martes, 21 de diciembre de 2010

FREYRE: CUANDO LAS LETRAS SE IMPONEN

Muy joven aún, en plena  adolescencia  e ingresando a la adultez, era un insigne y preciso matemático que quiso andar por esos caminos de la exactitud y el dos más dos son cuatro. Pero, definitivamente, no se halló. El paso siguiente fue opuesto por completo. Eso sí, trascendental y definitivo al irse directamente al campo del Periodismo y la Literatura donde, tras duro bregar de muchísimos años, hoy tiene un lugar preferencial y evidente nombre propio. Las letras se impusieron, como sinónimo de  vocación y talento.
Maynor Freyre Bustamante es protagonista de la noticia cultural al haber sacado recientemente a  luz la segunda edición corregida y aumentada de su libro número 14 titulado Altas Voces de la Literatura Peruana  y Latinoamericana. Segunda mitad del siglo XX, que ha aparecido en una impecable y vistosa edición de  411 páginas, bajo el sello de la Editorial San Marcos.
A propósito de ello conversamos largamente con el periodista y escritor y nos fuimos directamente a sus raíces profundas. Cargadas de vida, de emoción, de compromiso, de sufrimiento  y  de creación. De ninguna manera, pudimos dejar de lado, sus apreciaciones sobre el apasionante mundo del periodismo y  la intelectualidad.


