A menos de dos años de las elecciones presidenciales del
2016, el panorama se presenta inseguro y
poco firme en cuanto a candidatos se refiere. Sobre todo por la debilidad
intensa de los partidos políticos. La crisis de agrupaciones de este tipo
embarga por completo la política y el futuro democrático. Urge arreglarlo y
darle soluciones definitivas.
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Cabe señalar, con precisión, un hecho evidente: aún falta mucho pan por rebanar en estas lides tan imprevistas y de
sorpresas . Las novedades y la contundencia de las fuerzas en competencia
se presentaran conforme pasa el tiempo y se acerque el proceso electoral en sí.
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Sin embargo, ya hay
personalidades de este tipo que gozan de cierto termómetro de calor popular
y apoyo que, definitivamente, hay que tener en cuenta porque la población
electoral los ve como efectivos líderes que pueden acarrear votos y ser
los elegidos.
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Las encuestas realizadas últimamente como las de Datum e Ipsos Perú , en este punto
especifico, señalan que la popularidad y el primer lugar corre a cargo de Keiko Fujimori Higushi . La primera de las empresas especializadass
le da un porcentaje de aproximadamente 31% en aceptación. Mientras que la segunda se
inclina con menos, un 26%.
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Ello quiere decir que la representante de una gran parte de
lo que muchos denominan la derecha y expresión
de la corrupción de los 90, tiene posibilidades de llegar a la Casa de Pizarrro.
Todo eso en vista de que Keiko conserva la misma tendencia en los últimos
meses. Lo que se llama el “voto duro” que arrastra desde el 2011, cuando
disputó en segunda vuelta, el poder con el actual Presidente Ollanta Humala.
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El segundo lugar de estas
últimas estadísticas también es para el sector conservador mirando al centro representado
por Pedro Pablo Kuczynski (PPK),
quien acumula un 17%,de aceptaciones, dice Datum y 15% de adherentes, según Ipsos.
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El problema está que
hasta ahora el ex ministro no cuenta con
partido político propio. El suyo que formó no ha alcanzado las firmas
correspondientes de apoyo en los organismos electorales pertinentes.
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Esto último, evidentemente, se puede arreglar con facilidad a
través de los famosos “vientres de alquiler,
que se consiguen sin problema alguno. Mientras tanto, el ex candidato
presidencial del 2011 realiza los contactos pertinentes, viaja por distintos
lugares del país y realiza, permanentemente,
acciones de acercamiento a los sectores populares.
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Le ilusiona a PPK ser
mandatario del Perú con más de 70 años encima.
Por eso mismo, esta será su última oportunidad y tiene que aprovecharla al
máximo. Cuenta con determinada simpatía el gringo.
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Pero algunas veces se pone
necio cuando negocia posiciones de carácter político, en la búsqueda de la vigencia
necesaria. Mientras tanto, lo sigue apoyando en sus labores de carácter comunicativo el publicista Hugo Otero de origen aprista y amigo de Alan García. Su puntal en
Prensa es Freddy Chirinos.
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La ambición y el ego desenfrenado de Alan García es un hecho
conocido por todos los peruanos. El
líder aprista de todas maneras quiere ser, por tercera vez, jefe de estado.
Más aún si se celebra, el 2021, el Bicentenario
de la Independencia del Perú. Su ilusión
es dirigir y estar como autoridad máxima en esta efemérides notable y
singular.
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Lo que acumula en porcentajes a la pregunta si mañana fuesen
las elecciones presidencial por quien se votaría usted fluctúa entre el 9 y el 10%, de acuerdo a lo registrado
estadísticamente por ambas empresas
especializadas en comunicación. Así García ocupa la tercera posibilidad de
las preferencias.
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Evidentemente que lo favorece son condiciones y cualidades
innatas del mejor político existente en
el país. Con experiencia acumulada a lo largo de los años, una oratoria de
calidad primordial y una habilidad para manejarse los asuntos de esta índole
impecablemente.
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Ahora bien, sus
debilidades lo pueden traer abajo. Actualmente, su partido pasa
por la peor de sus agonías. El líder aprista sigue amenazado por las
investigaciones de carácter corrupto y los juicios penales pueden ser una
realidad crucificante, golpeando su imagen fuertemente y por ende su
popularidad que lo impediría ganar los comicios.
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Si pasa esas vallas y, no se presentan novedades negativos de efectivo peso e importancia, tendremos a Alan para rato con
posibilidades de triunfo y eso es, precisamente, lo que busca a como de lugar.
