Como mediocre y sin
trascendencia se puede calificar, con exactitud, el mensaje
presidencial de Ollanta Humala por las Fiestas Patrias. No demostró, en
ningún momento, lo que las
circunstancias coyunturales y de largo plazo requieren para el país: ser un
estadista empeñado en manejar y solucionar los problemas del Perú.
Muy lejos estuvo de ello y, por eso mismo, a los peruanos nada nuevo y específico nos espera en los próximos tres años que quedan del gobierno nacionalista. Realmente que estamos en una completa indecisión. Salvo de que haya, de parte del Presidente y su equipo, cambios totales. La ciudadanía se merecería ello.
Mientras tanto, no salimos de las andanzas protagónicas de la Primera Dama, Nadine Heredia, que a cada rato y constantemente, demuestra que ella es la que maneja la nave del estado e inclusive se da el lujo de gritar y hacer callar la boca a los ministros de estado.
Muy lejos estuvo de ello y, por eso mismo, a los peruanos nada nuevo y específico nos espera en los próximos tres años que quedan del gobierno nacionalista. Realmente que estamos en una completa indecisión. Salvo de que haya, de parte del Presidente y su equipo, cambios totales. La ciudadanía se merecería ello.
Mientras tanto, no salimos de las andanzas protagónicas de la Primera Dama, Nadine Heredia, que a cada rato y constantemente, demuestra que ella es la que maneja la nave del estado e inclusive se da el lujo de gritar y hacer callar la boca a los ministros de estado.
Nos han asegurado que eso es, precisamente, lo
que pasó con el último Titular de Cultura, Luis Peirano Falconi, que a los pocos días
renunció a su cargo, aduciendo motivos personales. Eso es lo único que le
quedaba. Lo lamentamos porque Peirano es un hombre de prestigio, hábil y todo un
señor. No se merecía ese trato.
En este gobierno no hay ningún acierto completado, exceptuando la
política económica que la heredó y que para muchos camina con piloto automático.
Por ejemplo, la Ley del Servicio Civil puede tomársela como una medida acertada
porque daría lugar a la necesitada, y ansiada por años, reforma del estado. Pero
hasta ahora no sale la reglamentación correspondiente. Caminamos a medias,
trabajamos a medias.
El Presidente Humala dirigiéndose a todos los peruanos.
El Presidente Humala dirigiéndose a todos los peruanos.
SEGURIDAD
La gran necesidad de la ciudadanía, de toda clase y condición, es contar con una efectiva seguridad y protección
contra la delincuencia. El Presidente
habló ante el Congreso de la República como si hubiese soluciones por
las reformas emprendidas. Pero si ellas existen o si las hay no dan ningún
resultado. Los crímenes, los asaltos, los robos son, precisamente, lo que
sufrimos todos los días los peruanos. Y
la Policía, bien gracias. Y las autoridades, lo mismo. No puede ser.
A tal punto se ha llegado que la
situación ha rebasado por completo. Tanto que es el principal factor de la
impopularidad actual del mandatario que ha perdido más de 20 puntos en un plazo
corto, según revelan con exactitud las encuestas
En su mensaje a la nación, Humala
no tomó el toro por las astas con respecto a la famosa repartija de los
puestos en el Tribunal Constitucional,
la Defensoría del Pueblo y el Banco Central de Reserva. Habló de “mantener la
capacidad de indignación". Y eso nadie,
absolutamente nadie lo entiendió.
El Jefe del Estado olvida por
completo que ese indignante escándalo fue protagonizado estelarmente por su
propia bancada que para actuar así con tal desparpajo, de todas maneras, debió
consultarle y él, por supuesto, apoyarlos. No se explica cómo su grupo
parlamentario actuó con tanta seguridad y fuerza. Aunque estaban completamente
equivocados. Sin su venia, obviamente, sus parlamentarios se chupaban. Son, probadamente, cobardes.
PORTATILES
Que después Humala se dio cuenta de que había
metido la pata es otra cosa. Luego vinieron las manifestaciones populares que
desbordaron las calles de Lima y el salió a lavarse las manos, pidiendo que dos
candidatos-Souza y Freitas- diesen un paso al costado.
Hay un hecho registrado en el
local congresal que también merece señalarse, y sobre todo, criticarse. La
costumbre tan poco acertada de llevar portátiles para apoyar al Presidente. No
es un hecho espontáneo que, si se presentase, se estaría en lo correcto. Sino fabricado y la gente, con mucha facilidad,
se da cuenta y entonces causa, por donde
se le vea, rechazo e indignación.
Esos gritos escuchados a cada
rato mientras el Jefe de Estado hablaba, “Ollanta Dignidad, Ollanta Dignidad”, sólo sirvieron para que la ciudadanía recordarse los errores de este gobierno que
se acumulan día a día con creces. De dignidad, no hay nada que mostrar. Nada.
El Presidente dedicó la mayor
parte de su tiempo a enumerar obras, dar cifras dando cuenta de una serie de
programas sociales principalmente asistencialistas. Como si estuviésemos en el
mejor de los mundos.
Anunció nuevas obras en la
Refinería de Talara donde se invertirán más de 270 millones de dólares en el
proyecto de desulfurización. Mientras que Petroperú, según señaló, cotizará en
la bolsa de valores.
DEFENSA
Para tratar de dejar tranquila a la población,
anunció que habrá unidades de élite policial, centros de video vigilancia y
unos 2 mil nuevos patrulleros. Defendió la ley Servir para premiar la
meritocracia y la rendición de cuentas. Obviamente, para no hacerse problemas
ni causarlos, descartó los ceses y despidos que son tan molestos e impopulares.
En cuanto a Defensa Nacional, la
reforma de ingresos del personal
militar, según Humala, permitirá incrementos de hasta 80% en un lapso de cinco
años. Entre los logros de regionalización señaló a una serie de obras que estarán ubicadas en diferentes partes del país, por un monto de más de 22 mil 700 millones
de soles. Renovó su compromiso por mantener el rumbo de su gobierno en pos de
la inclusión social. Lo dijo como palabras que se las lleva el viento porque ni siquiera fue específico. Ni menos profundo.
El Presidente con la banda después del mensaje presidencial
El Presidente con la banda después del mensaje presidencial
En cuanto a la economía, sostuvo que
es posible que el ciclo que favoreció nuestro
crecimiento está llegando a su fin. Pero-remarcó- sin embargo
tenemos con que defendernos. Hay un
hecho que si hay que reconocérselo a Humala: en el curso de estos últimos 24
meses: ha mantenido un modelo en este campo que permite acumular crecimiento.
Muy importante ha sido la reducción de la pobreza. Sólo entre el 2011 y el 2012, mas de un millón de peruanos han dejado de ser pobres, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INEI).
Muy importante ha sido la reducción de la pobreza. Sólo entre el 2011 y el 2012, mas de un millón de peruanos han dejado de ser pobres, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INEI).
Un estudio de Naciones Unidas ha
revelado que el 80% de la reducción de la pobreza que ha tenido el Perú se ha
debido a las oportunidades generadas por
el crecimiento. Tal premisa debe servirle al Presidente para enmendar rumbos en los otros sectores. El Perú los necesita.
Adicional y finalmente, más liderazgo señor Humala. La patria lo necesita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario