miércoles, 18 de febrero de 2015

CLARO...CLARISIMO

La situación del país no es de lo más halagadora que digamos. Políticamente hablando, existen problemas por todos lados y de todo tipo.  El Presidente, Ollanta Humala Tasso, en el limbo y sigue divagando de forma rotunda.
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En este contexto incierto  han ocurrido los cambios ministeriales del gabinete. Sí, en la divagación. Salieron los Ministros  de Energía y Minas, Interior, de la Mujer y el de Justicia: Eleodoro Gamarra, Daniel Urresti, Carmen Omonte y Daniel Figallo, respectivamente. En buena cuenta, los más criticados, y por eso mismo, ya nada tenían que hacer en el Ejecutivo
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 Ingresaron a la primera de las carteras Rosa María Ortiz, José Luis Pérez Guadalupe, a la segunda, Marcela Huaytia, a la tercera y Fredy Otarola que pasó de Trabajo al despacho de Justicia. Lo reemplazó Daniel Maurate.  A todos ellos hay que desearles parabienes y darles el beneficio de la duda en sus desempeños futuros. Ojalá hagan algo de bueno. El país se lo merece.
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 No hay pasta de estadista en Humala. No obstante las nuevas designaciones ministeriales El gobierno a la deriva, bien gracias y sin novedad alguna en lo que se refiere a soluciones, faltándole un año y cinco meses para terminar su periodo para el cual fue elegido por un periodo de cinco años, desde el 2011,
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 En buena cuenta, el régimen humalista  camina sin pena ni gloria. Todo hace prever que terminará de la misma manera, el 28 de Julio del 2016. Evidentemente, otra oportunidad perdida por completo
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 La Primera Dama, Nadine Heredia, investigada por todo lado, incluida su familia cercanísima. En efecto, su madre, Antonia Alarcón Cubas, está siendo completamente criticada por las propiedades cuyas adquisiciones no puede justificar, tomando en cuenta las rentas e ingresos que tiene a su favor.
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Hay, definitivamente, algo de raro allí  y por eso ha sido incluida en la  investigación por lavado de activos que hace la Segunda Fiscalía Supraprovincial Especializada en esta clase de delitos cuya protagonista principal es su hija que está en el poder y hasta se dice que maneja, a su regalado gusto, a su esposo: el Presidente Humala.
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Un hecho concreto y real es que la señora Alarcón adquirió recientemente tres inmuebles por un valor de 645 mil dólares (aproximadamente un millón novecientos treinticinco mil soles) y, por eso mismo, las autoridades correspondientes le levantarán el secreto bancario y la reserva tributaria. Veamos qué pasa.
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Mientras tanto se supo que la suegra del Presidente, conjuntamente con su allegado íntimo de   profesión   militar,  muestran, a cada rato, signos exteriores de riqueza  a diestra y siniestra. La sospecha cunde y huele mal, La pareja habría dejado de andar de forma intachable. Sin ética, sin transparencia, sin moral. Lamentable, muy lamentable.
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La investigación por lavado de activos busca determinar los vínculos que habrían existido entre Nadine Heredia, Martín Belaúnde Lossio y el publicista Juan Carlos  Rivera Idrogo, a quien se le conoce más con el alias de “Chocherín”. Estos  dos últimos amigos de la pareja presidencial
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El dialogo nacional propugnado por el propio Gobierno se realizó sin ton ni son y con la ausencia de la primera fuerza política de oposición, el fujimorismo.  Los apristas también en igual actitud y Alan García desafia que te desafía para sacar tajada y consolidar su candidatura presidencial, el 2016. Por ahora, precisamente, las encuestas le señalan una aceptación baja y disminuida.  Lo mismo, en las estadísticas, le ocurre a Nadine.
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Cerraron las puertas de los servicios de inteligencia como producto de las conversaciones entre los políticos. El problema está en que la medida en sí, más allá del lirismo inefectivo y la bulla correspondiente entre demagógica y falsa, no trae  soluciones que se puedan decir contundentes. Más es el río que suena que las piedras que trae
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En el Congreso de la República nada de nuevo. La mediocridad persiste y sigue de fracaso en fracaso. El más saltante de ellos, evidentemente, el relacionado con la designación al del Defensor del Pueblo. Inexplicablemente hasta ahora no se ha concretado. La van dilatando conforme pasa el tiempo. Nones de efectividad. 
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Los candidatos que han quedado son dos. El actual titular interino de esa prestigiada institución del Estado, Eduardo VegaGastón Soto Vallenas, abogado que cuenta con el apoyo del oficialismo y de discutida actuación en el Consejo Nacional de la Magistratura. No sería, evidentemente, la mejor carta por escoger.
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Vega, durante su interinato, no lo ha hecho mal. Se trata de un funcionario de carrera de la Defensoría que tiene solida hoja de vida profesional. Le falta un poco más de fuerza y prestancia en su desempeño. Evidentemente que  los nacionalistas se opondrán a su designación. No lo pasan porque creen que boicotea al Gobierno
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 Sin embargo, es un profesional preparado y que se sepa honesto. Estos atributos ya lo hacen merecedor al cargo. Ojalá que la designación se decida pronto pero por el lado que le conviene a la mayoría de los peruanos. La ciudadanía lo necesita y el respeto al cumplimiento de la Constitución es una obligación primordial. Ya es tiempo.
