viernes, 20 de enero de 2017

DE LA VIDA ESTUDIANTIL

Hace tiempo era costumbre en la Universidad llenar las paredes de dibujos figurando lápidas mortuorias con epitafios a los que salían mal en los exámenes, muy especialmente en la época en que era preciso rendirlos para ingresar a ella, sujetándose a los famosos cuestionarios que tanto asustaban a los examinadores de aquellos días.
En cierta ocasión, en que salió mal, no sé de cual examen el hoy abogado doctor
Genaro Delgado, dibujaron su consabida lápida y en ella pusieron: “Aquí yace el bruto Pedro Genaro Delgado, cullos restos descansan en paz. Delgado leyó el epitafio y bajo él escribió estos versos que algo modificados reproduzco: Te crees bellaco en tu orgullo/ que eres genio o algo más, /pero el aquí mora en paz/no escribe con ll, / y aunque soy bruto podría/a ti y a toda tu cuerda/darles pedazos de cerda/lecciones de ortografía…
La primera poesía que publicó José Gálvez cuando tenía catorce o quince años, fue una composición a Alfonso Ugarte-malaza por cierto- en “La Voz Guadalupana”, periódico que él con Paz Soldán, Badham, Monge, que hacía larguísimas odas patrióticas y otros muchachos de su época, fundaron en el Colegio de Guadalupe.
En esa misma revista hicieron sus primeras armas literarias: Lora y Lora, Bernardino León, Muñoz y de Vivanco, Alberto Jiménez y algunos otros. Recuerdo que Badham le hacía versos a una Balbina, a la que llamaba a cada rato ondina y que Gálvez en la poesía citada, confundió mujeriego con afeminado, sin duda obligado por la fuerza  de la consonante.

José Gálvez Barrenechea.jpg
El poeta José Gálvez<en plena juventud.

CHOCANO
Al Ing. Rafael Rey Alvarez Calderón, le ocurrió un gracioso percance en unos exámenes en el Colegio de la Recoleta. Debía rendir la prueba final del curso de Zoología y Botánica y con la nerviosidad de la espera, se puso a repasar, inquieto y vehemente, la familia de los simios.
Paseaba y paseaba por los claustros, esperando su turno, cuando  oyó que le llamaban¨”Rey, Rey, apúrate”. El muchacho atolondrado y tembloroso, llegó al aula y ocupó el fatídico asiento. Uno de los examinadores, sin dejar que el examinado se repusiera, le dijo a quemarropa: “A ver un ejemplo de molusco”. Y Rafael, confundido y asustado, contesto de un tirón: “¿De molusco? ¡El moño!
En exámenes de Historia de la Civilización llamaron a José Santos Chocano-ya de eso hace fecha- y don Manuel Marcos Salazar le dijo>: “Ocúpate del progreso”. Chocano que reveló sus rebeldías y genialidades desde estudiante, no era de los más estudiosos ni mucho menos capaz de repetir los textos de memoria y al contestar lo hizo divagando hasta que como quien se coge a un madero en un naufragio, con la más declamatoria solemnidad dijo: “El mundo marcha, como dice Pelletán”… Pero don Manuel Marcos no le dejó proseguir con esta frase: “El mundo marcha a su ruina con estudiantes badulaques como tú” Y lo aplazó.
EL GUADALUPE
El Colegio Nacional de Nuestra  Señora de Guadalupe ha funcionado en varios locales. Se fundó en la calle de la Chacarilla en el antiguo edificio del Estanco, que antes había pertenecido a los Jesuitas. Cuando su Rector, José Gálvez, se levantó en armas contra Echenique, tuvo que trasladarse a la Plaza de San Marcelo, por la hostilidad de aquel gobierno, y durante la Guerra con Chile, algunos profesores del plantel dictaron sus clases en el local de la Cámara de Diputados, en la Plaza de la Inquisición.
Don Sebastián Lorente y Benel solía, después de haber sido Director del Colegio de Guadalupe,  conversar afablemente con muchos de sus antiguos discípulos, que lo detenían respetuosamente en la calle a preguntarle por su salud. En cierta ocasión, en que acaba de sufrir un fuerte ataque de gota uno de sus ex discípulos le preguntó: “Don Sebastián, ¿Cómo va esa gota?” y el doctor Lorente le contestó: “Ay hijo esta no es gota, sino chorro…”
Una de las cosas que ha sacado siempre de su habitual afabilidad al doctor Manzanilla, es que sus alumnos lleguen tarde a clase y le interrumpan en sus explicaciones. En cierta oportunidad, José Varela Orbegoso, a la sazón estudiante, llegó pasadas las ocho y cuando el delicioso maestro hacía ya varios minutos que hablaba, Varela entro sonoramente a la clase.
El doctor Manzanilla interrumpió su oración y algo amostazado dijo sencillamente: “Señores, la clase se empieza a las ocho en punto, a lo que replicó Varela: “En mi reloj faltas un minuto para esa hora. “Pero en el de la Universidad son las ocho y diez, insistió Manzanilla. “No lo dudo doctor, pero el reloj de la universidad es demasiado grande para mis bolsillos.

