Una corta vida muy peculiar de
tan sólo 31 años de edad que acabó trágicamente acompañada de una gran
intelectualidad con facetas diversas y destacadas de narrador, poeta,
periodista, ensayista y dramaturgo de los que más destacaron en el variado
campo de la creación y como parte de la Literatura peruana del siglo XX.
Incluso lo consideraron uno de los
mejores cuentistas del Perú con una prosa precisa, elegante, convincente de
rasgos postmodernistas y retorica propia. En este campo, según los críticos y
los entendidos, la genialidad se junto impecable con la variedad, en medio de una riqueza imaginaria e
inagotable. Había, en su producción dulzura, ternura y profundidad. Toda una
figura rumbosa y desafiante que, de todas maneras, merece ser venerada.
El escritor Pedro Abraham
Valdelomar Pinto, más conocido como Abraham
Valdelomar a secas, fue el autor de
una obra de polendas que ha sido
considerada con el calificativo inmejorable de completa y que marcó el punto de
partida y la consolidación de la narrativa moderna del país. Había nacido en la ciudad de Ica, el
27 de Abril de 1888
Sus cuentos se publicaron en
revistas y periódicos de la época y el mismo los organizó en dos libros: “El Caballero Carmelo”, aparecido en
1918 y “Los Hijos del Sol”, que
salió a luz tres años después de su fallecimiento. En el primero de ellos se
utiliza un vocabulario arcaico y una retorica propia de las novelas de la
caballería para narrar la triste historia de un gallo de pelea, como relato
nostálgico ambientado en Pisco, durante el desarrollo de su infancia. Mientras
que en el segundo busca inspiración en el pasado histórico peruano,
remontándose a la época de los Incas.
Abraham Valdelomar: intelectual de primera.
Abraham Valdelomar: intelectual de primera.
TRISTITIA
En cuanto a su poesía, ésta es
notable por su evolución singular con atisbos precisos de vanguardismos y una
efectiva sensibilidad lirica que tiene como máxima expresión la de ser un vuelco hacia sus
interioridades, a manera expresión directa e intima de la mano con la realidad.
Los más conocidos de sus versos son “Tristitia”
y “El Hermano Ausente en la Cena de
Pascua”.
Tristitia: Mi infancia
que fue dulce, serena, triste y sola/se deslizo en la paz de una aldea
lejana/entre el manso rumor con que muere una ola/ y el tañer doloroso de una
vieja campana/ Dábame el mar la nota de su melancolía/el cielo, la serena
quietud de su belleza,/ los besos de mi madre, una dulce alegría/ y la muerte
del sol una vaga tristeza/ En la mañana azul al despertar, sentía/el canto de
las olas como una melodía/ y luego el soplo denso, perfumado del mar/y lo que
él me dijera, aún en mi alma persiste;/mi padre era callado y mi madre era
triste/y la alegría nadie me la pudo enseñar…
Resultó ser el sexto hijo de
Antiloquio Valdelomar Fajardo y de María Carolina de la Asunción Pinto Bardales.
Hasta los cuatro años de edad vivió en una pequeña casa, ubicada en la calle
Arequipa 286 de su ciudad natal. El terremoto del 2007, que asoló el sur chico,
arrasó con el inmueble.
EN EL GUADALUPE
También residió en el puerto de
Pisco, donde su progenitor encontró trabajo como empleado de la Aduana. Allí
empezó sus estudios primarios. Luego se traslado a Chincha, ciudad donde concluyó dicha instrucción
Hacia 1900 se fue a Lima, ingresando al Colegio Nacional Nuestra
Señora de Guadalupe. Le tocó dirigir aquí un periódico escolar titulado “La Idea
Guadalupana” Finalizó brillantemente la secundaria y, durante unos meses, desempeñó
el puesto de archivero en la Inspección Municipal de Educación de Chincha.
