Como escritor tiene evidentes sitiales
de ser el primero en hacer investigaciones y en tal posición privilegiada
destacó considerablemente. Hizo en ese lugar que implica reconocimiento
evidente la Historia del Perú Independiente. Lo mismo pasó con el Atlas
Geográfico del país, el número 1 de su género. Prosiguió con sus estudios y salió,
de la misma forma, la narración histórica de la Guerra de Chile contra Perú y
Bolivia, la inicial que leyeron los peruanos tras la terrible conflagración.
Primero en todo no lo olvidemos y he allí su merito.
En su condición de hombre de leyes y
jurisconsulto consiguió especializarse en Ciencia Penitenciaria y fue el impulsor de la famosa Penitenciaría de Lima,
ubicada en aquel entonces al sur de la ciudad cerca de las Murallas. Este sector se convirtió, con el paso de los años, en la avenida Paseo de la República y al frente estaba, como ahora, el Palacio de Justicia. La cárcel operó y estuvo en funciones desde 1862, hasta que la demolieron en 1961 del siguiente siglo. Con una vigencia de cerca de 100 años. Este recinto fue
también el primero en modernidad con
aplicaciones y reglamentos de trato de avanzada a los reclusos, buscando
su readaptación social y tomando en
cuenta los adelantos que se habían conseguido
tanto en Estados Unidos como en Europa.
Mariano Felipe Paz Soldán ostentó tales bastiones como producto de
su intelectualidad y conocimientos con sus marcadas actividades de hombre
público eficiente. Fue historiador, abogado, diplomático juez y criminalista.
Canciller de la República en 1857 en tiempos
de Castilla y Ministro de Justicia e Instrucción en dos oportunidades: de 1869 a 1870 cuando el mandato de Balta y entre 1878 y 1879, siendo Presidente de la
República Mariano Ignacio Prado.
Mariano Felipe Paz Soldán.
Mariano Felipe Paz Soldán.
AREQUIPEÑO
Nació en Arequipa a los pocos días en que los peruanos
lograron la Independencia nacional, el
22 de Agosto de 1821. Hijo de Manuel Paz Soldán, funcionario colonial de
origen panameño y Gregoria Ureta Peralta
y Araníbar, de antigua raigambre mistiana.
Estudió en el Seminario San
Jerónimo de su ciudad natal y luego pasó a la Universidad Nacional de San Agustín,
donde estudio Derecho. En su calidad de
flamante profesional, lo encontramos como redactor del periódico “El Repertorio
Peruano”. Posteriormente lo nombraron Juez de Primera Instancia de Chota,
Celendín y Cajamarca.
Durante su estadía en la última
ciudad andina ubicada en el norte del país, el magistrado despliega sus talentos en la transformación de la vieja
cárcel local, aplicando modelos franceses caracterizados en servirse de la
propia fuerza de trabajo de los reclusos, quienes con el apoyo de las
autoridades, construyeron un nuevo establecimiento penitenciario en el que los
presos vivieron de forma más digna.
Sus ideas humanitarias se
volcaron en “La Aurora”, el segundo
periódico de Cajamarca que lo fundó con mucho entusiasmo. Lo destacaron al
Callao como Juez de Primera Instancia,
mandato que ejerce impecablemente hasta 1856.
VIAJES
Interrumpió sus labores jurisdiccionales
y viajó a Colombia y Venezuela enviado por el Gobierno, como Secretario de la
Legación Peruana en esos países. De allí pasó a Estados Unidos con el encargo
de estudiar los modelos carcelarios del coloso del norte y su aplicación en el
Perú.
Sus observaciones sobre las,
cárceles y casas de prisión correccionales fueron reunidas en su notable “Examen de las Penitenciarias en Estados
Unidos”, publicado en la ciudad de Nueva York en 1853.
El trabajo lo organizó en dos
partes. En la primera se describió los
establecimientos penales de Pennsilvania, Nueva York y Massachusetts con
especial detalle en su régimen interior, personal y trato a los reclusos. En la
segunda sección ensayó un estudio teórico-práctico de las cárceles peruanas y su deplorable situación.
En la publicación contrasta los
dos sistemas carcelarios predominantes en los Estados Unidos. El de rígido
aislamiento bajo celdas y el sustentado al trabajo diurno de los internos y el
confinamiento por las noches, sistema al
que se adhiere el abogado peruano.
Retornó al Perú en enero de 1854 y no pudo interesar al Estado
en sus proyectos penitenciarios por la crisis política y la escasez de recursos
derivados de la guerra civil imperante. Sin embargo, posteriormente durante el gobierno de
Castilla, el caudillo le encarga el diseño de una nueva Penitenciaria para
Lima.
Mapa Mineralogico del Atlas de Paz Soldán.
Mapa Mineralogico del Atlas de Paz Soldán.
MODERNIDAD
Dicho establecimiento fue
concebido por Paz Soldán como un centro moderno de readaptación penal. Según el reglamento redactado de puño
y letra por el especialista, los preceptos de aseo, silencio, obediencia y
trabajo eran la norma.
Por primera vez se estableció un régimen de
visitas médicas, la revisión semanal de los reclusos, las visitas de los
familiares ofreciendo servicios religiosos
a quienes fuesen creyentes. Había respeto a los credos de este tipo, dentro de la libertad de cultos imperante.
