No es este el momento
apropiado para señalar, con lujo de detalles, las contradicciones de un
político enteramente excepcional como fue Héctor
Cornejo Chávez que acaba de irse de este mundo, tras sufrir una larga y
penosa enfermedad. Hay de por medio luto
y dolor para sus familiares y, sobre todo, el respeto indiscutible de su
memoria. Si es coherente y oportuno
destacar, como sentido adiós, su valiosa contribución al país, con una honradez y honestidad acrisolada que fue, a lo largo
de su fructífera vida, admirable.
Resulta que muchos sectores
políticos y otros que representan determinados intereses, con malicia y poca
sensatez, nada le perdonan a este talentoso hombre de los registros de la
Democracia Cristiana, que efectivamente brilló, como diputado y senador en el
Congreso de la República, con luz propia y capacidad indiscutible.
Hay la obligación de recordarlo, de una vez
por todas, a manera de homenaje y despedida. Este ilustre abogado arequipeño,
nacido el 15 de Noviembre de 1918, fue uno de los mejores oradores del siglo XX-por
no decir el mejor- en el parlamento nacional y la plaza pública, en la
exposición académica y la polémica política, en la televisión y la radio. En
donde se presentó durante tantos años de fructífera actividad pública.
Héctor Cornejo Chávez
Héctor Cornejo Chávez
PROFESOR
En sus exposiciones que,
siempre improvisaba y nunca leía, tenía una lógica indestructible e implacable
que daba lugar- quiérase o no incluso a sus adversarios- a la admiración. Nadie
podía ganarle una polémica a Cornejo. Era claro, preciso y contundente por sus
cuatro costados.
Como profesor universitario
tanto en la Universidad San Agustín de su tierra natal y la Católica de Lima
entre otras, también destacó en los primeros lugares.
Sabiduría la tenía y con
creces en las aulas explicando,
detallada y claramente, el curso de Derecho de Familia para deleite de sus alumnos
que los tuvo por generación de generaciones. Un formador de abogados de primera
línea. El maestro nato dedicado, con cariño, a la enseñanza.
Apareció en el acontecer nacional allá por 1945 cuando el Presidente de la República, José Luis
Bustamante y Rivero, lo llamó para desempeñarse como Secretario del despacho
del primer mandatario.
Por aquel entonces, él vivía en la blanca
ciudad donde ejercía la profesión con bufete
propio y enseñaba tanto en el colegio que lo formó, el San Francisco,
como en la casa agustiniana.
LEALTAD
Cornejo y Bustamante
estuvieron, durante tres años convulsionados políticamente con crisis económica
y el desacierto total de los aliados apristas, despachando diariamente en la
Casa de Pizarro.
Era un joven que comenzó con
cargo de importancia a los 27 años, cargado de ideales y de admiración hacia el
Presidente de la República que había sido su maestro en las aulas
universitarias.
Lo acompañó lealmente hasta
el final de su gobierno, entregando trabajo y dándose por entero a la causa de
la democracia. El criticable golpe de estado de Odría cortó la relación laboral.
El joven abogado no permaneció un día
más en Palacio de Gobierno y volvió a Arequipa para seguir con sus actividades
cotidianas.
Años después, cuando retornó a la capital para desempeñarse como Diputado, Bustamante
le cedió su estudio profesional, ubicado en la calle Moquegua del centro de
Lima. Allí Cornejo ejerció con brillo la abogacía.
En los luctuosos y violentos
acontecimientos de la revolución de 1950 donde el pueblo enardecido se levantó
en contra de la tiranía absoluta de Odria, allí estuvo presente apoyando las
causas justas.
FUNDADOR
DE LA DC
Era julio de 1950. (Para
mayor información ver en el archivo de este
blog crónicas y semblanzas de Mario Polar y Roberto Ramírez del Villar,
bajo los títulos Polar: Ejemplo de Parlamentario y La Vigencia del Patricio de
las Leyes- Octubre del 2011 y Abril del
2010, respectivamente)
Lo mismo hizo cuando
ocurrieron las protestas, cinco años después en diciembre de 1955 contra el
régimen opresor que se había instalado desde 1948, con elecciones fraudulentas
de por medio en 1950. No vaciló en intervenir. Tampoco en protestar con un
grupo de ciudadanos que creía en la vuelta a la democracia.
Por aquel entonces esos mismos ciudadanos decidieron formar un
partido propio y por eso Cornejo estuvo entre los fundadores de la Democracia
Cristiana, conjuntamente con: Mario
Polar, Jaime Rey de Castro, Roberto Ramírez del Villar, Juan Chávez Molina,
Javier de Belaunde Ruiz de Somocurcio, Mario Zolezzi Moller y otros
prominentes hombres.