El 2001 comenzó en el proceso electoral con 2% de aceptación y terminó disputando la
segunda vuelta con Toledo. Mérito y
hazaña innegables que demuestran su contundente habilidad.
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Más atrás se ubica el líder de Perú Posible que ya ha sido
Presidente del Perú, Alejandro Toledo
Manrique, que muestra una adhesión del 6%, de acuerdo a las estadísticas de
Datum. Su gran debilidad es que el desprestigio lo acompaña.
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El caso de Ecoteva y la compra de inmuebles que protagonizó
con su familia, por más de 5 millones de dólares cuya plata no se sabe con exactitud
de donde previno y con dinero adicional en juego oscuro y sospechosos, de unos
13 millones más de la misma moneda en las cuentas de su amigo quebrado
financieramente Yosef Maiman, le
resta por completo posibilidades de éxito.
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Su agrupación se parte a pedacitos y cada día está más débil. Últimamente
salieron una buena cantidad de militantes, encabezados por uno de sus
principales dirigentes, el ex Ministro de Trabajo, Juan Sheput. El rechazo se palpa por todos lados. Toledo está más cerca de la cárcel por sus
supuestas pillerías de todo orden, que de la Presidencia de la República.
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La novedad de las
encuestas es la presencia en el quinto lugar de la actual Premier, Ana Jara, de las filas del Partido Nacionalista gobernante que suma
un 5% y podría ser la salvación del humalismo
para participar e n estas elecciones. Nadie, entre su dirigencia,
excepto Nadine Heredia que no puede
ni debe, se perfilaba para ello.
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Lo de ganar si que
está lejos. Muy difícil se presentarían las posibilidades de repetir el plato a
los humalistas sobre todo porque este
gobierno no se caracteriza por su eficiencia.
Si por su mediocridad, en todo orden de cosas.
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Sin embargo, la gente persiste en opinar que respaldaría la
postulación presidencial de Nadine
Heredia, con un 36%. Lo que no puede tomarse en cuenta como posibilidad
efectiva en vista de que, por un lado, la primera dama ha asegurado infinidad de
veces que de ninguna manera postulara y, por otro, la ley y los reglamentos
electorales, se lo prohíben claramente y por completo.
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Así es que no hay que
tomarla en cuenta. Lo que si debe leerse con atención es que un 57 % de los
encuestados no votaría por ella si se presenta como candidata al Congreso en
las elecciones del 2016. No obstante, si creemos con convicción que a partir
del 2021, la actual primera dama si que tiene porvenir en las lides públicas. Incluso podría llegar a ser Presidente de
la República.
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El último lugar de la encuesta de octubre que, en el caso de
Datum abarca a 400 personas de Lima metropolitana, lo ocupa César Acuña el reelegido Presidente
Regional de la Libertad que ha acumulado un 4%. Verde, todavía muy verde.
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El dirigente principal de Alianza para el Progreso tiene una controvertida actuación pública que,
precisamente, no se caracteriza por la transparencia de sus actos. Ni menos
por la eficiencia de sus acciones gubernamentales e la zona donde tiene poder.
La presidencia de la república le quedaría ancha.
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Los sondeos destacan que en las próximas elecciones el 51%
de los encuestados preferirían votar por un candidato que no esté con el
gobierno ni con la oposición. Es decir que existe
la posibilidad de que aparezca una especie de outsider para el 2016.
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Otro hecho que se refleja en la fotografía estadística de
octubre es que la gente no señala a ningún candidato de la
izquierda que, dicho sea de paso brilla por su ausencia. Mientras que la representatividad del PPC,
otrora partido vigoroso y fuerte, también ni se siente y ni siquiera aparece.
Una lástima en ambos casos. La
pluralidad es una necesidad en toda democracia que se precie de tal.
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Complace saber porque es un duro golpe a la lacra de la
corrupción que haya caído, en manos de la policía, el delincuente Benedicto Jiménez. Sí el mismísimo operador mediático de
la mafia de Orellana y gerente de cuatro de sus nefastas compañías.
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La red de Orellana, con Jiménez en la colada, creó mas de 50
empresas de fachada y se calcula que habría amasado una fortuna de aproximadamente unos 100 millones de dólares.
Para despistar y pasar piola, el ex policía estaba sin bigotes. Con el cabello
pintado de negro y con varios kilos de menos. Ahora es necesario que el Poder
Judicial le aplique todo el peso de la ley. Hay que decirle siempre NO a la corrupción (Noé)