Resultado de imagen para fotos de lima antigua
La Lima antigua de aquellos tiempos.
”.
TARDANZAS
He recordado ya que el doctor Manzanilla lo único que no tolera a sus alumnos es que lleguen tarde a clase y le interrumpan sus explicaciones. Un día un estudiante provinciano y tímido llegó tarde y no atreviéndose a entrar se quedó a la puerta escuchando.
Poco después llegó Luis Ernesto Denegrí y con la prosopopeya que le caracteriza y a grandes sonoros pasos atravesó el salón y tomó asiento. El ilustre maestro paró en seco su explicación y con el más cortes de sus ademanes se dirigió al provinciano tímido y le dijo:
“Pase amigo, tome asiento, pase… ¿Por qué no pasó antes? ¿Por temperamento? Y dirigiéndose a Denegri con la más grave serenidad le dijo: ¿Y usted por qué ha entrado?. Pues por temperamento, repuso Denegri. Y desde entonces data la buena amistad de ambos, porque al doctor Manzanilla le cayó en gracia la fina e intencionada respuesta.
Explicando en la clase de Física don M. Dulanto la impenetrabilidad de los cuerpos, concluyó su interesante explicación diciendo: “Además si los cuerpos fueran penetrables no habría entre los hombres cuestiones más o menos quisquillosas por la vereda, pues se atravesarían unos entre otros y seguirían tan campantes su camino”.…
GAZAPOS
El hoy doctor Monge tuvo de adolescente grandes aficiones a la poesía y reveló aptitudes y fino oído. Sus versos malos sin duda por la edad en que fueron escritos, eran bastante armoniosos. Para un 28 de Julio escribió una larga oda patriótica en la que refiriéndose a los generales de la Independencia decía: Sucre, San Martín, La Mar….” Pero el cajista de la Voz Guadalupana puso con minúscula el nombre del último y los muchachos se quedaron convencidos de que Monge había querido decir: “la mar de generales”.
El Colegio de la Recoleta y en clase de Latín el Padre Anselmo preguntó una vez al alumno Francisco  Ramos y García Calderón la conjugación  de fino, fis, factum, fiere y para facilitarle el trabajo le dijo: fio, fis, etc. y atolondrado Ramos, atendió sólo a la traducción y muy campante dijo:  “¿Ser hecho? Pues ser hecho, serechis, serechemus, serecheis…”
Don Constantino Salazar siguiendo las costumbres patriarcales de don Manuel Marcos, solía hablar de tú a todos sus alumnos y una vez en el Guadalupe, a un muchacho llamado Román, hermano del escritor José Antonio, fallecido en Barcelona- le preguntó: “Sabes la lección? Y con gran insolencia se vio respondido así: ¡“No! ¿Y tú?
Cuando el doctor José María de la Jara y Ureta era estudiante de Letras, en general no fue de los más contraídos, se estudiaba un poco más que ahora, sin duda y los alumnos tenían mucho temor a los exámenes.

