Muy niña aún sufrió una
pobreza impresionante y persistente en uno de los parajes más desolados de un
pequeño pueblito de Chile llamado Montegrande, formando parte de una familia
abnegada seria, modestísima. Aunque no todos eran así. Como por ejemplo, su
padre, un maestro rural que para colmo de males, la abandonó cuando tenía tan sólo
tres años de edad. Ella en contraposición sincera, con el paso de los años durísimos
que vivió, en ningún momento vaciló y lo
perdonó enteramente, con una fibra y sensibilidad humana tan intensa que
resultó definitivamente admirable.
El mismísimo sentimiento arraigado en todo su
ser que la llevó a triunfar en las letras chilenas y latinoamericanas como una
escritora de renombre, poetisa de sentimientos plenos, diplomática por
conviccion y acusiosa pedagoga. Lucila de
Maria del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, más conocida por su seudónimo de
Gabriela Mistral, resultó ser la primera
persona que ganó, en América Latina, el Premio Nobel de Literatura. Ello ocurrió
hace 67 años, en 1945.
Con respecto al famoso
perdón, Gabriela era empecinada y firme en contar, sin ninguna duda y convencimiento
entero, que siempre quiso a su padre como a ninguna otra persona. Lo defendía
con fuerza y convicción. El progenitor murió en 1915.
Gabriela Mistral.
Gabriela Mistral.
INSPIRACION
No sólo eso, sino que lo señalaba directamente
como su inspirador para escribir.
“Revolviendo papeles enconté unos versos de su inspiración muy bonitos. Los
primeros que leí y que me sirvieron para despertar mi pasión poética”, relataba.
El
progenitor, que se portó mal, se llamaba Juan
Jerónimo Godoy Villanueva. Mientras que su madre fue Petronila Alcayaga Rojas, modista, una abnegada y sacrificada mujer
de ascendencia vasca.
Gabriela Mistral nació el 7
de abril de 1889 en el pueblo de Vicuña, pequeña población del Valle de Elqui. Allí
hoy existe un museo que lleva su nombre y está ubicado en la calle donde vino
al mundo. No obstante de que en ese lugar vivió muy poco tiempo.
En efecto, a los diez dias,
la trasladaron sus padres a otro villorio en Elqui llamado La Unión. Eso si, el
pueblo de sus amores, el que quiso más ella fue Montegrande, habiendo vivido alli desde los tres a los nueve años. Tiempos
tan inolvidables que la poetisa pidió, posteriormente, que la sepultasen en ese
lugar de sus entrañas más sensibles.
LA
APEDREARON
Salió del colegio por una
acusación injusta, a los 11 años, de haber robado el material didáctico que le
habian encargado. Sus compañeras tuvieron la osadia de apedrearla. Por eso es
que no fue más a la escuela y la educó su media hermana materna, Emelina Molina
Alcayaga, quien se convirtió en su primera maestra, con la Biblia como libro
principal.
Significativamente, en uno de sus sus primeros poemas, se puede leer lo siguiente:: La maestra era pura. Los suaves hortelanos/
decian que de este predio/que es predio de Jesús/han de conservar puros los
ojos y las manos/guardar claros sus oleos, para dar clara luz.
A los l5 años, el amor llegó hacia ella con toda intensidad al enamorarse, aunque platónicamente, de un
hombre rico mucho mayor de estampa impresionante llamado
Alfredo Videla Pineda, con quien intercambió cartas casi año y medio.
Posteriormente conoció a Romelio Ureta, un experto en
ferrocarriles, que terminó suicidándose porque no pudo cubrir el dinero que sacó
de su trabajo para ayudar a un amigo.
SIN
TITULO
A
Gabriela le impresionó tanto la fatal decisión que escribió “Los Sonetos de la Muerte”, que dicho
sea de paso, ganó unos juegos florales, aludiendo con mucho sentimiento lo que
efectivamente ocurrió. Por ello, precisamente, se dedujo que la poetisa estuvo
muy enamorada del hombre que se quitó la vida.
