martes, 30 de julio de 2013

MEDIOCRE EL DISCURSO DE HUMALA

Como mediocre y sin trascendencia  se  puede calificar, con exactitud, el mensaje presidencial de Ollanta Humala por las Fiestas Patrias. No demostró, en ningún  momento, lo que las circunstancias coyunturales y de largo plazo requieren para el país: ser un estadista empeñado en manejar y solucionar los problemas del Perú.
Muy lejos estuvo de ello y, por eso mismo, a los peruanos nada nuevo y específico nos espera en los próximos tres años que quedan del gobierno nacionalista. Realmente que estamos en una completa indecisión. Salvo de que haya, de parte del Presidente y su equipo, cambios totales. La ciudadanía se merecería ello.
Mientras tanto, no salimos de las andanzas protagónicas de la Primera Dama, Nadine Heredia, que a cada rato y constantemente, demuestra que ella es la que maneja la nave del estado e inclusive se da el lujo de gritar y hacer callar la boca a los ministros de estado.
 Nos han asegurado que eso es, precisamente, lo que pasó con el último Titular de Cultura, Luis Peirano Falconi, que a los pocos días renunció a su cargo, aduciendo motivos personales. Eso es lo único que le quedaba. Lo lamentamos porque Peirano es un hombre de prestigio, hábil y todo un señor. No se merecía ese trato.
En este gobierno  no hay ningún acierto completado, exceptuando la política económica que la heredó y que para muchos camina con piloto automático. Por ejemplo, la Ley del Servicio Civil puede tomársela como una medida acertada porque daría lugar a la necesitada, y ansiada por años, reforma del estado. Pero hasta ahora no sale la reglamentación correspondiente. Caminamos a medias, trabajamos a medias.



El Presidente Humala dirigiéndose a todos los peruanos.

SEGURIDAD
La gran necesidad de la ciudadanía, de toda clase y condición, es contar con una efectiva seguridad y protección contra la delincuencia. El Presidente  habló ante el Congreso de la República como si hubiese soluciones por las reformas emprendidas. Pero si ellas  existen o si las hay no dan ningún resultado. Los crímenes, los asaltos, los robos son, precisamente, lo que sufrimos todos los días los peruanos. Y la Policía, bien gracias. Y las autoridades, lo mismo.  No puede ser.
A tal punto se ha llegado que la situación  ha rebasado por completo. Tanto  que es el principal factor de la impopularidad actual del mandatario que ha perdido más de 20 puntos en un plazo corto, según revelan con exactitud las encuestas
En su mensaje a la nación, Humala no tomó el toro por las astas con respecto a la famosa repartija de los puestos en el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y el Banco Central de Reserva. Habló de “mantener la capacidad de indignación". Y eso  nadie, absolutamente nadie lo entiendió.
El Jefe del Estado olvida por completo que ese indignante escándalo fue protagonizado estelarmente por su propia bancada que para actuar así con tal desparpajo, de todas maneras, debió consultarle y él, por supuesto, apoyarlos. No se explica cómo su grupo parlamentario actuó con tanta seguridad y fuerza. Aunque estaban completamente equivocados. Sin su venia, obviamente, sus parlamentarios se chupaban. Son, probadamente, cobardes.
PORTATILES
 Que después Humala se dio cuenta de que había metido la pata es otra cosa. Luego vinieron las manifestaciones populares que desbordaron las calles de Lima y el salió a lavarse las manos, pidiendo que dos candidatos-Souza y Freitas- diesen un paso al costado.
Hay un hecho registrado en el local congresal que también merece señalarse, y sobre todo, criticarse. La costumbre tan poco acertada de llevar portátiles para apoyar al Presidente. No es un hecho espontáneo que, si se presentase, se estaría en lo correcto.  Sino fabricado y la gente, con mucha facilidad, se da cuenta  y entonces causa, por donde se le vea, rechazo e indignación.
Esos gritos escuchados a cada rato mientras el Jefe de Estado hablaba, “Ollanta Dignidad, Ollanta Dignidad”, sólo sirvieron para que la ciudadanía recordarse los errores de este gobierno que se acumulan día a día con creces. De dignidad, no hay nada que mostrar. Nada.
El Presidente dedicó la mayor parte de su tiempo a enumerar obras, dar cifras dando cuenta de una serie de programas sociales principalmente asistencialistas. Como si estuviésemos en el mejor de los mundos.
Anunció nuevas obras en la Refinería de Talara donde se invertirán más de 270 millones de dólares en el proyecto de desulfurización. Mientras que Petroperú, según señaló, cotizará en la bolsa de valores.
DEFENSA
Para  tratar de dejar tranquila a la población, anunció que habrá unidades de élite policial, centros de video vigilancia y unos 2 mil nuevos patrulleros. Defendió la ley Servir para premiar la meritocracia y la rendición de cuentas. Obviamente, para no hacerse problemas ni causarlos, descartó los ceses y despidos que son tan molestos e impopulares.
En cuanto a Defensa Nacional, la reforma de ingresos del  personal militar, según Humala, permitirá incrementos de hasta 80% en un lapso de cinco años. Entre los logros de regionalización señaló a una serie de obras que estarán ubicadas en diferentes partes del país, por un monto de más  de 22 mil 700 millones de soles. Renovó su compromiso por mantener el rumbo de su gobierno en pos de la inclusión social. Lo dijo como palabras que se las lleva el viento porque ni siquiera fue específico. Ni menos profundo.


El Presidente con la banda después del mensaje presidencial

En cuanto a la economía, sostuvo que es posible que el ciclo que favoreció nuestro  crecimiento  está llegando a su fin. Pero-remarcó- sin embargo tenemos con que defendernos.  Hay un hecho que si hay que reconocérselo a Humala: en el curso de estos últimos 24 meses: ha mantenido un modelo en este campo que permite acumular crecimiento.
 Muy importante ha sido la reducción de la pobreza. Sólo entre el 2011 y el 2012, mas de un millón de peruanos han dejado de ser pobres, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INEI).
Un estudio de Naciones Unidas ha revelado que el 80% de la reducción de la pobreza que ha tenido el Perú se ha debido a las oportunidades  generadas por el crecimiento. Tal premisa debe servirle al Presidente para enmendar  rumbos en los otros sectores. El Perú los necesita. Adicional y finalmente, más liderazgo señor Humala. La patria lo necesita.

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