Maynor Freyre Bustamante.
He aquí la entrevista, brindada, en exclusividad, a Miscelánea:
- Hay muchas razones para los caminos de la vida. Sobre todo profesional y cuando se hace, efectivamente, labores intelectuales. Por eso preguntó a boca de jarro: ¿Periodismo o Literatura?
-Las dos juntas. El periodismo es una pasión y la escritura literaria un deleite. Algo muy especial, enteramente especial.  A la gente le gusta jugar futbol, tenis o ajedrez. Bueno, pues, a mi me gusta escribir ficción. Del periodismo, nunca me he apartado, porque ahora soy profesor de esta especialidad. Además, tengo un blog de comentarios en el ciberespacio. Escribir, de alguna manera, es alcanzar la felicidad. Me interesan las situaciones ficticias, contarlas, sobre todo a partir de la realidad
-Una definición para la primera de las actividades, con el análisis de lo que significa este oficio o profesión. Más aún, cuando hay una amplia experiencia a cuestas ¿Está cumpliendo el periodismo, en el Perú, su función esclarecedora?
-En parte si la está ejecutando. Hay destapes que se hacen. Que queden ocultos, definitivamente, es malo para la sociedad.  Algunos periodistas  se encargan de la tarea que, de todas maneras, debe persistir. Pero lo que si noto es que, en la televisión, existe una tendencia hacia la crónica roja o al propio periodismo amarillo. Eso ocurre en canales que se dicen y se tildan de serios.  No se salva ni el 4 ni el 5.  El defecto persiste. Se ha perdido el retrato de la realidad. Los programas, inclusive el de Rosa Maria Palacios a veces, salen abriendo con noticias de crímenes y de sangre sin guardar, en absoluto, la proporcionalidad. Los hechos delictivos a la orden del día.  Mucho más importantes que otras noticias que sí tienen trascendencia. Prima la cuestión del famoso rating. La obligación de la seriedad es una necesidad. Lastimosamente, en la TV, se parte de principios fofos. Mucho tiempo se le consideró a Augusto Ferrando, el más popular. Quien- precisamente- era el mal gusto en persona. Está mal partir del principio de dar lo que le gusta a la gente.  El periodismo  tiene que cumplir un rol de ejemplo y de orientación.
-¿Cúal es el defecto que  persiste agudamente?
- Obligatoriamente tenemos que referirnos a un hecho concreto de gran debilidad: en los medios de comunicación,  en las portadas de primera con sus titulares y notas se editorializa y se da opinión, dejando de lado algo que es realmente crucial. Dar exactamente como es, será o   fue  la noticia. Esto que es grave  trae como consecuencia que lo que ocurre o pasa, se da a conocer en forma enteramente sesgada por un lado o por otro. Eso me parece pésimo. Por este gran defecto, evidente es que la calidad periodística ha bajado notablemente. Tenemos periodistas que andan demasiado comprometidos.  No, precisamente, con los intereses del lector, oyente o televidente. En las entrevistas existe la obligación de dejar que las personas digan lo que efectivamente sienten. No lo que los periodista quieran lo que digan. Hay ciertos comunicadores muy inteligentes y capaces que caen en tal defecto. El Antropólogo Jaime de Althaus lo hacía con mucha facilidad y a cada rato. Actualmente, justo es decirlo, ha mejorado. Su entrevistado tenia que decir lo que él pensaba. Eso no puede ser.  No olvidemos la genialidad de Alfonso Tealdo, en su desenvolvimiento comunicativo. Completamente enterado y abierto a preguntar. La libertad e independencia deben primar siempre.
-Hay una entrega de Maynor Freyre a la docencia periodística. Hace muchos años que enseñas en la Universidad Nacional Federico Villarreal, con experiencias que vives en el día a día  Dentro de este contexto, ¿Cómo se educa a los periodistas en el país?
-La formación del periodista no es como la que yo recibí en la Católica. En mi época de estudiante, en Lima había una escuela de periodismo en la que yo estudié. Otra en San Marcos. En provincias, la Universidad de Trujillo y paren de contar. En la capital, salió el Instituto Bausate y Meza que daba a los estudiantes diversas oportunidades. El paso siguiente fue la aparición de las Escuelas de Ciencias de la Comunicación donde  forman como periodista, como publicista, relacionista público y organizacional, experto en audiovision que puedes hacer cine TV, radio. Entonces se le esta dando a los muchachos una formación que apunta a ser integral.
-¿Lo que has hecho exactamente en la Villareal?
- En la Villarreal acabamos de  cambiar la malla curricular y hemos incluido cursos de derechos humanos. Para que los alumnos sepan la gran importancia de ello. Nos basamos  en un libro que publicó el ex Presidente Toledo, la Declaración de los Derechos Humanos aprobada por la Organización de Naciones Unidas. Lo que dice el PNUD, en cinco puntos, para terminar con la exclusión. Creo que hay que formar a los muchachos en campos específicos.  En Economía, en Sociología, en Antropología  y en Arte, durante los dos primeros años.  Luego darles ya la capacidad de investigación. El siguiente paso es una introducción para que ellos puedan elegir cuál especialidad. Escogen incluyendo las cuatro conocidas y agregando dos más: la comunicación para el desarrollo y la pedagógica.
-¿Qué tienen que hacer los estudiantes como obligación?
 Los alumnos tienen que leer permanentemente. Escuchar programas noticiosos y de comentarios. Para que se aprenda a interpretar. Cuán necesario es esto último.  Lo necesitamos a gritos ahora que han aparecido los destapes del sitio Web Wikileaks. Una conmoción y un terremoto mundial de informaciones. Un cuarto de millón de noticias que eran secretas y codificadas de los Estados Unidos. Cómo la diplomacia se convirtió en una suerte de espionaje que no es precisamente su rol.
-¿Cuáles deben ser los cimientos de la educación periodística?
 La formación  tiene que basarse en la conciencia de que los hechos tienen que ser seleccionados y escogidos. Básico es que ellos se organicen. Para que no pase lo de ahora. A propósito, veo que están llamando a una marcha contra el Tribunal Constitucional  por la mordaza que se quiere imponer al prohibir publicar videos y audios. La realidad es que no hay  organismo nuestro legítimo de defensa y representatividad.  La Federación fundada en 1950 por Genaro Carnero Checa (FPP) está en proceso de recomposición y esperamos que  llegue a consolidarse con los innumerables esfuerzos que hace el actual Presidente, Bernardino Rodríguez Carpio. Sin embargo hay que decirlo aunque duela pero ojalá cale:  El Colegio de Periodistas no sirve para nada.
-¿Entonces qué se hace?
 Adherirse al Club de Periodistas que ojo es de carácter social y de camaradería. Pero por lo menos tiene respetabilidad. Por otro lado y eso es lo más importante: a las nuevas generaciones hay que formarlas, de tal manera, de que sean una especie de eruditos en potencia. Los nuevos periodistas tienen que convertirse en “sabelotodos” para triunfar. Eso se tiene que meter en la cabeza, un poco de cada cosa pero con fundamento. Si vamos a entrevistar a García Márquez o al Premio Nobel de la Paz, tenemos que estar preparados.
-¿Algo más en este campo?
Sí. El periodista tiene que estar enterado. Si vamos a escribir sobre la crisis económica obligatorio es saber que pasa y tener en cuenta el entorno: el Banco Mundial,  El Banco Interamericano de Desarrollo,  el Fondo Monetario Internacional, el Club de París y, evidentemente, la globalización. La formación integral hay que darla. Pero creo y no hay que desconocerlo, que muchos periodistas se han formado en los propios periódicos. Lo que pasa que el periódico ahora es distinto. Poco se conversa. La gente esta metida en su computadora. No hay  intercambio de ideas, aprendizaje. Toda ha cambiado. Ahora, obviamente, para bien. No me estoy anquilosando.
-¿Puedes explicar un poco más esta última apreciación?
Claro. Con algo que efectivamente me ocurrió.  Un día, en una reunión del Club de Periodistas, cabalmente, tuve una discusión muy amable y para bien con el querido Alfonso Grados Bertorini, quien hace poco falleció. El se aferraba al periodismo antiguo. Yo no lo hago. Tengo mi blog, mi web. Un paso importante para progresar con la participación de las nuevas generaciones es la formación del Colegio de Comunicadores  Sociales, para que las nuevas generaciones tengan- siempre- una defensa de carácter profesional. No reclamando sueldos. Si viendo la deontología y el buen trato que reciban los profesionales, sobre todo para que no sean sirvientes de los dueños de los medios de comunicación.
-Los órganos de expresión masiva de antes y los de ahora. Revisemos lo que ocurrió a lo largo de los años. ¿En qué nos quedamos con todo tiempo  pasado fue mejor o con las realidades del presente?