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Lo de Pichanaky, la ciudad convulsionada ubicada en la región Junín, una barbaridad con una persona muerta de por medio, a quien se identificó como  Ever Pérez Huamán. Adicionalmente, más de 30 heridos. Lo uno y lo otro tan lamentable ocurrió cuando chocó violentamente la población con la policía,  en medio de una protesta a que se realizaba  en contra de la empresa argentina Pluspetrol,  la explotadora del lote de petróleo N° 108.
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La respuesta del  Gobierno fue tardía y por eso, precisamente, salió del gabinete el Ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga. La reemplazante la doctora Ortiz, de profesión Abogada, tendrá que liar con el entuerto. Ella tiene una hoja de vida impecable, habiendo desempeñado importantes cargos en los sectores privado y público. Suerte.
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En este caso de la referida región se registraron  varias mesas de diálogo, antes de ocurrir el choque con el saldo trágico correspondiente, en la que, inexplicablemente, el Ejecutivo ni siquiera se presentó. El problema creció de tal forma que se llegaron a los hechos que tanto lamentamos. 
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Completamente  inadmisible es que aquí las autoridades hayan dejado actuar, a vista y paciencia de todo el mundo, a una persona llamada Roberto Carlos Chavarría sentenciado por asesinato, a raíz del andahuaylazo que protagonizó el inefable Antauro Humala, el mismo que es uno los dirigentes del Frente de Defensa Ambiental. La intromisión indebida del etnocacerista, convicto y confeso, está comprobada por completo. Llana y simplemente, no puede ser. En qué país estamos.
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Los actos de violencia de este tipo  son infructuosos y atentatorios, evidentemente, para la inversión en el país. No es precisamente con violencia que se inspira confianza y continuidad. Ni menos la venida de capitales extranjeros que son necesarios para el progreso del país.
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En la zona en conflicto, hay 34 comunidades nativas con quienes Pluspetrol ha trabajado codo a codo realizando inclusive unos 150 talleres, tres audiencias públicas en el lugar y los convenios correspondientes relacionados con la protección del medio ambiente.
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Lo actos que ocurrieron fueron protagonizados, sobre todo, por un grupúsculo politizado violentista por completo que generó desorden y enfrentamiento con la policía. La cosa se complicó por completo con el enardecimiento de la población. El hecho en  sí es inadmisible y a los responsables les debe caer todo el peso de la ley.
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La crisis de inestabilidad laboral  en la plana periodística del diario “El Comercio” es evidente. Todo ello porque llegaron al poder del manejo  del periódico los jóvenes turcos encabezados por Fernando Berckemeyer Olaechea, el abogado que ocupó la dirección del matutino desde hace unos cuantos meses.
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Ellos son  defensores a ultranza de un neoliberalismo económico desenfrenado, ideas modernísimas y especiales como sustentar la unión gay a como de lugar. Los muchachos audaces piensan que hay que estar de acuerdo con lo que es una realidad, aunque minoritaria, en la sociedad del siglo XXI.
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Sobre este último punto, entre la ciudadanía y los propios lectores,  unos, evidentemente, están a favor y otros implacablemente en contra como la Iglesia, con Monseñor Juan Luis Cipriani a la cabeza.
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Pero al parecer a los jóvenes turcos no les interesa mucho las posiciones de una de las instituciones  de fe más fuertes y solidas en el mundo entero. Sus razones tendrán y los closets se abrirán. Quién será el primero que sale? El poderoso. Quizás, quizás, quizás…
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Hay, pues, un cambio generacional en el matutino de la Rifa cuyo propietaria es la familia Miró Quesada que maneja asimismo otros diarios de grandes tiradas como El Trome que se asegura que llega a una venta impresionante de 700 mil ejemplares, el Canal 4 de TV, Canal N de la televisión cerrada y otras publicaciones. Más del 70% de la prensa existente en el país está en sus manos. Record preocupante porque hace pensar en monopolios comunicativos.
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Berckemeyer está en todo la plenitud de su poder y hasta ha podido sacar de la redacción del diario a la mismísima calle, dejando desocupada pero no misia, a una conspicua representante de la familia muy pegada a las ideas fujimoristas de cuyo grupo fue candidata al Congreso: Martha Meier Miró Quesada.
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Una controvertida y aguerrida periodista de genio endemoniado, vengativa y de ideas verticales que hacía, exactamente, lo que le daba la gana desempeñando infinidad de cargos como Editora del Suplemento Dominical, Columnista de Ecología, Medio Ambiente y otros temas. Además de ser la responsable de la edición de fin de semana.
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Martha, nieta del que fue hasta su muerte el científico del clan, Oscar Miró Quesada de la Guerra, (RACSO) y sobrina carnal del actual Director General Francisco Miro Quesada Cantuarias, escribió un artículo de defensa a Máxima Acuña, humilde mujer enfrentada a la minera Yanacocha. La nota apareció en la página web por unas horas. Pero fue retirado para nunca más ser publicado en la edición impresa.
                                                                                
