Lo del General Daniel
Urresti sí que es jocoso,
lamentable y, sin embargo, hay que tomarlo en cuenta para las elecciones
presidenciales del 2016. Todo hacer suponer que puede ser el candidato presidencial del Partido Nacionalista, agrupación a
donde acaba de inscribirse como militante, en ceremonia especial, presidida por
la inefable Primera Dama, Nadine
Heredia.
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En buena cuenta se ha convertido en la carta de salvación del nacionalismo
para poder disputar posiciones en esos comicios y, sobre todo conseguir con los
votos que se recauden, una buena representación parlamentaria que al humalismo
le sirva para seguir teniendo presencia.
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No sólo eso sino que los
congresistas que consigan en las urnas se conviertan en los defensores y escuderos
de los ataques y, evidentemente, de las investigaciones que de todas maneras vendrán,
durante la vigencia del nuevo régimen a instaurarse, desde el 28 de Julio del
próximo año. Tal es el objetivo
fundamental del debut político presidencial del señor general de los mil ataques.
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Lo cierto, concreto y comprobable
es que este militar, que tiene pasivos grandes como estar involucrado
penalmente en la muerte del periodista Hugo Bustíos, se ha convertido en una figura clave de la vida pública
peruana.
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No obstante de que absolutamente nada hizo con
efectividad y capacidad en los pocos meses que estuvo a cargo del Ministerio
del Interior. Tan sólo “figureteó” y punto. Antes poco se le conocía. Era
uno del montón.
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Utilizando su gorro verde, uniformado como
policía sin serlo. Como normas permanentes, gritando y provocando, Saliendo a las calles a cada rato y hablando, ante la opinión pública, innumerables sandeces. El personaje se ha convertido en un controvertido caudillejo que podría arrastrar masas.
Las encuestas lo dicen claramente: hoy
por hoy tiene más del 47% de aceptación. Nadie ha conseguido tal sitial por su
desempeño público. Ni los gobiernistas, ni tampoco la oposición. Evidentemente
que allí está su mérito.
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Cabe precisar que no lo juzgamos por ser
militar. Tenemos, por convicción plena, el mayor de los respetos
hacia las Fuerzas Armadas y Policiales,
de cuyas filas hay gente de evidente valor que contribuye decididamente
a favor del país, tanto con uniforme como cuando pasan a ser civiles y se transforman en políticos. Ellos tienen todo el derecho. No hay aquí, en ningún momento, una posición antimilitarista. El caso de Urresti es distinto. Este hombre es un
farsante y hay la obligación de denunciarlo.
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La política tiene sus sorpresas y se tiene que buscar estrategias acertadas para
no fracasar otra vez . A comprenderla y a seguir para adelante, a fin de
evitar que los improvisados, como tal mal señor, lleguen al poder . La
posibilidad, aunque remota, existe. El Perú si ello ocurre, evidentemente,
perdería por completo.
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No hay duda de que seguiríamos
peor de lo que estamos con Humala con
sus ideas tan pero tan mediocres. Más de lo malo no puede ser. Luchemos
contra las sorpresas que pueden venir y nos harían daño. No sería la primera
vez. Mejor vale anticipar y orientar
antes que lamentar.
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Urresti, hay que remarcarlo porque es la verdad, fracasó en las metas
de ejecutar un plan de seguridad ciudadana. El principal objetivo de ese controvertido y difícil portafolio
que nadie, en este régimen, ha podido dominar. No se le veía, precisamente,
inteligente y capaz. Menos un estadista o de buenas intenciones. Un desbocado por completo porque es así y no por su profesión que admiramos.
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El militar estuvo varios meses, vendiendo a los
cuatro vientos. una imagen de diligente,
de efectivo y de que, supuestamente, trabajaba duro. Entonces, gran parte
de la ciudadanía lo apoyó. No importaba que no valiese. Un chasco total
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Mintió
a su regalado gusto como lo hizo infinidad de veces cuando, por ejemplo,
cambió cifras y cantidades de una captura de drogas. Lindó, efectivamente, en el
ridículo con ideas de pacotilla que por su falta de consistencia nada valían.
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Belaunde
Lossio se le fue de las manos y salió fugado a Bolivia. Lo de Pichanaky resultó
una tragedia con más de un muerto y 23 heridos. El señor ministro había asegurado la pacificación total de la zona.
Estos fueron unos de sus tantos fracasos.
No es badana el rosario de errores.
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Hasta se puso modernísimo, utilizó las técnicas del twitter y allí le dio de alma a sus
contrincantes. Sobre todo a los líderes de la oposición: Alan Garcia de las filas del Apra y Keiko Fujimori, la lideresa del fujimorismo, primera en las
encuestas que analizan estadisticamente los comicios presidenciales próximos.
