Una sensación de terrible
angustia-aumentada por la incertidumbre- invadió la capital de Buenos Aires y
toda la Argentina cuando llegaron las primeras noticias sobre el terremoto de
San Juan. Alrededor de las 20 horas del 15 de Enero de 1944 fue registrado el
fenómeno por los sismógrafos, y antes de una hora, ya se sabía sus horrorosas
consecuencias. Las primeras informaciones daban la sensación del desastre. En
pocos minutos había quedado destruido el 90% de los edificios de esa ciudad. Se
supo después que Mendoza se había convertido en el cuartel general de los
auxilios.
Mientras tanto una lluvia de
informaciones caía conforme pasaba el tiempo y a la medianoche se conocía ya la
magnitud de la catástrofe. La magnitud fue de 7.4 grados. Se organizan inmediatamente los auxilios
necesarios para atender a las víctimas que, según los cálculos, sumarían
millares.
Parten médicos y enfermeras. En
tren, en automóvil, en avión. Todos los medios de transporte se utilizan y wel
auxilio alfuye de todos los puntos del país. Se sabe que con ayuda de fogatas y
antorchas se remueven escxombrios en busca de víctimas que desgraciadamente
aparecen en gran número.
Al día siguiente se hace un
llamado a la solidaridad. El pueblo responde con su generoso aporte. Millares
de dadores de sangre se presentan de inmediato y ese día, en señal de duelo, se
suspenden los espectáculos.
La Casa de Gobierno completamente destruida.
La Casa de Gobierno completamente destruida.
AYUDA
Sale para San Juan el Presidente
de la República mientras el gobierno otorga 10 millones de pesos para ayudar a
las víctimas de la catástrofe, trascendiendo que las pérdidas llegan a 400
millones de pesos.
El público sigue contribuyendo
con su obolo que deposita en los lugares destinados al efecto o en las
alcancías con el que recorren las calles céntricas numerosos artistas de
nuestra escena. Se recaudan de ese modo varias docenas de millones de pesos que
expresan el amplio espíritu de solidaridad del pueblo.
Desde países vecinos llega
también ayuda. Médicos y enfermeras de todas partes van hacia San Juan. Algunos
pagan tributo a su espíritu solidario. Un avión sanitario chileno, con
elementos de auxilio, cae y mueren nueve personas entre médicos y enfermeras.
Asi quedaron las calles de la ciudad por efectos del terremoto.
Asi quedaron las calles de la ciudad por efectos del terremoto.
El 18 fue declarado día de duelo
nacional y al siguiente comienza el éxodo a la ciudad devastada. Llegan a Buenos
Aires y a otras poblaciones millares de refugiados que encuentran en todas
partes el afecto y el apoyo de sus compatriotas que hacen más llevadera su
dfesgracia.
Despúes el saldo terrible, Nunca
se supo exactamente el número de víctimas, pero los cálculos indicaron 7 mil
muertos y 12 mnil heridos en cifras globales, que indicaron la real magnitud de
la tragedia, una de las más severas sufridas en la Argentina.
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