Uno de los sonetos dice lo
siguiente: “Te acostaré en la tierra
soleada/ con una dulcedumbre de madre para el hijo dormido, / y la tierra ha de
hacerse suavidades de cuna / al recibir tu cuerpo de niño dolorido”.
Comenzó a trabajar como
profesora, sin tener el titulo correspondiente. Esta es la época que mandó sus
colaboraciones a “El Coquimbo”, diario que se editaba en la ciudad de La Serena. Lo
mismo hizo con otro periódico, “La Voz de Elqui” de Vicuña.
Desde un principio en sus
artículos y en sus poemas se identificó con las montañas, los ríos, los
frondosos árboles, las frutas, los pájaros y las flores de colores fantásticos
que la acompañarán siempre como inspiración. Los seudonimos que utilizó fueron:
“Alguien”, “Soledad” y “Alma”.
Solicitó su ingreso en la
Escuela Normal de La Serena. Pero resultó rechazada porque sus ideas, que
habían aparecido reflejadas en algunos artículos periodísticos, fueron consideradas
ateas y contraproducentes para la actividad de una maestra destinada a formar
niños.
DEFENSA
DE LAS MUJERES
Reclamó con énfasis sus derechos e, hizo suya,
la voz de las mujeres al publicar un artículo “La Instrucción de la mujer” en el que exige que todas ellas, por
sobre todo, tengan derecho a la educación.
Por aquella época sale uno
de sus versos más sentidos: “La Maestra
era pobre. Su reino no es humano. / (Así en el doloroso sembrador de Israel.) /
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano / ¡y era todo su espíritu un inmenso
joyel!”
Recién en 1910 convalidó sus
estudios de maestra en la Escuela Normal Nº 1 de Santiago, permitiéndole
ejercer la docencia a nivel secundario. Antes, para cumplir idéntica función,
se trasladó a la localidad de la Cantera y luego a Los Cerrillos. Una abnegada
docente, de pueblo en pueblo.
Cabe explicar que el titulo lo recibió sin
haber concurrido a ningún centro superior. Lo que le generó la
rivalidad de sus colegas que criticaban duramante la forma de sus estudios.
Sin embargo, Gabriela
Mistral demostró capacidad a raudales y una vocación inconmesurable. Por eso
mismo fue contratada por el Gobierno de México para colaborar en las bases de
su nuevo sistema educativo. Este modelo se mantiene vigente hasta ahora en este
país. Sólo se han hecho reformas para actualizarlo, no obstante el paso de los
años.
VINO
LA FAMA
Cuando obtuvo en Santiago el
primer premio del Concurso de Literatura organizado por la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), ella comenzó a usar su seudónimo
de Gabriela Mistral en casi todos sus escritos. La decisión la tomó como un
sentido homenaje a sus poetas favoritos,
Gabriele D`Annunzio y el francés Fréderic Mistral
Era el año 1917, a los 28
años, apareció una de las principales antologías poéticas de Chile denominada “Selva
Lirica” y ella incluída ya como una de las principales poetisas. La
consagración entera y total.
La obra poética de Gabriela
Mistral surge del modernismo. Concretamente del creador mexicano, Amado Nervo,
aunque también se aprecia la influencia de Frédéric Mistral y el recuerdo del
estilo de la Biblia.
En algunos momentos de Rubén
Darío tomó, sin duda, la principal de sus características: la ausencia de
retórica y el gusto por el lenguaje coloquial. A pesar de sus imágenes
violentas y su gusto por los símbolos.
CONOCE
A NERUDA
Su poesía derivó hacia un estilo
personal, con un lenguaje coloquial y simple, de gran musicalidad, y un
simbolismo que conecta con una imaginería de tradición folklórica. En sus obras,
expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada. Así como
inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología de origen
cristiano enteramente solidaria.
Vivió desempeñando su
profesión, en Chile, desde Antofagasta en el extremo norte hasta Punta Arenas
en el sur. Estuvo en el Liceo de Señoritas de La Serena. Lo mismo que en Temuco.
En la Araucanía conoció a un joven llamado
Neftalí Reyes Basoalto, quien posteriormente seria conocido, mundialmente, como
el poeta Pablo Neruda. Ejerció la docencia también en Santiago.