Tuve la suerte de empezar en esta profesión trabajando en “El Comercio Gráfico”. Había una columna que se llamaba el cuento corto. En realidad eran crónicas. Lo que los españoles llaman “las crónicas de humo”. Escribí allí el año 1962 asuntos literarios. Luego me fui a Europa, tras egresar de la Universidad y regresé al Perú. Entré a la Revista "Oiga". Con ese intelectual de primera que fue Sebastián Salazar Bondy, la poetisa Blanca Varela y Francisco Bendezú entre otros. Todos dirigidos por Francisco “Paco” Igartua: un hombre muy abierto, sin controles. Había en esta publicación mucha libertad para escribir. Obviamente que, teniendo en cuenta, la línea de la revista.
-¿De allí a donde fuiste?
 Pasé a “Caretas”  con Enrique Zileri Gibson. La de los años 60 en una publicación  del tamaño casi tabloide, como el Life internacional. Cada quincena nos reuníamos a discutir los temas a publicarse. Me acuerdo haber entrevistado a Walter Palacios, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que fue Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú y participó en las guerrillas. Lo hice cuando el dirigente estaba   en la clandestinidad. Me la ingenié para ubicarlo y dio su opinión. Entrevisté a Ricardo Gadea otro  líder de izquierda, cuñado en una época de Ernesto “Che” Guevara que se casó con su hermana Hilda. “Caretas” publicaba mis notas porque sabía que eran noticias. Además no sesgaba los reportajes. Eran, modestia aparte, claros y precisos.
-¿Entrevistabas sólo a la gente de izquierda?
 No.  También podía hacerlo con Luis Alberto Sanchez, el  legendario líder del Apra y tres veces Rector de San Marcos. O al forjador de la convivencia aprista con Prado, Ramiro Prialé. A cualquiera y en todo campo de la vida nacional que, efectivamente, sea parte de la noticia. Debo precisar que, en ese tiempo, los congresistas tenían un nivel de primera. Ahora por favor a quien puedes entrevistar, sí la mediocridad cunde. Los que son inteligentes están con las manos manchadas de verde. No de sangre, sino de dólares. Estamos castigados por esta realidad corrupta.
-Para un hombre como tú nacido en 1941, en plena dictadura de Prado, cuando precisamente no se respetaban las libertades ¿qué le significa el Perú y cómo lo define?
-Efectivamente yo naci cuando Prado gobernaba y había puesto fuera de la ley al Apra. Mi padre era aprista. Entonces,  él estaba perseguido. Hasta que llegó el gobierno de Bustamante y Rivero. Hay una canción que recuerdo muy niño aún que se pasaba en la radio: “Ureta (el rival presidencial de Bustamante, militar que detentó el grado de Mariscal y actuó en la guerra contra el Ecuador) cayó del balcón en calzoncillos y en camisón, si quieres reír, si quieres gozar, vota por Bustamante y sabrás ganar”. Cierto es que Prado persiguió al Apra pero después,  a partir de 1956, hicieron la convivencia. Antes Victor Raúl Haya de la Torre había estado apresado, cinco años, en la Embajada de Colombia, ubicada en el mismo sitio que está ahora en la Avenida Arequipa.
-¿Qué pasó posteriormente?
 -Transcurren los años y en l963 comenzó la coalición del Apra con Odria  Creo que ese es el momento de quiebre en el Perú. El periodismo, mientras tanto,  se refuerza con el nacimiento de nuevos periódicos como Expreso y Correo para competir con La Prensa y El Comercio de tamaño estándar. Y la misma Crónica que después se paso al tabloide. Había vespertinos. Entre ellos: Ultima Hora, con el argot popular. Los nuevos periódicos llevaron a muchos jóvenes profesionales y otros consagrados, quienes cambiaron totalmente el panorama. Obligaron que los antiguos se pongan al día. La aparición de la TV y la mejora de la radio fue una realidad. La radio, no olvidemos, daba sólo noticias que las sacaba de los periódicos. Las emisoras volteaban o lo que era peor, leían las noticias de los periódicos. Sin embargo, surgieron noticieros interesantes. En Panamericana trabajaba nada menos que Vargas Llosa, el ganador del  Premio Nobel, como redactor y editor estrella. El  cuenta en sus libros sus experiencias radiales y también de sus inicios en "La "Crónica. Juan Gargurevich, el periodista y profesor, dice que fue a los l5 años que debutó en prensa  y no a los 16  como dijo el escritor. Le ha pescado un dislate al genio. Ese periodismo  del que estamos hablando era bueno porque había que competir por la primicia.
-¿Como actuaba la TV en aquella época?
 -La televisión era muy difícil y elemental. Había que filmar en l6 milímetros, mandar a rebelar la película. Me acuerdo que, en una casa de la calle Washington,  un señor Sánchez cumplía esta función. Después vino el súper ocho. Hasta que apareció el video. Antes mandaban la voz de los narradores. El famoso Humberto Martinez Morosini en Panamericana, Arturo Pomar del Noticiero Conchán en Canal 4 TV. Todavía no existían los equipos de prensa que se formaron en la TV.  Poquísimos redactores. Sacar una cámara era bravísimo. No había la técnica de ahora. En  la radio existía Radio Reloj, con noticias al minuto. Un hecho fundamental  fue la aparición de la cadena de Correo y Ojo descentralizada en Tacna, Piura, Huancayo y Arequipa. Una gran innovación. Creo yo en ese sentido, retornando a una pregunta tuya, el periodismo era mucho más rico, más potente. Nosotros eramos, realmente, unos investigadores de primera. Este tipo de periodismo no es de esta época. Los periodistas  nos metíamos a fondo en los asuntos, desde hace muchos años.
-Vayamos a lo que te pedí en un principio, ¿una definición sobre el Perú?
-Allí iba, precisamente. Con todos estos antecedentes defino a mi país. El Perú para mi es de noticia y de periodismo entero. Eso es lo que concibo. La historia se hace con el periodismo. Las únicas fuentes existentes provienen de este sector. Los videos, los diskettes, los casetes, las fotografías, las noticias, los reportajes. Ahora la digitación. El periodismo electrónico. Eso es el  Perú. El que me interesa al máximo.
-¿Cómo nace la decisión de escribir y qué fue lo que te inclino a ello?
- En el colegio era un magnifico matemático. Pero a la vez  un lector empedernido. En mi casa se leía mucho. Mi hermano mayor, Oscar, compraba infinidad de libros. Aparecieron Los primeros Populibros que  eran de Villanueva con Juan Mejía Baca. Luego vinieron los del poeta Manuel Scorza con Sebastián Salazar Bondy que  elegía las novelas. Como escolar fui muy palomilla. Terminé secundaria en el Cristobal Colón, verdadera cuna de “los semillas de maldad”, que funcionaba en la cuadra 14 de la avenida Petit Thouars.  Pero el Director Patiño era un profesor muy inteligente. Propiciaba la Literatura y el Periodismo. Yo  hice un cuento que aproveché para poner de personaje principal a mi padre. Estaba en la etapa de los l6 años, queriéndome  fumar mis cigarritos, tomarme mis primeros traguitos. Me nombraron director de la revista del colegio que se llamaba “Nuevo Mundo”. Aunque era matemático nato. Sacaba  insuperables notas en Algebra, Geometría y Trigonometría.
- ¿Qué hiciste para desarrollar ese talento matemático?
 -Me presenté a la Universidad Nacional de Ingeniería e ingresé. Pero no me hallé. Me puse a estudiar Teatro en San Marcos. Me enteré que existía la Escuela de Periodismo de la Católica a través de Lolo Salazar, periodista que escribía Deportes con Pocho Rospigliosi, en el diario La Crónica. Que lindo local de este diario en plena avenida Tacna. En la puerta principal se ponían las noticias con juegos de luces que iban dando los titulares. Me metí al periodismo y empecé a escribir. Mi hermano sacaba una revista llamada “Horizontes Universitarios” que apareció durante unos ocho años. Allí pude entrevistar al maestro, escritor y abogado Enrique López Albujar, el autor de “Cuentos Andinos”,” Matalaché”,” Las contradicciones de la Señora Tordoya”. Lo mismo hice con Ciro Alegría, el celebre creador de “El Mundo es Ancho y Ajeno”,” Duelo de Caballeros”,” Los Perros Hambrientos” y otras famosas obras. En España, donde residía  por una beca sobre periodismo, era corresponsal de Horizontes y escribía sobre noticias y acontecimientos de Europa.  Elisa Calmet, la jefe de prácticas de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica,  me conectó con “El Comercio Gráfico”. Había hecho antes una entrevista para el periódico mural de la Escuela de Periodismo de la Católica al famoso científico y periodista, Oscar Miró Quesada de la Guerra (RACSO). Me acuerdo de notas que hice, al principio, sobre Alberto Ureta y otra sobre Vallejo y Chocano. En esta última, reivindicaba al primero para dar a conocer lo que efectivamente valió. Me habían hablado en el colegio de él, sin darle la valía intelectual real.

