Nunca varió y siguió firme
en sus ideales a pesar de la sangre que se derramó en este Perú que se
desgarraba, desde 1931 hasta 1975, en épocas de otra dictadura militar, enfrentándose valientamente a constantes
prisiones, varios destierros con pobreza y sacrificio de por medio y tanta pellejería
que pudo superar por entera lealtad al pueblo.
Armando
Villanueva del Campo, a lo largo de su fecunda vida pública, fue
un activista convencido y efectivo que se convirtió en un experto en la
colocación de bombas explosivas, en
realidad eran camaretazos según sus palabras, que a cada rato y, sobre todo en
tiempos de dictadura, estallaban en las calles de Lima y del interior del pais.
Llamadas por los apristas “las
sicológicas” y utilizadas para protestar por la falta de libertad, algunas
veces. Otras para registrar presencia y amedentrar. Sobre todo y siempre, con el sonido muy intenso.
PARLAMENTARIO
Pero de ninguna manera para matar, como
constante de principios. Se colocaban en sitios donde no pudiese afectar a las
personas. Nunca hubo un solo muerto ni accidentado. Así lo explica y remarca
Villanueva cuando recuerda esta agitada parte de su vida.
Participó en rebeliones mil, viviendo a salto de
mata en clandestinaje total. Un dirigente sacrificado al más alto nivel que
incluso, innumerables veces, puso en peligro su propia existencia.
Armando Villanueva con 96 años a cuestas.
Armando Villanueva con 96 años a cuestas.
Aguerrido diputado, senador de polendas que presidió tanto la cámara baja como la alta. Candidato presidencial en 1980 después de la
muerte de Haya de la Torre, durante las elecciones que ganó por segunda vez
Fernando Belaúnde Terry y Ministro de Estado que se desempeñó como Premier, en
el primer gobierno de Alan Garcia, con quien tanto tiene en común. Menos la
edad, por supuesto.
Si, efectivamente, desde la
amistad y camaradería con sus padres, Carlos Garcia Ronceros y Nita Pérez Rojas,
hasta haber sido el que pidió a la madre de esta última que también era
aprista, la mano de la novia y testigo del matrimonio de ellos en Arequipa
cuando se gestaba el Frente Democrático, allá por 1945.
“PUMA”
Y “BLANQUI”
Trabajó codo a codo con
García Ronceros durante la gran persecución de los apristas. Ingresaron juntos
clandestinamente al país por Mollendo
desde Chile, donde andaban desterrados.
Viajaron de “pavos” en un barco y cumplieron con la orden
implacacable que les dio Haya de la Torre: “regresen”, para trabajar por el
retorno de la democracia. A Villanueva, en el argot revolucionario, lo denominaban
“Puma” y al padre de Alan, “Blanqui”.
El viaje
lo hicieron, sin un centavo en el
bolsillo. Eso si poniendo todo tipo de cuidados para que no los descubran. Como
así fue. Comenzaron unas nuevas tareas juntos que terminó triunfalmente con el
ascenso al poder de José Luis Bustamante y Rivero.
Cuan singular era Garcia
Ronceros. Muy pero muy callado, silencioso, sereno. Con un perfil permanente y
enteramente bajo de figuración, voz tranquila, apagada. Un organizador nato al
interior de su partido.
Humilde enteramente humilde. Le huyó por
completo a la figuración y a ser parlamentario. O ejercer cargo público. Que
distinto al hijo, Alan. No hay caso que el añejo dicho popular tiene toda la
razón: de padres cojos, hijos bailarines…
21
AÑOS FUERA DE LA LEY
Al corajudo y valiente dirigente, llamado
tambien “El cartujo” por su original y admirable modo de ser propios de estos
monjes del mismo nombre, le interesaba por completo su partido y su jefe exclusivamente. A eso se dedicó toda una vida
cargada de retos y de rotundos golpes.
Conoció a su segundo hijo, precisamente el que
muchos años después sería Presidente del Perú
en dos oportunidades, a los cinco años. No lo pudo hacer antes por estar
preso. Que duro, durísimo. Lo recuerda, precisamente, Villanueva en el libro
que escribió conjuntamente con el periodista Guillermo Thorndike, cuyo titulo
es “La Gran Persecución”.