El Hermano Ausente en la Cena Pascual:
La misma mesa antigua y holgada de
nogal./ Y sobre ella la misma blancura del mantel./ Y los cuadros de caza de
anónimo pincel./ Y la oscura alacena, todo, está igual…/ Hay un sitio vacio en
la mesa hacia el cual/ mi madre tiende a veces su mirada de miel,/y se musita
el nombre del ausente; pero él/ hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual/ La
misma criada pone, sin dejarse sentir/ la suculenta vianda y el plácido
manjar;/pero no hay la alegría y el afán de reír/que animaran antaño la cena
familiar;/ y mi madre que acaso quiere decir,/ve el lugar del ausente y se pone
a llorar…
Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. No obstante, dejó las clases para trabajar como dibujante de varias
revistas conocidas de la época. Entre ellas: “Monos y Monadas”, “Aplausos y
Silbidos”, “Fray KBuzón”, “Actualidades”, “Cinema” y “Gil Blas” Luego desplegó
su talento literario en otros medios de comunicación. Sus primeros versos los
publicó la Revista “Contemporáneos”, Mientras que sus cuentos aparecieron
impecables en “Variedades” y Balnearios”.
VIAJES
Reanudó sus estudios en San
Marcos y al poco tiempo se incorporó al Ejército, a raíz del peligro de una
guerra con el Ecuador. Comenzó a
escribir crónicas para el “Diario de Lima” que envió desde la Escuela Militar
de Chorrillos, bajo el título de “Con la Argelina al Viento”.
Viajó a Arequipa, Cusco y Puno. Su
fama literaria se consolidó en 1911, con dos novelas que se publicaron: “La Ciudad Muerta” y “La Ciudad de los Tísicos”, aparecidas
por entregas en las revistas “Ilustración Peruana” y “Variedades”. Por
aquel entonces, tuvo mucha influencia de
los escritores Manuel González Prada y Gabriel D’Anunzio.
Incursionó en la política,
apoyando la candidatura presidencial de Guillermo Bhillinghurst que, dicho sea
de paso, asumió el poder con gran popularidad. El pueblo lo llamaba “Pan
Grande”. Los estudiantes lanzaron su postulación a la Dirección al Centro
Universitario de San Marcos. Pero la elección la ganó otra persona. Entonces,
el poeta creó una entidad similar de
apoyo total al mandatario de sus
preferencias.
Uno de sus libros.
Uno de sus libros.
DIPLOMATICO
Dirigió, con eficiencia el diario
oficial “El Peruano” y ocupó, posteriormente, un puesto diplomático como
Secretario de Segunda Clase de la Legación Peruana en Italia. Antes de viajar a
Europa, Valdelomar se batió a duelo de espada con Alberto Ulloa Sotomayor,
representante de los estudiantes limeños que se oponía a la politización de la
universidad y que había publicado un artículo de protesta en el diario “La
Prensa”.
El
intelectual consideró dicha nota
difamatoria. Felizmente que la trifulca finalizó sin mayores consecuencias y
sin que los rivales se reconciliasen. Lo hicieron tiempo después y Ulloa
prologó su libro de cuentos “El Caballero Carmelo”
Viajó a Roma y una vez más truncó
sus estudios universitarios. Tenía la
intención de hacerlo en Europa. Hecho en sí que no se concretó. Desde la capital de Italia, escribió para el
diario “La Nación” de Lima una serie de crónicas de indudable talento. Por
estos tiempos, cuando residía en la histórica metrópoli del viejo mundo,
escribió su más importante obra, “El Caballero Carmelo”, cuento que ganó un
concurso literario.
Renunció a su cargo diplomático,
luego de que Bhillinghurst fue derrocado por
Benavides y retornó al Perú. De
nuevo en Lima, lo detuvieron fugazmente, acusado indebidamente de conspirar
contra la dictadura que se instauró por aquel entonces.
“LA MARISCALA”
Trabajo como secretario personal
del famoso historiador y polígrafo, José de la Riva Agüero y Osma, bajo cuya
influencia escribió “La Mariscala. La biografía novelada de Francisca
Zubiaga Bernales, esposa del Presidente Agustín
Gamarra y figura destacada de la política peruana, a inicios de la República.