Nació cuando Prado gobernaba el Perú.
-¿Hablemos del libro que acabas de sacar a luz que es el número l4 de tu producción literaria?
-En la Universidad Villarreal, el año 1997, me piden una investigación en mi calidad de profesor asociado. Hago una recopilación de todos mis artículos dispersos sobre Literatura, Arte, Cine, Periodismo, etc. Este libro lo divido en dos. Uno se llama Altas Voces de la Literatura Peruana y Latinoamericana que contenía 90 textos. El segundo tomo es Altas Voces del Pensamiento  y el Arte Peruano donde hay asuntos sobre cineastas, periodistas, filósofos, hombres de teatro, compositores populares de alta valía. Al  libro que he sacado a luz de 91 textos le he añadido 21 reportajes más,  diez años después. Allí están Washington Delgado, Mario Vargas Llosa, cuando acababa de ganar el Premio Rómulo Gallegos en 1967; Gabriel Garcia Márquez, en momentos que aún no había llegado a Lima “100 años de Soledad”. Si había leído “La Hojarasca”, “El Coronel no Tiene Quien le Escriba”,” La Mala Hora” e  “Isabel Viendo Llover en Macondo”. Aparte  están incluidos  los integrantes de la Generación del 50 como Oswaldo Reynoso, Gustavo Valcárcel y Alejandro  Romualdo. Pongo, asimismo, al grupo Narración y Hora Zero.
-¿Te impusiste algún objetivo?
 -Me impuse, no lo se por que, de no escribir sobre mi generación, la del 60. Yo fui un concurrente asiduo del famoso Bar Palermo donde, entre cervezas, se hablaba de Literatura. Aprendíamos con escritores de la talla de Eleodoro Vargas Vicuña, cineastas como Lucho Figueroa, con Jorge Acuña, de quien nos imbuíamos de Teatro. De Pintura, con Francisco Izquierdo. Con Reynoso, por supuesto. Con el periodista Manuel Jesús Orbegozo, el mono Hugo Bravo del diario “El Comercio”.
-¿Cómo recuerdas al Palermo?
-Palermo era un templo de la intelectualidad ubicado en la Av. La Colmena, a 20 metros del Parque Universitario. En la esquina había un bar que se llamaba “La Comisaria”. Al frente otro conocido como “Chino Chino”. El Palermo cerraba exactamente a la 1 de la mañana. Otro bar famoso “La Llegada”, aunque allí no se podía conversar por la música de la rokola. Al final había otro centro de esparcimiento frente al Hotel Universo en el Jirón Azángaro, cerca a la librería de Mejía Baca,  Todo este mundo de El Palermo me enriquece porque yo no estudié Literatura y me empuja a leer. Que Carlos Fuentes esta destacando. A buscar sus libros. Donoso esta destacando. Hacer lo mismo. Había que ponerse al día con los escritores que destacaban, leyéndolos.
¿Alguien, específicamente, te ayudó?
-Creo que el famoso librero Jorge Vega “Veguita” que te conseguía lo que tu quisieses en lo que se refiere a publicaciones de valor. Quiero leer a John Dos Passos, aquí está. Tengo necesidad de Jean Paul Sartre, aquí está. Las publicaciones las conseguía y te las vendía.  El Ulises de Joyce, allí está.  Lo leí tres veces. Proust, Henry Miller. Todo eso leí gracias al Palermo y la ayuda de Veguita que  sigue en esta actividad. Mientras que en las redacciones para estar enterados teníamos que leer las principales revistas del mundo, Time, Newsweek, etc.etc.
¿Dónde esta la comodidad de Freyre en los poemarios, las novelas, los artículos periodísticos?
-Me siento cómodo en todo lo que sea escribir. Lo que sucede es que, hasta ahora, mis libros sobre periodismo han sido recopilaciones de artículos que he publicado en los medios. He hecho entrevistas hasta en Hanoi, Vietnam.  Y en el Perú tengo una larga lista de personajes políticos a quienes les he hecho reportajes. Entre ellos, obviamente, al líder y fundador del Apra, Victor Raúl Haya de la Torre para Oiga cuando era un muchacho de 23 años. Gente, indiscutiblimente, de mucha calidad. Que sabían contestar y no dejaban en blanco nada. Fui muchos años “revistero”. “Oiga” “Caretas”. Después la Revista “Así”, con Domingo Tamariz Raúl Vargas, Abelardo Oquendo y Mirko Lauer entre muchos otros periodistas; “Mundo”, Director de “OK”.