Este reglamento de la inspiración
de Paz Soldán que era impecable fue vulnerado infinidad de veces a lo largo de
los años por razones políticas y por la exigencia de las dictaduras que no
siguieron las recomendaciones.
A tal extremo que hasta ahora el problema de las
cárceles, desde el punto de vista social y de readaptación, no ha sido resuelto
y seguimos en las mismas. Hasta creemos
que peor por la mayor cantidad de población existente, entre muchísimas otras
razones. Pero vale la pena recordar el esfuerzo del que se convirtió en
precursor de los asuntos penitenciarios modernos.
INAUGURACION
La primera piedra de la
construcción de la Penitenciaria la colocó el Presidente Castilla el 31 de
Enero de 1856. Los planos fueron hechos por el Arquitecto Max Mimey, quien
siguiendo las indicaciones de Paz Soldán, se inspiró en modelos norteamericanos.
La inauguraron el 23 de Julio de 1862.
Con su imponente fabrica en granito,sus
312 celdas y un complejo sistema de oficinas, talleres, capilla y hasta
pasadizos subterráneos para el tránsito seguro del personal.
El principal penal de Lima fue durante muchos años uno de los
edificios más llamativos y sólidos de la capital. Naturalmente fue Paz Soldán el primer director del Panóptico.
Entre los años 1862 y 1864.
El jurisconsulto mistiano fue
nombrado Director de Obras Públicas, puesto que desempeña ocho años entre l860
y 1868. Como tal, auspició la construcción de las vías de comunicación de
Mollendo a Arequipa y de Lima a Jauja. Lo mismo que la construcción de varios
muelles en el litoral. Los monumentos erigidos en Lima, en honor a Cristóbal Colón y Simón Bolívar,
también serían establecidos por su iniciativa.
Luego se le encomendó las
responsabilidades de Director General de Contribuciones, Superintendente de la
Escuela de Artes y Oficios y Ministro de Justicia e Instrucción. En este
despacho desplegó una labor ordenadora en el ramo de la educación, mediante la
fijación de las sumas presupuestarias para el funcionamiento de las escuelas y
los sueldos de los maestros. Atendió, asimismo, la
organización y el necesario incremento de las cátedras universitarias.
La Penitenciaria de Lima en 1875
La Penitenciaria de Lima en 1875
CARGOS
Apareció como Vocal del Tribunal
de Responsabilidad, una suerte de
instancia de casación en la medida que tenía
la potestad de revisar los fallos de la Corte Suprema. Los otros cargos
públicos que desempeño fueron: Inspector General del Archivo Nacional, Visitador General de
Correos y Presidente de la Comisión Nacional de Demarcación Territorial.
Emigró a la Argentina cuando las
fuerzas chilenas ocuparon la capital en plena Guerra del Pacífico para
desempeñar el cargo diplomático de Ministro Plenipotenciario y Enviado
Extraordinario en ese país. Alli en el extranjero continuó escribiendo y ejerció el magisterio en diversas
universidades.
Retornó al país en 1885. El estudioso
se daba tiempo para coleccionar libros, mapas y documentos. Fruto de sus
pesquisas especializadas publicó un folleto sobre “El Asesinato de Monteagudo”, el ministro del gobierno presidido
por don José de San Martín.
Una de sus obras fundamentales
fue “La Historia del Perú Independiente”
donde acoge los testimonios de los personajes que alcanzó a conocer en el
curso de su vida pública. Asimismo las informaciones de un impresionante acopio
documental de la época que trató concienzudamente. Una obra, eminentemente,
precursora.
OBRAS
Otra de sus inquietudes se cristalizó
en un campo especializado con trabajos cartográficos y descriptivos. En efecto,
editó “La Geografía del Perú”, obra
cuyo autor fue su hermano Mateo Paz Soldán que dejó inédita.
Publicó bajo su pluma el “Atlas
Geográfico del Perú”, primero en su género y el “Diccionario Geográfico Estadístico del Perú que contenía la
etimología aymara y quechua de lagos,
ríos, cerros, etc.
Otras de sus publicaciones fueron:
“Verdaderos Límites entre Perú y Bolivia”,
“Diccionario Geográfico Estadístico de la República Argentina” y el Atlas de este país. Editó la “Revista Peruana” en cinco volúmenes.
Falleció en Lima el 31 de Diciembre de 1886.
En su condición de abogado sacó a
luz el “Indice Analítico de los Códigos
y Leyes Secundarias con Apéndices y
Reglamentos”, contribuyendo a la evolución del Derecho Civil Peruano. Con
esta contribución, puso a disposición de los letrados un instrumento de gran
utilidad cuando recientemente se había promulgado el Código Civil y se necesitaba
una renovación radical en la forma como se organizaba el material legislativo. El
volumen sirvió para encontrar las leyes con sus correspondientes actividades en
forma rápida, precisa. Es decir, con suma facilidad.
El Atlas del Perú de Paz Soldán
ha sido reeditado en el 2012 por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y
el Instituto Francés de Estudios Andinos. Lo que demuestra la valía de este
hombre que es el fundador de la moderna historiografía peruana.
Intelectual de polendas con su
característica primigenia constante. Mapas,
lugares, números, datos, geografía, diplomacia, derecho, códigos y ciencia penitenciaria. Especialidades múltiples de este peruano que vale recordarlo por
siempre y para siempre. (Noé)
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