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Atacó a diestra y siniestra y ni
siquiera respetó a las mujeres. Insultó con cobardía y desfachatez a
distinguidas profesionales como Roxanne
“Cuqui” Cheesman Rajkovic, la novia de García y madre de su hijo Federico
Danton, a las periodistas Monica Delta,
Milagros Leiva y Patricia del Río,
la ex primera dama Pilar Nores y
tantas otras más. Nadie se salvaba y la
decencia y dignidad por los suelos.
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Respecto a esta mecánica, muchos
aseguran que Urresti llegó al
extremo de contratar los servicios de un
periodista de pluma ágil y corta que era quien, precisamente, le redactaba
los mensajes de forma precisa. El militar, por sus limitaciones intelectuales
que son visibles, es incapaz de hacerlo. Hasta una línea la escribe con
dificultad y no tiene ninguna capacidad de síntesis.
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La estrategia de Urresti a la presidencia, explotando al máximo su
popularidad registrada durante su desempeño ministerial, es, por donde se le vea, peligrosa. Dios nos coja
confesados a los peruanos si consigue sus objetivos, a pesar de que consideramos lejana esa posibilidad. La vulgaridad y la incapacidad difícil que triunfen. Además de eso, el nacionalismo está debilitado. Ya no es una fuerza electoral decisiva. Va de retro. La hora del 2016 es para otros.
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Inadmisible y completamente
rechazable es que la magistrada, Lizi
Béjar Monge, sea victima de una persecución legal por haber admitido a
trámite la demanda de amparo presentada por un grupo de periodistas contra la
concentración de medios existente en el país.
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La concentración hace que el
Grupo "El Comercio" sea propietaria de más
del 70 por ciento de los medios de comunicación del Perú. La última
operación realizada implicó, por parte de este conglomerado, la compra del 54% de acciones de la Empresa
Periodistica Nacional (EPENSA), la editora de los diarios "Correo" y "Ojo" entre
otros.
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Béjar, como Jueza Supernumeraria del Cuarto Juzgado Constitucional
de Lima, se pronunció a favor de la admisión de la demanda que, en buena cuenta, aboga
por evitar el cuasi monopolio de la prensa nacional.
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Fue entonces que, después de
algunos días, el Juez del Cuarto Juzgado
Constitucional, Juan Macedo, a quien
la doctora Béjar reemplazaba, anuló la resolución de esta última, aduciendo que no se redacto en sede judicial
cuando si fue hecho así. Leguleyada,
nada más que leguleyada.
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A continuación y de forma
rapidísima, se presentó una queja funcional en contra de ella ante la Oficina
de Control de la Magitratura (OCMA). Así comienza la persecución judicial de la magistrada. Sin ton ni son.
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Cuando la OCMA concluye que no
hay nada irregular, la queja es apelada en el mismo organismo y sigue el
viacrucis porque Monge es
denunciada, adicionalmente, por la vía penal. Los hechos son el reflejo,
evidentemente, del hostigamiento a una funcionario judicial eficiente y
honesta que se atrevió a admitir un habeas corpus legitimo. No puede ser.
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Cosas de perogrullo que pasan en
el Perú y que, evidentemente, llaman la atención porque se atenta contra la
moral y la ética pública. Resulta que ahora, Waldo Rios, fue rehabilitado por la Corte Suprema. Con esta
inaudita decisión, el máximo tribunal de justicia pide a las autoridades,
incluidas las del Jurado Nacional de Elecciones, anular los antecedentes penales
y judiciales del reinvidicado.
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En consecuencia, el político que fue sentenciado por recibir
dinero contante y sonante de Vladimiro Montesinos para pasarse a las filas del
fujimorismo el año 2000, podrá asumir la Presidencia de la Region Ancash a la
que fue elegido, desafortunadamente, por decisión del electorado.. Una vergüenza total. Otro pillo con poder. Qué barbaridad.
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Lo que es peor hasta ahora nadie
sabe de dónde sacó el dinero Ríos para
pagar la reparación civil de un millón de soles que ha dado lugar a estas
consecuencias de poder asumir sus funciones regionales. Urge saber el origen de
los fondos. El cuento de que la plata
salió de las arcas del pueblo nadie, absolutamente nadie, lo cree.
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La Comisión Investigadora del Congreso, sobre las patrañas de Martin
Belaunde Lossio, ha puesto en la mira a dos personas claves. Una de ellas es Ilan Heredia, hermano de la Primera Dama,
y Jorge Rivera Idrogo, Gerente
General de Antalsis.
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Ojalá sirvan las declaraciones de ambos para conocer la verdad. Aunque el panorama de probabilidades es sombrío. Estas comisiones, a la larga, no sirven
para nada. No obstante de que la Presidenta de este grupo, la pepecista,
Marisol Perez Tello, hace constantes esfuerzos y es una parlamentaria seria. El sistema imperante y las componendas no
la ayudan. Realmente, una lástima (Noé).