Su primera obra maestra con
el titulo de “Desolación” apareció
en Nueva York en 1922, publicada por el Instituto Las Españas. La mayoría de
los poemas que forman parte de este libro lo habia escrito diez años atrás,
mientras residía en la localidad de Coquimbito. Por supuesto que desempeñándose
en la profesión de sus amores, la de maestra.
Un dibujo que la retrata de cuerpo entero
Un dibujo que la retrata de cuerpo entero
ESTATUA
EN MEXICO
Mistral partió hacia México
donde vivió dos años gracias a la invitación especial que le hizo el famoso
pensador, el Ministro de Educación José Vasconcelos. En este pais trabajó con
los intelectuales más destacados del mundo hispanoamericano de aquel entonces.
Publicó su libro “Lectura para Mujeres” y en su país
apareció la segunda edición de “Desolación”
con un tiraje, impresionante para la época, de 20 mil ejemplares. En
España, su antología “Las Mejores Poesías”.
Por aquella época, 1923, en
la capital mexicana era todo una realidad, impresionante, la estatua en su
honor que se colocó en una calle céntrica, a manera de homenaje a su vida y su obra.
Gabriela Mistral visitó
Estados Unidos y Europa. Luego volvió a
Chile pero partió nuevamente al viejo mundo para desempeñarse como Secretaria de una de las dependenciass de la
Liga de las Naciones, en 1926. El mismo año ocupó el mismo cargo en el
Instituto de Cooperación Internacional de esa misma organización, en Ginebra
Salió a luz, en Madrid, “Ternura”, inaugurando una novedosa
poesía escolar y renovando los géneros tradicionales de este tipo de versos con
mucha sensibilidad y un estilo enteramente depurado. Su madre murió en 1929, a
quien le dedicó la primera parte de su libro cuyo titulo era “Tala”.
CONSUL
A partir de este momento
residió entre América y Europa durante 20 largos años desempeñándose como Cónsul
de Chile. En una oportunidad, visitó Puerto Rico, Santo Domingo, Cuba y
Nicaragua. En este último pais recibió el saludo del general revolucionario,
César Augusto Sandino, a quien habia apoyado innumerables veces en sus crónicas
y escritos.
La poesía de Mistral ha sido
traducida a varios idiomas como el francés, inglés, italiano, alemán y sueco.
Mucho influyó en la obra creativa de varios escritores de renombre como Neruda
y Octavio Paz. Sus poemas para los niños son una celebridad y son recitados, en
forma popular, en diversos países de América Latina.
La noticia de que ganó el
Premio Nobel la recibió cuando se
desempeñaba como Cónsul de Chile en Petropolis, Brasil. Alli se suicidó Yin
Yin, Juan Miguel Godoy Mendoza, a los l8
años, su sobrino, hijo de un hermano y al que con su amiga y confidente, Palma
Guillén, adoptó. Con el vivía desde que
tenia cuatro años. Un durísimo golpe para Mistral
La decisión de la Academia
Sueca para darle la distinción tan preciada se basó en que “su obra lírica que,
inspirada en poderosas emociones, ha convertido su nombre en un símbolo de las
aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano”.
“NIÑA
ERRANTE”
Hay una etapa en la vida de
Mistral cuya privacidad se guardó en la confidencialidad. Pero que, sin embargo
saltó a la luz cuando, el año 2009, salió un libro bajo el titulo de “Niña Errante”, con transcripción, prólogo y notas de Pedro Pablo Zegers, Conservador de la
Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, que incluia las cartas entre la
intelectual chilena y la escritora americana Doris Dana
De acuerdo a los documentos,
Gabriela Mistral, en 1946, conoció a la escritora americana cuando fue a
Estados Unidos, por cuarta vez, como Consul en Los Angeles. Con ella habría mantenido una relación
homosexual lésbica que fue negada, en todos los tonos, por la intelectual del
pais del norte.
Lo cierto es que Doris Dana, a lo largo de los
años, se convirtió en receptora, portavoz
y albacea oficial de la escritora chilena. Hay correspondencia a
raudales entre ambas que revelaría estos vínculos íntimos.
