sábado, 10 de septiembre de 2011

ALLENDE: DEL IDEAL AL SACRIFICIO


Creyó con firmeza en la revolución para la transformación definitiva y en eso se mantuvo incólume y persistente a lo largo de su vida. Lo que fue un ideal se convirtió en el sacrificio de Salvador Allende Gossens, el primer marxista elegido constitucionalmente por el pueblo en comicios libres y dentro de un estado eminente de derecho, para dirigir como Presidente de la República, el destino inexorable de Chile.
El régimen socialista finalizó abruptamente con un  golpe de estado ocurrido el 11 de setiembre de 1973 en  el que participaron las Fuerzas Armadas y los Carabineros, tres años antes del  fin de su mandato constitucional. Luego que el Palacio de la Moneda fue atacado por aviones y tanques. Por su parte,  Allende terminó suicidándose.
Tras el fin de su gobierno sobrevino una dictadura militar encabezada por el General del Ejército chileno Augusto Pinochet Ugarte que duró l7 largos años, en medio de la restricción total de las libertades ciudadanas y el asesinato cobarde, persistente de los  que se oponían a este  régimen sátrapa.
Fue un destacado político que se desempeñó como diputado, ministro, senador y presidente de la república entre 1970 y 1973. A este último cargo llegó  tras ser candidato presidencial en cuatro oportunidades.


Salvador Allende.