De dicha obra hizo una versión teatral con el mismo nombre y en colaboración
con José Carlos Mariátegui.
Blanca la Novia: Amada ya es la hora,/ya se acerca la
aurora/y el cura en la capilla nos espera/ Más tarde, cuando muera la
primavera/ Amada, ponte presto los azahares/ que ya las luces brillan en los
altares/ Y canta el rio/ Luego, amor mío,/cuando muera el estío/ Amada, nos
esperan en la capilla,/ponte presto los azahares y la mantilla,/porque ya están
las rosas en retoño./ Espera, amado, espera/cuando muera el otoño/ Amada, ponte
el velo de desposada,/que cantan las palomas en la enramada/su canto
tierno/Imposible, no esperes;/ya ha llegado el invierno.
También planeó editar un libro de
cuentos bajo el título de “La Aldea
Encantada”, pero no llegó a concretarlo. Dos de dichos relatos aparecieron
publicados en el diario “La Opinión Nacional”: “El Vuelo de los Cóndores” y “Los Ojos de Judas”.
Comenzó a trabajar como
Secretario del Consejo de Ministros del gobierno civilista de José Pardo y
Barreda. No dejando en ningún momento sus actividades en el periodismo y la
Literatura. Ya era un influyente líder de opinión y un portavoz de de la
modernidad intelectual.
Este era el Palais Concert del Jirón de la Unión
Este era el Palais Concert del Jirón de la Unión
EN LA PRENSA
Colaboró con el diario “La
Prensa”, donde tuvo a su cargo la sección denominada “Palabras” dedicada a la
política. Muy popular se hizo por sus causticas burlas hacia los parlamentarios
y ministros de aquel entonces.
Asimismo publicó en ese medio de
comunicación lo que llamó “Crónicas
Frágiles”, donde hizo conocido su seudónimo “El Conde de Lemos” . Lo mismo
hizo con “Los Diálogos Máximos” que transmitía conversaciones con su amigo
José Carlos Mariátegui, representados bajo los nombres de Manlio y Aristipo.
Más adelante salieron a luz sus
crónicas tituladas “Impresiones”. La columna “Fuego Fatuos” fue toda una
realidad y allí desplegó todo su humorismo e ironía y, finalmente, sus
comentarios sobre la Primera Guerra Mundial aparecidos, en 1917, bajo el rótulo
de “Al Margen del Cable”. Compuso también sus “Cuentos Chinos”, una suerte de
crítica hacia la dictadura de Benavides
Ya por entonces llamaba la
atención de la gente por su atildada vestimenta, las improvisaciones poéticas a
cada rato y sus galanterías en confiterías y salones de té, como el Palais
Concert ubicado en el Jirón de la Unión, la principal calle del centro de Lima.
El lugar cobijó a la juventud intelectual de la época. Algunos le negaron
originalidad y lo acusaron de petulante y escandaloso, imitador del escritor británico Oscar Wilde y
del italiano D’Anunzio.
La razón de su actitud arrogante y provocadora, según el mismo lo explicaba
era para que todos, en especial la encopetada alta sociedad limeña, prestaran
atención a un escritor provinciano, en una época en que los intelectuales no
habían tenido espacio propio. Ni un lugar de respeto en la comunidad.
Fundó la efímera pero influyente
Revista Colonida y encabezó el movimiento intelectual del mismo nombre, que
cohesionó a una generación de artistas y escritores en torno a la ruptura con
el academicismo hispano y la libre elección de temas y estilos, con simpatías a
las nuevas tendencias literarias italianas y francesas.
Publicó “La Voces Múltiples”, libro que reunió poemas suyos y de otros
autores del movimiento. Entre ellos: Pablo Abril de Vivero, Federico More,
Alfredo González Prada, Félix del Valle, Antonio Garland y Hernán Bellido.
Articulista de la Revista “Mundo
Limeño” con notas que llevaban el título de “Decoraciones de Anfora”. El Círculo
de Periodistas de Lima lo premió por su ensayo “La Psicología del Gallinazo”. En la primera publicación
aparecieron dos entregas de su novela corta y cuento largo: “Yerba Santa”, el relato “Hebaristo el Sauce Que Murió de Amor”.
