Lo que más se conoce del militar y político peruano es que
durante su actuación pública fue un
hombre incondicional a Mariano Ignacio Prado. En tal condición, Luis La Puerta de Mendoza llegó a ser Presidente
del Perú por brevísimos tiempos en momentos convulsionados y muy difíciles. La
primera vez en 1868 cuando de por medio
ocurrieron enfrentamientos bélicos internos entre los peruanos por la
lucha de llegar a mandar en el país. Mientras que la segunda, la situación fue
más grave aún, en plena Guerra con Chile, cuando asumió la magistratura de la nación en dos
etapas. Una de mayo a noviembre de 1979
de forma interina, mientras el presidente luchaba contra el enemigo en el sur
del país. La otra tras la inesperada y criticada huida del
mismo al extranjero. En esta última oportunidad, el poder
le duró escasamente cuatro días, del
18 al 23 diciembre de ese mismo año porque fue derrocado por Piérola.
Nacido en el seno de una aristocrática familia cuzqueña, era hijo
de Ignacio Francisco La Puerta y
Gertrudis de Mendoza Jara. Su padre
Caballero de la Orden de Carlos
III y su madre nieta del Marqués de Casa Jara y sobrina de la Condesa de Casa
Palma. Sus estudios los realizó en el Colegio de San Bernardo y hasta tentó ser
abogado. Pero se inclinó por la carrera militar, incorporándose al Batallón
Zepita.
En el curso del gobierno de La
Mar, intervino en la campaña contra Bolivia y en la Guerra frente a la Gran
Colombia, peleando en la batalla del Portete de Tarqui. Ya bajo las órdenes del
Presidente Agustín Gamarra estuvo en la campaña
bélica ocurrida en la frontera boliviana. Todos estos episodios se
desarrollaron los años 1828,1829 y 1831,
respectivamente.
La Puerta con la banda presidencial.
La Puerta con la banda presidencial.
CON SALAVERRY
Como Edecán de Gamarra, acompañó
al caudillo en la organización de la
resistencia a la invasión boliviana de 1835. Luego pasó a pelear a órdenes de
Felipe Santiago Salaverry, interviniendo
en las batallas de Uchumayo y Socabaya.
Luego lo tomaron preso los bolivianos.
Confinado en las montañas altiplánicas
de Mojos y Chiquitos, salió desterrado rumbo a California, Estados Unidos. Pero
pudo pasar a Chile. Retornó al Perú después de la derrota de Santa Cruz en Yungay (1839).
Nuevamente edecán de Gamarra,
asumió el comando del Batallón Pichincha que invadió Bolivia. Allí las fuerzas
peruanas fueron derrotadas en la Batalla de Ingavi, donde precisamente
murió el presidente peruano.
Organizó en el Cusco la defensa
contra la invasión boiviana y, cuando se obtuvo la paz, apoyó el pronunciamiento
del General Francisco de Vidal, a quien ayudó en la victoria de Agua Santa
sobre las tropas del General Torrico en 1842.
APOYO A CASTILLA
Vidal, en su condición de mandatario le confió el despacho de la
Secretaria General de la Presidencia con el titulo de ministro general. Al año
siguiente, en tiempos del Directorio de
Vivanco, lo desterraron rumbo a Chile.
Pero logró plegarse al levantamiento de Domingo
Nieto y Ramón Castilla. Participó en la Batalla de Carmen Alto que selló el triunfo de los
revolucionarios. Lo eligieron Diputado por la provincia cusqueña de
Chumbivilcas, cargo que ejerció entre 1845 y 1851.
Recibió en Piura los restos del
ex Presidente La Mar traídos desde San José de Costa Rica. Ejerció el cargo de
Prefecto de Ayacucho Y Cusco. Vocal de la junta constituida para renovar las
ordenanzas del Ejército y Jefe Militar de Junín.
Simpatizó con los Liberales en
contra del gobierno de Echenique. Por eso mismo secundó la revolución que en
Arequipa inició Castilla y allí luchó tanto en Miraflores y en la batalla de La
Palma que le dio el triunfo a los insurrectos.
Colaboró directamente con el
gobierno de Castilla del cual fue
Ministro de Guerra y Marina en 1855. Candidato a la Presidencia de la República
en las elecciones de 1862 que ganó Miguel de San Román.
Concurrió luego al Combate de Dos
de Mayo contra la Escuadra española. Posteriormente en su calidad de Presidente del Consejo de Ministros se encargo del mando de la nación. Mientras
tanto, el Presidente de la República, Mariano Ignacio Prado estaba en el sur
luchando contra la revolución estallada en 1867.
La batalla de Ingavi.
La batalla de Ingavi.
LO DEPONEN
Cuando éste retornó a Lima dejó
el mando a La Puerta quien quiso hacer lo mismo a favor del Mariscal Antonio
Gutiérrez de la Fuente, que era el Alcalde de Lima. Pero llegó el General
Francisco Diez Canseco, uno de los caudillos de la revolución de Arequipa,
quien asumió la mal alta magistratura de la nación y se la pasó, de inmediato,
a su hermano Pedro Diez Canseco. A quien, dicho sea de paso, le correspondía
constitucionalmente.
Elegido Primer Vicepresidente de
la República del segundo gobierno constitucional de Prado iniciado en 1876.
Nuevamente fue encargado del mando cuando
el Presidente se fue al sur y dirigió las operaciones militares peruanas
de la Guerra del Pacífico, entre el 17 de Mayo y el 28 de Noviembre de 1879.
Lo mismo hizo cuando el
mandatario viajó al extranjero para comprar armamento. Pero a los pocos días
fue depuesto por el golpe de estado comandado por Nicolás de Piérola. Para
justificar su deposición se arguyó su avanzada edad, 68 años, que aparentemente
lo hacía incapaz para desempeñar una
alta función de gobierno en medio de la guerra. Había nacido en el Cusco el 25
de Agosto de 1811. Sin embargo, el militar murió muchos años después, el 21 de
Octubre de 1896.
Un grupo de ciudadanos ilustres,
tras la ocupación chilena de Lima, lo visitó en Febrero de 1881 para
convencerlo que reasumiese el poder. La
Puerta se negó porque cuando Piérola lo destituyó, nadie levantó una voz de
protesta. Había decidido vivir tranquilo en la paz de su hogar. Cosa que
efectivamente hizo, hasta que falleció a la edad de 85 años.
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