ORIGENES
En 1952, con magros resultados; en 1958, alcanzó la segunda mayoría relativa, pegado al conservador Jorge Alessandri; en 1964 obtuvo el 38% de los votos, que no le permitió superar al triunfador Eduardo Frei Montalva de la Democracia Cristiana; y, finalmente en 1970, consiguió la primera mayoría del 36.6%, siendo ratificado por el Congreso.
 El gobierno de Allende apoyado por la Unidad Popular, alianza de varios partidos  de izquierda, destacó por el intento de trazar un camino socialista usando medios legales.
La famosa “vía chilena al socialismo” con proyectos como: la nacionalización del cobre en medio de la polarización política internacional, de la mismísima Guerra Fría  y de una grave crisis  económica a nivel interno pocas veces vista.
El origen de los Allende es vasco. Sus antepasados llegaron a Chile en el siglo XVII y comenzaron a destacar en los círculos aristocráticos. Entre ellos: Ramón Allende Padin “El Rojo”,  con ideas políticas de origen Radical y Gran Maestro de la Masonería.
CRECIO EN TACNA
Su hijo Salvador Allende Castro fue también Radical y Masón. Un renombrado funcionario público y después Notario en el puerto de Valparaíso. Era muy conocido por su ingenio y dotes poéticas.
Contrajo matrimonio con Laura Gossens Uribe, mujer de gran belleza y tremenda religiosidad, hija de un inmigrante belga y de una dama de la ciudad de Concepción. Los hermanos Allende Gossens fueron seis. Los dos mayores, Alfredo e Inés.
Luego vinieron Salvador y Laura, quienes murieron. Entonces nacieron otros dos con los mismos nombres: el que sería presidente y la última que también fue parlamentaria. Ella,  como su hermano para acabar con su vida, recurrió al suicidio ocurrido en la capital cubana de La Habana y fue madre del líder del MIR, Andres Pascal Allende
La familia de Allende era de posición acomodada. Su padre, por sus ocupaciones, vivió en diferentes  ciudades como Tacna, en aquella época dominada indebidamente por los chilenos.
Allí precisamente vivió desde pequeño ocho años de su vida, estudiando en el Liceo de la referida localidad fronteriza, según los relatos de la nana que lo cuidó y lo vio inclusive de Presidente, Zoila Rosa Ovalle, la “Mama Rosa”.
Ella lo llamaría cariñosamente “Chichito” en vista de que el pequeño no podía pronunciar su nombre en diminutivo, Salvadorcito. De allí el origen del sobre nombre que lo acompaño toda la vida, “Chicho”.
Estuvo por Iquique y Valdivia con su familia por las actividades de su padre. En esta última ciudad chilena estudió en el Liceo y ahí fue donde sus compañeros de colegio lo bautizaron como “pije” y “pollo fino”, por su alta composición social y su fina vestimenta.
ESTUDIANTE DE MEDICINA
El viaje a Valparaíso, el puerto principal de Chile, ocurrió en 1921 luego de que su progenitor fue nombrado Relator de la Corte de Apelaciones, cargo al que renunció después para desempeñarse como Notario. En esta ciudad porteña, Allende continuó sus estudios en el Liceo “Eduardo de la Barra”.
Conoció en dicho plantel a Juan Demarchi, viejo anarquista que tuvo una influencia fundamental en su actuación política. Le infundió, durante largas tertulias que aprovechaban para jugar ajedrez, muchas de las banderas de lucha a favor de los sectores más necesitados de la sociedad.
DIPUTADO Y MASON
Hizo el servicio militar, por un año, en el Regimiento de Lanceros de Tacna y luego ingresó a la  Universidad de Chile en Santiago para estudiar Medicina. Fue un buen estudiante y obtuvo notas altas. No obstante que, desde muy joven, se dedicó a la política liderando grupos de izquierda.
En efecto, llegó a ser Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y en 1933 estuvo entre los fundadores del Partido Socialista. Por aquel entonces, su padre murió por efectos de una diabetes muy avanzada. Cuando el progenitor agonizaba, el hijo estaba preso por razón de sus ideas políticas. Felizmente, alcanzó  verlo y darle el último adiós.
Su tesis con la que optó el titulo de Médico se llamó “Higiene Mental y Delincuencia”. Laboró en varios nosocomios hasta que consiguió un trabajo fijo como Ayudante de Anatomía Patológica en el Hospital Van Buren.
Posteriormente, Director de la Asociación Médica en Valparaíso y Miembro del Directorio Nacional de esa organización profesional.  En 1935, Editor del Boletín Médico de Chile y de la Revista de Medicina Social de Valparaíso. Por aquel entonces, ya había ingresado a la Masonería.
Resultó ser uno de los más entusiastas militantes del Frente Popular que llevó a Pedro Aguirre Cerda a la Presidencia de la República, Pero antes  elegido diputado por Quillota y Valparaíso, prometiendo y no jurando el cargo. Como parlamentario fue el autor de muchos proyectos de ley  que tenían que ver exclusivamente con problemas de índole social.
Aguirre Cerda lo nombró Ministro de Salud cuando cumplió 35 años. Publicó un libro que causó impactó cuyo titulo era: “La realidad médico social chilena”, donde puso mucho énfasis en el fortalecimiento de la salud pública. Corrían los años 1939 y 1940.
Por esta época contrajo matrimonio con la maestra Hortensia "Tencha" Buzzi Soto, con quien antes convivió un tiempo. Ellos tuvieron tres hijas mujeres: Carmen Paz; Isabel, que posteriormente fue parlamentaria; y Beatriz "Tati", la engreída del Papá que estuvo muy cerca a él durante el gobierno popular y que desafortunamente en pleno exilio se suicidó en La Habana porque, según se comentó en su oportunidad, no pudo superar la muerte del Presidente.
Como Ministro de Salud, cumplió una acertada labor y entre sus logros figuran: la producción y distribución masiva de medicamentos entre la población contra las enfermedades venéreas, dotación de presupuesto para los centros populares de higiene pública, expansión del servicio dental en las escuelas y entrega de alimentos entre los estudiantes.


Dirigiéndose al pueblo.

