Todo el Perú celebra el Día de la Madre, el segundo domingo de mayo, con beneplácito inigualable. Costumbre arraigada al máximo por lo singular, abnegado y sacrificado que es este ser en la vida cotidiana de las personas.
Recordarla a ella si ya no está con nosotros y venerarla si lo está, es una obligación que sale desde adentro del alma porque tenemos ese amor tan profundo que es preciso exteriorizarlo, aunque sea un día. Pero siempre hay que tenerla presente.
Ahora el recuerdo viene de una mujer excepcional de talento y de fibras tan sensitivas como es Isabel Allende, la gran escritora de origen chileno nacida precisamente en Lima el 2 de agosto de 1942.
Ha vendido más de 51 millones de ejemplares y sus obras han sido traducidas a más de 27 idiomas. Hija del diplomático chileno Tomás Allende y de Francisca Llona, sobrina en segundo grado de Salvador Allende, presidente socialista de Chile entre 1970 y 1973 y que acabó con su vida precisamente por sus ideales.
Entre las obras de Isabel figuran: La Casa de los Siete Espejos, La Casa de los Espíritus, la Gorda de Porcelana, De amor y de Sombra, Eva Luna, Paula, dedicada a su hija que se murió y le causó tanto dolor, entre muchas otras más de éxito singular.
Isabel Allende
Varios de sus libros nacieron de cartas y reflexiones personales. El humor es parte integral de sus escritos. Su producción literaria ha sido clasificada en el movimiento conocido como “Post Boom”. Algunos estudiosos llaman a esto “Novísima Literatura” Tal movimiento se caracteriza por la vuelta al realismo. Es decir, una prosa más sencilla de leer.
“La Casa de los Espíritus fue llevada al cine con un prestigioso elenco de interpretes en el que figuraban la inigualable Meryl Streep, Glenn Close, Jeremy Irons, Antonio Banderas y Vanessa Redgrave, bajo la dirección del cineasta sueco Bille August.
A continuación las apreciaciones de Isabel Allende sobre la madre:
Por culpa del azar o de un desliz cualquier mujer puede convertirse en madre. La naturaleza la ha dotado a mansalva del “instinto materno” con la finalidad de preservar la especie. Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver esa criatura minúscula y llorona sería arrojarla. Pero gracias al “instinto maternal” la mira embobada la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.
Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen y que tomen leche. Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias, sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada.
Es quedarse desvelada esperando que la hija vuelva de la fiesta y, cuando llega, hacerse la dormida para no fastidiar. Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.
Es llorar cuando ve a los hijos contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo. Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, medico, policía, confesor y mecánico sin cobrar sueldo alguno.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir, que son “cosas de la edad” cuando la mandan a volar. Madre es alguien que nos quiere y que nos cuida todos los días de su vida.
El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano. Por suerte hay una sola… Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.
Que humanidad. Que bello, realmente.
miércoles, 5 de mayo de 2010
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Bellisimo. Realmente me emociono mucho.
ResponderEliminarHe sentido mucha fuerza al leer este articulo de la escritora Isabel Allende. Hasta me hizo llorar. Debo indicar que estoy en cinta. Por eso debe ser. Nunca olvidaré estas palabras
ResponderEliminarMe enterneció mucho este artículo. La madre es esencial y cuando se le describe como en este caso me siento feliz. Cármen Balbuena.
ResponderEliminarLa escritora Isabel Allende es excepcional. Mucha fibra positiva con un ser tan sublime como es la madre. Conmovedor, muy conmovedor
ResponderEliminarQue bonito. He leido varias veces el articulo dela escritora y realmente que se pasa. Rosa Luz Rodríguez
ResponderEliminarQue bueno que se acuerden de Isabel Allende,se lo merece. Soy lectora de ella, su libro Paula dedicado a su hija muerte me encanto, a pesar de lo triste que es. Que tal madre
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