A los 23 años entrevistó a Haya de la Torre.
¿Cuéntanos tu paso por Siderperu?
-Allí  trabajé en Comunicaciones y  tanto me costó que caí preso en plena dictadura de Velasco. Fui miembro de la Comunidad Industrial de esa empresa. En esta oportunidad, la producción de acero subió de 300 mil a 700 mil toneladas Queríamos que el trabajador se sintiera a gusto laborando en esta  organización. Creo que aún los capitalistas y la burguesía, no han entendido que muy recomendable es tener una grata convivencia con quienes producen. El capital con el trabajo deben convivir.
-Puedes profundizar más sobre el tema que estás planteando?
-Claro.  Acabo de escuchar un discurso del Presidente de Bolivia, Evo Morales, que dice: “Ya no hay lucha de clases. Ahora hay que luchar por la defensa de la tierra contra el cambio climatológico”. Muy interesante posición. Pienso que la única manera con que el mundo va a ir cambiando es cuando la burguesía comprenda de que el trato con sus trabajadores debe ser de participación. Si hay utilidades hay que repartirlas. Lo hemos visto a Piñera en Chile, con los mineros de la mano cuando hay problemas. No a aquellos frívolos que se ganan la plata y tienen  casas en Miami, departamentos en París,  residencias de playa  y  cinco o más carros. No pues. Creo que en estas situaciones el Periodismo tiene que hacer mucho y denunciarlas. Lo mismo que la Literatura.  Esto es precisamente lo que ha pasado con el ultimo libro de Vargas Llosa, “El Sueño del Celta”, que es una fuerte denuncia contra el colonialismo europeo en el Congo africano, el gran problema de Irlanda y una situación tan grave como fue la explotación del caucho en la Amazonia Peruana,  bajo el mando de Arana que nació aquí en el Perú en Rioja y que incluso presidía una empresa británica. Si de algo  me puedo quedar es con lo que decía el revolucionario Ernesto”Che” Guevara: “hay que cambiar el corazón del hombre”. Eso es precisamente lo que se da cuenta, después de luchar contra la dictadura de Batista en Cuba.
-¿A donde quieres llegar?
 -Las situaciones siempre deben ser transparentes. No como lo que ha hecho el Tribunal Constitucional con el decreto de los audios. Esto tiene nombres propios. Se llaman Alberto Quimper y Rómulo León, los famosos protagonistas de los petroaudios y los faenones. ¿Se les debe proteger a ellos?  De ninguna manera. Inadmisible. La jugada fujimorista contra Cesar San Martin cuando postulaba a la Presidencia del Poder Judicial, también es deplorable. Cuando es un magnifico juez.  Precisamente el que  condenó, entre otros, a Fujimori. El Periodismo en estos asuntos, tiene que estar vigilante.
-Los temas y personajes de tus narraciones. ¿Existe algún predominio determinado?
-He tratado de buscar temas ligados a la gente sin voz que no son sólo los obreros o los estudiantes. Son las prostitutas. La gente de los bares. Personas que se esconden en los baños que escriben tantas cosas. Unas groseras, otras ingeniosas. Mucha imaginación. Los que escriben eso o que se amparan en la noche para hacerlo en las paredes. No hablo de propaganda política. Ni nada que se le parezca.
-¿Entonces de qué hablas?
- De los verdaderos grafitis que empezaron en Roma con un zapatero que se llamaba Panfleto. Mis personajes han salido de la calle por una razón fundamental: como periodista es allí donde he recogido la noticia que siempre la he buscado. Inclusive me fui a la Universidad de Huamanga en Ayacucho a seguir un servicio  intelectual obligatorio. Allí fui Jefe de Publicaciones y dirigí una revista.
-¿Qué fue para tí Huamanga?
- Una universidad ejemplar. Que tenía cine, artesanía, su propio periódico. Allí estuvo un grupo intelectual renombrado conformado por Julio Ramón Ribeyro, Antonio Cisneros, Oswaldo Reynoso,  Fernando Silva Santisteban. Todo esto entre 1966 y 1969. Hasta que llega este hombre Guzmán Reynoso,  ahora con cadena perpetua por sus ideas equivocadas. Era el Jefe de Personal de Huamanga. Yo ya había salido de la Universidad. Regresé a cubrir el levantamiento de Huanta, ocurrido por querer imponer pensiones en los colegios nacionales. Los escolares se levantaron. La población se plegó. Viaje metido entre fardos de alfalfa en un vehículo. Habían volado un puente. Aquí hubo una buena cantidad de muertos y heridos.  El fotógrafo que me acompañaba no quiso ir. El reportero tampoco. Yo era el Jefe de Redacción de la Revista Así y cubrí la noticia. Malabares porque la policía controlaba toda y trataba de evitar que se registren, periodísticamente, los hechos. Hice un gran informe especial de seis páginas denunciando todas las tropelías. Era el año 1969 0 1970. No recuerdo bien.
-¿Qué tanto ha influido la política en tu quehacer literario y actualmente que piensa Maynor Freyre sobre esta actividad?
-Creo que si pero sólo en ciertos cuentos. Yo tengo publicado 66 de ellos que tienen tres ediciones. Pero mis cuentos, predominantemente, son sobre niños,  jóvenes, de la infancia. Hay también los de amor. Algunos tienen sesgos políticos porque los personajes le dan ese tamiz o esa característica. No soy yo el político. Lideres sindicales. Pero son los menos. La mayoría no son de esa forma. Lo que si me refiero a los presos. No hay que olvidarse que estuve injustamente detenido en la cárcel acusado de sabotaje. “Caretas” y “Correo”, principistas, me defendieron. Ello me permitió salir libre. Pero dejaron huella y pase a la lista negra  para impedir que trabaje escribiendo. Lo único que yo se hacer. Durante siete años tuve que hacerlo con seudónimos  como: Demetrio Manfredi y  Simón Evans
En cuanto a la política, Vargas Llosa dice que la novela es política. Pongo eso como un epígrafe en mi libro "Par de Sátrapas", una  denuncia en ficción contra la dupla Fujimori y Montesinos. Mao Tse Tung hablaba de las 100 flores del pensamiento. Cosa que no respeto porque el hizo la revolución cultural y allí que flores iban a crecer. Solo persistía el  pensamiento MAO
-¿En que lado político está hoy Maynor Freyre?
-Sigo siendo un hombre que cree en la justicia social y en la distribución equitativa de la riqueza. No quiero decir que todos van a ganar igual o que van a recibir igual. Si un minero gana, tiene que aumentar a sus trabajadores. Cosas raras pasan. Antes se echaba la culpa a los gringos. Ahora hay gentes de otras nacionalidades que explotan. Inclusive de países latinoamericanos y de España misma. En el Perú hemos vivido situaciones caóticas con 60 mil muertos y 15 mil desparecidos. No lo afirmo yo.  Lo dice Morgana Vargas Llosa en sus exposiciones de chalinas. Epocas que incluyen a  Belaunde, Alan García y Fujimori. Desde los años 80. El General Noel en Ayacucho no era un santo y allí se cometen muchas barbaridades. Estoy leyendo sobre el Caso Uchuraccay que ha escrito el abogado Julio Falconí Gonzales  en  España. Me asombró  ver los pronunciamientos oficiales.  Como se creo un estado dentro del estado con  Noel. Este militar no permitía  que vayan los jueces y los médicos legistas a investigar  y cumplir su labor de esclarecimiento. Todas las pruebas, que demostraban el asesinato de los  colegas, desaparecieron.