CANDIDATO PRESIDENCIAL
Posteriormente y luego de desempeñar el cargo de  Vicepresidente de la Caja de Seguro Obrero Obligatorio, se dedicó a trabajar por entero al interior del  Partido Socialista, desempeñando con eficiencia y mucho sentido unitario, la Secretaria General de esa agrupación política.
Era definitivamente el símbolo  del socialismo moderado y en tal condición salió varias veces elegido senador y en diferentes épocas, representando a varias  regiones de su país como: Llanquihue, Chiloé, Aisén y Magallanes, Tarapacá  y Antofagasta, Aconcagua y Valparaíso.  Llegó a ser Presidente del Senado en 1966, ganándose el reconocimiento de todos los grupos políticos.
No le fue fácil conseguir a Allende la postulación a la Presidencia de la República en 1970, como candidato de la Unidad  Popular: la alianza de los comunistas, socialistas sectores del Partido Radical, el Mapu, de origen social cristiano radicalizado y otros partidos de izquierda.
Pesaba, en contra de él, la derrota en las elecciones en tres oportunidades e incluso muchos militantes al interior de su propio partido y en otros no creían en la vía chilena al socialismo. Pero se impuso, sobre todo por el impulso del Partido Comunista. La campaña fue dura, enteramente pacífica.
Los contrincantes eran pesos pesados de la política chilena. Desde el representante de la Derecha, el ex presidente Jorge Alessandri Rodriguez, hasta Radomiro Tomic, de la Democracia Cristiana, que tenia un pensamiento progresista.
HECHO MUY SINGULAR
Al principio, las encuestas le daban el triunfo a Alessandri. Pero su campaña se fue deteriorando principalmente por su avanzada edad. A cada rato se le enrostraba lo de senil y de sufrir la enfermedad de Parkinson.
Mucho  de ciertas eran las afirmaciones  y por eso sus partidarios decidieron evitar, a como de lugar, las concentraciones populares precisamente para que no lo vean, salvo en el cierre de la campaña. Pero ya era tarde. Habían actuado sin estrategia efectiva.
Un hecho muy singular ocurrió en plenas elecciones  cuando los ánimos estaban exasperados. El Comandante General del Ejército,  René Schneider, declaró que la institución castrense respetaría por completo los enunciados de la Constitución, si ninguno de los dos candidatos obtenía la mayoría absoluta. La derecha se irritó por completo, porque existía la posibilidad de que el Congreso elija.
Así fue y los resultados de las elecciones del 4 de setiembre de 1973 se dieron a conocer, pasado la media noche, en un clima de orden y tranquilidad: Allende 36.3%, Alessandri 34.3% y Tomic 27.8%. La derecha entró en pánico, mientras que los triunfadores salieron a las calles y plazas a festejar. La elección se definiría en el Congreso.


Lo acompañó el apoyo popular

LAS GARRAS DE LA CIA
Las provocaciones de inestabilidad ocurrieron, evidentemente, con el asesinato de Schneider en el que estuvo comprometido, según se dice, la Central de Inteligencia Americana (CIA) .El general golpista fue Roberto Viaux, apoyado por grupos de ultraderecha. Los asaltantes huyeron al instante, mientras que la victima falleció en el Hospital Militar tres días después
La votación en el Congreso ocurrió el 24 de octubre  por la mañana bajo la presidencia del  Senador Demócrata Cristiano, Tomas Pablo Elorza. Allende consiguió 153 votos, Alesandri 35 votos, en blanco 7 sufragios. De un total de 195 parlamentarios sufragantes.
Teniendo en cuenta los artículos 654 y 655 de la Constitución Política, el Congreso proclamó como Presidente Constitucional de Chile al ciudadano Salvador Allende Gossens, para el periodo comprendido entre el 3 de noviembre de 1970 e idéntica fecha de 1976.
La victoria de la Unidad Popular se concretó  luego de que la Democracia Cristiana exigió, para su apoyo en el Congreso, un estatuto de garantías constitucionales que aseguraría que Allende no se saldría del cauce constitucional.
ESTATIZACIONES
El gobierno se instauró para llevar el plan de transición del capitalismo al socialismo, con puntos concretos que incluían: la estatización de las áreas claves de la economía, nacionalización del cobre,  profundización de la reforma agraria, congelamiento de los precios de las mercancías, aumento de los salarios de todos los trabajadores, modificación de la Constitución y creación en el parlamento de una cámara única.