En tal impecable publicación, Villanueva subraya que el Partido Aprista fue
puesto fuera de la ley durante 21 años y
perseguido desde antes que se fundara. Teniendo en cuenta los ocho años de
exilio que sufrió Haya de la Torre, durante la dictadura del Presidente Leguia.
Cuando cayó preso lo ficharon
Cuando cayó preso lo ficharon
MAS
VALE LA COMPUTADORA
Sostiene que volvería, de
todas maneras, a asumir las posturas revolucionarias que desarrolló. Pero
aclara lo siguiente con mucha inteligencia y serenidad, apelando al contraste y
la realidad: “si me preguntara hoy en
relación al pasado que protagonicé, qué pienso de los deberes de la juventud,
diría que más vale la computadora que el fusil y que cuando se tiene fe, no es
pecado ser iconoclasta, irreverente, irreductible”.
Villanueva va más allá y en
actitud de autocrítica, pocas veces vista, reconoce algo que nunca se hizo y
que verdaderamente es una novedad. “Si
bien es cierto que el Apra tuvo una teoria del estado y una propuesta
democrática, no estaba preparado para responder a la violencia de los regimenes
opresores, como habría correspondido, a un partido revolucionario. De aquí las
improvisaciones en la resistencia y en la rebelión popular, manteniéndose con
fecuencia el tradicionalismo conspirativo”.
Tal aseveración puede
deberse a la singular actitud registrada por la Historia y que deja como,
resultado permanente, una premisa fatal: en todas las revoluciones que
protagonizó el Apra fueron los militantes los que se adelantaron a los hechos,
mientras que el Jefe y los líderes principales, ni siquiera dieron las órdenes
correspondientes. Ni sabían de la fecha del inicio de las rebeliones.
“BUFALO”
Pasó en la Revolución de Trujillo mientras “Bufalo”
Barreto, con sus campesinos y estudiantes, hicieron eso antes de tiempo cuando
se preparaba una revolución a nivel nacional con el Comandante Gustavo Jiménez de por medio, quien
posteriormente terminó suicidándose. En aquel tiempo convulsionado, Haya de la
Torre preso e incomunicado en el Panóptico. Los dirigentes, con mando y
decisión, muy lejos de saber la verdad.
Lo mismo ocurrió el 3 de Octubre de 1948 en el
Callao durante la sublevación de la Marinería. Aquí se llegó al extremo que el
Jefe del partido, en momentros del desarrollo crucial de la rebelión, estaba
tranquila y placenteramente durmiendo. No se olía absolutamente nada.
Mientras que los otros líderes, como el de
mayor jerarquía, esperaban otro levantamiento para el Dia de la Marina: el 8 de
octubre. Nadie de la dirigencia sabía algo con exactitud. Tales hechos son
contados por Villanueva en sus conversaciones con Thorndike.
PALABRAS
DE HAYA
Al lider aprista le
impresionaron, en epocas de su juventud, las palabras de Haya de la Torre
cuando dijo que: “las páginas de gloria
o de vergüenza las escribiriamos con sangre o con lodo… A Palacio llegaba
cualquiera porque los caminos para llegar a él se compraban con oro o se
conquistaban con fusiles… La misión del Aprismo era llegar a la conciencia del
pueblo antes que al Palacio… A la conciencia del pueblo se llegaba con la luz
de una doctrina, con el profundo amor a una causa de justicia y con ejemplo
glorioso del sacrificio”.
Con Haya de la Torre, saludando apristamente.
Con Haya de la Torre, saludando apristamente.
Nació en Lima el 25 de
Noviembre de 1915. Hijo del doctor Pedro Villanueva Urquijo y Carmen Rosa del
Campo Portal. Su padre era un prestigiado médico y político anticivilista que
se desempeñó como Diputado por San Martín entre los años 1924 y 1929. Mucha
cercanía tuvo con el Presidente Leguía, del cual fue amigo y al servicio de su
salud. Estuvo preso y desterrado durante la dictadura de Sánchez Cerro, quien
precisamente depuso a áquel.