Morgana Vargas Llosa
-A propósito del gran triunfo de Vargas Llosa, ¿tu opinión sobre el Premio Nobel de Literatura que se le acaba de conceder?
-Realmente que lo conseguido por el escritor es un orgullo para todos los peruanos. Lo entreviste en 1967. El 2001 asistí a una reunión literaria en Francia. Había una serie de personas de  l4 nacionalidades.  Para mí la lectura de”La Ciudad y los Perros” me significó descubrir un nuevo mundo. Había leído “Los Jefes”. En ese tiempo era muy joven y noto la influencia que Vargas Llosa va a tener en la Literatura. Por eso siempre seguí su novelística. El 2001 estuvo en esta reunión. Vargas Llosa, quien era el personaje principal del encuentro, no permaneció en la mesa de honor. Se sentó con los asistentes. Pedía la palabra para intervenir como cualquiera  y lo hacia con mucha serenidad. En los descansos, hacia su cola para tomarse un café, cargaba sus maletines y maletas. A la hora de almuerzo el mismo  se servía. Un hombre enteramente sencillo y yo justamente había sacado la primera edición del libro Altavoces. Se lo dejé en la recepción del hotel donde estábamos alojados para que lo leyese. A esta reunión había ido Sergio Vilela por el diario El Comercio. Por eso escribió “El Cadete Vargas Llosa”. Allí  vimos a un hombre cuajado. Desde aquella época, todos estábamos de acuerdo de que tenia que ganar el premio Nobel. Se trata del escritor más importante que tiene el Perú. El crítico Julio Ortega dice que “Vargas LLosa escribe sus artículos con la mano derecha y sus novelas con la mano izquierda”. No creo que sea eso simplemente. El tiene méritos innegables en sus obras. El personaje de Flora Tristán, por ejemplo, es excepcional. Realmente rescatado. El Perú no conocía su valía. En “Las Travesuras de la Niña Mala”, el autor hace mención a un hecho de por si histórico que nadie denunció cuando revela que a los guerrilleros, Máximo Velando y  Guillermo Lobatón, los capturaron y los tiraron desde un avión, perdiendo-por supuesto- La vida. Estando yo preso,  cuando me acusaron ser participe de un aniego en las plantas de Siderperu y ni siquiera se cambiar un simple caño, leí esa genial obra de Vargas Llosa “Pantaleón y las Visitadoras”, donde se burlaba de los militares. Me carcajeaba de la risa en una situación para mi no muy favorable. La protesta por la injusticia de perder la libertad durante una dictadura militar, la hacia a través de Vargas Llosa y su novela. Esa hermandad con el escritor no la voy a perder jamás.
-Hablemos de autocritica. ¿La has ejercido en el periodismo y la literatura como medida  corriente y de superar, por completo, errores para ser mejores?
-Claro que si. Es muy necesaria. Cuando tú publicas después analizas si quieres superarte. Un escritor que trabaja la palabra y construye mundos tiene que revisarlos, por obligación, a cada rato.  Puede decirte que he esperado muchos años para corregir un cuento, inclusive de muy pocas páginas. Buscando varias versiones para sacar una final que sea la mejor.  La autocritica en mi es permanente. Yo empecé con una novela que se llamaba “Poligenio Psicoterapéutico”  de carácter existencial y allí también ejercí esta actividad. En la última novela que es de ficción y de carácter político, "Par de Sátrapas", lo mismo.  Aquí habló de los muchachos imberbes e intonsos que los llevan a la captura de la Embajada del Japón. Una aventura descabellada y luego me refiero a ese famoso video donde salen bailando Zorba el Griego. ¿Cómo es que la gente  pensaba que este era un líder milenario? Destaco el asombro de los chicos que terminan desertando. Se dan cuenta que ese no es conductor. Hay una crítica tanto al Gobierno como a los que se levantaron. Esto lo reviso y hago, evidentemente autocritica. Escribo un cuento que se llama “La noche de los perros ahorcados”. Hago ver todo el verticalismo con que este grupo  actuó en contra del Perú. El cuento lo cambié varias veces, hasta que revelo la gran equivocación. Uno tiene que seleccionar métodos de inspiración. Hice en el diario “Gestión” muchos textos literarios y sobre arte, donde también revise mucho. En este medio escribían  también Marco Martos y Javier Sologuren. Hacíamos los jueves una especie de Pagina Literaria, que después fue los sábados. Se registró una acogida inusitada entre los empresarios.  Lo mismo he hecho al ejercer la docencia. He escrito, además, en el diario Oficial El Peruano y en la Revista Si con César Hildebrandt, Ricardo Uceda y César Lévano. Me daban hasta 8 páginas para asuntos culturales. Entonces tenia que buscar cada vez una mejor forma de llegar al público. Me acordaba siempre de RACSO con mi  entrevista, quien los temas culturales y científicos, los convertía en asequibles para el público. Siempre he tenido, pues, una constante autocritica. Las mejores autocorrecciones son las que se dan en las charlas y en las tertulias con los colegas que tienen experiencia y pueden aportar.
-Pasemos a las generaciones representativas de la Literatura Peruana.  La de los años 50, 60 y 70 hasta llegar a la actual, ¿centrémonos en estos puntos?
-La generación del 50, marca época con el surgimiento de muchos autores. Una oleada. La gente temía escribir sobre temas de índole urbano. Se pensaba que el Perú era solamente  indigenista. José María Arguedas y Ciro Alegría lo hacen con genialidad. Pero ellos tocaron también otros temas. El primero denunció las barbaridades del penal El Sexto y al final vino “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo”. Los del 50, como Enrique Congrains y Oswaldo Reynoso, se inclinan a escribir sobre la ciudad. Redescubren la urbe. A esta generación la encuentro en  el  Palermo.  Un arequipeño como Reynoso  viene y escribí sobre los muchachos del barrio. Eso me impresiona tremendamente. Por lo que escriben, por las infinitas conversaciones que tuve con ellos y por trabajar juntos en los periódicos. De estos últimos, me refiero a  Juan Gonzalo Rose, Francisco Bendezú, Sebastián Salazar Bondy, Blanca Varela, José Bernardo Adolph, Cesar Lévano y Alfonso Tealdo que no fue literato, pero con una genialidad periodística excepcional.  Los artículos que hizo deberían editarse y reproducirse. Surge el grupo Narración. Algunos eran excepcionales y seguían a Vargas Llosa. Allí está Antonio Gálvez Ronceros que descubre la Literatura negra.  Gregorio Martinez. El primero viene de Chincha. El segundo de Oyungo en Nazca. Hay un predominio de escritores de provincias. Antes Valdelomar de Ica. Arguedas de Apurímac. Ciro de Alegría de Huamachuco. Vallejo de Santiago de Chuco. Jose Maria Eguren si era barranquino, limeño. En la Villareal surge otro movimiento, Hora Zero, que eligió un lenguaje de la calle que según Miguel Gutiérrez de Narración, fluye a favor de esa época.  En los  años  80 han surgido algunos escritores.  Pero no existen los de alta jerarquía.  En las anteriores generaciones, Alegría fue traducido a varios idiomas. Arguedas lo mismo.  Con Arturo Hernández pasa igual. Antes de Vargas Llosa, esta gente había tenido un éxito internacional. Arguedas tiene una polémica con Julio Cortázar a través de Life. Este mundo literario al igual que el periodismo, ha perdido profundidad. Ahora ya no hay muchos que hagan eso. A veces se quedan en la anécdota. No hay interpretaciones. Sin embargo acaba de salir “El Sueño del Celta” y allí que si nos admiramos que Vargas Llosa a sus 73 años sigue siendo excepcional y no deja al Perú. Comienza con lo de Irlanda, denuncia al Congo y llega a las barbaridades  de la Amazonia con el famoso Arana. La selva siempre fue tomada como anécdota, Arturo Hernández que te habla de la manera de vivir, descubriendo un mundo. López Albújar y Arguedas que lo profundizan. Había una novela hace muchos años escrita por José Diez Canseco, “Duque”, que se dice  sirvió de pauta para “Un Mundo para Julius”, de  Alfredo Bryce, aunque este último lo niega. Pero para mi tienen parentesco, aunque en épocas distintas. Esa novela de Bryce, a quien pueden haberlo acusado de cualquier cosa, es buena. No es mal escritor. El Grupo Narración empieza atacar a los exitosos  Bryce y Vargas Llosa.  Para poder valer. Lo importante de este grupo es que trabajó mucho la narración. La innovó. Allí están Gutiérrez, Reynoso. Son escritores de alta calidad. Reynoso ha triunfado en  Argentina y en Chile le dieron un premio. Sin embargo, hay que reconocer  que ellos no se han internacionalizado más. Narración lo funda Oswaldo Reynoso. Lo integra Eleodoro Vargas Vicuña que escribe, entre muchas otras cosas, su cuento Taita Cristo llevado al cine . Luego surge Gutiérrez, Martinez, Gálvez Ronceros, Nilo Espinoza que es un escritor que aun no se le ha valorado. Este grupo  tiene una posición política fuerte pro  China, digamos. Pero en sus novelas, no se ve nada de eso.
-¿Y la generación del 60?
-Brillante, evidentemente. César Calvo, un excelente poeta. No olvidemos que Reynaldo Naranjo fue  Premio Nacional de Poesía. Sus otros representantes  verdaderamente valen. No hay ninguna duda en ello.  Cierto es que a mi me han considerado parte de Hora Zero que irrumpió y se desarrollo con criticas rotundas a este grupo. Pero eso no me quita reconocer méritos. De las generaciones actuales son: Cronwell Jara, Castro, Luis Nieto Degregori, Félix Álvarez Cabrera. Fernando Ampuero, Alonso Cueto  y Thais. Son escritores de éxito que destacan. Debo decir como explicación adicional que a la generación del 60 que es la mía, no he querido ponerla en la mira de la crítica. Me sentía parte de ella y  si lo hacía perdía-si se quiere, objetividad para juzgarla.