Lo que se planeó es combinar las estatizaciones con otras medidas drásticas para obtener una reactivación económica, después de llevar a cabo la total redistribución de la riqueza. La estatización de las empresas se realizó con la ayuda de ciertos resquicios legales.
NACIONALIZACION DEL COBRE
Entre ellos, el Decreto Nº 520, vigente desde 1932 en épocas de la República Socialista, que había caído en el olvido aunque mantenía su valor legal. El proceso consistía  en que si alguna empresa considerada clave de la economía detenía la producción, el Estado la podía intervenir para que vuelva a operar.
El sistema fue calificado como ilegal por la oposición y los propios sectores productivos y empresariales. No obstante, la Controlaría General de la República, constantemente, sancionaba a las medidas como enteramente legales.
La nacionalización del cobre se convirtió en realidad por decisión de todas las corrientes políticas. A las empresas mineras se les pagaría una indemnización, pero restándoles las utilidades que obtuvieron en demasía gracias a los bajos  o nulos impuestos, de acuerdo a una rentabilidad razonable del 10 por ciento a partir de 1955.
Lo cierto es que, por efectos de la ley sancionada, las empresas norteamericanas Anaconda y Kenecott no recibieron un solo centavo y terminaron debiéndole al  estado chileno cifras millonarias.
Ante las Naciones Unidas en Nueva York el año 1972, Allende respaldó la nacionalización, argumentando que dichas firmas obtuvieron ganancias cercanas a los 4 mil millones de dólares en las últimas décadas.
La reacción de Estados Unidos no se dejó esperar y el Gobierno de Richard Nixon, con su Secretario de Estado Henry Kissinger, promovió un boicot contra Chile a través de la negación de créditos y la petición de un embargo del cobre. Posteriormente en la época de los militares, se le pagó a la Anaconda, de propiedad de las familias Rockefeller y Rothscschild, la suma de US$ 250,000.000.
TOMA DE TIERRAS
En cuanto a la reforma agraria, se propició la toma de tierras por parte de los campesinos y luego se concretó la expropiación de los fundos. Hasta fines de 1971, se efectuó la expropiación de más de dos millones de hectáreas. Las tomas adquirieron ribetes enteramente violentos por los enfrentamientos a balazos entre campesinos y terratenientes, con muertes de  por medio.
La congelación de precios y el aumento de sueldos debieron provocar inflación. Pero en Chile un 20% de la capacidad productiva estaba ociosa. Antes de subir los precios, los comerciantes aprovecharon esa capacidad, generando crecimiento económico.
LA CRISIS
Además en el pensamiento de los economistas de la Unidad Popular, las emisiones de dinero tenían un lapso durante el cual no producían inflación al menos momentáneamente, en el corto plazo. El sistema funcionó  el primer año en que se dobló el dinero, la inflación fue baja y el Producto Bruto Interno (PBI) creció un 8%
La situación cambió por completo a finales de 1971, con grandes problemas económicos. El déficit del presupuesto creció a ritmo acelerado. La política monetaria se descontroló con un crecimiento de 124% del crédito del sector público, cayó estrepitosamente el nivel de reservas internacionales.
La balanza comercial pasó de superávit a déficit, se dejó de pagar la deuda externa. A causa del incremento de los salarios reales y los controles de precios, se produjo una seria contracción de las utilidades de las empresas.
Aparecieron las primeras señales del desabastecimiento de los productos y los alimentos que dio lugar a la aparición de un tremendo mercado negro. Fueron las épocas en que la población salió a protestar, haciendo sonar cacerolas vacías en reclamo por la falta de subsistencias.
El paso siguiente fue la agudización de la violencia política. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), de posición ultra extremista, intensificó sus acciones con las tomas de tierras y fábricas, en las cuales el Gobierno se negó a usar la fuerza policial.