Resultado de imagen para jose matias manzanilla
Manzanares toda una figura de la época.
.
SOCRATES
Tratándose de la prueba de Historia de la Filosofía Antigua, la Jara no pensó presentarse a la prueba oral, para lo que no se sentía lo suficientemente preparado y se limitó a rendir la prueba escrita, para tener derecho a dar exámenes de aplazados en marzo.
Pero sus compañeros lo animaron, vacilando de la Jara porque, como dijo, sólo sabía bien Sócrates. Eso sí, añadió, si me toman Sócrates, no paró hasta hacerle tomar la cicuta. Y entre sí rendía examen o no rendía, se pasaba los momentos, hasta que lo llamaron, un grupo lo empujó y La Jara se encontró en medio del salón, sin saber por qué decidirse.
Pero lo guapearon y subió al estrado. Examinaban el doctor Villa García, el doctor Deustua y el doctor Rodríguez. Los estudiantes se apiñaban ante las puertas y ventanas, esperando el gran triunfo o el ruidoso fracaso.
Se hizo silencio y de pronto don Pedro Manuel le dijo a de la Jara: Ocúpese usted de Sócrates. La Jara se acomodó en el asiento y como lo prometió lo hizo: no paro de hablar hasta que llegó a la cicuta. Dios y ayuda le costó después convencer a sus compañeros, que no había habido arreglo previo o camarón, como se dice en jerga estudiantil. 
SIMPATIAS
El doctor Deustua tenía grandes simpatías por Enriquito Basadre y en exámenes de Filosofía Subjetiva, no sólo lo trató muy bien, sino que lo dejó escoger tema. Basadre escogió imaginación y salió aprobado.
Subió después al estrado Ernesto Espejo Palma, que creyó el buen humor de don Alejandro era general y con la voz velada por la emoción le dijo: “Doctor yo he preparado  muy bien memoria”. Pero el doctor Deustua le entendió que había preparado de memoria y con la más aguda y acerba de sus voces le dijo: “Mi amigo ¿de memoria?. Aquí no se viene a estudiar de memoria, sino a pensar, a filosofar. Y no dejó continuar al examinado que  tuvo que volverse a su asiento.
En clase de Derecho Romano, preguntó una vez el doctor Alzamora a Raymundo Morales de la Torre, no sé qué institución jurídica Y Morales ayudado por los soplidos de Manuelito Gallagher, llenó más o menos su cometido.
Don Lizardo preguntó entonces al futuro abogado quien había sido el autor de esta institución y como Gallagher, le soplara: Ulpiano, sin acordarse de que el tal no había sido sino jurisconsulto, lo elevó hasta la más alta situación política y con la voz sonora y firme, contestó: “El Emperador Ulpiano”.

Resultado de imagen para fotos de la lima antigua
La capital con su belleza incomparable de tantos años.

BACHILLER
El bachiller Ademar Pagador, Vice Rector del Colegio Nacional de Trujillo y Profesor de Geografía y Constitución, no perdonó jamás que omitieran, al dirigirse a él, su titulo de bachiller. Cuentan que allá por el año 1888, un alumno recién ingresado le llevó una carta excusa de su padre, que simplemente principiaba así: “Señor Ademar Pagador”. Furioso éste, antepuso a su nombre un gran Br e hizo que el alumno se le acercara.
-No sabe su  señor  padre que debe ponerse a las personas el título que les corresponde? El alumno lo miró azorado.- No sabe usted lo que significa Br?- La verdad señor, le respondió el alumno- que no lo sé.
-¡Burro! Le replicó Pagador y dando media vuelta dejó al estudiante con un palmo de narices. No se sabe si el muchacho entendió que Br. Significaba burro o sí con la mala intención que caracteriza a los estudiantes, contó aviesamente la anécdota a sus compañeros, pero el hecho es que desde aquel día hasta la fecha en que es un venerable anciano y profesor jubilado a quien el cariño y la simpatía de todos sus antiguos alumnos le llamaban cariñosamente “El Burro”
Cuando era alumno de San Fernando el vate romántico Manuel Nicolás Corpancho, el insigne maestro don Cayetano Heredia le dijo que hiciera el diagnóstico de un enfermo, que recién llegado de Puno ingresó al hospital
NOSTALGIA
Sabiendo que los indígenas de aquel departamento difícilmente se acostumbraban a vivir lejos del terruño, el celebrado autor de “El poeta cruzado” después de examinar al doliente y dirigirle algunas preguntas, opinó muy gravemente: “Tiene nostalgia”.
El doctor Heredia se acercó al indio, lo reconoció con prolija minuciosidad y mirando de hito en hito a Corpancho, exclamó: “Nostalgia, nostalgia. ¡Enfermedad de poetas!. Lo que este cholo tiene es una disentería que se lo lleva la trampa”
A Lucas León y Porta- un muchacho muy simpático que murió s su edad temprana- le ocurrió en el Colegio de la Recoleta en exámenes de Historia Romana un gracioso percance, que revela hasta qué punto es absurda tal clase de pruebas pedagógicas.
L:e preguntaron la fundación de Roma y el chico olvido el nombre de Rómulo y Remo. Uno de los examinadores insistió: ¡Cómo! ¿Ignora usted el nombre de la madre de Rómulo y Remo? León miró el techo, a sus zapatos y la memoria no le ayudaba.
Entonces, un compañero le susurró: Rea Silvia. Oyó confusamente León y como no estaba  para análisis y en la Edad Antigua siempre pasaron cosas muy raras dijo como quien por fin acierta: “Un Rey Asirio”.

