Perú Nuevo que sacó el quincenario “Perú Popular”. Desde
sus páginas demandó la excarcelación de Alfredo Tello y Héctor Pretell,
acusados del asesinato de Francisco
Graña Garland, Director del Diario “La
Prensa”. Si bien “Perú Popular” no logró vencer las barreras comerciales, se
enorgulleció por contribuir a conseguir la libertad de los dos presos.
Prosiguió su labor editorial. Las
obras de González Prada, Chocano,
Shakespeare, Valejo entre muchas otras más, en ediciones a precios populares.
El mismo las vendía en distintos lugares de Lima, como las grandes unidades
escolares, repletas de profesores y alumnos. Lo ayudadaban sus amigos: Alfonso
Barrantes Lingán, Ricardo Tello, Julio Dagnino, Luis y Santiago Zapata.
En 1960 se editó su antología bajo el titulo de “Sus mejores poemas”. Lo mismo que
ensayos y artículos literarios. Hacia finales de año le tocó el turno a “El Amanecer Latente”, un drama teatral
en tres actos, cuyo personaje principal era Tupac Amaru.
Foto de risas, con el poeta Cesar Calvo
Foto de risas, con el poeta Cesar Calvo
LA CASA
Por aquel tiempo, los Valcárcel se instalaron como
inquilinos en la casa ubicada en la calle Los Tacones 2249, interior C, de la Urbanización
San Eugenio del distrito de Lince, a unos metros de la Gran Unidad Escolar
Melitón Carbajal. En esta vivienda estuvieron con sus hijos más de 20 años.
Hasta que los desalojaron, a la fuerza, por oscuras transacciones en el Poder Judicial.
Dirigió el periódico “Unidad”,
órgano oficial del Partido Comunista del Perú. Esta agrupación era la que seguía la linea de Moscú y por eso se le denominaba ortodoxo, durante la guerra
fría. La dirección tuvo que ejercerla en forma clandestina después del golpe
militar de 1962, tras ser saqueadas sus oficinas.
Visitó Budapest, Hungría, durante
el Congreso de la Organización Internacional de Periodistas. Conoció la
China maoista y la Unión Soviética. Pasó
por Cuba y asistió a los festejos del segundo aniversario de la Revolución
Cubana. Publicó un libro con el titulo de “Cuba
Si, Yanquis No”, incluso con poemas, luego del bloqueo económico. Fue
varias veces Jurado de los concursos literarios de la Casa de las Américas.
Otro de sus libros se refiere a “La Unión Sovietica” con
colofón del Secretario General del Partido, Jorge del Prado. En el caso del país, realizó un estudio que sale a luz con el nombre de Perú: Mural de un Pueblo, una revisión de carácter marxista sobre
los incas. Contó que se lo encargó el guerrillero Ernesto “Che” Guevara.
Otro importante libro del autor
Otro importante libro del autor
CONDECORACIONES
Lo condecoraron por sus logros y realizaciones a nivel
nacional e internacional. El Alcalde de Lima, Alfonso Barrantes Lingán, el
primer alcalde socialista capitalino, le otorgó La medalla Cívica de la Ciudad.
Por su parte, la
Unión Soviética lo distinguió varias veces. Incluso con la Medalla Lenin. A su
esposa, Violeta Carnero, también la premiaron al lado de Dolores Ibaruri, “la
Pasionaria”, que luchó en la Guerra Civil Española y se convirtió en un símbolo revolucionario eminente.
Retomó la vena poética con el libro “Poesia Extremista” que, en buena cuenta, es un homenaje a los
guerrilleros que por sus ideales-acertados para unos, equivocados para otros-
perdieron la vida. Entre ellos figuraron: Luis de la Puente y Uceda, Javier
Heraud, Guillermo Lobatón y otros más.
La Agencia de Prensa Nóvosti (APN) de la Unión Soviética,
nombró como corresponsales, en el Perú,
a Gustavo Valcárcel y Violeta Carnero Hocke. Ellos publicaron la revista “Panorama
Internacional”, dirigida por ambos durante doce años.
Luego del golpe de
estado contra Allende compuso unos
versos denominados “Pentagrama de Chile Antifascista”. En forma simultánea editaron este poemario en Cuba, por
cuenta de la Casa de las Américas.y en la Unión Soviética donde la revista “Literatura Extranjera de Moscú”, con
un tiraje de 600 mil ejemplares, lo reprodujo de principio a fin.
Allende en la pluma del creador peruano
Allende en la pluma del creador peruano
ACCIDENTE
Sufrió un accidente de tránsito cerca de su casa y fue atropellado por un vehículo Quedó internado en un hospital. Maltrecho, pero a salvo, al cabo de un tiempo. A partir de entonces, todos sus pasos fueron precedidos por un bastón.