Con Fidel Castro

INFLACION DE 606%
Por su parte, en la derecha, el grupo ultraconservador Patria y Libertad multiplicó sus acciones terroristas. Los movimientos a favor y en contra del Gobierno continuaron con grandes enfrentamientos callejeros. Reinaba, por completo, la intolerancia.
Mientras tanto, la economía había dejado de crecer por completo. El incremento de las remuneraciones del sector público, la expansión de los subsidios de las empresas públicas y el deterioro de la recaudación tributaria sin tomar en cuenta la inflación imperante, generaron un creciente déficit de magnitud impresionante.
Todo este gasto se financió a través de emisiones monetarias inorgánicas del Banco Central. El resultado fue el incremento descontrolado de la cantidad total de dinero circulante. La inflación llegó a un 606%, cayeron los salarios reales y la deuda externa aumentó considerablemente.
MERCADO NEGRO
El control de precios dio lugar a la escasez de productos alimentarios y por ende al mercado negro donde se vendía a precios multiplicados. No había nada en los almacenes, tiendas, supermercados, provocando largas colas de gente para obtener que comer.
Para enfrentar el desabastecimiento, el Gobierno creó las  Juntas de Abastecimiento y Precios (JAP)  que seria otro factor de discordia entre las fuerzas de derecha e izquierda.  Las primeras acusaban a las segundas de negociados y de perjudicar a la mayoría de la población.
La grave situación económica dio lugar a la  huelga de los camioneros, encabezados por León Vilarín, que agravó por completo la distribución de alimentos. Al paro que- se aseguró- estuvo financiado por la CIA, se plegaron otros profesionales como: ingenieros, médicos, profesores y estudiantes. El país quedó virtualmente paralizado.
La medida de fuerza finalizó con el ingreso de los miembros de las Fuerzas Armadas al Gabinete Ministerial. El General Carlos Prats asumió la cartera del Interior. El Contralmirante Ismael Huertas lo hizo en el Ministerio de Obras Públicas y el General del Ejército Carlos Sepúlveda fue a Minería. Este gabinete duró hasta las elecciones parlamentarias.
En marzo de 1973 ocurrieron dichos comicios. La oposición, agrupada en la Confederación Democrática (CODE), deseaba obtener dos tercios del Congreso para emitir una acusación constitucional contra Allende y sacarlo del poder.
Pero la Unidad Popular que apoyaba al régimen  consiguió el 43.5 % mientras que la Code llegó al 54.6%. Lo importante es que la izquierda, al presentarse en una lista única, consiguió aumentar  su representación en tres diputados y un senador.
SIN ACUERDOS
Allende, para solucionar la crisis, buscó un entendimiento con la Democracia Cristiana. Pero no lo consiguió. El proyecto de reforma constitucional de la oposición y que ponía trabas al plan de estatización masivo de la Unidad Popular, fue aprobado por la Cámara de Diputados. Pero vetado, inmediatamente, por el Ejecutivo sin mediar explicaciones.
Los acuerdos con la Democracia Cristiana no se consiguieron sobre todo por la oposición del Partido Socialista. En cambio el Partido Comunista trabajó por el entendimiento. Los Socialistas, con Carlos Altamirano a la cabeza, comenzaron a crear problemas a Allende con sus acciones transversales y discursos encendidos.
REFORMA CONSTITUCIONAL
Otro intento de acercamiento fue impulsado  por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, propiciando un diálogo con Allende y el Presidente de la Democracia Cristiana, Patricio Aylwin, para buscar un acuerdo que supere la situación. Pero nada prosperó.
Según el Cardenal, el fracaso en la búsqueda del consenso se debió a la intransigencia de la Unidad Popular y la oposición al diálogo que propició el ex presidente Eduardo Frei Montalva y la exigencia de Aylwin, de ministros militares con poderes muy amplios.
A Allende no le quedaban muchas opciones y comenzó a hablarse de una guerra civil porque realmente la sociedad chilena estaba fragmentada. Los comunistas se oponían a esa guerra civil y los socialistas de Altamirano decían a los cuatro vientos: “el golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo”.
La violencia callejera se volvió cada vez más intensa. Un nuevo foco de este tipo se manifestó cuando se quiso cambiar la educación en Chile de una basada en los valores del capitalismo a otra con características del hombre nuevo del socialismo. El proyecto fue dejado de lado, a pedido del Cardenal.
El 11 de junio de 1973, el Congreso aprobó la reforma constitucional que convirtió en inexpropiables los predios inferiores a las 40 hectáreas y se dio garantías a los comerciantes y transportistas. El Ejecutivo se negó a promulgarla. La oposición consideró este acto anticonstitucional. Pero la Contraloría General de la República le dio la razón al Presidente. Caos de caos.
A los pocos días, el Regimiento Blindado Nº 2 al mando del Coronel  Roberto Souper se levantó en armas contra el Gobierno, con la ayuda de varios tanques y dos camiones repletos de soldados.
Los sublevados intentaron tomar el  Palacio de La Moneda y se enfrentaron a las Fuerzas de la Guarnición que estaban comandadas por el General Prats. Los miembros de Patria y Libertad, que estimularon el golpe, se asilaron en la Embajada de Ecuador. El resultado final de este intento fue conocido como el  “tanquetazo”, incidente violento que dejó de por medio 20 muertos, la mayoría de ellos civiles.
Allende, completamente alarmado, llamó nuevamente a los uniformados a integrar el Gabinete. En esta ocasión con los cuatro miembros máximos de las Fuerzas Armadas y luego planeó su última arma para salir de la tremenda crisis: el plebiscito.


El Palacio de la Moneda bombardeado.