Realizó sus estudios
primarios en el Colegio de La Recoleta regentado por los sacerdotes de la
congregación de los Sagrados Corazones y los secundarios en el San Luis de
Barranco de los hermanos Maristas, plantel de donde egresó en 1932, dicho sea de
paso, con carnet aprista que pertenecía al distrito de Miraflores. Hecho que,
evidentemente, no es común. Ni en aquellos tiempos. Ni menos en los actuales.
PRIMERA
MISION
La primera misión que
cumplió en el Apra se la dio el Secretario General, Carlos Manuel Cox Roose,
hombre alto y de porte atlético, quien estaba preso en El Sexto con su padre el
doctor Villanueva.
Alli lo conoció Armando
cuando le llevaba comida a su progenitor y al salir, en el portaviandas, llevó
escondido un mensaje de Cox con intrucciones de caracter politico, que fue entregada
por él a un contacto del partido en la Librería Rosay, ubicada en pleno centro
de Lima.
Al poco tiempo fundó
conjuntamente con otro lider aprista,
Luis Felipe de las Casas Grieve, el Centro de Estudios Revolucionarios Adelante
que funcionaba en la casa de este último. Lo mismo hizo con la Federación
Aprista Juvenil (FAJ), denominada después Juventud Aprista Peruana (JAP), de la
cual fue su primer Secretario General el año 1934.
Cabe señalar que de las
Casas se separó muchos años del Apra por no estar de acuerdo con la alianza que
su partido hizo con el General Odria, a partir de 1963.
MUERE
DE LAS CASAS
Conformó un grupo aparte que estaba fuera de
la estructura partidaria llamado “Casista”, el mismo que sobre todo tuvo
influencia entre la juventud de la Universidad Nacional de Ingenieria (UNI).
Aceptó ser Embajador del Gobierno Militar de
Velasco en Venezuela que, precisamente, estaba
completamente enfrentado con la agrupación de Haya de la Torre. Pero allá
en ese pais si estaba de presidente un gran amigo del Apra, Carlos Andrés
Pérez.
Obviamente que no existía relaciones armoniosas
entre él y lo seguidores de Haya de la Torre. Volvió al redil y se unió con sus
compañeros de antaño en 1985, seis años después de la muerte del jefe con quien
no llegó a amistarse.
Salió elegido ese mismo año Senador y, en el
hemiciclo de la Cámara Alta, falleció en 1988 de un fulminante ataque cardiaco que se le desencadenó, luego de una acalorada intervención que tuvo
defendiendo, a raja tabla, la equivocada
estatización de la banca decretada por el gobierno de García.
La primera privación de la
libertad que sufrió Villanueva ocurrió cuando tenía 19 años. Precisamente, en
el día de su cumpleaños, luego de participar con aproximadamente unos 200 jóvenes
en el fallido intento de capturar el cuartel militar de Barbones ubicado en
Barrios Altos, Lima, para apoderarse del armamento e iniciar una revolución.
Era el 25 de Noviembre de 1934, en tiempos
del gobierno de Benavides.
Andrés Townsend, Villanueva y su esposa Lucy Ortega
Andrés Townsend, Villanueva y su esposa Lucy Ortega
SIN
ARMAS
El lider dijo al respecto
sobre estos hechos lo siguiente: “Todos
los muchachos estabamos decididos a hacer la revolución popular. No teniamos armas. Nada. Ni siquiera una escopeta para
cazar pajaritos. Las que necesitabamos
las tomaríamos del cuartel”
Lo que se proyectó es atacar
Palacio de Gobierno y en caso de fallar se utilizaría el ferrocarril para que
los rebeldes se fueran a Chosica y de
allí a la sierra central, hasta conocectarse con los movimientos que se
producirían en Huancayo, Ayacucho y Huancavelica. También debían ocurrir
levantamientos en Cajamarca y la zona petrolera de Piura.