“Doris
ya estoy en Estados Unidos por ti”, le dice la poetisa chilena
en una carta. “Soy tuya en todos los
lugares del mundo y del cielo”, le escribe en otra. Tambien hay una tercera
en la que se lee: “Tal vez fue una
locura muy grande entrar en esta pasión”.
HONORES
EN CHILE
Muchos botones que pueden ser pruebas. Pero,
la verdad monda y lironda, no es sabida con exactitud. Sobre todo por la negación permanente de una
de las protagonistas.
Cuando, en
1953, la poetisa viajó de Estados Unidos a Chile fue recibida con honores por el Presidente de la República de ese pais,
Carlos Ibañez del Campo. Para variar, la acompañó Doris Dana, a quien la prensa
mapochina la identificó como “la secretaria” de la escritora. Por su llegada, el
gobierno declaró el dia como festivo.
Un vistoso y colorido
desfile se llevó a cabo con la participacion de autoridades y miles de escolares,
portando banderas y recorriendo,
alegremente, las calles de Santiago.
La Mistral apareció a bordo de un automovil
descubierto sin capota y pasó por un arco del triunfo hecho con flores, en la
esquina de la hermosa Avda. de la Alameda con la calle España, en pleno centro
de Santiago.
“El buen sembrador siembra
cantando” se podía leer en un cartel colocado estratégicamente. La
gente le lanzaba flores. Todo un acontecimiento de homenaje y reconocimiento.
La Universidad de Chile la honró con el título de Doctor Honoris Causa.
SU
OBRA
Mistral volvió a Estados
Unidos donde vivió en la mansión de la familia de Dana, ubicada en Long Island-Nueva York.
La amiga comenzó un trabajo literario de polendas con las cartas y ensayos
literarios de la chilena. Todos estos documentos que son un verdadero legado
fueron donados, posteriormente, a la Biblioteca Nacional de Chile.
Entre su vasta obra, además
de los nombrados, figuran los siguientes libros: “Nubes Blancas y Breve Descripción de Chile (1934), Todas Ibamos A Ser Reynas (1938), Lagar (1954), Recados Cantando a Chile (1957),
Poema De Chile” (1967,edición póstuma), Almácigo (2008, edición póstuma de poemas inéditos), y Epistolario Americano (2012, correspondencia
con José Vasconcelos, Radomiro Tomic, Ciro Alegria, Salvador Allende, Eduardo
Frei Montalva, Pablo Neruda y Ezra Pound.
A la maestra comenzó a
fallarle la salud. Sufria de diabetes y
problemas al corazón. Pero el mal que le causó la muerte fue un cáncer al páncreas.
Ella murió a los 67 años en el Hospital
de Hempstead de Nueva York, el 10 de enero de 1957. Hasta el final la auxilió y
cuidó Doris Dana, quien a su vez falleció muchos años después, el 2006.
Sus restos fueron
trasladados a Santiago y velados, con honores, en uno de los salones
de la Universidad de Chile. Como era su deseo, la enterrraron en el pueblito de
Montegrande. Una vez dijo que le gustaria que se bautizase con su nombre uno de los cerros de esa localidad. El deseo
se cumplió póstumante, en 1991, en el dia que sería su 102 aniversario. El
cerro Frayle se llamó, desde esa fecha, Gabriela Mistral.
En su testamento, Mistral
decidió que el dinero, producto de la venta de sus libros en América del Sur,
sea destinado a los niños pobres de Montegrande, donde transcurrieron los
mejores días de su infancia. Hecho que se cumple al pie de la letra.
La otra parte del negocio de los volumenes, en
diferentes partes del extranjero, fue transferido- según su voluntad- a Doris
Dana y Palma Guillén. Esta última renunció
a la herencia y la transfirió a los infantes de Chile.
Una vida dedicada por entero
a la enseñanza que merece tenerse presente y recordarla por todo lo positivo
que hizo en forma desinteresada. Creativa, enteramente creativa.
Con estilo inigualable. Pegada a los niños. Pegada a la humanidad. Una mujer
que escribió con persistencia, con dulzura que merece aplausos, prolongados y
permanentes aplausos. (EDENM)
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