Nuestro país, como acertadamente
afirma Federico Kauffmann, es un paraíso arqueológico. Al difundirse en el
mundo su sorprendente pasado, muchos estudiosos extranjeros-prendados por los
relatos de los cronistas- llegaron a nuestras costas para bucear en las
profundidades de su pasado.
Milddendorf, Wiener, Raimondi, Markham, Squier, entre otros, emprendieron en el siglo
IX una obra trascendental. Pero es a inicios del presente siglo que Max Uhle abre
un frente diferente en el trabajo de la Arqueología en el Perú. Investiga el
pasado mediante métodos y técnicas especiales para lograr un resultado
científico.
Su obra “Pachacamac”-editada en 1,903- inaugura una nueva etapa en el estudio de las antigüedades peruanas. En sus
excavaciones usa, por primera vez, el método estratigráfico, que permite
auscultar objetivamente, la antigüedad de unos restos con relación a otros.
Gracias a este método, Uhle
establece un primer cuadro de las secuencias de las culturas prehispánicas con
tal precisión que, en términos generales, sigue vigente. Esta tarea le permitió
aislar y definir las distintas culturas peruanas, como las de Moche y Nazca.
Fue Uhle, quien en rigor, diferenció lo incaico de lo preincaico. Y al descubrir
la antigüedad de Tiahuanacu (Huari) situó los estilos Nazca y Moche, sin vuelta
que darle, como anteriores a dicha cultura.
Max Uhle
Max Uhle
TEORIA
Uhle es además el autor de la llamada teoría
inmigracionista de la cultura peruana, tesis que sostiene que el origen de la
primera cultura de la Costa fue centroamericana. Si bien es cierto que Julio C.
Tello desvirtuó esta teoría, investigaciones posteriores han insinuado la posibilidad de
algunos contactos, de tipo comercial entre Perú y México a lo largo de los
siglos.
Para Raúl Porras Barrenechea, historiador
de descollante mérito, Max Uhle es el gran renovador de nuestra arqueología, es
el patrocinador de la escuela de una disciplina que apunta y sostiene la mayor
antigüedad de las culturas costeñas sobre las de la Sierra. Es el primero en
estatuir una cronología del desarrollo de las culturas peruanas fundada en la
estratigrafía. A base de las excavaciones y clasificaciones de la cerámica
forjó la primera secuencia estratigráfica
de las culturas primitivas del Perú El esquema de Uhle, después de
vastas comprobaciones sobre estilos y técnicas, fue el siguiente:
1. Primitivos
pescadores de la Costa, con cerámica ruda,
tejidos de bambú, redes y útiles de pesca de hueso, una agricultura poco
desarrollada.
2. Civilización
Pre-Chimú y Proto Nazca, con empleo de
la metalurgia, una cerámica acabada, una agricultura intensa, arquitectura de
adobes elípticos, densidad urbana.
3. Civilización
de Tiahuanacu, cultura de origen ayamara-descendientes estos a su vez de los
chancas- intenso desarrollo de alfarería, ornamentación y arquitectura opuestas
a la de los Incas, antigüedad de mil años antes de la Conquista española.
4. Culturas
epigónicas de Tiahuanacu, hallazgo de un estilo genérico peruano tiahuanacoide.
5. Civilización
de los Incas, etapa de bronce, cerámica altamente desarrollada.
CRONOLOGIA
CRONOLOGIA
En resumen, Max Uhle estableció
una cronología que en sus hitos fundamentales queda en pie. En sus últimos
estudios aceptó considerar a Chavín y Recuay en una etapa más remota en la que
había ubicado a las civilizaciones Proto –Nazca y Proto-Chimu (2,000 después de
Cristo) También, como ya anotamos, sostuvo la procedencia de las culturas de la
Costa sobre las de la Sierra: la cultura más avanzada se formó en la Costa e
irradió hacia la Sierra. Además fue el primero en designar los estilos y los
conceptos arqueológicos Proto- Chimu y Proto-Nazca; describió el estilo
polícromo nazquense, el epigonal Tiahuanacu y otros. Sus teorías sobre el
origen de los Incas y características de esta civilización pertenecen a la
historia de ese periodo.
Federico Max Uhle nació en
Dresden, Alemania en 1,856. A muy
temprana edad lo tienta la Arqueología. El Museo Etnológico de Berlín es el
primer santuario de sus estudios. Inicia su carrera aprendiendo lenguas
orientales en las universidades de Gottingen y Leipzig. Estudia el chino, el
australiano, el malayo y emprende la tarea de zambullirse en el utillaje de
pueblos primitivos: australianos, siameses, guineos, malayos.
Al cumplir 32 años comienza su
obra americanista. Concurre al Congreso de este tipo del año 1,888 y a los de
México y Costa Rica, en 1890 y 91. En este año el famoso antropólogo A. Bastian, le encarga viajar a Sudamérica
para investigar el área de difusión de la cultura quechua.