También escribió la tragedia “Verdolaga”,
de la cual sólo se conservan fragmentos.
La mas famosa de sus publicaciones.
La mas famosa de sus publicaciones.
RENUNCIA
Renunció a “La Prensa” tras un
conato de duelo con su director Glicerio Tassara, a raíz de una suplantación
que hicieron en su columna “Palabras” En 1918 salió a luz su ensayo sobre
estética y meditaciones taurinas, “Belmonte
el Trágico”. Realizo giras a lo largo y ancho del país, dictando charlas y
conferencias en Trujillo, Cajamarca,, Chiclayo, Piura, Arequipa, Puno, Cusco,
Moquegua y otras ciudades.
Corazón Ponte de Pie: ¡Corazón ponte de pie! Cierra tu herida/
Seca tu llanto, alegra la mansión/olvida tu dolor, tu pena olvida/cubre de
flores, tu sutil guarida//y hoy que la primavera te convida/¡Corazón ponte en
pie, cierra tu herida/ toma el tricornio y canta Corazón!/ No invoques a la
musa, hoy que te implora/ tú propio dueño una sutil canción/ para cantar un
cielo que se adora/ para decirle a un pueblo que se llora/ cuando llega esta
hora/ de la separación/ para triste decir/ ¡tú eres la única musa Corazón!
Resultó elegido Diputado por Ica
en 1919 ante el Congreso Regional del Centro. En una reunión del referido
organismo legislativo en Ayacucho, en los altos de una casona, cuando se
disponía a bajar de noche y a oscuras por una empinada escalera de piedra, cayó
estrepitosamente desde una altura de seis metros hasta dar de espaldas sobre un montículo de rocas.
Como consecuencia de ello, sufrió
la fractura de la espina dorsal cerca de las vertebras lumbares y, luego de dos
días de penosa agonía, murió el 3 de Noviembre de 1919, a las 2.30 de la tarde. El ataúd con el cadáver fue
trasladado a Huancayo y de allí en Lima donde fueron inhumados en el Cementerio
Presbítero Maestro en la tierra misma, conforme había sido su deseo.
FAMOSA FRASE
Sin embargo, existe otra versión
sobre su fallecimiento: el escritor habría caído dentro de un profundo silo u
hoyo de excrementos humanos. Tales acontecimientos tuvieron mucha acogida, pero sus familiares y amigos más cercanos desmintieron, por completo, este último suceso.
En los "7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana", Mariáteguí dijo: "La
bizarría, la agresividad, la injusticia y hasta la extravagancia de los
"colónidos" fueron útiles. Cumplieron una función renovadora.
Sacudieron la literatura nacional. La denunciaron como una vulgar rapsodia de
la más mediocre literatura española. Le propusieron nuevos y mejores modelos,
nuevas y mejoresrutas.
En ese tiempo, el autor del Caballero Carmelo,
además, acuñaría una frase conocida: "El
Perú es Lima. Lima es el Jirón de la Unión. El Jirón de la Unión es el Palais
Concert y el Palais Concert soy yo" La soberbia en persona.
Como homenaje, su foto en un billeta de 50 soles.
Como homenaje, su foto en un billeta de 50 soles.
COMO ERA
Según
el escritor Oswaldo Reynoso que ha estudiado su vida y obra a plenitud, Valdelomar
no era de gran estatura y sí de tez intensamente morena. Un provinciano que
conquistó por completo Lima Excéntrico y homosexual. Esforzado y talentoso, de
una prosa magnifica. Una de sus grndes admiradores, según esta versión, fue el
poeta chileno Pablo Neruda.
En
síntesis y resumen, La preferencia en las letras peruanas la gano a punta de
calidad persistente. Era el hombre que creía a plenitud en que sus maestros de
estética fueron el paisaje y el mar y su libro de moral la aldea iqueña de San
Andres de los pescadores. Mas poeta no pudo ser. Mas valioso tampoco. Un
verdadero icono de la creación peruana. (Choclo)
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