El proyecto partidario en
Lima lo encabezaban: Luis Bedoya Reyes, Ernesto Alayza Grundy,
Carlos Gandolfo, Honorio Delgado, Javier Correa Elías, Enrique Garcia Sayán
Ismael Bielich Flores y muchos más. En Huánuco, Rafael Cubas Vinatea y Rafael de Noriega Quiros.
DIPUTADO
Los demócratas cristianos
arequipeños comenzaron a influir ante la opinión pública desde las páginas del
diario “El Pueblo” dirigido por Ramírez del Villar y el Jefe de la Pagina
Editorial era Cornejo Chávez, hasta que vinieron las elecciones de 1956 donde
fue elegido, por primera vez, diputado por Arequipa.
En ellas también triunfó la mayor parte de
la dirigencia mistiana y en otros lugares del país contaron con parlamentarios elegidos. Como
Mario Alzamora Valdéz en Cajamarca, Julio C. Luque en Ica entre otros,
conformando el grupo parlamentario Demócrata Cristiano, uno de los más
brillantes, de los últimos 67 años, que haya pasado por el Congreso de la República.
A finales de los años 50,
Cornejo fue perfilándose como el que más
destacaba en la DC. Se convertía en el principal dirigente en la agrupación
política que había tomado las encíclicas papales como plan de acción y ejemplo,
sin ser un partido confesional.
Resumidamente, en una
tercera posición que criticaba por igual al capitalismo y al comunismo. Por ese
sitial conquistado y sobre todo por el apoyo de la juventud, resultó designado
candidato presidencial de las elecciones de 1962.
RIVALES
Pero al interior de esa agrupación había gentes que no pensaban así con una posición mucho más moderada. Eso se
dejaba sentir. Definitivamente, había alas y pensamientos distintos. A la
izquierda, estaba Cornejo con sus seguidores; y a la derecha, Bedoya Reyes con
sus adherentes.
Ello se sabía y se intuía
perfectamente, aunque muchos querían tapar el sol con un solo dedo y negaban
cualquier división. Así se fue a los comicios
de 1962 y a Cornejo le fue muy mal. No sacó ni siquiera 50 mil votos. El
fracaso de los fracasos. No resultó la fórmula presidencial que se presentó con
Alzamora Valdez, en la primera vicepresidencia y Cubas Vinatea, en la segunda.
Al año siguiente ocurrió la
alianza de Acción Popular con la Democracia Cristiana (AP-DC) que triunfó
limpiamente en los comicios de 1963. Cornejo encabezó las listas parlamentarias
para la Cámara Alta y resultó elegido Senador por Lima. Otra vez brilló en el Congreso.
LAS
FAMOSAS REFORMAS
El líder demócrata cristiano
se inclinaba en el gobierno a ejecutar una gran transformación de la sociedad
con los cambio estructurales, incluida: la reforma agraria, la del petróleo con
la compañía norteamericana la International Petroleum Company (IPC) de por
medio, la de la empresa en sí, la tributaria, la educacional, la del cambio del
Estado y la del crédito que, de acuerdo a su pensamiento, requería el país. Eso
nunca se hizo.
Un gobierno civil, con
marcado apoyo popular, dejó de lado ello que era realmente importante. Cierto
es que lo impidió a rajatabla la oposición, encabezada por el Apra y los
seguidores de Odría que estaban unidos en una nefasta coalición en el Congreso.
Pero muchas ganas, dicho sea de paso, no había
en Acción Popular y tampoco en el propio Belaúnde. Más era el interés por ser
un gobierno constructor pegado al orden establecido.
Ello enardeció e indignó
mucho al líder demócrata cristiano e incluso lo radicalizó más y llegó un
momento que planteó la sociedad comunitaria en la que no había claridad con
respecto a la propiedad privada. La Democracia Cristiana ingresó por este
camino controvertido.
SACRILEGIO
Pero el partido no era sólido. Hasta la juventud se le fue de las manos
cuando sus más conspicuos dirigentes se transformaron aún más e incluso
plantearon alianzas con los sectores comunistas. Eso para Cornejo era un
sacrilegio.
Los muchachos,
posteriormente, pasaron a engrosar las filas del socialismo donde, por
convicciones extremadamente católicas, el arequipeño no se hallaba jamás.
Antes, la crisis se ahondó,
luego de la expulsión de las filas de la DC de Ramírez del Villar, cuando ocurrió
la salida de los fundadores del partido encabezados por: Bedoya, Polar, Rey de Castro Julio
Ernesto Portugal, Antonino Espinosa Laña,
Emilio Castañón Pasquel, Alayza Grundy, Maria Rosario Araoz y otros más
que conformaron, en diciembre de 1966, el Partido Popular Cristiano Cristiano desde
su inicio en posiciones más conservadores,
enarbolando la economía social de mercado.