EL GOLPE
Lo quería convocar para evaluar si continuaba en el cargo de Presidente de la República. Si el resultado hubiese sido a favor de la permanencia presidencial, presumiblemente habría disminuido la posibilidad de un golpe de estado. La otra posibilidad es que hubiese sido adverso.
En este último caso, Allende se habría retirado con la cabeza en alto por dejar su mandato por decisión de la ciudadanía y no por las presiones de la oposición. Sin embargo, los partidos de la Unidad  Popular nunca se pudieron poner de acuerdo sobre este punto. Lo rechazaban por completo.
El hecho concreto es que la consulta jamás se realizó porque primero vino el golpe de Estado, el 11 de setiembre de 1973. A las 7.15 a.m. de ese día, Allende salió de la casa presidencial de Tomas Moro a bordo su Fiat 125, llegando a La Moneda 20 minutos después con un fusil AK-47, el regalo de Fidel Castro.
Los que le daban seguridad, denominados Grupo de Amigos Personales (GAP), tenían para defenderse dos ametralladoras y dos lanza granadas, además de sus armas personales. Ellos también ingresaron a Palacio de Gobierno.



El día del golpe.

ULTIMATUM
La Cadena Democrática, conformada por las radios Minería y Agricultura, emitió la primera proclama militar. Allende debía hacer entrega de su cargo inmediatamente a la Junta de Gobierno integrada por los jefes supremos de las Fuerzas Armadas: Augusto Pinochet Ugarte (Ejercito), Gustavo Leigh Guzmán (Aviación) José Toribio Merino Castro (Marina) y César Mendoza Durán (Carabineros)
Se le dio al Presidente un ultimátum consistente en que si la Moneda no era desalojada antes de las 11 de la mañana, sería atacada por tierra y aire. Los militares se contactaron con la casa presidencial y propusieron sacar del país al primer mandatario. Allende rechazó la oferta.
A las 9.55 de la mañana, los tanques ingresaron en el perímetro de La Moneda. Francotiradores apostados en los edificios aledaños los trataron de repeler y se inició la balacera. Media hora después, a través de Radio Magallanes, Allende emitió su último mensaje presidencial. (Ver otra nota).
Los tanques abrieron fuego contra la Moneda. Los cazabombarderos dispararon en cuatro oportunidades sus cohetes sobre la Casa de Gobierno. El daño causado fue devastador. Otros dos aviones bombardearon la residencia presidencial de Tomás Moro.
SUICIDIO
El ataque a Palacio de Gobierno prosiguió con el uso de gases lacrimógenos. La Moneda, sin embargo, se negaba a rendirse. Fue entonces que un grupo de soldados derribó la puerta de Palacio. Eran las 2.30 de la tarde.
Allende decidió rendirse y deponer las armas. Entonces, según el testimonio de uno de sus médicos el doctor Patricio Guijón, con el fusil AK-47, se suicidó disparándose en la barbilla, explotando la bóveda craneana y muriendo instantáneamente.

Pinochet traicionó cobardemente a Allende.

A las 6 de la tarde se conformó la Junta Militar de Gobierno, mientras que la Unidad Popular y el Presidente habían desaparecido. Iniciándose una funesta y tremenda dictadura militar que duró 17 largos años.
Los restos de Allende fueron enterrados en el Cementerio Santa Inés de Viña del Mar sin una lápida que lo identificara, en una discreta ceremonia a la que asistieron su esposa Hortensia Bussi, su hermana Laura Allende y otros familiares.
Dieciocho años después, el 4 de setiembre de 1990 por decisión del Presidente Patricio Aylwin, recibió un nuevo funeral. Esta vez con el pueblo al lado y con honores que le correspondían, como presidente de los chilenos. Justicia tardía que llegó de todas maneras.
Como debió ser, desde siempre y para siempre. Hace poco por orden judicial se realizó la exhumación de los restos de Allende que confirmó el suicidio. Vida con ideales. Vida con tragedia. (Edgardo de Noriega)

3 comentarios:

  1. Una figura de la historia. Una figura de la revolución. Una figura de Chile y Americana Latina. Salvador Allende honra a todos por sus actos a lo largo de una fructifera vida. Encontrar artículos como este enaltecen la vida política de los pueblos. Gabriel Martel

    ResponderEliminar
  2. Que viva Allende. Se la jugó por los pobres de Chile y dio ejemplo siempre de consecuencia. Alberto Llanos

    ResponderEliminar
  3. La peor etapa de la historia de Chile fue la gobernada por Allende. La crisis económica fue total y todo el pueblo sufrió. Recordarlo como paladin de ninguna manera es bueno porque no hay que dar paso a la ideologización, la anarquia y el fracaso. Hernan Gerarden

    ResponderEliminar