CUIDADO CON EL FUJIMORISMO PARA EL 2011

A once meses que faltan para las elecciones presidenciales, hay un hecho evidente y de cuidado: Keiko Fujimori, la representante mismísima del padre preso y corrupto, puede ser una opción de triunfo en los comicios que se elegirán al Presidente de la República del Perú para el periodo 2011-2016.
Si tomamos en cuenta la última encuesta de Ipsos Apoyo, la congresista ocupa el segundo lugar de las preferencias con un 18 por ciento de aceptación a tan sólo cuatro puntos del que está en primer lugar, el alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, quien tiene 22 por ciento.
Cierto es que la señora Fujimori permanece igual que en los últimos meses en cuanto a porcentajes de popularidad.  Lo mismo ocurre con Castañeda pero con la primera, más vale prevenir que lamentar y cerrarle el paso, desde ahora, a un posible éxito. Por supuesto que esto último con estrategias enteramente lícitas y democráticas.

Keiko Fujimori.

Ella ya se mueve para las elecciones y por eso es que últimamente presentó a la agrupación política denominada “Fuerza 2011", acompañada del ex ministro y ex parlamentario Jaime Yoshiyama, quien tendrá a su cargo el desarrollo del plan de gobierno correspondiente.
La encuesta demuestra a las claras que el fujimorismo es una opción fuerte y que Keiko tiene posibilidades de retorno como, nada más y nada menos, mandataria de este país. No obstante, la falta de capacidad y lo que es peor: la desprestigiada representatividad.

TRANSFERENCIA
Más aún cuando en los niveles socio económicos bajos, sobre todo el D y el E, la popularidad persiste e inclusive llega al 22 por ciento. Aquí están los grandes bolsones de votos que deciden elecciones.
Cabe explicar que la encuesta es siempre la fotografía de hoy y que todavía falta mucho pan por rebanar. Es decir, la posición actual puede cambiar por completo en el futuro. Incluso ni siquiera hay candidatos oficiales y tampoco se ha iniciado la campaña electoral.
Sin embargo, evidentemente es que, desde el punto de vista político, el padre le ha transferido la popularidad a la hija. Eso no es muy fácil de hacerlo. Pero el fujimorismo si lo ha conseguido.
Antes y representando otros intereses que si eran democráticos, El Apra transfería apoyos e inclusive ganaba elecciones. Lo hizo desde 1936 cuando eligió a Eguiguren y los comicios se anularon. Lo mismo ocurrió en 1945, con Bustamante y Rivero. En 1956 con Prado. En fin, se trataba de un partido político organizado y entonces la primera fuerza del Perú. Otras épocas, otros cantares.
Preocupante es la posición expectante del fujimorismo. Sobre todo cuando vemos que quien ocupa el primer lugar como es Castañeda tiene tantos entornos débiles, empezando por su personalidad autoritaria y su condición de mudo que no da a conocer lo que efectivamente piensa, siente y hace.


El padre y la hija

A tal situación hay que agregar la debilidad de su partido, Solidaridad Nacional, y al poco afán de cambiar del propio Castañeda. Con estas características, se puede asumir que, definitivamente, no hay posiciones sólidas en el primer lugar de las encuestas.
Otro dato adicional que justifica lo afirmado. La aprobación de Castañeda bajo 23 puntos en 5 meses. Ahora tiene 62 por ciento cuando dicho valor era de 85 por ciento en enero.

OUTSIDERS
Al Alcalde de Lima le afectó las últimas denuncias de corrupción y las demoras en la ejecución de proyectos como el Corredor Metropolitano. Los sobrecostos en las obras municipales y otros problemas no solucionados también cobran la factura y aparece la disminución como un hecho evidente.
Si se sigue así, otra persona en cualquier momento puede ocupar el primer lugar de las preferencias. Evidentemente, pensando  que en el Perú se presentan con mucha facilidad, los outsiders que no representan nada y ganan. Eso precisamente, fue Alberto Fujimori que catapultó a Mario Vargas Llosa, el preferido por las encuestas.
Hay infinidad de razones para estar en contra de un nuevo gobierno fujimorista. La principal de orden moral para que nunca se vuelva a repetir los actos de corrupción protagonizados por el chino y su socio Montesinos.
No queremos los peruanos autoritarismo de ningún tipo y estamos cansandos de dictaduras que hacen lo que les da la gana, so pretexto de tener de la boca para afuera condiciones eficientes y por lo bajo, sin que nadie lo sepa, arrasan con el país.
Cuando todo se descubrió y ya era tarde para enmendar, vino por parte de Alberto Fujimori, la cobarde renuncia por fax. El Perú, efectivamente, había sido saqueado. Eso es lo que representa el fujimorismo, sin ninguna duda.

Castañeda: muchos flancos débiles

El gran problema es que la posición de éxito está en el centro del espectro político y todos quieren estar allí. Castañeda, Toledo y otras organizaciones políticas, inclusive el fujimorismo.
Entonces las fuerzas se diluyen cuando se necesita una sola para enfrentar en este caso a la señora Fujimori. Eso es lo que acertadamente se tiene que desarrollar en los meses que quedan para las elecciones.
En el 2006  muchos peruanos tuvieron que votar no por convicción entre un cáncer y un sida cuando se enfrentaron García y Humala. Que no se repita. Por eso urge, para el 2011, cerrarle la puerta a la corrupción y sus representantes.
Mientras tanto, la última encuesta de Apoyo sí trae algunas otras novedades. La primera de ellas es el ligero ascenso de Alejandro Toledo que subió un punto y alcanzó a Humala en la tercera posición. Ambos acumulan 13 por ciento.
El sondeo también revela que el líder del Partido Nacionalista es el candidato con mayor arrastre en el interior del país al tener 19 por ciento, mientras que Castañeda es el preferido del nivel socio-económico A con 29 por ciento, sector de mucha influencia y peso específico. Pero, en porcentajes, con pocos votos. Veamos que pasa en los próximos meses. Por lo menos, ya estamos advertidos.