La orden la dio Berckemeyer y adujo que había difamación de por medio. No era cierto que Georges Soros sea un “narcopromotor”  y tampoco era verdadero que la minera quiso comprar con coimas al Poder Judicial  cajamarquino, conforme afirmaba, con vehemencia supina, la periodista. 

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Meier se reafirmó en sus acusaciones por las redes sociales hablando exclusivamente de censura y acusando a Berckemeyer de actuar coludido con los intereses de un grupo de abogados que eran sus parientes, los mismos que son integrantes  del Estudio Olaechea.
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 Hecho en sí de conflicto de intereses que el Director negó por completo. “No hay absolutamente nada de eso y hace muchos años que me retire de ese bufete profesional”, sostuvo sin pelos en la lengua y completamente indignado.
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Allí selló su suerte la periodista. Ahora está fuera del diario. No es la primera vez que le pasa ello. Hace algunos años, otros miembros  de la familia también la botaron a patadas como ahora y con sonado lio de por medio.
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Sin embargo, después de algunos años, volvió triunfante lanza en ristre y a imponer sus concepciones que son muy particulares y enteramente dictatoriales. Como don Alberto Fujimori de quien es conspicua admiradora.
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¿Y sus acciones en el diario cómo quedaron? Allí están contantes y sonantes. Lo que sí es seguro que no se morirá de hambre.  Hay dividendos, que buenos dividendos que seguirá cobrando mensualmente y después vendrá la venganza como antaño. Cuestión de tiempo. Nada más. Eso es lo que les dice Marthita a sus amigos y amigas de su más entera confianza. Que tal gorda para obstinada.
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En la poda  laboral de “El Comercio” ha dejado,  la Jefatura de la Edición Política, un periodista de talla,  de valor y de renombre como es Juan Paredes Castro. El se ha quedado como columnista, los días domingos, especializado en estos asuntos que tienen que ver con el poder la gobernabilidad y la democracia. Así, con su permanencia, se ha reconocido a una buena pluma de acrisolada honradez que trabajó en el periódico, a tiempo completo, cerca de 40 años. Honor al mérito para Juan que se lo merece (Noé)

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