Sufrió un accidente de tránsito cerca de su casa y fue atropellado por un vehículo Quedó internado en un hospital. Maltrecho, pero a salvo, al cabo de un tiempo. A partir de entonces, todos sus pasos fueron precedidos por un bastón.
Renuncio a la APN y a la Dirección de la Revista “Panorama Internacional”
por su discapacidad física definitiva. Aquí
terminó, virtualmente, la faceta pública del poeta. En adelante será sedentario
y desaparecieron, por completo, las agendas antes sobrecargadas de compromisos.
La salud del poeta decayó notablemente. Sufría de un
enfisema pulmonar por ser un fumador empedernido y el hecho se agravaba porque consumía licor constantemente. Por eso se internó muchas veces en diferentes
centros de salud. De ello escribió un poemario que se llamó “Prontuario de
Hospital”. “Por qué la punta del odio me ha escogido/para que sangre a solas
con mis versos/amarrado a la pata de un camastro/en una catacumba de hospital.
Le llegó la hora del
reposo del guerrero. Pudo ver la caída del muro de Berlin y la desaparición de
la Unión Soviética Pero el, empecinadamente, insistió en el anhelo y lanzó su utopía: “El socialismo regresará
remozado de experiencias”.
Violeta también renunció a sus actividades periodísticas con el exclusivo fin de cuidar al compañero de toda una vida, cuya salud
empeoraba cada día. Incluso con alucinaciones etéreas y espirituosas.
Los poetas del pueblo con Haya. Entre ellos Valcárcel
Los poetas del pueblo con Haya. Entre ellos Valcárcel
CRONICAS
Sus crónicas sobre la revolución de Trujillo, teniendo como
base los relatos verbales y escritos de Agustín “Cucho” Haya de la Torre y un
manuscrito entregado por Victor Raúl, fueron publicados en el diario de “Marka”
A pesar del distanciamiento con el Apra, quiso probar la
importancia de ese movimiento social, rescatar las figuras de “Bufalo” Barreto
y del propio Cucho y, segun sostuvo, dar a conocer el comportamiento difuso de
la dirigencia partidaria.
Presentó por última vez al público el recital de su
produccion “Toda la poesía, Toda”
incluyendo a los más representativos
vates del país. Con evidente signo de humildad, al final recién leyó sus
poemas.
Por iniciativa del Senador Luis Nieto, El Estado le otorgó
una pensión vitalicia en reconocimiento a los servicios prestados al país. Pero
la cantidad no era muy significativa que digamos. Sin embargo, algo valía, aunque poco podía hacer con lo que recibía.
ENFISEMA
Para palear el enfisema lo trasladaron a Huampaní, lugar de
buen clima. La Federación de Periodistas del Perrú le entregó un diploma por
los servicios prestados. Le rindieron homenaje en el Teatro Municipal. Allí declamó sus poemas. A raiz del desalojo de su casa, escribió un poema de calor “la Casi Despedida”. Dejó inconclusas
sus memorias.
Post homenaje al gran vate.
Post homenaje al gran vate.
La última vivienda que tuvieron, Gustavo y Violeta, estuvo
ubicada al fondo de una quinta entre la ciudad universitaria de San Marcos y la
de la Católica. Allí ya no escribió. Pero si le llegó el arrullo de sus versos
traducidos al inglés, francés, belga, alemán, ruso y vietnamita.
Valcárcel está fatigado de vivir y lo internaron en el
Hospital Rebagliati. Lo acompañaron Violeta y sus cuatro hijos. Agonizó de la
mano de ella. Poco antes de morir dijo: “si los críticos no me han dejado el
sitial que me corresponde, me lo darán en el Cementerio Baquijano, allí me
cremarán en la esbelta chimenea, bajo el cielo de Lima, incinerado en poesía”
Le dijo adiós a este mundo y dejó de respirar. Pero antes le señaló, claramente, a su
compañera : “Viole me voy. Si no te vas conmigo, quédate
cabalgando en mis pensamientos". (Edgardo
de Noriega)
Mi apreciado gordo:
ResponderEliminarFelicitaciones, hay que buscar la forma que Miscelánea sea conocido por las instituciones educativas, por ejemplo en esta edición, incluyes dos formidables informes sobre Gustavo Valcárcel y Alfonso Ugarte, dignos de ser coleccionados y de difundirlos masivamente, felicitaciones.
Victor
Recién acabo de hallar este homenaje a Ángel Gustavo VALCÁRCEL VELASCO, mi padre. Y me ha dado alegría y orgullo. Muchas gracias a Miscelánea, y a Edgardo Noriega. Saludos fraternos. Rosina Valcárcel Carnero.
ResponderEliminarGracias por este texto-collage valioso, muy interesante. Recién lo descubro. He tomado un fragmento para difundirlo en mi muro. Saludos joviales. R. Valcárcel
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