TIAHUANACU
Ingreso al continente americano
por la Argentina y siguió hacia el norte a través de los caminos de los incas hasta llegar al
Tiahuanacu, donde se interesó por los uros e inicia su obra inmensa y
trascendente. El fruto de esa primera experiencia lo volcaría en un libro. ”La Esfera de Influencia del País de los
Incas”-que, poco después, lo expondría ante el Congreso Científico
Panamericano de Santiago de Chile. De allí brotaría también su libro: "Die Ruinenstaette von Tiahuanacu",
escrito en colaboración con Stubel y publicado en 1982, en Leipzig.
Conjuntamente con Reiss, B. Koppel y Stubel publicó: "Cultura e Industra Sudamericana".
En 1896, la Universidad de
Pennsilvania comisionó a Uhle para hacer
excavaciones en Perú y Bolivia. Durante este periodo se dedicó a investigar las
ruinas de Pachacamac que, según el Arqueólogo Jorge Muelle, es el primer
estudio estratigráfico llevado a la práctica no sólo en el Perú sino en la
América toda. Los norteamericanos Strong y Corbett califican a este trabajo
como “monumental” y declaran que los planos de los templos y la ciudad
levantados por Uhle sirven aún para los trabajos modernos.
En 1,897 regresa a Filadelfia y al
año siguiente retorna al Perú para explorar bajo los auspicios de la
Universidad de California- las ruinas costeñas de Moche, Marca Huamachuco,
Chincha, Pueblo Nuevo y Tambo Colorado. En 1,901 vuelve a Estados Unidos a
dictar una cátedra de Arqueología y en 1,903, regresa nuevamente al Perú.
Un libro sobre su valiosa obra.
Un libro sobre su valiosa obra.
ESTUDIOS
De este periodo son sus estudios
sobre "Los Pescadores Primitivos del Litoral
Costeño”, cuyos restos aparecen en Chilca, Ancón y Cabeza Larga, en Huaca
Prieta y en Salinar. Aún cuando Uhle no tenía los recursos ni los medios
necesarios que ofrece el laboratorio y el radio-carbono para determinar fechas
claves, libra en esas zonas una tarea
importante que se inscribe en un estudio que aparece en 1,906. Al año
siguiente sale a luz su trabajo “Sobre los Quipus” y en 1910: "Las civilizaciones primitivas de los
alrededores de Lima y los Origenes de los Incas".
En esta época excava en el valle
de Chancay, el Cerro Trinidad, Supe, San Nicolás y descubre el estilo
intermediario y el blanco-rojo en la cerámica.
En 1906 es nombrado Director del
Museo Histórico de Lima, cargo que ejerce hasta el año 1,912. Pese a esta
recargada función continúa incansablemente su labor: excava en la huaca
Aramburú en Nievería, en Nazca-de cuya cerámica iba a ser uno de los mejores intérpretes-,
en Chala, Cuzco y Arequipa.
Pero serias e insalvables trabas
burocráticas le llevan a renunciar al cargo. Max Uhle se aleja del país; lo que le da oportunidad de ensanchar su horizonte arqueológico. Se sumerge entonces
en las culturas sur y nor peruanas de Chile y Ecuador. Se traslada a Santiago
donde es designado Director del Museo Antropológico y Arqueológico.
MERITOS
En 1913 publica tres importantes
estudios: "Las ruinas arqueológicas de
Moche", "La colinas de conchas de Ancón" y "Cronología de las antiguas culturas de
Ica". Y en 1914 pone epílogo a esta fecunda serie con "La cerámica Nazca en el Antiguo Perú".
Su producción es incesante. Sale
de las prensas sus "Exploraciones en
Chincha" y en 1,929 da a conocer el trabajo "Estado actual de la Pre-Historia Ecuatoriana" y "Las Antiguas Civilizaciones de Manta". Pero el pasado del Perú no
deja ningún instante de encandilarlo. Vuelve por enésima vez al país y realiza
con cierta periodicidad excursiones por Pachacamac.
El historiador Raúl Porras
Barrenechea comentaba que alguna vez lo observó: “En lo alto de la terraza del
templo, anciano y vacilante destacándose el grueso busto y la cuadrada cabeza
tudesca sobre el horizonte marino, protestar por los cambios y trastornos
que habían realizado en las viejas y
amadas ruinas de sus primeros pasos arqueológicos”.
Max Uhle abrió virtualmente te la
senda de las investigaciones sistemáticas estrictamente científicas de la arqueología
peruana. Fue su fundador, el primero en efectuar trabajos “a profundidad” para descubrir
las huellas del antiguo habitante peruano. Falleció apaciblemente en 1,944. (Jorge Donayre Belaúnde)
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