ESTUARDO NUÑEZ: UNA CELEBRIDAD

Casi  por cumplir 105 años, le faltaba una semana, ha muerto toda una celebridad intelectual del Perú como fue Estuardo Nuñez Hague. Historiador, escritor y crítico literario de polendas.  Evidentemente que las letras están de luto en el país.

Amigo del poeta José Maria Eguren, compañero de andanzas del intelectual José Carlos Mariátegui.  Un hombre que se pasó la vida pensando,  leyendo, enseñando y escribiendo. Es decir, aportando  con claridad y destacando en los campos de su especialidad, en el que efectivamente tuvo nombre propio y singular

Nació en el balneario de Chorrillos, el 5 de Setiembre de 1908, cuando el Perú vivía  bajo el régimen de la República Aristocrática, según la llamó así el insigne historiador Jorge Basadre. Muy estudioso desde pequeño, habiendo formado parte como alumno del Colegio Alemán. Amante del bucólico y poético Barranco, donde residió buena parte de su vida.

Sus  compañeros de carpeta  fueron los posteriores poetas consagrados Rafael de la Fuente Benavides- Martín Adán y Emilio Adolfo Westphalen. Con ellos impulso un periódico que acogió sus primeras narraciones.

Estuardo Nuñez Hague

Ingreso a estudiar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde participó en los movimientos estudiantiles de 1930 que clamaban por libertad y justicia social. En este centro superior de estudios, el brillante universitario obtuvo los títulos de doctor en Letras en 1932 y el de Abogado cinco años después. Contrajo matrimonio con la pintora Cota  Carvallo

Muchos años profesor del Colegio San Andrés y de su alma mater, teniendo a su cargo las cátedras de Teoría Literaria y Literatura Comparada. Sus alumnos lo recuerdan como un profesor muy profundo y claro, con una preferencia por las obras clásicas.

Como crítico, según los entendidos, delineó el devenir del juzgamiento moderno de las obras literarias, convirtiéndose en una figura importante de este tipo de estudios en el Perú del siglo XX. No hay que olvidar que, gracias a sus estudios tenemos como contundente realidad, el primer panorama completo de la poesía moderna peruana.

 Adicionalmente, lo que es importante y trascendental, es que introdujo el método de la estilística en la tesis universitaria que hizo sobre Eguren y que, evidentemente, marcó época de brillantez y de avance para este tipo de especialidad.

Trabajo codo a codo con un intelectual  de la talla de Raúl Porras Barrenechea en las investigaciones que hizo sobre los grandes viajeros extranjeros que visitaron el Perú y cuyo tema,  hasta entonces, poco se había abordado.


Con su familia

 En este campo salieron libros valiosos de su pluma como: “Autores Germanos en el Perú, aparecido en 1953, “Autores Ingleses y Estadounidenses en el Perú", tres años después, “Las Letras de Italia en el Perú (1968) y “Viajes y Viajeros en el Perú”, de 1989.

A lo largo de su vida desempeño, con la brillantez de siempre, altos cargos públicos como el de Director de la Biblioteca Nacional del Perú, a partir de 1967. Le tocó impulsar las publicaciones de los clásicos peruanos, la renovación del servicio de este centro cultural y la  conclusión de su edificación que quedó truncada, tras el incendio ocurrido allá por los años 40.

Fue también Director de la Academia Peruana de la Lengua entre 1988 y 1991 y era integrante de la Academia Nacional de Historia. Asimismo Presidente del Centro Cultural Garcilazo de la Vega e impulsor de la Comisión Nacional para la celebración del V Centenario  del Descubrimiento de América.

Entre otros de sus libros figuran: “El Nuevo Olavide”, “La Imagen del Mundo en la Literatura Peruana”, “Bolívar, Ayacucho y los Tradicionalistas Peruanos”, “Ricardo Palma Escritor Continental” y “Los Tradicionalistas Peruanos”.


Muy jóven aún

En el 2010, el Congreso de la República le entregó la Medalla de Honor y a inicios de este año fue distinguido por la Municipalidad de Lima con la Orden al Merito en el grado de Gran Cruz.

Lo estamos viendo a don Estuardo Núñez, no hace mucho,  hablando sobre el Perú, sus profundidades  y contradicciones, luego de la distinción de la pluma de plata que le hizo el Club de Periodistas del Perú justicieramente, durante una reunida cumplida en el Club Tacna. Ya con más de 100 años encima. Su brillantez nunca la perdió y eso si que ya  es admirable. Que descanse en paz.