En aquel entonces, los detenidos fueron llevados
a la isla penal de El Frontón donde Villanueva permaneció preso casi cinco
meses. Al ser liberado retornó a la lucha clandestina, realizó multiples
actividades partidarias y organizó el primer congreso de la FAJ.
REVELACIONES
La Revolución de Trujillo de
1932 marcó por completo a los jóvenes de
la época. En dicho libro, Villanueva le cuenta a Thorndike, por primera vez,
revelaciones muy importantes y de carácter enteramente histórico.
Como por ejemplo que el Jefe
del Cuartel O Donovan, Comandante Julio Silva Caceda, era amigo y admirador de
Víctor Raúl. Lo mismo que de muchos apristas como Marcela Pinillos Ganoza, con
quien salía a montar a caballo.
Ella era hermana de un famoso médico también
de los registros del partido y padre de Luis Pinillos Ashton que, con el correr
de los años, fue Ministro de Salud del primer gobierno de García.
Silva Cáceda iba a
participar en un alzamiento de grandes
alcances, precisamente aliado con los apristas, en contra de Sanchez Cerro al
igual que muchos de sus compañeros de armas. Pero el levantamiento de Barreto
dio lugar a la muerte de él y varios militares
y policías, en forma tan cruel e innecesaria.
Según Villanueva, Agustín “Cucho” Haya de la
Torre, nombrado por los rebeldes Prefecto de la ciudad, les ofreció a los
militares como prisión la Casa de Iturregui donde funciona como institución
social de la aristocracia trujillana, el
Club Central. Prefirieron la cárcel y en ella se encontraban cuando los
asesinaron.
Señala, aunque reconoce que los
hechos quedaron en el misterio, como uno de los posibles responsables de la
masacre a un ciudadano de origen anarquista, Augusto Cespedes Lara, que se había
vuelto aprista.
Como fiel demócrata, ejerciendo el voto
Como fiel demócrata, ejerciendo el voto
LO
DEBIMOS FUSILAR…
Alto muy estirado, agil en el andar y de ojos
claros. Anduvo gestando insurrecciones en la sierra, sin ninguna suerte. Participó
en pequeñas rebeliones en Huacho y Chosica. Capturó la central de Santa Rosa de
Chosica y apagó la luz eléctrica de Lima en visperas de la asunción del
gobierno de Sánchez Cerro. Cayó en Trujillo y volvió a las andanzas.
Cuenta que, muchos años después, lo buscó
cuando ya era diputado y, luego de conversar, le dio un sobre cerrado cuyo
destinatario era Haya de la Torre. “Quizas
por única vez en mi vida vi en Victor Raúl una mirada extraña, como recordando
algo. Con gesto muy severo, el jefe le respondió: yo no abro este sobre. Nunca
he querido conversar con él. Debimos fusilarlo nosotros, porque fue uno de los
grandes responsables de la masacre”.
AZOTES
Este crimen, de acuerdo a la
versión del lider aprista, determinó cuarenta años de recordación condenatoria.
Cada aniversario, el diario “El Comercio” abría sus páginas recordando lo
ocurrido y azuzando por completo el antiaprismo.
En las páginas del libro de
Thorndike y Villanueva, hay descripciones y hechos del Presidente Sanchez Cerro
que son espeluznantes y dignos de comentarios negativos. Por ejemplo, se asegura como un acto cierto que cuando el mandatario,
a quien denominaban “El Mocho”, no quedaba satisfecho con los servicios de sus
subordinados, los mandaba castigar con azotes.
No del gato de nueve colas
sino del rebenque de caballería, corto, común y sliencioso. El dia en que reconcorosos cocineros le
implantaron una cucaracha en la sopa, doscientos servidores palaciegos debieron
exponer el trasero a la furia de los sargentos.
Villanueva ingresó a la
Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1935. Con miras a ser abogado. La nota
obtenida fue de 15 puntos sobre 20.
No quiso postular a la Católica porque, para
los apristas de aquella época, este centro superior era la expresión del conservadurismo. El que prepararaba a las
fuerzas antiapristas con alguna influencia fascista. Lo cierto es que por la
vida tan agitada que llevaba le impedia dedicarse por completo a los estudios.