RUPTURA
DE LA ALIANZA
Ramírez del Villar, Diputado
y Ministro de Justicia, fue separado de dicha agrupación acusado, en primer
lugar por la Juventud, por sus supuestas relaciones con los sectores poderosos de la
pesca que encabezaba el magnate de esta actividad, Luis Banchero Rossi.
Los que lo defendieron a
raja tabla sostuvieron que, para llegar a tan extrema actitud, se habían
violado por completo los estatutos y los reglamentos internos vigentes al
interior de la agrupación política.
Eso quedó establecido en un comunicado
público firmado por antiguos dirigentes como: Bedoya, Correa Elías, Javier de
Belaúnde, Bielich, José Barreda Moller y
Rafael de Noriega, declarando que era nula su separación. Al final, Ramírez
del Villar pasó a las filas del PPC y se convirtió en el vocero de su nuevo
partido en la Cámara de Diputados.
La alianza con Belaúnde se
rompió y Cornejo prosiguió añorando siempre las reformas. Estas
transformaciones las concretó Velasco y
los militares, tras asumir el poder y golpear antidemocráticamente a Belaúnde.
Qué fueron un fracaso, si efectivamente.
Cornejo primero protestó por
el golpe de estado. Pero muy poco tiempos después cambio por completo,
comenzando a colaborar con la dictadura porque precisamente se habían iniciado
las transformaciones con la expropiación de los yacimientos petrolíferos de la
Brea y Pariñas, la ejecución de la Reforma Agraria y, posteriormente, muchas otras más.
Allí estuvo en el Consejo
Nacional de Justicia designando jueces y, posteriormente, siendo uno de los
ideólogos de la expropiación de los diarios de circulación nacional. Incluso fue nombrado Director del diario “El
Comercio”, asignado a las comunidades campesinas. Caído Velasco, Cornejo
inmediatamente se fue del gobierno.
CONSTITUYENTE
El último cargo público que
desempeñó el destacado líder fue el de miembro de la Asamblea Constituyente de 1978 a
1979. Allí intervino con brillantez en los debates, conformando la Comisión
Principal y otras de importancia.
Propuso temas en los capítulos referentes a
los Deberes y Derechos Fundamentales de la Persona, de la Familia,
Seguridad Social, Salud y Bienestar Social, Función Publica y Garantías
Constitucionales.
Completamente decepcionado,
al cumplir los 60 años, decidió retirarse por completo de la actividad
política. Nadie pudo hacerlo cambiar de parecer. Luego vino la enfermedad que
duró largos años hasta que ocurrió su fallecimiento.
(Mayores detalles sobre la vida de Cornejo Chavez en el archivo del blog, bajo
el titulo de Contradicciones de Un Político Excepcional- Junio del 2010)
Lo real y destacable es que
este ilustre personaje fue uno de los animadores de la vida política nacional
con contribuciones efectivas, no obstante sus errores que en su momento dimos a conocer en este blog con
amplitud. Ahora, de ninguna manera, es oportuno hacerlo.
La prudencia es una necesidad y nos hace ser
muy comedidos. Si se merece, por supuesto, recordarlo y no silenciarlo como lo
han hecho muchos, por haber sido un gran hombre que se dio al país por entero.
Repetimos, a pesar de sus contradicciones. Lo uno no quita lo otro. (El Director)
Gracias, Edgardo, por revelarnos esta nota tan profundamente humana, escrita con tu eximia pluma periodística.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Pablo Rubianes
Impecable la nota de recuerdo. Los diarios de circulación nacional han sido miserables con la memoria de Héctor Cornejo Chávez. El Comercio se contentó con cinco lineas en un recuadrito que apareció prácticamente escondido en uno de sus páginas. Mortal no hagas que tu odio sea inmortal. Aldo Mariátegui en "Correo", el mismo dia que el líder yerto se velaba, en pleno duelo para la familia, atacaba con hígado, maldad e imprudencia total. Ni lo del diario que se dice el decano, ni lo de Correo es periodismo... Silenciar y cambiar por conveniencia realidades son, realmente temeridades ¿Cómo puede ser? ¿Dónde estamos? Victor Fuentes.
ResponderEliminarEsta edicion es de lujo, te felicito por tus informes sobre Hector Cornejo, los 80 años de la Revolución de Trujillo, Gabriela Mistral y de yapa la historia del hundimiento del Bismarck. Gracias, gordo, en lo que a mi respecta, saludos Chiclayo
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