Resultado de imagen para fotos de lima antigua
Impresionante sector limeño.

MATAPERRADAS
Fue Froilán Sánchez Rodríguez hoy grave jurisconsulto, mozo listo y mataperro de los de empuje, hasta en la misma universidad. Los alumnos de la Facultad de Letras tenían en su tiempo la costumbre de cerrar cierta ventana, para poder leer con comodidad la lección y un día que estaba abierta, se subió Sánchez Rodriguez sobre los hombros de un joven Bérninzon y con un bastón comenzó a cerrar la ventanilla de marras.
En eso llegó don Manuel Marcos Salazar y al ver el cuadro graciosísimo dio con el báculo que usaba, en las piernas de don Froilán, quien creyendo  se trataba de un compañero le grito: “Deja, deja, que de repente llega el viejo”…”
Don Juan Lama sobre el que se formó una leyenda exageradamente injusta, haciendo en cierta ocasión clase de Derecho Romano, por ausencia del  profesor titular, pronunció una larga frase en latín.
 Un estudiante que se la daba de listo se le acercó, concluida la explicación y rodeado de sus compañeros dijo a don Juan, que como tomaba apuntes le agradecería que le tradujese el latinajo. Don Juan lo miró, miró al grupo, comprendió el juego y sonriendo contestó al postulante: “¡Pedazo de cándido! ¿Crees que si la supiese en Castellano la habría dicho en latín? 
DURAND
En uno de los exámenes de la Facultad de Letras Manuel Marcos Salazar, que sin duda estaba de mala guisa, desaprobó a una serie de alumnos con una sola proposición: “La raza zenda”. Felipe Sassone a la sazón universitario sin amedrentarse por la mortandad, subió al estrado y al verlo don Manuel  Marcos que conocía las aficiones taurinas del bohemio, le dijo: “Quédate mejor para Marzo, que la raza senda está peor que la de Miura”.
Hace ya unos siete lustros se presentó a matricularse en la Facultad de Jurisprudencia, un mozo de gallardo aspecto y desenvuelto ademán y entre él y el Secretario, que lo era dfon Juan Lama, se entabló el diálogo de ritual:
-¿Su nombre?
-Augusto Diurán
-¡Diurán? Es curioso. ¿De dónde es usted?
-De Huánuco, señor.
Don Juan Lama dejo la pluma, se quitó las gafas y mirando fijamente al postulante, le dijo:
-¡Curioso, curioso! Yo he conocido a un señor Gregorio Durand de Huánuco también.


Resultado de imagen para augusto durand
Hombre de revoluciones y anécdotas.