La lucha poltica lo ganaba por completo.
1936
Año 1936. Benavides convocó
a elecciones y Haya de la Torre está perseguido. Pero, desde la clandestinidad,
se lanza su candidatura. La respuesta del gobierno fue clara, dura y
contundente.
Se anuló la postulación y no sólo eso sino que,
en medida extrema, el gobierno declaró al aprismo fuera de la ley. Alli surgió
la candidatura de Luis Antonio Eguiguren, que fue el ganador de las elecciones,
con el apoyo del aprismo. Los comicios terminaron anulados y Benavides prolongó
su mandato tres años más.
Aquel año ocurrió el asalto
a Radio Sucre, cuyo local estaba ubicado en el jirón Candamo 377 del centro de
Lima, por parte de unos muchachos enmascarados y armados con pistolas y revólveres,
quienes transmitieron un mensaje de saludo aprista a todos sus afiliados de la
república y a los compañeros presos en el Satipo.
En silla de ruedas durante una actuación partidaria.
En silla de ruedas durante una actuación partidaria.
ASALTANTES
Luego de ello se retiraron y se subieron a
bordo de un automóvil que los esperaba con el motor encendido, el mismo que
arrancó a toda velocidad. El vehículo se perdió en la inmensidad de las calles
limeñas. Tarea cumplida a cabalidad.
Los asaltantes de la emisora fueron un grupo de
apristas encabezados por el propio Villanueva, Victor Tantaleán Vanini,
posteriormente parlamentario y hermano de Javier lider velasquista y ex ministro
de Pesqueria de ese régimen, Alfredo Morales y otros dos más de apellidos:
Laura y Montoya. El chofer, Fortunato Jara Rendón.
La tarea violenta se cumplió con éxito gracias
a los planos que levantó el escolar
Biaggio Arbulú Galliani. Más tarde brillante ingeniero de prestigio nacional.
Lo acompañó en este encargo, su hermano Guillermo, que llegó a ser General de
División, Premier, Ministro y Comandante General del Ejército.
Villanueva y al centro el poeta Ernesto Cardenal.
Villanueva y al centro el poeta Ernesto Cardenal.
La represión continuó y, por
eso mismo, el lider aprista fue apresado nuevamente en diciembre de 1938, hasta
febrero de 1940. Es decir un año y dos meses. Lo capturaron en
la casa de su amigo César Graña Soria
Durante el primer gobierno
de Prado, Haya de la Torre podía desplazarse con cierta libertad. No lo
perseguían pero no le gustaba al gobierno que lo vieran libre. No podia hacer
alarde de libertad.
PERSECUCION
A MEDIAS
No existia una persecución total, tanto que en
el Cine Sandia dio una conferencia para estudiantes y otra en el campo
deportivo de Barrios Altos. Su cumpleaños, el Dia de la Fraternidad que
siempre se festejaba en la plaza pública con el pueblo y olor a multitud, lo
tuvo que recibir en una vivienda particular.
En esa oportunidad, la
reunión se realizó en una casa grande y hermosa ubicada en la avenida Petit
Thouars y Haya habló sobre el espiritu
del Tahuantinsuyo, con sentido integracionista. Poco después se realizó
la sesión del Comité Ejecutivo Nacional del Aprismo.
Lo eligieron a Villanueva Secretario Nacional
de Propaganda y a de las Casas de Organización. Así se llegó a Mayo de 1940.
Las relaciones con Prado estaban un poco tensas cuando ocurrió el saqueo de
casas y negocios de los japoneses promovidos por el propio gobierno. Pero
atribuída al Apra.
EN
ERCILLA
En vez de apresar a los
saqueadores, la policía emprendió una redada de apristas. Los agarraron en una
casa de la calle Walkuski, en el centro
de Lima cerca a la avenida Guzmán Blanco. Todos los militantes, incluido Villanueva,
fueron a parar al Frontón y al poco tiempo el Secretario Nacional de Propaganda
deportado a Chile. Era su primer destierro.
Allí se puso en contacto con
varios dirigentes como Manuel Seoane, Luis Alberto Sánchez, Isaac Espinoza
Recavarren y Hugo Otero. Trabajó breve tiempo en Radio Mercurio del diario del
mismo nombre. Asimismo en la Oficina de Recortes de Prensa de Seoane, quien
dirigía la revista “Ercilla”.
El exilio le sirvió a
Villanueva de efectivo ejercicio del periodismo. Estuvo en “Ercilla” y
participando en la edición del libro “Santiago y sus 400 años”. Por esa època,
conoció a Salvador Allende, que con el paso de los años, se convirtió en Presidente
de la República del país del Mapocho. Para el lider aprista, “una figura solemne con expresión muy
humana, siempre sonriente que inspiraba confianza”.
El dirigente visitó a su padrino que residía en Santiago.
El era Augusto Leguía Swayne, hijo mayor del ex Presidente Leguía quien vivia
modestamente y cuyos ingresos procedían de su esposa Marina Almuelle, mujer
bella que fue acusada indebidamente en el Perú de “asesina, ambiciosa y sin
sentimientos” que, según se afirmaba, habia hecho encerrar a su primer esposo
de apellido Barbieri, en el manicomio para que le diesen muerte. Nada se probó.
Parece ser que todo fue falso.
Con Carlos Roca y otros dirigentes.
Con Carlos Roca y otros dirigentes.
RETORNO
Haya exigió que retorne al
Perú y así lo hizo en 1941 cuando regresó clandestinamente con casi nada de
dinero. Habia estado nueve meses fuera de la patria. En el viaje a bordo de un
barco lo ayudó mucho otro de los pasajeros, el famoso jugador de Universitario
de Deportes y de la Selección Nacional, Teodoro “Lolo” Fernández.
Bajó en el Callao con cinco reales en el
bolsillo y se dirigió a la vivienda de uno de sus compañeros, Luis Rodríguez
Vildosola, ubicada en el Olivar de San Isidro. Alli le prestaron cinco soles
para pagar el taxi.
Estuvo viviendo en una de
las casas de seguridad para su jefe llamadas incahuasi, ubicada en el Olivar de
Magdalena con el mismo Haya de La Torre y Jorge Idiáquez, el hombre que hasta
el final acompañó al jerarca del Apra.
CRISIS
En julio de 1942, fue
nuevamente detenido por sus actividades políticas y por sentencia de un
tribunal militar condenado a tres años de cárcel y deportado por segunda vez a
Chile. En Santiago, por instancias de Seoane, volvió a trabajar en Ercilla.
A fines de 1944, nuevamente
es llamado por Haya de la Torre para que trabaje con Carlos Garcia Ronceros en
Arequipa apoyando a Ramiro Prialé en la vuelta a la democracia y en la consolidación del Frente Democrático.
Así lo hizo. Por los
apristas resultó elegido Presidente de
la República, José Luis Bustamante y Rivero. La democracia se impuso. Pero tan
sólo por tres años.
El gobierno tambaleó en medio de una crisis
económica con desabastecimiento, estanquillos de productos de primera necesidad
y una convulsión politica completamente innecesaria. Los apristas no se
entendieron con Bustamante.
Ellos comenzaron a conspirar,
luego del ausentismo parlamentario, hasta que ocurrió el intento revolucionario
de la marinería auspiciada por el Apra el 3 de octubre de 1948. Bustamante los
declaró fuera de la ley.
Haya mal con Idiáquez, E. Haya, Prialé, Cox, Townsend y Armando
Haya mal con Idiáquez, E. Haya, Prialé, Cox, Townsend y Armando
CON
“LA RAYO”
Lo que es más grave: al poco
tiempo ocurrió el golpe de estado de Odria que complicó por completo la situación.
El Perú volvió a los caminos sinuosos de la dictadura. Villanueva sufrió una
nueva prisión que se inició el 12 de noviembre de 1948 y se prolongó hasta el
28 de diciembre de 1951. Luego fue deportado a México.
Pero antes, cuando estaba
preso en la Penitenciaria, ocurrió un hecho realmente deplorable. La detención
de su novia Lucy Ortega, ciudadana chilena, que vivía muchos en el Perú con su
padre don Moises, de profesión ingeniero experto en electricidad.
La acusaron de ayudar con correspondencia de
documentos e incluso con volantes al aprismo. Pretextos y patrañas. Lo que se
queria era intimidar, efectivamente, a Villanueva y su partido.
La señorita Ortega, una dama
joven por sus cuatro costados, estuvo presa al lado de delincuentes. Entre
ellos una famosa ladrona cuyo apelativo era “La Rayo” que era la lugarteniente
de otro famoso truhán, Luis Dunian Dulanto (a) "Tatán", quien le regaló una
chompa que tejió y le prestó un colchón para dormir.
CONSPIRANDO
CON PERON
Estuvo presa más de un mes. Cuando no debió
estar un solo día. Fue deportada a su país natal. Armando Villanueva y Lucy
Ortega se casaron en Santiago de Chile. Ellos tienen una hija, Lucía del Pilar.
En el exilio, Villanueva
ocupó el cargo de Secretario General del Comité Coordinador de los Desterrados
Apristas. De México pasó a la Argentina, donde trabajó como periodista e incluso trató personalmente con el
Presidente Perón.
Muchos apristas, encabezados
por Seoane, se acercaron al lider de los descamisados para conseguir apoyo y
derrocar a Odría. Ellos aprovechaban que los presidentes del Perú y Argentina
estaban peleados y alejados.
Odría no cumplió en apoyar económicamente con
el petróleo a Perón y éste cortó la relación que era amical y fraterna. Allí en
el complot estaban metidos también los bolivianos
del partido MNR.
En la campaña presidencial de 1980 al lado de Alan García.
En estas andanzas, Haya de la Torre no estuvo muy de acuerdo. Le molestaba la situación. Luis Alberto Sánchez se cuidó de no comprometerse para no chocar con VÍctor Raúl. Pero no se llegó a mucho porque los dictadores se amistaron y la conspiración finalizó por completo.
En la campaña presidencial de 1980 al lado de Alan García.
En estas andanzas, Haya de la Torre no estuvo muy de acuerdo. Le molestaba la situación. Luis Alberto Sánchez se cuidó de no comprometerse para no chocar con VÍctor Raúl. Pero no se llegó a mucho porque los dictadores se amistaron y la conspiración finalizó por completo.
Villanueva volvió a retornar al Perú,
clandestinamente, para impulsar la organización partidaria en 1955. Incluso se
entrevistó con Manuel Prado que fue elegido Presidente de la República con los
votos apristas, en nombre de su agrupacion politica. Le dijo en su cara que él
era uno de los muchachos que le hacia problemas en su primer gobierno.
USTED
ME CURO EL ASMA
“Usted
me tuvo preso y después me deportó”, fueron las palabras del
jerarca aprista para rematar diciendo con
sorna: “No estoy resentido
porque me curó el asma. Don Manuel
se alegró y lanzó una frase cínica muy
propia de su carácter: “después de todo
no he sido tan antiaprista”.
Ejerció el periodismo plenamente. En Lima, en la Revista “Apra” en
1934, en el diario “La Tribuna”, del cual fue Director y en la revista “Presente”.
En la Argentina fue Director de “Sintesis Económica”. En Chile laboró en “Ercilla”,
“Los Tiempos” y “Ultima Hora”. Fue Director de “Panorama Político”.
Además profesor del
Instituto Política y Social de Costa Rica y catedrático, conferencista en diversas universidades del Perú
y del extranjero. Obtuvo el titulo de Periodista en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.
Joven revolucionario, allá por los 50.
Joven revolucionario, allá por los 50.
CANDIDATO
PRESIDENCIAL
En 1963 fue elegido Diputado
por Lima. Los miembros de su cámara lo eligieron Presidente de la misma en
1967. Durante su gestión y por su iniciativa, se estableció el Museo del
Congreso de la Inquisición.
Su mandato legislativo fue
interrumpido por la disolución del Congreso al producirse el golpe de estado
del General Juan Velasco Alvarado, el 3 de Octubre de 1968.
Estuvo entre los dirigentes
de su partido que protestaron durante este régimen nefasto. Después de los sucesos
del 5 de febrero de 1975 con la huelga policial, fue nuevamente deportado.
Luego del fallecimiento de
Haya de la Torre, en un intenso proceso
electoral interno en el que se enfrentó a su camarada de la misma generación
Andrés Townsend Ezcurra, que fue Diputado por Lambayeque, resultó electo
candidato presidencial.
A manera de transacción para evitar la desunión
se incluyó a este último en la plancha presidencial como postulante a
Vicepresidente de la República. Las elecciones generales las ganó Fernando
Belaúnde Terry.
EMBAJADOR
La derrota del Apra, con
Villanueva y Townsend de candidatos, dio lugar a una crisis sin precedentes en
ese partido que se superó posteriormente, sobre todo por la captura del aparato
partidario de Alan García y el propio Villanueva.
En esa oportunidad se
enfrentaron dos grupos totalmente en pugna constante que se convirtieron en
enemigos irreconciliables. Los “armandistas” a la izquierda en cuanto a ideas y
los “andresistas”, con posiciones conservadoras. Ello implicó como consecuencia
la salida del partido de Townsend que, con un significativo grupo de personas,
fundó otra tienda politica denominada “Movimiento de Bases Hayistas”.
Durante el conflicto con el
Ecuador en 1981, Villanueva fue designado Embajador, representante personal del
Presidente de la República en misión especial a Venezuela, Panamá, Costa Rica,
México y Republica Dominicana.
En cuatro oportunidades, desempeñó la Secretaria General del Apra. La última en 1993. Además integró
varias veces la Comisión Política de ese partido. Fue elegido Presidente de la
Asociación Latinoamericana de los Derechos Humanos (ALDHU)
Hablando en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, en los años 60.
Hablando en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, en los años 60.
OTRA
VEZ EN EL SENADO
En 1985, electo Senador. Al año siguiente lo designaron
Presidente de la Cámara Alta. Posteriormente presidió la Comisión de Relaciones
Exteriores. También la Comisión Organizadora del XVII Congreso de la
Internacional Socialista (1987).
Durante el primer gobierno
de Alan García, fue Premier y Ministro
de la Presidencia, entre el 13 de Mayo de 1988 y el 1º de marzo de 1989. El
Presidente de la República lo volvió a designar
Presidente del Consejo de
Ministros y Titular del Interior, cargos que desempeñó durante algo más dos meses.
Hace poco Alan y Armando
Hace poco Alan y Armando
En 1990, fue reelecto
senador. En este nuevo mandato legislativo presidió la Comisión Especial de
Integración Continental de su cámara durante dos años Además fue Presidente de la Comisión
Investigadora de Tráfico Ilicito de los Valores Arqueológicos.
Presidió como Embajador Extraordinario la delegación de
parlamentarios ante los países garantes del Protocolo de Amistad, Paz y Límites
de Río de Janeiro. Presidente del Foro Ayacucho creado, al constituirse en Lima,
la Comunidad Sudamericana de Naciones. Representante del Perú ante la Comisión
de Derechos Humanos de Ginebra
Ademas del libro con Thorndike,
escribió otro junto al historiador Pablo Macera, cuyo titulo es “Arrogante Montonero. Conversaciones”.
Ha editado la obra de su padre, “Peruanoides”,
que salió a luz el 2006.
Ha recibido innumerables condecoraciones como
la Orden del Sol del Perú, la Medalla de Honor del Congreso, La de la Fuerza Aérea,
la Marina y la de la Municipalidad de
Lima. Además de distinciones provenientes del extranjero.
Una vida dedicada por
entero a la política con sus éxitos y sus fracasos. Con sus alegrías y
sufrimientos. Problemas diferentes y luchas determinantes. Pero una
constante de libertad entregada a la democracia de donde Villanueva es un hito
permanente, se esté o no con su pensamiento
y acción. (Edgardo de Noriega)
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