César Calvo.
-Volviendo al periodismo, ¿en qué medio de comunicación te sentiste más cómodo en las diferentes gamas que  ejerciste como reportero, editor y director?
- Definitivamente que en” Caretas”. En las páginas de esta revista escribí a raudales. Edité al máximo. Hice textos con mucha investigación. Esta publicación es una verdadera escuela del periodismo. Sin embargo, no puede dejar de lado a “Oiga”. Amerita recordar siempre a Francisco Igartua y Sebastián Salazar Bondy con quien me sentí muy a gusto hasta que se murió en 1965. En el diarismo el trabajo es durísimo pero reconfortante. En fin, el periodismo, realmente,  es una pasión.
-¿Deseas algo más que añadir?
-Quiero dar a conocer que estoy trabajando una novela ambientada en Bahía, Brasil, que es la tierra de Jorge Amado sobre Manuel Morales, un escritor peruano que ganó el premio La Cantuta de Oro por unos poemas. El se fue a Brasil y estudió Cooperativismo.  Se entusiasmó con Velasco y su revolución. En Bahía, que es mágica,  lo hago reencontrarse con los peculiares personajes de Amado. Lo obligó a cantar a sus amigos. En la vida real, Morales se integró al Movimiento Literario Hora Zero y practicó un  lenguaje mordaz. Pasó de revolucionario a convertirse en guardaespaldas. Desafortunadamente, el personaje murió en un accidente, cayéndose de una escalera hace unos dos años. (Edgardo de Noriega)