VERSOS
El futuro universitario se cortó y creyó de su deber explicarse:
-Sabe usted señor, don Gregorio Durand es mi padre, pero mi abuelo era francés que se llamaba Diurán.
-Bueno, Bueno, dijo don Juan, pero como usted es hijo de su padre y no de su abuelo le pondremos Durand.
Y continuó el interrogatorio habitual.
Una vez aparecieron en los claustros de la Facultad de Letras estos versos: Por haber comido mucho macarrone,/mucho tallarine, mucho menestrón,/se murió antenoche Felipe Sassone./Felipe Sassone, de una indigestión.
Y al día siguiente, junto a los transcritos, aparecieron estos otros: Por haber tomado mucha chicha de jora/muchos anticuchos, mucho choncholí,/se murió ayer tarde José Lora y Lora,/José Lora y Lora, alias “El Jelí. 
CLASE
Una vez en clase se equivocó el doctor Villareal en cierto problema- Cuando llegaron los exámenes, le tocó la misma proposición a un alumno Deza que comprendiendo que iba a salir mal le dijo a sus maestros con todo empaque: “Recuerde el doctor que él también se equivocó en este mismo problema, a lo que repuso Villarreal: “Por lo mismo se quedará usted hasta marzo, porque yo deseo que mis alumnos sepan más que yo.”
Cuando José Lora y Lora que era estudiante de Guadalupe se le ocurrió hacer un drama fantástico en verso, en el que intervenían las autoridades del colegio y los alumnos, cada personaje tenía a su cargo tremendas tiradas de versificación y como no supiera como concluir su obra de sátira al Internado, optó por hacer que murieran los principales protagonistas de estudiantes a consecuencia de la mala alimentación del plantel y la broma que llegó a oídos del Director, casi le cuesta caro.
En clase de Filosofía Moral en Guadalupe tomaba paso don Pedro Manuel Rodríguez y notó que un muchacho Madalengoitia soplaba la lección al examinado, don Pedro Manuel, muy serio le preguntó:
-¿-Es usted consueta?
-No Señor, soy Madalengoitia le contestó el interpelado.
EXAMENES
En unos exámenes de Escuela Municipal o Fiscal hace ya algún tiempo y examinando creo que don Filiberto Ramírez, salió a rendir su prueba una negrita peripuesta y más llena de cintajos que una cucarachita Martina. Era una banderilla de beneficios.  El examinador la vio y le dictó a la pizarra, para que hiciera el análisis de la siguiente frase: La mona, aunque se vista de seda, mona se queda”…
La negrita, muy serena, hizo su análisis correctamente y entonces don Filiberto o quien fuese le dijo: “Muy bien señorita, ahora usted mismo construya una frase y analícela. Escuchó la examinada y sin demora escribió con grandes letras en la pizarra: “Más vale negra educada, que blanco malcriado…”
En el Colegio de Guadalupe allá por el noventaitantos la comida tenía entre los internos fama de escasa y mala. Un día Carlitos Moreno y Paz Soldán, que usaba entonces una peluca que le llegaba a los hombros y que era capaz de saltarse a un compañero desde el octavo paso y sin poner las manos, tuvo la peregrina ocurrencia de comenzar a quitarse el saco en pleno comedor, lo que fue visto por el Regente quien con serenidad le gritó: “Moreno ¿qué es esto? Nada señor, contestó con humildad Carlitos, voy a tirarme de cabeza al plato, a ver si pescó un fideo”.

 Resultado de imagen para fotos de lima antigua
Balcones por todos lados.

PREGUNTA
Un alumno de la Escuela de Ingenieros preguntó a don Teodoro Elmore, profesor de construcciones civiles, en qué forma debía proceder para fabricar buenos adobes, dando a su pregunta toda la gravedad de una consulta técnica y Elmore le respondió sencillamente: “Amigo mío búsquese un buen adobero”.
En exámenes de Economía Política, Castorino Torres Wendell, que era un mozo simpático y guapo, después de contestar varias preguntas al doctor Manzanilla, que le examinaba, contestó a la pregunta:
-Diga usted en cuatro palabras en qué consisten las operaciones de un banco
-Un movimiento de ventanillas.
Acusaron una vez a don Bartolomé Herrera de haber maltratado a un alumno y el Ministro de Instrucción, que era entonces el doctor Gómez Sánchez, fue al Convictorio y con respetuosa gravedad dijo al ilustre maestro: “¿No me ha dicho usted quien es el verdadero padre de sus discípulos? Ciertamente respondió Herrera, y porque lo soy, ejerzo la autoridad paternal en toda su extensión e integridad.


Bartolome Herrera: un maestro paternal.

INSPECTOR
Un pobre inspector guadalupano el día de su estreno fue víctima de una ingeniosa jugarreta de parte del hoy gran alienista doctor Caravedo, antaño grandísimo mataperro. Dejaron al inspector de marras  custodiando a un grupo de castigados que comenzaron a hacer diabluras.
Como no los conocía comenzó a preguntarles a ellos mismos sus nombres para que se les recluyese hasta más tarde y entonces a Caravedo se le ocurrió ponerse el nombre del entonces Presidente del Consejo de Ministros de Piérola que era don Manuel Pablo Olaechea.
Guiñó el ojo a sus compañeros que comprendieron el juego y lo siguieron con toda sinceridad y  cuando el inspector se fue a comer y el Regente comenzó a llamar a los que debían pasar a otro salón para dejarlos hasta las ocho, se encontró con que tenía castigado ¡a todo el ministerio!
Los hermanos José y Emilio Castañón, eran tan semejantes, que en cierta ocasión uno de ellos rindió exámenes por ambos, con la particularidad de que sacó buena nota para su hermano y mala para sí mismo. (Páginas seleccionadas de las "Obras Completas" que pertenecen como autor al consagrado escritor y político, José Gálvez Barrenechea.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario