El autor y acusado fue el hoy
Canciller de la República del actual Gobierno de Martín Vizcarra, Néstor
Popolizio Bardales, según la publicación que hizo el diario “La República” el 5
de enero del 2005 y que, dicho sea de paso, nunca fue desmentida.
Tal hecho, de por si denigrante y
criticable, forma parte del pasado oscuro del diplomático, el mismo que tiene
el más alto cargo de su especialidad en el Poder Ejecutivo y que,
evidentemente, debe ser ejemplo total para todos sus colegas y el país entero.
No es precisamente eso. Obviamente que representa, por donde se le vea, todo lo
contrario
Cabe señalar que, sin embargo, en
esa oportunidad, la Contraloría General de la República, dirigida por Genaro Matute
Mejía y aduciendo fallas de forma, desestimó los dos informes de la Inspectoría
General de Torre Tagle que llevaban, en sus contenidos, cargadas y contundentes
acusaciones de corrupción y de castigo.
Lo que sí es cierto y deplorable
es que Popolizio, a pesar de tener tal investigación de por si seria,
comprometida y controvertida, logró ascender del rango de Ministro al de
Embajador sin ningún problema, cuando era Jefe de la sección política de la
Embajada del Perú en Washington (Estados Unidos). Ello, de acuerdo a la versión
de los entendidos y especialistas, no debió haber ocurrido porque siempre se
requiere una foja completamente limpia de servicios. Y él no la tenía con este
lío de marras.
Canciller Popolizio sirvio al pie de la letra al fujimorismo.
Canciller Popolizio sirvio al pie de la letra al fujimorismo.
CLAVES
NI siquiera se tomó en cuenta que,
en esa oportunidad, teniendo en cuenta la versión de “La República, el
diplomático estaba implicado en la investigación que siguió el Ministerio
Público sobre el desvío de dinero del SIN a la Cancillería
Tal hecho, de por sí criticable y
corrupto, ocurrió a partir del 29 de mayo de 1998 durante la gestión del
entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Eduardo Ferrero Costa, de acuerdo a
la versión de dicho diario, publicada el 3 de marzo del 2004.
Popolizio confesó ante la
Inspectoría General de Torre Tagle haber recepcionado en esa fecha y en
efectivo dicha cantidad de dinero para el pago de tres juristas extranjeros,
respondiendo a una orden expresa de su jefe directo, el Canciller Eduardo
Ferrero Costa. Le cargó la tinta a su superior y se lavó las manos, cual Pilato,
en tiempos de Nuestro Señor Jesucristo.
Dicho testimonio fue confirmado
en igual sentido por su colega Ministro Consejero, Ignacio Higueras Hare. Tanto
Popolizio como Higueras justificaron dicho desvío de fondos, esgrimiendo
motivos de seguridad nacional. No obstante, otras fuentes aseguraron que el
dinero sirvió para mejorar la imagen del gobierno fujimontesinista.
Forman la misma argolla con el ex-Canciller Luna
Forman la misma argolla con el ex-Canciller Luna
TRASLADO
El 7 de enero del 2005, según
resolución publicada en el diario oficial “El Peruano”, el diplomático fue
trasladado de la Embajada del Perú en Washington, Estados Unidos, a la
Cancillería de Lima. El cambio se produjo luego de su cuestionado ascenso de
Ministro a Embajador, máxima jerarquía de la carrera diplomática.
Popolizio, quien se desempeñó
como Jefe de Cancillería en Washington desde febrero del 2000, recibió la orden
de trasladarse a Lima para prestar “funciones de su categoría” en la sede
principal de la Cancillería peruana, según consta en dicha resolución.
Está probado que el escándalo
protagonizado por Popolizio fue una realidad. Pero el Canciller de esa época,
Manuel Rodríguez Cuadros, defendió su promoción. Hecho en sí que fue criticado
enteramente.
El otro ascendido en la misma categoría fue
Daúl Jesús Matute, hermano del Contralor General de la Republica, Genaro
Matute, a quien se le recuerda como segundo en la legación peruana en Tokio al
lado de Víctor Aritomi, hombre corrupto que fue designado Embajador del Perú en
Japón por su cuñado, Alberto Fujimori.
Rodríguez Cuadros sostuvo que
Popolizio, teniendo en cuenta el informe de la Contraloría, está libre de
acusaciones en vista de que no se recomendó la apertura de ningún proceso. Lo
que no pudo negar es que el diplomático sí recogió el dinero del SIN.
Inobjetable y comprobado. A confesión de parte, relevo de prueba.
Con Vizcarra: formó parte del Gabinete Villanueva
Con Vizcarra: formó parte del Gabinete Villanueva
DECLARACIONES
Cuando ocurrieron los hechos,
Popolizio era director del gabinete ministerial de Ferrero. Higueras
funcionario del mismo gabinete. El dinero fue entregado al diplomático de manos
del Jefe nominal del SIN, Contralmirante Humberto Rosas Bonucelli, quien
obedecía las órdenes del jefe real del referido sistema, Vladimiro Montesinos. La
plata ingresó a Cancillería y se envió a las embajadas peruanas de Estados
Unidos, Gran Bretaña y Francia con el fin de que fueran pagados los servicios
de asesoría secreta.
La versión de “La República”
registra la declaración de Popolizio, ante la Inspectoría de la Cancillería:
“El Canciller Eduardo Ferrero me indicó, la noche del viernes 29 de mayo de 1998,
que había conversado con el Presidente de la República (Fujimori). Y me pidió
que, al día siguiente 30 por la mañana, me entreviste con Humberto Rosas, jefe
del SIN, cita que acudí, acompañado del Primer Secretario Ignacio Higueras”.
Luego agregó: “Recibí de Rosas la
suma de US$ 451,343.00 para el pago de los juristas extranjeros Higuet,
Mendelson y Pellet, quienes asesoraban a
RREE. El monto permaneció en la caja fuerte del gabinete del Ministro hasta el
lunes 1° de junio de 1998. En esa fecha, se entregó el dinero a la Dirección
General de Administración, a fin de que realizarán las trasferencias
bancarias”.
En una actuacion oficial cumplida en Torre Tagle.
En una actuacion oficial cumplida en Torre Tagle.
URGE ACLARACION
“Actué siempre en base a
instrucciones recibidas de mi superior inmediato el Canciller de la República
(Eduardo Ferrero)”, explicó Popolizio, luego de afirmar que no sabe el origen o
procedencia de esos fondos.
No obstante, las declaraciones y
las pruebas, La Comisión de Defensa de la Contraloría General de la República
desestimó los dos informes que emitió la Inspectoría de la Cancillería,
informaron los funcionarios de la Cancillería
Dichas opiniones fueron rechazadas
porque no cumplían con las exigencias de la investigación. Esta habría sido la
posición de los técnicos del despacho del Contralor Genaro Matute, funcionario
que se excusó de dar declaraciones. Las cosas jamás estuvieron claras.
A Popolizio nunca se le sancionó
legalmente. Ni tampoco administrativamente. Pero que estuvo metido en un lio,
truculento y poco claro, si es la pura verdad. Aunque han pasado varios años,
evidentemente que merece aclararse el asunto ¿Quién lo hace? Popolizio tiene la
obligación de tomar la sartén por el mango. Ahora que, precisamente, está al
frente de la Cancillería. Esperemos que así sea. Por el bien de la
transparencia.
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