6 comentarios:

  1. He leido la ultima obra de Maynor Freyre. Realmente que sus páginas son muy interesantes. Hay de todo y para todos. Sobre todo para los amantes del periodismo y la Literatura.Definitivamente, elautor merece una felicitación. Hernan Urbina

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  2. Que interesante y profunda entrevista. El periodista y escritor Maynor Freyre ha sido auscultado por todas partes. Las preguntas acertadas y las respuestas lo mismo. Vemos a un intelectual que produce y esta comprometido con la realidad del país. Renzo Catara.

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  3. Maynor Freyre ha sido mi profesor en la Universidad Villareal. Por eso mismo puedo decir con conocimiento de causa que se preocupa al máximo en mejorar las condiciones de enseñanza de los futuros profesionales de la comunicacion. Muy bueno el reportaje. (Juan Jose Luna).

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  4. En la entrevista hay denuncias que no podemos dejar pasar y si analizarlas al máximo. Primero, la falta de ética del periodismo que confunde informacón con opinion. Eso hay que superarlo. Segundo, la propension de abusar con los hechos de sangre. Lo hacen inclusive los canales serios de televisiòn. Tercero, el periodismo no tiene órganos idoneos de representatividad. Todo esto lo sabemos gracias a Freyre y hay que superarlo por el bien de la sociedad. Gustavo Tueros

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  5. Magnifica entrevista y felicitaciones al blog. La preocupacion por la literatura y el periodismo debe destacarse. (Alberto Montes)

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  6. La humildad del mejor escritor del mundo, Mario Vargas Llosa recientemente galardonado por el Premio Nobel, me ha impresionado tremendamente. Una virtud que los hombres que valen sean así. Saberlo enaltece al Perú. Fernando Pedraza.

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